E p í l o g o


9 años después

Cuidar a cinco niños había sido todo un reto para Lisa y Jungkook, pero después de haber tenido a Ian tenían la suficiente experiencia para cuando los mellizos llegaron. Estaban demasiado contentos con la familia tan grande que habían formado, aún esperaban la llegada de uno más, pero Lisa había advertido que esa vez sería el último, y hablaba en serio.

Esa mañana tanto Lisa como los niños se habían levantado temprano para preparar un desayuno a Jungkook. Era su cumpleaños número 34 y todos querían consentirlo.

Lisa se había levantado sin hacer mucho ruido y había ido a cambiarse la pijama. Ahora debía de despertar a todos; ese sería un día agitado y esperaba que su panza de ocho meses la dejara hacer todo lo que tenía planeado. Comenzó por ir con Gía quien dormía al fondo del pasillo. Gía era ya una adolescente y cumpliría los diecisiete dentro de unos meses más, así que le habían dado su propia habitación, al final del pasillo donde podía tener un poco más de privacidad; aunque Jungkook se había negado al hecho, protestando que ella no necesitaba esa privacidad.

— Buen día — dijo Lisa después de haber tocado la puerta y esperar a que esta fuera abierta.

— Buen día — saludó Gía dándole un beso en la mejilla a su madre.

— ¿Estas lista? — preguntó.

— Si, sólo me cepillo el pelo y bajo.

— Está bien, te espero abajo, iré a despertar a los demás — Gía asintió y Lisa estaba por irse.

— ¿Mamá?

— ¿Si?

— ¿Crees que sea buena idea decirle hoy a papá? — ambas habían estado ocultando un secreto. Llevaban unos tres meses guardándolo, pero Lisa no se sentía a gusto teniéndole secretos a Jungkook, así que habían planeado decirle la verdad ese día.

— Si, tu tranquila, él lo entenderá — Gía asintió aún no muy segura, pero siempre las palabras de Lisa le daban paz. Sin pensarlo se acercó a ella para abrazarla.

— Gracias por todo — le dijo sinceramente; ambas sabían que ese gracias no iba específicamente por el hecho de haber guardado ese secreto, si no más vienen era por los diez años llenos de recuerdos que ambas había vivido.

— Sabes que te quiero mucho — Lisa le dio un beso en la mejilla para después separarse y ver la sonrisa de Gía — Iré a despertar a tus hermanos antes de que tu padre lo haga — la pequeña, ahora no tan pequeña asintió y volvió adentro de su habitación.

Lisa ahora de dirigió a la habitación de al lado, donde dormían Jeonsang e Ian. Abrió la puerta y Jeonsang era el único despierto, quien seguía acostado en su cama y jugaba en el celular. Lisa se quedó unos momentos de pie en la puerta mirando a su hijo, no podía creer que su bebé había crecido. Jeonsang notó la presencia de su madre y desvío la mirada del celular para saludarla.

— Buen día ma — la rubia entró en la habitación para cerrarla después. Se acercó a su hijo mayor y lo saludó dándole un beso en su cabeza.

— Es hora de levantarse. Cepíllate los dientes y te esperó abajo — Jeonsang asintió y salió de la cama para entrar al baño.

Lisa aprovechó el momento para ir a la cama que estaba al lado. El pequeño Ian dormía tranquilamente. Lo removió un poco pero el pequeño solo se quejó, entonces decidió recurrir a la segunda opción. Las cosquillas. Comenzó atacar el estómago del pequeño. Ian sonrió y despertó, talló con sus puños sus ojos y se estiró en su cama.

— Es hora de despertar dormilón — Ian sonrió y se abrazó a su madre. El pequeño era demasiado cariñoso con ella.

— ¿Papá ya despertó?

— No, por eso debemos de apurarnos. Cuando salga Jeonsang del baño entras tu — Ian asintió. Ahora solo quedaba despertar a los dos más pequeños de la familia, conociéndolos ya estarían jugando.

Entró en la habitación que se encontraba al lado de la suya, ahí dormían los mellizos. Tal y como lo había deducido ambos ya estaban despiertos listos para salir de sus cunas y ponerse a jugar. Seung era mucho más tranquilo que Suni, o como todos le decían, Sun; la pequeña al ver a su mamá entrar comenzó a estirar sus brazos esperando a que la cargara.

— Veo que ya despertaron — Lisa tomó a Suni en sus brazos y después la colocó en el piso, la pequeña comenzó a gatear por la alfombra de la habitación.

