CAPÍTULO 1
-- Bien chicos, comenzaremos con la escena en la que Luffy, Zoro y Chopper se pierden en Arabasta. Luffy comienzas hablando en 3,2,1... ¡Acción!-- Anunció la directora de la Radio.
-- ¡Hay estoy súper cansado! ¿Como es posible que nos hallamos vuelto a perder?
-- ¡Es tu culpa!-- Exclamaron los otros dos.
-- Lo siento.
-- Para colmo los demás han seguido adelante... Oye Luffy lo de "Lo siento" lo dices después de mi oración, no antes.-- Se interrumpió a si mismo Chopper.
-- Oh ¿enserio?
El muchacho de cabellos azabache arrimó más la vista al papel en el que tenia escrito su guión.
-- Pues sí, es verdad, no me había dado cuenta, lo siento.
-- ¿Queréis dejar de quejaros y empezar de una vez?-- exclamó la directora ya exasperada. -- Haber habrá que volver a empezar de nuevo. Luffy empiezas hablando en 3,2,1... ¡Acción!
-- ¿Hace falta decir lo de acción? Esto es la Radio no una película.
--¡Luffy deja de quejarte y empieza a hablar de una buena vez o te daré con la chancla!
--¡Vale, tranquila!
Mientras el muchacho empezaba a recitar su guión, la mujer, en un acto nervioso, se sacudió el pelo en un intento de sacarse el estrés que le producían esos jóvenes adolescentes, entre otras cosas.
-- Necesito un día libre-- Murmuró para sí misma-- Bien, cambio de escena. -- Dictaminó entonces al percatarse de que los jóvenes ya habían acabado el primer guión. -- Usopp empiezas hablando en 3,2,1...
-- ¡Espera! ¡N...no encuentro mi guión!
El joven, de largo pelo rizo azabache, rebuscó entre todo el lío de papeles que tenía montado la hoja número 2.
-- ¿Pero como no vas a encontrar el guión si lo tienes todo desordenado?-- Exclamó Nami a la par que le quitaba los papeles al joven para ordenarlos.
-- ¿¡Queréis dejar de hacer el payaso y poneros serios?! ¡Se nos viene el tiempo encima! ¡A las 6:15 este guión tiene que estar completo! ¡Ya son las 6:00 y no llevamos ni la cuarta parte hecha! -- Exclamó la mujer ya con los nervios a flor de piel.
-- ¡Ya está!-- exclamó Nami mientras con gran rapidez le devolvía el guión ya ordenado a su compañero.
-- ¡Bien! ¡Empecemos! Usopp entras en 3,2,1... ¡Acci...!
-- Enserio, lo de decir acción me sigue pareciendo una tremenda tontería, esto no es una peli.
Todos se giraron a ver con furia a su compañero, pero nada a comparación con la terrible esencia de muerte que brotaba de la directora a causa del fuerte estrés.
-- ¡LUFFY!-- Exclamaron todos a la vez.
-- ¡Mira como no te calles de un maldita vez y dejes de interrumpir hablaré con tu tutor y le diré que... que... que te castigue sin comer carne durante un mes!
-- ¡¿Qué?! ¡No por favor! ¡Vale ya me callo, pero por favor no hagas eso!-- Suplicó el joven.
-- Pues entonces quédate calladito, que calladito estás más guapo. Bien Usopp entras en 3,2,1...
-- ¿Y por qué me habría de importar ser más guapo? Ni que fuera Duval.
-- ¡LUFFY!
-- ¡Oh mierda!
Mientras la mujer se sacaba la chancla del pie el muchacho ya había salido corriendo de la estancia en un intento de huir por su vida.
Ante la cómica escena de la ya algo mayor mujer y su loco amigo corriendo por todo el recinto, los jóvenes no pudieron evitar estallar en carcajadas. Una cosa la tenían clara: ese día no iban a acabar el guión.
______
-- ¡Ay eso dolió! ¡Aun siento el escozor en el cuello!-- exclamó el joven de cabellos azabache sobándose la nuca en un gesto adolorido.
-- ¡Hombre, como para no dolerte! ¡Con el semejante chanclazo que te metió!-- corroboró su amigo Usopp mientras caminaba a su lado.
-- Te lo tienes bien merecido, si te están diciendo que te calles obedece, sino atente a las consecuencias. -- concluyó Nami.
