Capítulo 9

Inicio de escritura:11/11/24

Retoma de escritura: 16/12/24


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A ver... Si Eolframio14 no vota la historia en los próximos 000000000.5 nano segundos, todo esto se cancela y la historia se quedará abandonada. Advertidos quedan xd.

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Martes 28 de Enero a las 7:08

Silencio... Solo silencio.

La escuela ha quedado muda, los pasillos están vacíos, limpios. No había nadie, no había nada. Todos estaban callados, todo estaba callado. La paz reinaba como siempre lo había hecho en horario de clases.

Era la primera hora de clase. Algunos salones iniciaban con todo al tener Matemáticas; sus cerebros recién despertados podían con eso y más, claramente. Otros iniciaban con algo más sencillo e digerible como lo es Ética... solo que hay un tal GalaxyCharizard, el cual es tan tarado, que no puede con esa materia.

El suelo retumba. Tiembla ante los rápidos pasos de una persona. Nadie lo nota, lo importante es la clase, y, aunque hubieron quienes intentaron mostrar su curiosidad, fue completamente en vano.

Subiendo las escaleras entre salto y salto, su cabello baila con el aire, perdiendo elegancia y figura con cada movimiento. Se aferraba constantemente al barandal tras un salto, solo para volver a brincar e ir más rápido, a pesar de sus torpes movimientos ocasionados por su chamarra institucional.

Tan pronto llega a la cima, corre por el pasillo hasta encontrarse con el segundo salón más lamentable y con peor reputación. Siendo un desastre estar ahí adentro, miles de voces intentando hablar a la vez sin ninguna organización, como almas en pena, claro, quitando la parte tenebrosa. Mas no puede negar el sentimiento que le provoca ese salón, las personas en él, cada una siendo un mundo diferente, una... Burbuja.

Poco a poco, comenzó a frenar, las suelas de su hicieron fricción con el suelo, finalmente estaba a su salón, C 109... y claro, la puerta cerrada. Aquella muralla de metal le bloqueaba el paso como tantas veces ya. Siempre firme, estoica a sus lamentos y maldiciones. Y esta vez no era la excepción. Más de una grosería se escapó de sus labios en un periodo de tiempo tan corto.

El chico dirigió su mano hasta el vidrio de la puerta, podía ver a la maestra de pie, junto a su escritorio, mientras cada alumno estaba sentado en su butaca, prestando atención, o fingiendo que lo estaba haciendo. Tímidamente, su dedo índice se dobló, golpeando suavemente el metal, llamando la atención de la mujer de cabello castaño, también era su titular.

Sus ojos amarillos se encontraron con los anaranjados de ella, atravesando su alma como un millón de lanzas de punta ardiente. Sintió la extrema necesidad de escapar de ahí, de retirar la mirada y también su propio cuerpo. Pero era demasiado tarde, apenas parpadeó y ella ya estaba frente a la puerta, abriendola rápidamente, entrecerrando los ojos.

-Buenas noches... -Abrió la conversación.

-H...hola- Respondió, casi obligado por sus propios instintos de supervivencia.

-Llevas falta la primera hora- Informó en un tono indiferente mientras se hacía a un lado-. Siga llegando tarde y se quedará sin derecho a ordinario.

-Sí... ¡es decir...! ¿no?- Devoraba su alma, ni siquiera podía mantener el contacto visual por más de dos segundos, por lo que entro rápidamente al salón, llevándose consigo las miradas curiosos de los alumnos. Uno que otro cuchicheó se lograba percibir, seguramente, con N como protagonista.

El albino se sentó junto a Thad, completamente mudo, sin siquiera dedicarle un momento para saludarlo o mirarlo. Por otro lado, Alice volvió a cerrar la puerta, y se mantuvo ahí, aclarándose la garganta por unos instantes.

-¿Quedó alguna duda?

Un alumno levantó la mano.

-¿Es obligatorio tener que ir?

