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Su boca recorría su cuello, dando pequeños besos incitándola a que lo deseara de poco a poco más. Lisa llevó su cabeza hacia atrás para darle más acceso.
Ambos ya estaban desnudos, listos para disfrutar aquella noche.
Sus manos recorrieron su espalda y al llegar a sus muslos los apretó, ella soltó un suspiro, él tocaba sus piernas mientras sus labios seguían en su cuello, su debilidad.
— No grites — le ordenó antes de introducir dos de sus dedos en ella. Lisa trató de ahogar el gemido mordiendo su labio.
Jungkook comenzó a sacar y meter sus dedos, dejó los besos y se dedicó a mirarla. Las piernas de Lisa comenzaban a fallar, estar de pie no hacia sencillo nada.
— Hazlo ya — le dijo Lisa en una suplica, deseaba ser penetrada por él.
— Tranquila hermosa — le sonrió. Disfrutaba verla de aquella forma, rogándole por ser de él, pero quería hacerla sufrir un poco más, lo cual resultaba difícil cuando él estaba totalmente excitado.
Sacó sus dedos justo cuando ella estaba por llegar al orgasmo. La besó antes de que pudiera reclamarle y la comenzó a guiar hasta la cama. La recostó de poco a poco y él se colocó encima tratando de no lastimarla.
— Te extrañe tanto — le dijo en un momento que él separó sus labios. Jungkook no iba a aguantar mucho, Lisa lo notó y se atrevió a levantarse un poco para poder tomar en miembro de él.
Comenzó a pasar su pequeña mano de arriba hacia abajo y viceversa, logrando que la respiración de el fuera mas lenta.
— Deseo hacerte mía — le susurro en su oído, un escalofrío recorrió por su cuerpo, esas palabras la excitaban, en realidad la excitaba el hecho de que él sonara tan deseoso por hacerlo.
Jungkook detuvo la mano de Lisa. Estaba por correrse en ella, pero él quería que ambos lo hicieran al mismo tiempo. La volvió acostar completamente. Estaba por entrar en ella.
— Espera — dijo Lisa nerviosa — No podemos hacerlo sin protección.
— Uno más no estaría mal — él no podía contenerse, pero nuevamente antes de volver querer penetrarla ella lo detuvo.
— No. Jeonsang es muy pequeño para tener un hermano — Jungkook suspiró. Se alejó para tomar un condón de su mesa de noche y regreso con el ya puesto — Te amo — Lisa fue quien lo beso esta vez.
Ahora sin ningún problema mas la penetró. Ella soltó un gemido, Jungkook río y negó, quería seguir escuchando los gemidos que él provocaba en ella, pero estaba consciente de que sus dos hijos podrían escuchar.
Siguió penetrándola, de lento a rápido; callando sus gemidos en besos apasionados. Lisa llevó sus piernas alrededor del torso de Jungkook para hacerlo mas directo y profundo.
Ambos disfrutaban de estar uno junto a otro. Jungkook deseaba que ella llegara al orgasmo junto a él. Acercó su boca hasta los pezones de ella para comenzar a morderlos. Lisa llegó y soltó un gemido sonoro, lo que bastó para que Jungkook también llegara.
(...)
El llanto de Jeonsang hizo que ambos se despertaran. Lisa se levantó de golpe, pero al darse cuenta de que se encontraba desnuda regreso a la cama para cubrirse. Jungkook comenzó a reírse de ella.
— ¡No te rías! — lo reprochó ella. Jungkook la acercó a él para darle un beso en la mejilla.
— Te amo — Lisa jamás imaginó que volvería a encontrarse en aquella situación.
— Yo también — se acercó para darle un rápido y corto beso en los labios, se habían olvidado por esos minutos que tenían un hijo llorando a dos habitaciones.
— Papá, Jeonsang me despertó — Lisa alarmada por la presencia de Gía se aferró a sujetar con mayor fuerza la sabana que cubría su cuerpo desnudo — ¡Mamá! — dijo euforicamente Gía al verla ahí — ¿Qué haces aquí?
