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Tres días habían pasado desde que Lisa y Jungkook habían tratado de hablar.
Jungkook solía pasar todas las tardes con Jeonsang y Gía. Se habían instalado ya en un departamento y solían quedarse ahí a pasar simplemente el rato juntos. Lisa no había aceptado los regalos que Jungkook le había dado a Jeonsang, así que como si fueran padres separados Jeonsang tenía una habitación amueblada en el departamento de Jungkook.
Lisa había tratado de hablar con Tae, pero siempre terminaba arrepintiéndose a último momento. Taehyung no quería perderla, y había notado que Jungkook no se daría por vencido; cada día solía darle pequeños detalles a Lisa, lo que solo provocaba que la chica dudara sobre sus sentimientos.
Era de noche y Lisa no podía conciliar el sueño. Llevaba ya una hora logrando tener al menos una pizca de sueño, pero nada lograba conseguir quedarse dormida; había contado ovejas llegando hasta en cincuenta, incluso había ido a dar una vuelta por la casa.
Estaba intranquila, su corazón y conciencia tenían un gran conflicto que solucionar. Seguía amando a Jungkook como el primer día que aceptó que realmente lo amaba.
Tomó su teléfono, no le importaba que fueran las doce de la noche, al menos quería escuchar su voz en el contestador. La llamada entró, estaba segura de que se arrepentiría después, pero no había vuelta atrás, él ya había contestado.
- ¿Lisa? ¿Sucedió algo con Jeonsang? - le reconfortaba el hecho de escuchar su voz. Tomó un poco de aire para conseguir el valor de hablarle.
- No, no le pasó nada - hizo una pausa, insegura de sus palabras - solo quería escuchar tu voz.
El silencio de parte de Jungkook se hizo presente. Lisa se arrepintió de haberle dicho aquello, pensó en ese momento que hubiera sido mas sutil comenzar con un pin-pog de preguntas.
- Lo siento, yo, creo que será mejor que te deje dormir - no sabía como arreglar el desastre que había ocasionado. Ahora sentía vergüenza de ella misma.
- No, no cuelgues. Me alegra escucharte - ambos parecían un par de adolescentes en su primer amor. La sonrisa de Lisa era demasiado tierna, algo leve, pero estaba contenta.
- Bueno - nuevamente ambos estaban en silencio. Lisa se sentía un poco avergonzada. Jungkook seguía siendo tan lindo con ella después de todo lo que le había hecho.
- Gía cumplirá años el sábado y planeamos hacer algo pequeño en la casa, por si quieres venir - recordó lo que había pasado el año anterior. Un escalofrío recorrió su cuerpo.
- Veré si puedo - Jungkook pudo percibir que Lisa no le había gustado mucho el tema. Él también había recordado el año pasado.
Jeonsang comenzó a llorar y Lisa se levantó de su cama para ir por él.
- Debo de colgar. Jeonsang acaba de despertar. Últimamente no duerme - y efectivamente. El pequeño llevaba varios días sin poder pasar toda la noche dormido.
- Podríamos tomar turnos si estuviéramos juntos.
- Adiós Jungkook - Lisa colgó antes de que él pudiera decir algo mas que la hicieran confundirse más de lo que ya estaba - ¿Qué vamos hacer con papá? - le preguntó Lisa al pequeño mientras lo tomaba entre sus brazos.
Jeonsang dejó de llorar, era una señal de que quería seguir oyendo a su madre.
- Creo que huir de nuevo no seria la solución - una pequeña risa salió de Lisa. Jeonsang llevo el puño de su mano hasta su boca y comenzó a morderla - No hagas eso - quitó la mano y observó algo que sobresalía de las encías del pequeño - Ay, ya vas a tener dientes - Lisa se sentía feliz. La nostalgia la había invadido. Su pequeño creía cada vez mas y en ese momento se sentía como una madre orgullosa.
Quería llamarle a Jungkook para contarle la novedad, pero lo había hecho minutos antes y no quería volver hacer un "oso" delante de él.
(...)
A la tarde siguiente Jungkook se había llevado a Jeonsang, para pasar la tarde; y aunque Tae se había molestado, eso no había detenido a Jungkook para salirse con la suya.
Ahora iban rumbo al centro comercial de la vez pasada. Habían ido ya varias veces al lugar, pues la distancia era corta y resultaba más conveniente.
Esta vez Jungkook traía a Jeonsang en su cohecito mientras el pequeño mordía uno de los juguetes. Jungkook había reaccionado casi igual que Lisa cuando notó que le comenzaban a crecer dos dientes.
Gía venía al lado de Jungkook, cuidando que Jeonsang no botara el juguete al suelo. Venían hablando de las cosas que comprarían para la fiesta de Gía.
- ¿Mamá ira? - preguntó Gía.
- Eso espero - después de la llamada sabía que Lisa se había estado lamentando por haberlo hecho; cuando había pasado por Jeonsang lo había tratado de evadir completamente.
Al llegar se dirigieron a la tienda donde vendían decoraciones para fiesta, no querían hacer algo en concreto, así que solo llevarían algunas decoraciones.
- Elige lo que creas conveniente - le dijo Jungkook a su hija. Gía asintió y comenzó a dar una vuelta por el lugar.
Jungkook se quedó en la entrada cuidando a Jeonsang, seria algo incómodo ir por el espacio de la tienda con un cochecito para bebés, y no confiaba en dejarlo afuera. Por suerte la caja estaba cerca de la entrada, pagaría cuando Gía regresara.
- Que bonita coincidencia - Tzuyu iba saliendo de la tienda con una bolsa en mano y se había encontrado con Jungkook.
- Hola, Tzuyu, ¿cierto? - la chica asintió y rio. Jungkook cargaba a Jeonsang en brazos y eso le había impedido a Tzuyu darle un beso en la mejilla a Jungkook.
- ¿Qué te trae por aquí? - preguntó amablemente.
- Mi hija cumpleaños mañana y decidimos venir a comprar unas cosas - Tzuyu asintió - ¿Y a ti?
- Mi sobrina cumpleaños hoy, compras de último momento - ahora fue Jungkook el que asintió. Ambos no tenían tema de conversación y estaban algo incómodos - Bueno, me voy.
- Espera - le parecía agradable la chica y se podría decir que ya la consideraba una amiga, lejana, pero amiga - ¿Te gustaría ir a la fiesta de Gía? Digo, no seremos muchos y seria bueno conocernos - la invitación había tomado desprevenida a Tzuyu.
Jungkook simplemente lo hacia por amabilidad, pero la chica lo había visto con otra intención.
- Claro, ¿cuál es la dirección? - preguntó. Jungkook se la dio y ella se fue con una gran sonrisa, creía que Jungkook la había invitado porque estaba interesada en ella. Aún no sabía si él tenía novia o esposa, lo dudaba, pero si iba a la fiesta lo verificaría por ella misma.
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