-Sí- Respondió sin más, solo para después dirigirse hacía N -La semana que viene, jueves 16, iremos a una excursión a un museo. Es de carácter obligatorio asistir. Llevaras uniforme, tu credencial y un desayuno.

Solo recibió un asentimiento con la cabeza por parte de N, pero eso era más que suficiente para ella.

-De acuerdo...- Se dirigió hasta su escritorio, concretamente a su mochila, de la cual saco una laptop que no tardó en prender -Nos quedamos en...- Separó la mirada de la pantalla.

N se estiró sobre su silla... esta clase iba a ser larga.

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Una vez más, N está junto a Thad, pegado como chicle al chico popular. Sus movimientos eran algo torpes, casi podría narrar sus propias acciones como... una robot de ojos amarillos que aparecía en una webserie malasa... ¿Ryn?

(Es Rin!! Alejen a Obito de ella!!)

De pronto, sintió a su bolsillo derecho vibrar. Levantó una ceja mientras sacaba su teléfono de ahí. Apenas lo desbloqueo pudo ver una lluvia de mensajes, todos de la misma persona, y con un mismo propósito.

El contacto tenía el fabuloso nombre de: V. Así, a secas. Y con ella, miles de mensajes pudiendo una sola cosa, su ubicación. Usando un incesante: «Dode etass????» Así de mal escroto. Una risita escapó de sus labios cuando subió, encontrándose como en menos de dos minutos, V había perdido la paciencia, y en lugar de simplemente marcarle o algo así (que hizo), le spameo como una desquiciada.

«Con Thad»

Respondió sin más.

Casi al instante, V le respondió.

«DOnde»

«En la escuela»

Rió para sus adentros.

«q chistoso te comiste un payaso pendejo?»

«pendejo yo o pendejo el payaso?»

Su perfil dejó de estar en línea de un segundo para otro, para el deleite de N. Quién mostró dejó escapar una risita mientras al tiempo que guardaba su teléfono. Cosa que notó Thad.

-Andas muy emocionado, ¿eh?- Le dió un suave empujón con su hombro.

-Uh... ¿no?

-¿No?- Repitió -Entonces quién es, ¿eh?

-No es una persona...- Se cruzó de brazos, tratando de evitar su mirada.

-¿Y tú esperás que me crea eso?- Rió entre dientes -Es V, ¿no es así?

-¿¡Qué?! ¡No! ¡Claro que no!- Thad, escéptico a sus palabras, entrecerró sus ojos.

-Ajá...- En sus ojos nació un brillo juguetón que más tarde lo hizo encogerse de hombros -Claaaro... solo asegúrate de no ser tan obvio frente a ella.

Tales palabras obtuvieron el efecto esperado, con su rostro enrojecido cual tomate (jitomate). Rápidamente se abalanzó sobre él con tal de callarlo.

-¡No lo digas!- Exclamó, forcejeando con el propio Thad quien ya buscaba liberarse -¡Y menos aquí!

-Relájate, idiota... ¿por qué no vas a hablar con ella?

-¿Eres idiot...?- Se detuvo a analizar a los pocos segundos -Tienes razón, adiós.

Y como si esas simples palabras hubieran sido más que suficientes como para convencerlo de ir a buscar a V. S*alió corriendo sin mirar a dónde, casi estrellándose con un locker.

-Wow... eso fue fácil...

Giró sobre sus talones, no quería molestarlos... por el momento. Se encaminó hacia la cafetería, sin embargo, ahí estaba J. Ella caminó hacia la dirección contraria... ¿los había escuchado?

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Mientras miraba su teléfono, V suspiró con cierta frustración. El imbécil de cabellos plateados se había pasado de chistoso y para peor la había ignorado, a ella y a su último mensaje que decía algo como: «quieres ir por algo a la cafe?»

Han pasado dos días desde que ella estuvo en la casa de N... precisamente porque los sábados y domingos no se ven. Claro que ella ha extrañado a su amorcito todo pendejo y hermoso. Su pequeño golden retriever que algún día, «posiblemente», terminé secuestrando... si es que encuentra algún sótano móvil o algo así.