--De todas formas esa mujer es un poco bruja.-- Afirmó Zoro.
--A de ser pariente de Nami.
Ambos los tres chicos se echaron a reír ante el comentario de Luffy, aunque su momento de gracia les duró poco.
-- ¿Cómo os atrevéis?
La cara de furia de Nami no tenía precio y los jóvenes comprendieron demasiado tarde su casto error.
-- ¡Mierda!-- Exclamaron los tres a la vez antes de ser acribillados por una sarta de golpes propinados por la joven.
-- Lo siento-- murmuraron Luffy y Usopp.
-- Maldita bruja.
El comentario del muchacho de pelo verde le ganó otro golpe seguido de un nuevo chichón más grande que el anterior.
-- ¿Quieres más?
-- Lo siento. -- refunfuñó Zoro.
-- Eso pensaba.
Después de caminar un rato llegaron a la casa de Usopp donde además Luffy había dejado aparcada su bicicleta.
-- Bueno chicos, nos vemos.
-- Hasta mañana Usopp.
Tras despedirse su amigo se adentró en su casa cerrando la puerta tras de si.
-- Yo también me voy, no quiero preocupar a Makino y los niños por mi tardanza. -- anunció Luffy.
-- "Aldeas" me pilla de camino a casa, ¿Te importa si te acompaño?
La pregunta de Nami cogió a Luffy por sorpresa, normalmente la joven prefería ir andando sola a su casa para reflexionar sus propios asuntos.
-- Claro, súbete a los soportes de la bici.
Tras hacer lo que su amigo le mandó se despidieron del resto y el joven empezó a pedalear.
Al cabo de un rato de trallecto llegaron al lugar donde residia Luffy.
-- ¿Seguro que no quieres que te lleve hasta tu casa? No me cuesta nada y no está lejos.
-- No tranquilo, puedo ir yo sin problema, vuelve ya que los chicos te estarán esperando.
La joven se bajó de la bicicleta y le plantó un beso en la mejilla de su amigo.
-- Hasta mañana.
-- Chao Nami.
Tras despedirse el chico emprendió camino hasta el portal de entrada y acto seguido guió la bicicleta hasta la casa en la que el residía.
Mientras avanzaba el gesto de su amiga revotaba en su mente. ¿Por qué le habría dado un beso? Eso era más propio de Hancoock que de Nami.
-- Por fin apareces.
La voz de su hermano lo tomó por sorpresa y lo sacó de sus pensamientos.
-- Hola Ace. ¿Me estabas esperando o qué?
-- Sí, necesito la bici para ir a un sitio.
-- ¿Y por qué no coges la otra?
-- Porque ya se la llevó Sabo.
Mientras hablaban Luffy ya se había bajado de la bicicleta y se la entregó a su hermano mayor para luego echar a andar hasta la puerta de la casa.
-- Por cierto, los niños están solos, Makino tuvo que irse a comprar asique si vas a dar una vuelta no te alejes demasiado y vigilalos.
-- Claro, no soy tan desastre como tú con los niños.
Ace soltó una fuerte carcajada.
-- Permíteme que lo dude hermanito.
Tras decir eso empezó a pedalear y se alejó del recinto vallado en el que se encontraban todas las casas donde residían los niños huérfanos o con problemas familiares.
Una vez Luffy atravesó la puerta de su casa fue arrollado por una niña de cortos cabellos rubios y un largo vestido amarillo.
-- Apis que bruta eres. -- rió el joven mientras se levantaba del suelo y acto seguido la cogía a ella en brazos.
-- ¡Luffy!-- exclamó la pequeña entusiasmada -- ¿Por qué tardaste tanto?
-- Tuvimos unos imprevistos en la Radio. ¿Dónde está Jiro?
-- En la habitación, creo.
-- Vamos a ver a ese monstruito.
El joven se dirigió a las escaleras y empezó a subirlas con la niña aun en brazos directo a la habitación de los pequeños.
En esa casa residían 5 personas; Luffy, su hermano mayor Ace, su otro hermano mayor Sabo, y los dos pequeños Jiro y Apis.
-- ¡Ahh! ¡Llegaron los monstruos a la habitación! -- gritó el joven entrando.
-- ¡Luffy!