Seung se había vuelto a acostar en su cuna y trataba de quitarse los calcetines que mantenían abrigados sus pies. Le costó un poco, pero logró su objetivo, ahora sus pies estaban desnudos, Lisa lo miró "molesta", solo para darle un pequeño reproche de que no debía de hacer eso; Seung era demasiado sensible, y comenzó a llorar segundos después.

— No, no llores pequeño — le dijo Lisa para tratar de tranquilizarlo, lo tomó en sus brazos y comenzó a mecerlo. Necesitaba hacerlo callar, el llanto podría provocar que Jungkook despertara y la sorpresa que habían planeado se arruinaría, además de que Lisa recibiría un reproche por tener a Leo en sus brazos, según su esposo no debía de cargar cosas pesadas para no hacerle daño a la pequeña que venía en camino, y al parecer el cargar a sus hijos implicaba un gran peso.

— Pa-pá — Seung seguía sollozando y ahora le hablaba a su padre, sabía que él lo dejaría hacer lo que quisiera hacer, lo tenía demasiado consentido, a él y al resto de sus hermanos.

— ¿Quieres que te ayude? — Gía había entrado a la habitación, los demás ya estaban esperando a su madre en la cocina, pero al ver que no bajaba Gía fue quien decidió ver que sucedía.

— Ayúdame a tranquilizar a Seung, cambiaré a Suni — Gía sujetó en sus brazos a su hermano menor y logró tranquilizarlo.

(...)

— Entonces ya sabemos lo que vamos hacer, así que ahora manos a la obra mis pequeños — todos comenzaron a preparar lo que Lisa les había ordenado hacer.

Seung y Suni se encontraban haciendo una carta para su padre, o al menos eso era lo que intentaba aparentar, la realidad era que solo era una hoja con algunos garabatos de muchos colores.

Ian ayudaba a Jeonsang con inflar algunos globos, aunque sólo el mayor era el que hacía la mayor parte, ya que el pequeño sólo se dedicaba a mirar.

Gía y Lisa estaban en la cocina, haciendo la mayoría de la tarea. Ambas estaban preparando el desayuno, el cual en los últimos años era algo extenso.

— Me parece increíble todo lo que hemos pasado juntos — habló de repente Gía, Lisa la miró unos segundos y soltó un pequeño suspiro de nostalgia.

— A mí también — respondió.

— Los globos están listos — respondió Jeonsang sujetando en su mano dos globos de gas en sus manos, mientras Ian sostenía otro.

— Perfecto, ahora vamos a despertar a su padre — Lisa apagó el fuego y salió para tomar a Suni en sus brazos, mientras Gía tomaba a Seung.

Ian tomó la carta que habían hecho los más pequeños y Jeonsang llevó los globos. Los seis volvieron a subir, cuidando sus pasos para ser lo más sigilosos posibles; al entrar en la habitación Jungkook seguía durmiendo.

Lisa dejó a Suni en la cama, aún lado de Jungkook. Contó con sus dedos hasta tres y al llegar al último número todos se abalanzaron hacía él logrando que despertara, sólo Lisa se quedó fuera de ello.

— ¿Qué pasa acá? — preguntó tomando a Seung y Suni en sus brazos cuando ya todos se habían reincorporado.

— ¡Feliz cumpleaños papá! — gritaron al omiso Gía, Jeonsang e Ian, mientras Seung y Suni aplaudían.

— Son los mejores — les contestó. Besó la cabeza de los mellizos.

Lisa aprovechó para salir un momento de la habitación, el día apenas comenzaba y aún quedaban algunas cosas por hacer. Mando un mensaje a Jin informándole que Jungkook ya había despertado.

Un fuerte dolor de apoderó de su estómago, hace unos días había comenzado a tener contracciones, pero según el doctor era algo normal. Se sujetó de la pared y respiró profundamente tratando de tranquilizarse. En ese momento todos sus hijos comenzaron a salir de la habitación, mostró una sonrisa y decidió aguantar el dolor.

— ¿Qué sucede? — preguntó Jungkook al verla.

— Una contracción — le informó, sólo porque sabía que a él no podía ocultarle nada.

— ¿De nuevo? Creó que no es algo común — Lisa se encogió de hombros de decidió darle un pequeño beso en los labios, sabía cómo se pondría de histérico, y prefería desviar el tema.

— Mañana iré de nuevo a una revisión — habló Lisa.