Levantó la vista del teléfono ante un toque en su hombro, solo para encontrarse con la chica más gritona de no solo el semestre, sino posiblemente del mundo, y eso que le queda corto.

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Frente a mi, una rubia con un exceso de rosa me miró fijamente. Ella sonrió con cierta curiosidad por mi. Guardó su teléfono (rosa) en su pantalón. Se me acercó más, aún si quitar la vista de mi.

Se me hacía conocida. Algo en ella me hacía pensar que ya la había visto antes por ahí.

-¿V, no es así, querida?- Inició la conversación. Pude ver un brillo en sus ojos, seguramente confianza.

-Ah... sí. ¿Quién eres tú?- Me esforcé por sonar respetuosa... aunque creo que no me salió.

-Lizzy. Cariño.

Claro, Lizzy...

La chica popular. No puedo decir que no me llama la atención pese a todo el drama que trae consigo. Nunca he hablado con ella, aunque la he visto con Doll la mayoría del tiempo...

¿Dónde habrá dejado a la huérfana?

-...Uh... ¿necesitas algo?

Negó con la cabeza, aún con esa sonrisa en su rostro.

-Nada de eso querida.

La miré de reojo. Sus expresiones eran relajantes, pero a la vez, expectantes de mi respuesta. Ella se inclinó ligeramente hacia mí.

-¿Entonces qué es? ¿Y Doll, no está siempre contigo?- Esperé una reacción de su parte, cualquiera, pero ni siquiera parpadeó.

-¿Doll? Ella está enferma. No ha de venir en un buen tiempo... qué lastima, ¿no?

Asentí suavemente. Gire hacia el pasillo atrás mío. Busqué una cabellera plateada en todos lados, en cada esquina, entre cada persona... pero no está.

Lo ví hace tan solo unos días pero... se siente como si fueran meses...

No tiene sentido buscarlo ahora. Cuando regresemos al salón... ya le hablaré.

-Sí... una pena... ¿Y yo que tengo que ver?- Y con pena me refiero a un milagro.

-Oh... nada en especial, en serio... solo me llamaste la atención- Se encogió de hombros.

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N caminó entre los pasillos. Sus pasos eran lentos, desgranados. Miró a sus costados con cada paso. Pero para su desgracia, solo se encontraba con las pálidas paredes. Suspiró con pesadez, rendido. Fijó un nuevo rumbo al girar sobre sus talones.

Cómo es lo normal, no había nadie detrás suyo... excepto por J. Un pequeño escalofrío recorrió su columna. Sus ojos amarillos, clavados sobre en él cuál cuchillos, se paralizó.

Sin embargo, ella no parecía tener intenciones agresivas con él.

Contrario a él, J continúo con su caminata en silencio, manteniendo su mirada en él mientras tanto. Por último, sonrió con burla, a sabiendas que el pobre albino se estaba muriendo de miedo.

Cuando finalmente paso de largo, N pudo dejar de contener la respiración. Llevó una mano a su pecho, en dónde su corazón golpeaba sus costillas como a un tambor. Sin embargo...

-¿Tienes miedo...?

Ella sigue ahí...

Antes de que pudiera reaccionar, J atrapó su muñeca y le dió la vuelta, solo para azotarlo contra la pared. Y, con su mano libre, tomó el cuello de su camiseta.

-¡¡J!! ¡No!- Pero está vez era diferente. N empujó sus manos en contra de ella. Tratando de liberarse de su agarre.

-¿Te estás... resistiendo?

-Ehh... ¡Sí! Y... ¡estoy harto!- Empujó a J lejos de él.

-¿¡Harto, harto de qué?!- Volvió a cargar en contra de N. Atrapó ambas muñecas contra la pared.

-¡¡De tu actitud, de como me tratas, de como no puedes olvida...!!- Una cachetada aterrizó en su mejilla, callandolo.

