Parte Cuatro
Hay veces en las que simplemente quisiera estar en Seúl. Sin hacer todo este tipo de cosas. En la tranquilidad de mi hogar. Debería estar descansando ahora, pero voy camino a una cena posiblemente de lo más aburrida junto a mi (por ahora) jefe, Park Ji Min.
—¿Es necesario que esté presente? —pregunté un poco cansada, sintiendo cómo la ansiedad se acumulaba en mi pecho.
—Nuestros socios quieren saber la perspectiva de nuestra hermana empresa Kim's Magazine. Así que sí, es necesario —respondió sin quitar la vista de la carretera, su tono firme y decidido. —Además, Jungkook no pudo venir.
Bufé algo irritada al escuchar ese nombre. Jungkook, el eterno idiota que solo me quiso para sexo de una noche. Observé a Jimin por unos segundos. Realmente se veía fenomenal en ese traje, con su cabello perfectamente peinado y una expresión que combinaba confianza y seriedad. Era un hombre atractivo, pero en esos momentos, lo único que podía pensar era en lo incómoda que me sentía.
—Te ves bien, señorita Lee —su comentario me sacó de mis pensamientos, sonrojando mis mejillas al instante.
—G-gracias. Supongo —respondí apenada.
Yo no me comparaba con él, pero mi vestido negro ajustado a mi cuerpo y las pequeñas perlas que brillaban en la oscuridad me hacen sentir un poco inferior.
La cena se llevó a cabo en un elegante restaurante en el centro de la ciudad, iluminado con luces tenues que creaban un ambiente acogedor. Cuando entramos, el aroma de la comida gourmet envolvió mis sentidos. Sin embargo, mi mente estaba lejos de disfrutar la velada; cada paso que daba me hacía sentir más fuera de lugar.
Los otros invitados ya estaban sentados alrededor de la mesa, riendo y conversando animadamente. Me senté entre Jimin y uno de los socios, un hombre mayor que apenas me dirigió una mirada. La conversación fluía naturalmente entre ellos, mientras yo intentaba encontrar un lugar para encajar en esa dinámica.
Mientras los platos eran servidos, la tensión en mi pecho no disminuía. Tomé un sorbo de vino para calmarme, pero eso solo hizo que me sintiera más consciente de mi nerviosismo. Observé cómo Jimin se movía con facilidad, participando en la charla como si hubiera estado en esa mesa mil veces antes.
—¿Te sientes bien Hani? —Jimin volteó a verme con ojos confusos. Asentí.
—Si señor Park. Me siento bien. ¿Por qué lo pregunta?
—Quizás porque ya te has tomado media botella de vino y no quiero que hagas el ridículo frente a los socios —me dijo con voz firme.
Claro, los socios. Siempre eran tan importantes.
—Se supone que vine a esta cena a hablar de trabajo y solo escucho cómo presumen de su fortuna y riqueza —protesté, animada por el alcohol que rondaba en mi cuerpo.
—Ten cuidado con lo que dices, Hani. Por favor, deja de beber —intentó quitar la copa de vino de mis manos y yo la aparté de inmediato.
—Usted no es nadie para decirme qué tomar o comer, señor Jimin —tomé otro sorbo, esta vez todo el líquido que quedaba y sirviéndome más.
—¿Acaso Namjoon te envió solo para desafiarme, Hani? —pasó sus manos por su lacio cabello, en un gesto extremadamente sexy.
Ok, creo que ya el alcohol está haciendo efecto.
—¿Acaso usted no puede ser más humano? —lo miré con intensidad, una pizca de molestia transmitían sus ojos.
De pronto quise saber su historia. ¿Siempre ha sido así con las personas? ¿Cómo llegó a levantar desde cero una empresa de tal magnitud? ¿Qué misterios escondía el enigmático Park Ji Min? Me mareé un poco por el rumbo de mis pensamientos.