— Promételo, te conozco y sé que terminaras inventando pretextos para no ir — Lisa sonrió avergonzada, Jungkook tenía razón.

— Lo prometo, pero ahora tú debes de dejar de preocuparte y disfrutar tu cumpleaños, anciano — lo último lo dijo tratando de hacerlo enojar.

— Que graciosa eh — ambos rieron, pero su momento fue interrumpido por cierto pequeño que acababa de aparecer.

— Tengo hambre — habló tímido Ian, lo miraron y siguieron riendo; Jungkook lo cargó y bajaron las escaleras para ir al comedor, donde ya los demás se encontraban.

Seung y Suni estaban sentados ya en sus sillas especiales. Lisa comenzó a servir la comida; Jungkook se acercó para ayudarla, ella servía y él repartía.

(...)

Sus ojos estaban cerrados, no podía ver y se mantenía completamente cegado. Ella mantenía cuidado los pasos que él daba, sólo para vigilar que no diera un paso en falso y cayera.

- ¿Podrías decirme a dónde vamos? - preguntó Jungkook con una sonrisa en sus labios.

- No diré nada hasta que lleguemos.

- Creó que deberías decirme, ¿imagínate si nos caemos? podrías lastimarte.

- Eso no va a pasar, así que continúa - aunque quería negarse a dar un paso más terminó sujetando la mano de su esposa.

Los segundos para Jungkook se habían convertido en minutos, minutos en los cuales no sabía hacia donde iría, sentía que en cualquier momento podría pisar en falso y caer, lo cual le preocupaba más por el hecho de que Lisa era su soporte.

- 1,2,3 - contó Lisa antes de quitarle la venda que cubría sus ojos. Al poder verlo se quedó sorprendido, todos sus amigos y familiares se encontraban reunidos en el living de su nueva casa.

- ¡Feliz cumpleaños! - gritaron todos al omiso.

Jungkook no podía creer la fiesta sorpresa que estaba justo delante de sus ojos; hace ya varios años que no celebraba su cumpleaños con una verdadero fiesta.

- Wow - fue lo único que podía decir en ese momento. Lisa lo abrazó y se colocó de puntillas para quedar cerca de su oído.

- Feliz cumpleaños amor - le dijo Lisa en el oído. Jungkook la abrazó cuidando de no aplastar su estómago.

- Te amo - le dijo antes de besarla. Un pequeño interrumpió su beso jalando del pantalón de su padre - Hey, ¿qué pasa pequeño? - lo tomó entre sus brazos y el pequeño abrazó a su padre.

- Feliz cumpleaños papá - le dijo el pequeño provocando que Jungkook sonriera, de todos sus hijos sin duda Ian era el mas cariñoso de todos.

- Anciano - le dijo Jin mientras se acercaba a su amigo para darle su abrazo.

- No te quedas atrás eh - le recordó Jungkook provocando que ambos rieran. Su amistad se mantenía intacta como hace años, incluso se podría decir que estaban más unidos que antes, solían hacer reuniones los viernes ellos dos solos y los domingos se reunían en familia.

— ¿Y Gía? — preguntó Jungkook después de que todos los invitados habían pasado a felicitarlo.

— No sé — respondió nerviosa. Realmente si sabía donde la chica se encontraba, Gía había salido minutos antes de la casa con sus dos amigos. Se estaba preparando para encontrar las palabras sobre lo que le diría a su padre.

— Iré a buscarla — habló decidido, pero Lisa fue rápida y lo sujetó de la mano para detenerlo.

— No, yo voy, eres el anfitrión, no puedes irte así — Jungkook le dio la razón, en cierta parte la tenía, pero seguía dudando de su actitud.

— Esta bien — le dio un beso en la mejilla antes de alejarse e ir en busca de Gía. En el camino se encontró con Suni, quien estaba cerca de la cocina y apartada de los demás, la pequeña iba con pasos lentos hasta adentro, por curiosidad decidió seguirla.

Suni había llegado hacia su objetivo; estaba justo delante de la alacena, donde sus padres guardaban las galletas. Trató de abrir la puerta pero solo logró caerse. Comenzó a llorar haciendo que Lisa dejara de reír y se acercara.

Lisa trató de agacharse para tomarla en sus brazos, pero su estómago no se lo permitía. Resoplo tratando de buscar alguna solución, podría darle simplemente una galleta y hacerla parar de llorar, pero inclusive el alcanzarlas se le complicaba. Su salvación apareció unos segundos después, Jisoo iba entrado siendo seguida por su hija, Young, mientras cargaba a Baek en sus brazos, su otro hijo.