N se quedó sin palabras, incapaz de hablar. Sus ojos temblaron mientras miraban a J. El dolor, el ardor en su rostro... es algo que ya había sentido antes.

-¿Olvidarte?.. ¿Después de todo lo que he hecho por ti?

La miró a los ojos. Sintió ese brillo en ella, ese sentimiento de... ¿vulnerabilidad? Que hacia tiempo no había podido percibir.

-¿Hecho por mi? ¡Tu nunca has hecho nada por mi!- Pero no se cegará por esa falsedad.

J no respondió. Sin embargo, miró los brazos de N.

Cómo es lo común, viste el polo del uniforme. Obligatorio para siquiera acceder al campus. Sin embargo, N siempre vestía una camisa de manga larga debajo de está, tapando sus brazos del exterior.

Cualquier podría decir que simplemente se siente más cómodo así, o que no quiere quedarse prieto y perder sus derechos. Pero ella... ella sabe precisamente la razón.

Para cuándo N ya había notado la mirada en sus brazos, J ya subió las mangas, revelando la piel, palida y herida.

Eran finas líneas, cortes tan delgados como el papel. Resaltaban entre la monotonía de su piel con un brillante tono rojizo. Algunas tenían mayor antigüedad.

J sonrió ante su descubrimiento. Paso sus dedos suavemente por su piel, sin preocuparse por algo más, pues N ya no sé resistía. Solo temblaba como un pequeño perro asustado.

Con sus uñas, rascó suavemente las escasas costras. Habían tantas heridas, tantas infecciones, pero casi ni una sola cicatriz.

-Eres descuidado, ¿no lo crees?- Dijo mientras soltaba sus brazos, regalandole unas palmaditas en la cabeza.

No recibió respuesta, solo su temblorosa mirada, siguiendo cada movimiento como si fuera el último.

-Para que te quede claro... Yo no soy quien te necesita, tu eres quien me necesita.

-Porque tú tonta cabecita no puede soportar que tú hermana se haya muerto.

Picoteo su frente antes de levantarle un brazo para que lo vea directamente.

-Porque sino estoy contigo... esto pasa- Propinó unas palmadas en su brazo, ignorando de los gestos de dolor del albino.

-Como sea... buen día, idiota. Mañana vendré por más.

Se burló de la expresión en su rostro, tan asustado, vulnerable. La miraba como si fuera a matarlo, incluso se encogía apenas le acercaba la mano.

Lentamente se alejó de él, dejo de aterrizarlo y se separó, mas no podía quitarse esa sonrisa del rostro que le provocaba su debilidad.

N por su parte, la miró irse. La miraba contenta, satisfecha de lo que había logrado.

Tan solo unos instantes se había abierto con él, pero al instante aprovecho ese conocimiento adquirido en el tiempo que fueron algo más que víctima y victimario.

No pudo dejar de mirarla, inclusive cuando cruzo por una esquina, y la pared dejaba a la imaginación su trayecto. Jadeó, no de amor, como ya lo había hecho con ella presente.

Está vez era diferente. Estaba aterrado. Sus piernas estaban temblando, y el ni lo había notado. Precisamente por esta debilidad, comenzó a caer.

Su espalda se resbaló de la pared hacia abajo, hasta que finalmente cayó al suelo.

No dolió.

Pero eso no era algo que le importará... ya no.

Hace mucho tiempo ya en realidad.


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-Hey... ¿no crees que eso no combina contigo?- Dijo la rubia, apuntando al rostro de V.

-¿Qué, mis lentes?- Respondió, regresandole la mirada -Tal vez... pero...

Sin previo aviso, un empujón hizo a V callar. Al mirar, se encontró con la única albina de la escuela además de ella y N.

-Quítate- Exigió.

Ambas chicas miraron a la malhumorada de coletas. Quién paso de largo, sin darle mayor importancia.

V la siguió con la mirada, frunciendo el ceño a medida que su figura se iba difuminando. Mientras que Lizzy solo la miró con desdén.