Jiro se levantó del suelo dejando los juguetes con los que trastabeaba y se abalanzó a los brazos del que ya consideraba su hermano.
-- Oye, ya pesais bastante. -- se quejó el mayor intentando mantener el equilibrio para no caerse con los dos niños.
Echó a caminar dirigiendose a una de las camas gemelas.
-- A la de 3. 1,2... ¡¡¡Ya!!!
Se lanzó a la cama de espaldas con los dos niños cayendo encima suya los cuales gritaron como locos entre risas.
-- ¿Que pasó con el 3?
-- Se fue de paseo, no le apetecía quedarse en la fila con los demás números.
-- ¡Eso no tiene lógica!
Se echaron todos a reír.
_______
-- ¡Ah! ¡Soy el monstruo de las almohadas! ¡Buaaahhh!
Los niños corrían por toda la casa sin parar de reír mientras el mayor los seguía con dos cojines intentando atraparlos.
-- ¡Cuidado el monstruo nos va a atrapar! ¡Buahh!
-- ¿Se puede saber a que viene tanto alboroto?
Todos se pararon en seco al ver al señor Garp, o abuelo como lo llamaban ellos, en la puerta de entrada. Ese hombre era el director de todo ese centro llamado "Aldeas Infantiles"
-- Abuelo Garp, emm... estábamos jugando. -- El chico soltó los cojines y empezó a rascarse la nuca nervioso.
-- ¡Mira como habéis dejado todo! -- El joven observó el suelo y las escaleras llenos de plumas de los cojines. -- Eres el mayor, se supone que tienes que cuidar de los niños no ponerlo todo patas arriba.
El hombre le dio un fuerte golpe en la cabeza al joven el cual no tardó en agarrarsela a la par que gritaba de dolor.
-- ¡Hay! ¡Duele!
-- Menudos nietos mas desastrosos tengo.
-- Solo estábamos jugando abuelito, luego íbamos a recogerlo todo.
El hombre bajó la vista para ver a la pequeña niña que lo miraba con esos ojitos castaños llenos de luz.
Extendió la mano para revolverle el pelo.
-- Espero que quede todo ordenado entonces, supongo que tendré que confiarte a ti el orden de esta casa y de estos dos melindres.
Acto seguido le volvió a dar un zape a Luffy y otro al pequeño Jiro.
-- ¡Ah! ¿Y a mi por qué? -- se quejó el último sobándose la cabeza adolorido.
-- No seas tan duro con ellos Garp, solo están jugando.
Todos se giraron para ver en la puerta a Makino, la mujer que se hacia cargo de ellos y de la casa.
-- Makino. No me digas como educar a mis nietos.
-- Para ti todos son tus nietos. Ni siquiera se porque poneis distintos cuidadores para cada casa si al final eres tu quien te encargas de todos. -- concluyó la mujer mostrando una gran sonrisa. -- Venga niños recoged todo rápido que ya voy a hacer la cena. -- anunció entonces.
Los niños obedientes empezaron a recoger todo el desorden mientras Luffy iba a buscar la escoba para barrer el suelo lleno de plumas.
-- Por cierto Luffy, ¿tienes idea de donde están los otros dos?
-- No, me encontré con Ace cuando volví de la Radio y me dijo que tenia que ir a un sitio así que cogió la bicicleta y se fue, también me dijo que Sabo había cogido la otra bici aunque supongo que él estará aun en el partido de fútbol.
-- Vale, acaba de barrer y ve a poner la mesa. Tú -- Señaló al hombre -- ya que tanto te preocupas por tus nietos ve a buscar a Ace, y vosotros -- dirigió la vista entonces a los más pequeños -- cuando acabeis de recoger subid a vuestro cuarto a poneros el pijama y luego bajad a ayudar a vuestro hermano a poner la mesa.
Sin más todos se pusieron en marcha con lo ordenado.
_______
-- Luffy come más despacio que te vas a atragantar y la comida no se va a salir del plato.
-- Lo siento Makino, pero es que está buenisimo.
Los dos pequeños se echaron a reír.
-- ¡Ya estoy en casa!
La voz de Sabo detuvo a los niños los cuales se levantaron de la mesa para ir corriendo a los brazos del mayor recién llegado, al igual que Makino fue a saludarlo.
El único que no se levantó de su sitio ni dejó de comer fue Luffy, el cual seguía devorando como si no hubiera un mañana.