—Hani, ya basta —repitió Jimin, con un tono que mezclaba preocupación y exasperación. Su mirada se posó en mí, como si intentara penetrar las barreras que había levantado a mi alrededor. Sentí que el ambiente se tornaba más denso, el murmullo de las conversaciones ajenas se desvanecía, y todo lo que quedaba era su voz resonando en mi mente.
Intenté desviar la atención, observando a los demás comensales. A mi izquierda, un grupo de ejecutivos discutía animadamente sobre sus inversiones más recientes. Sus risas eran contagiosas, pero yo me sentía como un fantasma en medio de su festividad. A mi derecha, una mujer elegantemente vestida hablaba sobre sus viajes por el mundo, describiendo cada destino con tal entusiasmo que me hizo sentir aún más insignificante.
—¡Hey Jimin! ¿No vas a presentarnos a la dama? —un hombre bastante adulto, diría unos cuarenta, nos señalaba con una sonrisa extraña en su rostro. Jimin aclaró su garganta antes de responder.
—Claro. Ella es la señorita Lee Ha Ni. Representa a Kim's Magazine y fue enviada por Namjoon como su mano derecha. Hani, él es Kim Seok Jin, nuestro principal inversor —presentó educadamente, como siempre. Yo hice una pequeña reverencia.
—Vaya. Namjoon si que sabe escoger a sus empleados —el hombre me miró fijamente, aparté mis ojos de inmediato, pues me hacía sentir más incómoda de lo que estaba. ¿Qué quiso decir con eso? —¿Por qué Kim's Magazine y no Urban Park Construction? —preguntó con curiosidad.
¿A qué viene esa pregunta ahora?
—Supongo que porque vivo en Seúl, me es más fácil, señor Seokjin. Además, allí hice mis pasantías y conozco bien el lugar —respondí con seguridad.
—¿No sería mejor que te mudaras a Busan y comenzaras definitivamente con Jimin? Digo, te pagarían mejor —fruncí mi ceño. ¿Pero qué demonios?
—Con todo respeto señor Kim, pero no conozco a nadie en Busan y en Seúl está mi vida entera. Solo vine por el proyecto que las dos empresas han pactado. No es mi intención quedarme —los demás empezaron a murmurar cosas que claramente no me importaban.
No entendía nada de lo que ese hombre quería saber, no es de su incumbencia y mucho menos de las demás personas sentadas en la mesa.
—Namjoon debe ser un buen jefe. Un placer conocerla, señorita Lee —tomó su copa y la levantó hacia mí, observándome como si fuera lo único de todo el lugar.
—Mejor que Jimin, por supuesto que si —esto último lo murmuré mirando los ojos de Park. Él me dio una mirada de advertencia. Sonreí falsamente.
La noche pasó y yo seguía bebiendo como si el mundo se fuera a acabar en un segundo. Ya sé que no es profesional, pero en primer lugar, Jimin no tenía el derecho de hacerme venir aquí, en segundo lugar, me sentía terriblemente mal entre toda esta gente creída y más con la presencia de Seokjin, sus ojos me inquietaban, y en tercer lugar, al menos beber vino gratis me hacía sentir mejor.
Ya mi cabeza empezaba a dar vueltas. Decidí ir al baño, pues necesitaba quitarme esta sensación de mareo que el alcohol me hacía sentir.
Me levanté con una breve disculpa y caminé rápidamente, tambaleándome en el proceso. Estaba casi llegando a mi destino cuando una mano me sostuvo y me llevó contra la pared.
De inmediato, el rostro de Seokjin apareció en mi visión. Todo él desprendía olor a whisky.
—No sabes las ganas que he tenido desde que te vi entrar al restaurante de romper ese vestido —su aliento chocó con mi rostro y yo parpadeé, confundida y algo asustada.
Lo que me faltaba.
—Déjeme ir —pedí, intentando empujarlo, pero era imposible.