-¡Cómo decía! Eso no queda contigo, querida- Dijo, tocando sus lentes de puntitas, dado que V era mucho más alta que ella.

-...Okey... supongo que podría... tal vez no ponermelos... ¿de vez en cuando?- Respondió, no muy convencida.

-Ajá... ¿eso fue un sí o un no?

V parpadeó repetidamente, confundida. Puesto que en lugar de dos personas normales hablando, parecían dos ciegas tratando de comunicarse con lenguaje de señas.

-Si... tal vez no sea la mejor idea... dependo bastante de ellos, ¿sabes?- Rió nerviosamente.

-¿Y qué hay de los lentes de contacto?

-¿Esas cosas no son muy... caras?

-Pues... tal vez... ¿que prefieres, verte como una nerd o ser hermosa como yo?- V entrecerró los ojos, riéndose para sus adentros.

-Lo pensaré- Se quitó los lentes.

-Tu confía, yo nunca me equivocó- Dijo, pasándose una mano por el cabello para verse mejor.

-Heh... Esperamos que sí- Sonrió mientras sacaba su teléfono -Tengo que... ir a buscar a un amigo. Nos vemos luego.

Lizzy asintió junto a una gran sonrisa. Llevando una de sus manos a la cintura mientras que con la otra recurría a su teléfono.

-Claro, querida- Toqueteo la pantalla, posiblemente escribiendo -Tal vez te lleves bien con Doll.

Una risa nerviosa escapó de los labios de V ante la mención del nombre de Doll.

-Sí... no lo creo- Y trás esto, emprendió la huída... caminando.

Mientras lo hacía, volvió a revisar su teléfono, sus ojos viajaron entre cada contacto, leyendo cada nombre hasta llegar al de N. Lo abrió, solo para encontrarse con la sorpresa de que no había estado en línea en dos horas.

-Hijo de... perra. ¡¿Dónde te metiste?!-Mientras aceleraba el paso, comenzó a escribir un mensaje para el idiota que tanto ama.

Sin embargo, su pobre cerebro de mona marihuana no le dió para escribir a la par de mirar hacia dónde estaba corriendo.

Lo que hizo que, inevitablemente, chocará contra algo o contra alguien. Y gracias al impactó, cayó al suelo.

Pese al golpe, V se reincorporó rápidamente, sentándose sobre el suelo mientras intentaba disculparse.

-¡Discúlpame! Estaba distraída y yo... ¿N?

-¡Perdóname, estaba buscando a alguien y...! Oh... ¡Hola, V!

El albino la saludo con la mano, esbozando una gran sonrisa con la cual sobra decir que dejó ciega a la pobre V. Pero, el timbre de su teléfono le hizo mirar a su bolsillo, en dónde su teléfono había vibrado hace tan solo unos segundos.

Frente a la mirada de V, sacó su ladrillo y lo desbloqueó, revisando sus mensajes hasta leer el mensaje de V, todo mal «escroto» y medio cortado.

N levantó la vista de la pantalla, mirando de reojo a la contraria quien parecía curiosa de sus reacciones.

-...¿Era necesario ser tan grosera?

-...Tal vez- Respondió casi de inmediato, no dándole importancia a su reclamo.

-¿Pero qué hice?

-No contestarme- Dijo muy confiada, sin embargo, la mirada de N la incomodaba -¿Qué haces..? ¡No me mires así!

-¿A...Ah? N...no dije nada...- Rió nerviosamente frente a V, a lo que ella murmuró algo como: «dije mirar, no decir...»

-Como sea...- Dió un vistazo a su alrededor, sobretodo en el hecho de que estaban sentados en el suelo.

-¿No prefieres... levantarte y hablar como personas normales?- Apuntó al suelo mientras hablaba.

-Amm... ¿Sí?- Se levantó rápidamente junto a una sonrisa boba.

Una vez de pie, el chico le dedicó una mirada rápida, antes de ofrecerle la mano. Ella lo aceptó sin mayores problemas, aunque eso no quitó que no dejará de ver sus brazos.