— Ya te dije que no Young, no puedes salir con Jeonsang al parque, ya es muy tarde — repitió Jisoo mientras terminaba de preparar la mamadera de Baek, aún no se percataba de la presencia de su amiga.

— Hola tía Lisa — saludó Young.

— Hola hermosa — le respondió Lisa — ¿Por qué quieres ir con Jeonsang al parque?

— Quiero grabarle su primer videoclip — una sonrisa salió de los labios de ambas chicas. Jeonsang había heredado el talento de su padre, a sus cortos diez años ya sabía tocar el piano y guitarra, además de que cantaba increíble. Young había recibido en su cumpleaños una cámara de vídeo y solía llevarla con ella para grabar cada canción que Jeonsang tocaba. Ambos eran muy unidos, situación que había puesto a Gía más de una ocasión, pues a veces su hermano solía pasar más tiempo con aquella niña de ojos café que con ella.

— ¿Y porqué no esperan a mañana? — preguntó ahora Jisoo.

— Esta bien — Young salió de ahí con una sonrisa, ahora iría con su padre para pedir permiso. Sabía que le diría que si.

— Es todo un caso — dijo Jisoo mientras negaba. Suni se había mantenido en silencio mientras ideaba alguna forma de conseguir sus galletas, y nuevamente había intentado, logrando así con éxito su objetivo.

— Amor, tengo una mala noticia — habló Jin mientras entraba en la cocina — No le digas nada a Lisa porque se va asustar — Lisa estaba cruzada de brazos, Jin no la había visto y sólo quería saber que era aquello de lo que no podía enterarse — Jungkook y yo hemos perdido a Suni... — no terminó cuando notó como Jisoo miraba hacia un punto, ese punto Lisa.

— Que buenos son cuidando — habló Lisa. Suni comenzó a reír y Baek la siguió.

— Es un gran alivio, bueno, le diré Jungkook — dijo saliendo de ahí, no quería escuchar reproches de ninguna de las dos.

— ¿Sabes dónde puede estar Gía? — preguntó Lisa después de unos segundos.

— Está en el patio con Mika y Adrián — Lisa asintió.

— ¿Podrías cuidar a Suni?

— Claro.

(...)

Las manos de Gía estaban literalmente temblando. En esos momentos se sentía aquella niña pequeña que solía verse tan vulnerable ante los regaños que su padre le hacia. Jaló las mangas de su suéter y respiró. Adrián colocó su mano en su hombro y le sonrió para hacerla sentir que todo estaría bien. Ella sonrió también.

— Ustedes tranquilos, cualquier cosa que salga mal corren y huimos del país, cambiamos nuestros nombres, recuerden que yo seré Firulais y si o si seré la madrina de su hijo — dijo Mika tratando de alentar a sus dos amigos, Gía rodó los ojos, el sarcasmo de su amiga no funcionaba en esos momentos.

— ¿Vamos? — le preguntó el chico. Gía asintió y sujetó su mano con fuerza. Ambos volvieron a entrar en la casa, mientras Mika iba por detrás.

— Papá, ¿podemos hablar? — Jungkook estaba junto a sus amigos riendo de anécdotas que contaban, pero al ver la seriedad con la que su hija se acercó se preocupó demasiado.

— ¿Qué sucede? — se levantó de su asiento. Gía se alejó de todos unos pasos y tanto Adrián como Jungkook la siguieron. Lisa llevaba con ella a Seung, le estaba dando de comer, ante la mirada preocupada de Gía se acercó.

— Bueno, yo... — sus palabras no salían. Adrián la miró y sujetó aún más fuerte su mano, él también tenía miedo de hablar, pero debía de actuar.

— Bueno señor, su hija y yo comenzamos a salir hace unos meses, y formalmente vengo a pedirle su permiso para que sea mi novia — Jungkook los miró seriamente tratando de encontrar la broma en las palabras de aquel joven, pero al ver como Gía mantenía la cabeza agachada entendió que no era ningún chiste o juego.

No le molestaba en lo absoluto que ambos salieran, desde hace años que sabía que en algún instante ambos comenzarían a sentir algo uno por el otro, lo que realmente sentía era miedo; no quería que Gía creciera, no quería que la lastimaran, hace algunos años que había prometido que nunca volvería a sufrir, y él mas que nadie sabía lo que la palabra amor significaba.