-- ¿Hofa Zafo, que fal el fartido?
-- Luffy no hables con la boca llena.
El joven se tragó todo lo que tenia en la boca de golpe y luego volvió a ver a su hermano mayor que ya había entrado a la cocina con los pequeños en brazos y seguido por su cuidadora.
-- Lo siento. ¿Sabo que tal el partido? ¿Ganasteis?
-- Que va, nos vencieron como hay Dios, 5-0. Fue un desastre de partido.
El joven de cabellos largos y dorados dejó a los niños en el suelo para luego derrumbarse en una silla agotado.
-- Aun así también fue un partido intenso, estoy reventado.
-- Bueno para la próxima seguro que ganáis.
-- Eso ni se duda.
Ambos se echaron a reír.
-- ¿Y tú que tal en la Radio? Debe ser un chollo eso de ser el protagonista de la serie ¿no? Serás el que más guión tenga.
-- Pues no te creas, todos tenemos guiones muy largos y difíciles y supuestamente a mi me pusieron el más fácil que va con a mi misma forma de ser, pero a mi no me lo parece.
El mayor soltó una carcajada mientras cogía un filete de carne de la bandeja que se encontraba en la mesa.
-- Oye ¿y aquí no falta alguien? ¿Donde está el Chulo roñón?
-- Desapareció, el abuelo fue a buscarlo.
-- Uhh, entonces lo siento mucho por él si lo encuentra.
-- Le va a caer una...
-- Venga niños acabad ya de comer que ya se hace tarde y mañana tenéis escuela.
-- ¡Sí! -- exclamaron los más pequeños.
-- Y eso también va por vosotros que ya os conozco. -- señaló entonces a los mayores -- Nada de quedaros hasta las tantas despiertos que después no hay quien os levante.
-- Que sí.
-- ¡Vamos pasa! ¡Deveria darte vergüenza andar fuera de casa a estas horas de la noche! ¡Mañana tienes escuela y además eres el más mayor, tienes que dar ejemplo!
Los gritos del abuelo se escuchaban ya desde la cocina y no les hizo falta escuchar mas para saber que el hombre ya había encontrado a su hermano.
-- Dios, lo siento por Ace, pero no tengo ganas de encontrarme con el abuelo asi de cabreado.
-- Estoy de acuerdo -- asintió Luffy.
-- Makino nosotros nos vamos ya a dormir.
Se levantaron de la mesa y Luffy en tiempo récord cogió 5 filetes que dejó en su plato para luego llevárselo con él escaleras arriba.
En cuanto cerraron la puerta de su cuarto pudieron escuchar el portazo de la puerta de entrada y los gritos ahora más audibles del abuelo regañando a su hermano.
-- Por los pelos, un poco más y ya nos pilla a nosotros abajo.
-- Creo que a esto se le llama cobardía.
-- Yo prefiero denominarlo como supervivencia. Oye deja de mirar tanto mi plato que no te voy a dar, haber cogido tu comida.
-- Eres un gocho, ni siquiera puedes dejar la comida cuando se trata de huir.
-- ¡Es comida! ¡La comida no se deja nunca!
-- Ahora que lo pienso ¿no nos hemos dejado algo importante atrás?
Ambos chicos se quedaron un momento pensativos hasta que se les iluminó la bombilla a la vez.
-- ¡Jiro!
-- Mierda el abuelo es capaz de atizarle estando así de furioso.
-- ¿Como nos pudimos dejar al enano atrás?
-- Bueno suponiendo que solo tiene 10 años no le hará nada.
-- Luffy a ti ya te atizaba con 7.
-- Mierda.
-- Bueno, fue un buen hermanito mientras estuvo con nosotros, iré todos los días a visitarlo a su tumba.
-- ¡Qué exagerado! ¡No bromees con esas cosas Sabo, no es gracioso!
El mayor estalló en carcajadas ante la reacción de su hermano menor. Acto seguido se tiró en su cama la cual era la cama baja de una litera.
Luffy se dirigió a la suya que era la que se encontraba en la esquina izquierda de la habitación debajo de la ventana.
La habitación no era muy grande, más bien todo lo contrario. Era una estancia muy humilde, pero acogedora y decorada a su gusto.