— Yo... — estaba nerviosa por estar en aquella situación.
— Se quedó a dormir, ahora princesa, ¿por qué no vas con Jeonsang? Ahora vamos mamá y yo — Gía asintió y salió de ahí.
Las mejillas de Lisa seguían rojas, sabía que no era el mejor ejemplo que le estaban dando a la pequeña. Jungkook se acercó para abrazarla y reírse de ella.
— En serio que esto es muy vergonzoso.
— Pues deberás de acostumbrarte, no pienso dejar que pase tanto tiempo sin estar juntos — Jungkook la besó con demasiada intensidad hasta lograr también morder sus labios.
— Será mejor que nos levantemos — se alejó un poco antes de que volvieran hacerlo como la noche anterior. Era su debilidad y sabía que no lo pararía si comenzaba.
— Te invito a desayunar — Jungkook se levantó para tomar sus boxers y colocárselos. Cerró la puerta de la habitación para que Lisa se sintiera mas cómoda.
— No. No puedo, debo de ir a trabajar — se levantó para tomar su ropa y comenzar a colocársela.
— Ya no es necesario ir — le había molestado que mencionara su trabajo, porque sabía quien estaría ahí.
— Tengo que hacerlo — Lisa tomó aire antes de hablar de nuevo — Debo de hablar con Tae sobre todo esto, no quiero hacerlo sufrir — Jungkook asintió aún no muy seguro, confiaba en Lisa, pero no en Taehyung.
(...)
Jungkook se mantenía con la mirada firme hacia el frente. Miraba de vez en cuando a Lisa quien estaba a su lado con su hijo en brazos.
Iban justo en ese momento al restaurante donde ella trabajaba.
— ¿Cuándo regresamos a casa? — habló Gía para interrumpir el silencio. Lisa desvío la mirada, debía de admitir que le dolía el hecho de irse. Jungkook lo notó y aclaró su garganta.
— En una semana — Gía sabía que no podía hacer mucho para evadir los silencios incómodos, había imaginado que ahora entre sus padres todo estaría bien, pero se había equivocado.
La realidad era que Jungkook temía que Taehyung hiciera cambiar a Lisa de idea acerca de la decisión que había tomado la moche anterior; y Lisa se encontraba en cierta forma mal por lo que le diría a Tae, seguía creyendo que no era lo correcto que haría. Le dolía. Le había prometido que nadie sufriría, pero sabia que estando con el hombre no indicado, nadie sería feliz.
Jeonsang comenzó a estar imperativo. Se removía entre los brazos de Lisa, y aunque ella trataba de mantenerlo quieto le resultaba imposible.
— Jeonsang, quedate quieto — le ordenó Lisa. Su voz había sido firme y fuerte; jamás le había hablado de esa forma al pequeño y eso lo había asustado.
Jeonsang hizo un puchero antes de comenzar a llorar, con una mirada de resentimiento miró a Lisa y trató de salir de sus brazos; estirándose para que Jungkook lo tomara entre sus brazos.
Jungkook rió por los gestos que el pequeño le había dado a Lisa. Quería tomarlo en sus brazos, pero seguía manejando, así que tomó con una de sus manos la pequeña mano del pequeño y la frotó con su dedo pulgar.
— ¿Por qué siento que lo vas a consentir demasiado? — habló Lisa cuando Jeonsang dejó de llorar.
— Por que así será — el semáforo se puso en rojo y Jungkook aprovechó para darle un rápido beso en la mejilla a Lisa — Te amo demasiado — le dijo.
Estaba segura de que jamás se cansaría de escucharlo.
— Aw — interrumpió Gía, quien había estado atenta a la escena — Yo los quiero mucho — sin importar que estaba sentada amarrada con el cinturón de seguridad, lo quitó y se acercó a ambos para darles un beso en la mejilla.
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