Todos esperaban una respuesta. Lisa sujetó su mano provocando que Jungkook sonriera. Miró a su pequeña, también su mano se encontraba entrelazada con la de Adrián. Confiaba en ambos, y si algún día Gía llegaba a sufrir le explicaría que todo lo bueno tardaba en llegar.

— Cuidala mucho — les dijo. Gía sonrió, realmente no esperaba aquella respuesta. Se lanzó a los brazos y besó los labios de su ahora oficialmente novio — Sin muestras de afecto delante de mí — ambos se separaron y rieron.

— ¡Yo sabia que todo saldría bien! — habló Mika mientras se metía en medio de sus dos amigos — ¡Propongo un brindis por el nuevo bebé! — Mika tocó el estómago de su mejor amiga.

— ¿¡Qué!? — preguntó alterado Jungkook. Eso si que no lo aceptaría.

— Es broma — habló rápidamente Gía ante lo que su papá pudiera hacer.

— Mas les vale, no quiero un nieto hasta dentro de diez años — Adrián rio y asintió.

— Eres el mejor papá del mundo — le dijo Gía antes de alejarse junto a su novio y amiga.

— Eres un tierno — le dijo Lisa cuando ambos se quedaron de nuevo solos. Ella le dio un beso en los labios y el sonrió.

— ¿Qué te dije de cargar a Seung y Suni? — Lisa negó mientras se reía — Dejame cargarlo — Jungkook le quitó de los brazos a Seung y le dio un beso al pequeño.

— Te tengo una sorpresa — le dijo Lisa. Jungkook sonrió pícaramente y Lisa le golpeó levemente su brazo — Nunca vas a cambiar — Jungkook la abrazó y le dio un beso en su cabeza.

— ¿Por qué eres tan linda? — le dijo mientras apretaba sus mejillas.

— Mamá — habló Suni. Jungkook se agachó para tomarla en sus brazos. De un lado sostenía a Seung y por el otro a Suni.

— ¿No son tan lindos? — dijo Lisa mientras admiraba a los mellizos.

— Hicimos un gran trabajo — habló Jungkook sonriendo — No veo el momento en que nazca — Lisa sonrió.

— Ven — dijo Lisa mientras caminaba hacia el piso de arriba. Los invitados no habían notado su ausencia y eso era bueno.

— ¿Qué hacemos aquí? — preguntó cuando ya estaban fuera de la habitación que sería para la nueva bebé.

— Bueno, ¿recuerdas que quedamos en no saber el sexo del bebé? pues hace unas semanas fui por el resultado para darte una sorpresa hoy — cuando habían tomado aquella decisión realmente había sido Lisa, Jungkook estaba ansioso por saber la respuesta, pero respeto la decisión de su esposa.

Lisa abrió la puerta y Jungkook miró cada detalle emocionado. La habitación ya estaba en su totalidad terminada. El color le había dado la respuesta.

— Otra niña — dijo Jungkook en un susurro — Lo que me espera — Lisa comenzó a reír — No, no te rías — le dijo. Jungkook dejó a sus hijos en el piso y se acercó a Lisa.

Se colocó detrás de ella y pasó sus brazos por el cuello mientras sujetaba sus manos. Le dio un beso en el cuello y se quedó observando una foto que había en la habitación.

— Jamás me arrepentiré de haberte ido a buscar después de haberme insultado — ella sonrió ante el recuerdo. Lo recordaba y le causaba gracia.

— Es una increíble foto — dijo Lisa después de unos momentos — Debemos de cambiarla en unos meses.

En aquella fotografía estaban ellos dos en medio sentados en el césped. Cada uno sujetaba a uno de los mellizos. Gía estaba incada y rodeaba el cuello de sus padres con sus brazos. Jeonsang estaba sentado al lado de su padre e Ian del de su madre.

— Los amo a todos — dijo Jungkook antes de darle otro beso a su esposa, pero ahora en su mejilla.

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Hasta aquí la historia :'(

Sorry, no habrá tercera temporada.

Sé que algun@s piensan que tal vez acabe muy rápido con esta historia, pero pronto voy a estar muy ocupada y pues no iba a poder subir capítulos.

Gracias a tod@s por tanto apoyo, y más aún l@s que apostaron desde el primer momento por la historia.

Por cierto muy pronto subiré una nueva adaptación completamente diferente a esta, ojalá les guste.

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