Luffy se recostó contra la pared, posó el plato en sus piernas y empezó a comer los filetes cogiéndolos con las manos.
-- ¿Ahora no existen los cubiertos para ti o qué?
-- Se me olvidó cogerlos cuando cogí la comida y ahora no pienso bajar.
Sabo soltó otra carcajada mientras negaba con la cabeza indicando que su hermano no tenía remedio.
La puerta se abrió de golpe sobresaltando a los chicos. Tras esta se podía ver a su hermano con un enorme chichón sobresaliendo de su cabeza y detrás suya se encontraba ni más ni menos que el abuelo.
-- ¡¿Se puede saber que hacéis aun despiertos?! ¿¡Y desde cuando la cama es lugar para comer?! ¡Y sin cubiertos además, debería darte vergüenza Luffy!
Luffy tragó de golpe todo el contenido que tenia en la boca por el susto y tal fue su brusquedad que un trozo de comida se le atoró en la garganta por lo que empezó a ahogarse solo.
Al principio ambos hermanos estallaron en carcajadas hasta que se dieron cuenta de que su hermano ya estaba rojo y aun no había sacado el trozo.
-- ¡Luffy!
Ace y Sabo fueron corriendo en su ayuda, el mas mayor lo abrazó por la espalda y apretó para hacer que expulsara el trozo de carne. Finalmente la comida atorada salio disparada fuera de la boca del chico que empezó a jadear como si hiciera siglos que no respiraba.
-- Mierda, pensé que me moría.
-- ¡Idiota, no nos des esos sustos! ¡Si comieras moderadamente esto no habría pasado!
-- ¡No eres el más indicado para hablar Ace!
-- ¡Basta ya!
Ambos muchachos recibieron un fuerte golpe en la cabeza seguido de un enorme chichón.
-- ¡Ah! ¡Duele!
-- ¡Ya es muy tarde, acostaos ya y dejad de hacer escándalo que vais a despertar a los niños!
-- Pero si eres tú el que está gritando ahora. -- Se quejó Luffy con lo que se ganó otro golpe.
-- ¡Acuestate ya y no me rechistes!
Sin más el hombre se dio la vuelta y salió de la habitación. Los chicos por su parte se fueron a sus respectivas camas, Ace se subió a la litera de arriba mientras los otros dos solo se tiraron en plancha a la suya.
-- Jo, parece que al final no nos libramos del abuelo.
-- Para colmo casi me muero por su culpa.
-- ¡Eso es porque eres un glotón!
-- ¡Tú también lo eres así que callate!
-- ¡Hay no empecéis como siempre por favor!
-- ¡Tú callate! -- Exclamaron los dos a la vez
Sabo soltó un largo suspiro, luego cogió las sabanas y se las pasó por encima de la cabeza.
-- Está bien, por mi como si os matais. Voy a domir, buenas noches. Luffy apaga la luz por favor.
-- ¿Y por qué yo?
-- ¡Porque tienes el interruptor al lado sogilipollas! -- Exclamó el mayor ya exasperado.
-- Oh, cierto, no me acordaba, lo siento.
El chico le dio al interruptor y tras la oscuridad todo se sumió en un profundo silencio... Salvo por un ruido que empezó a molestar a Ace y a Sabo.
-- ¿Qué diablos es ese ruido?
-- ¿Qué ruido? -- Preguntó Luffy.
-- Es como si un animal estuviera engullendo a su presa.-- Opinó Ace.
-- ¡Joder tío, menuda imaginación tienes! -- Exclamó Sabo.
-- ¿Bestia? ¿Dónde? ¿Dónde está? ¡Que me la cargo!
-- Luffy enciende la luz un momento.
El chico obedeció y nada mas se hizo la luz los dos hermanos mayores se quedaron viendo al menor con cara expectante.
-- ¡No jodas!
-- ¡Eras tú!
-- ¿¡Luffy se puede saber que haces comiendo en la cama?!
-- Ah ¿era eso? Es que aun no me acabé la cena, me quedan dos filetes y no quiero dejarlos en el plato.
-- Maldito glotón.
-- Apaga la luz y acaba de comer ya, queremos dormir.
-- ¿Y por qué tengo que apagarla yo?
-- ¡Por que tienes el interruptor al lado! -- Exclamaron los dos mayores a la vez.
-- Ah, cierto.
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