—¿En serio te estás resistiendo al gran Kim Seok Jin? Todas caen a mis pies, querida Hani —rió con malicia, rozando su nariz por todo mi cuello e inicio de mi escote. —Hueles espectacular.
Casi vomito con sus palabras.
—Lamento decepcionarlo pero yo no soy una más del montón. Quítese de enfrente ahora mismo, señor Kim —hablé con firmeza, intentando que me dejara tranquila de una vez.
—Oh no preciosa, tú no te escapas —comenzó a tocarme la pierna que sobresalía del vestido y sentí inmensas ganas de llorar.
¿Para esto vine a esta ciudad? ¿A que un idiota arrogante venga a hacerme esto?
Con mis fuerzas lo empujaba y apartaba pero él era más fuerte. Estaba presa entre sus brazos.
Por favor, Dios o lo que sea que esté allá arriba, ayúdame en esta.
—Si no me suelta voy a gritar —amenacé, tratando de asustarlo.
—Si gritas no la vas a pasar bien, Hani —advirtió. No podía dejar que me hiciera más cosas.
—¡Jimin! ¡Señor Park Ji Min! ¡Ayuda! —grité con todas las fuerzas que me quedaban. Recibí de inmediato una bofetada que hizo eco en todo el pasillo.
—¡Cállate maldita zorra! Ahora vas a aprender a respetar —tomó mi cabello y me arrastró hasta el baño de mujeres.
Fue en ese entonces que las lágrimas salieron solas. Esto no podía estar pasando. Debía ser una maldita pesadilla.
Por favor, Jimin, ayúdame.
Pensé esa última plegaria antes de que Seokjin me quitara con fuerza el vestido, rompiéndolo y dejándome solo con mi ropa interior. Me sentía tan sucia. Él seguía mordisqueando y tocando todo a su paso y yo solo suplicaba por su compasión.
Fue en ese entonces que la voz del señor Park se hizo presente.
—¿¡Pero qué mierda estás haciendo Seokjin!? —solté un suspiro de alivio, pero aún seguía llorando. Necesitaba irme. Ya no podía más. Miré a Jimin con ojos suplicantes. —¿Qué le hiciste a Hani? —su voz se volvió furiosa a tal punto que hasta yo temí por el señor Kim. Se acercó con pasos rápidos a su principal inversor en la empresa. —Si le tocaste un solo pelo juro que te mato hijo de puta —agarró el cuello de Seokjin y sin previo aviso soltó un puñetazo directo a su cara.
Yo me llevé las manos a la boca, sin poder hacer más que llorar mientras Jimin seguía propinando golpes certeros a Seokjin.
—Señor Jimin, por favor, basta —dije en un susurro. No quería ver esto, quería irme.
—¿En serio Jimin? ¿Defendiendo a esta puta? Me decepcionas —Jin seguía provocándolo aunque ya tenía su nariz probablemente rota y su rostro lleno de sangre y moretones.
Jimin entonces detuvo sus golpes, su respiración descontrolada y su nudillos con sangre de Seokjin o quizás de él. Se dirigió hacia mí quitándose su chaqueta y cubriéndome con ella. Le agradecí con la mirada. Me abrazó por los hombros y antes de salir de aquel baño, observó a su principal socio.
—Me das asco, Seokjin. Jamás pensé que fueras así. Tú si que decepcionas —y nos fuimos de allí, dejando a un adolorido Kim detrás.
Mis manos temblaban y mis mejillas estaban empapadas de lágrimas. Me sentí mareada de repente, sin fuerzas y muy débil. No supe que pasó después, pero lo último que escuché fue a un Jimin desesperado por haberme desmayado.
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Ay no me maten por poner a Jin como el malo aquí, es que lo tenía planeado desde el principio de la historia, pidoperdón :(((
Qué tal el cap? Les gustó?👀
Tomen awa y besos en la cola :3
learmy01
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