-¿Por qué estás... empapado?- Jaló un poco de la manga del albino, solo para que esté se alejará ni bien sintió su tacto.

-Ahm... yo tuve un accidente en... ¡los baños!- Asintió repetidamente, tratando de sonar convencido.

-Ajá... un accidente... ¿Qué tipo de accidente?- Levantó una ceja.

-Uno muy... bueno, ya sabes cómo es el baño de hombres, ¿no?- Se rió para «aliviar tensión».

-Eh... pues no. Nunca he entrado a uno- Ante tremenda respuesta, N solo pudo darse una bofetada mental.

-Ah... sí, sí, tienes razón... seguramente has visto los memes, ¿no?- Miró fijamente a V, esperando una reacción ante sus palabras.

-...Bueno son un desastre, y toda la cosa...

-Ajá, sí ¿y, por qué estás mojado?- A este punto ya no sabía si N estaba muy nervioso, o estaba apunto de convulsionar.

-Bueno. Entre al baño e hice mis... cosas...- Desvío la mirada -. Pero cuando intenté lavarme las manos... la llave del grifo estaba muy dura.

-...¿Y ya?

-¿¡Qué?! ¡No!.. obviamente no... la llave estaba muy atascada... Y como era de esas que se usan en... yo qué sé, para lavar la ropa.

V parpadeó repetidamente, pérdida en su relato de origen brutal.

-Y bueno pues... intenté abrirla... y lo logré- Miró sus brazos, con la tela mojada pegada a su piel, dándole una incómoda sensación de «sentir su ropa».

-¡¡Solo que el agua salió a presión!!- Exclamó -Y... terminé así...

Por su parte, V no dijo nada, no hizo nada, no pensó nada, no respiró nada, no-

-No entendí un carajo... ¡mejor vámonos al salón!- Tomó la mano del peli blanco y lo arrastró mientras caminaba.

-Ahm... ¡Ok!- Respondió, ahora aliviando por su mentira, le siguió el paso.

N apretó el agarré, queriendo mantenerse aferrado a ella como si fuera una parte más de su alma.

V, por su parte, no sintió aquel apretón molesto, es más, ni siquiera lo notó. Pero algo en ella la hizo bajar el ritmo, disfrutar de la caminata.

Tampoco habían notado lo vergonzoso que sería para ellos ir agarraditos de la manito, pero lo hicieron. Sin importarles la mirada de los escasos idiotas que se le ocurría prestarles atención.

Puesto que solo eran ellos, dos idiotas enamorados, pero completamente normales, no sirvientes en una mansión, no unas máquinas asesinas. Simplemente «personas»

Sin embargo, estar sumidos en el momento los había hecho tener la percepción de la realidad totalmente alterada... y no darse cuenta que ya habían llegado a su destino.

(Qué? Pensaron que iba a ver beso? Que iban a cojer? Pues no, ja, chupenla, pvtos... Sobretodo tu, sergio29494949 y también tu FrostbiteCharizard...... Arre que soy yo)

-Amm... ¿N?- Miró la puerta del salón... el profesor aún no llegaba.

-¿Si?

-¿Por qué seguimos agarrados de las manos?- Apretó su mano.

-¿Lo tengo que saber yo..?- Respondió al apretón con otro.

-P...pues sí, ¿no?

-Amh... b...bueno, supongo que es porque... ¿no nos hemos soltado?

V giró su cabeza hacia él, fue tan rápido, que hasta el propio N juro haber escuchado a su cuello romperse.

-¿Es en serio, N?- Comentó con una voz decepcionada.

-¡¿Qué?! ¡Yo solo te estoy siguiendo el juego!

-Y para darme esa respuesta necesitabas una licenciatura, ¿no?- N abrió la boca para responder, pero ella no le dejo -¡No digas nada!.. solo entremos.

N solo la fulminó con la mirada, con toda la intención de darle un sape por tremenda respuesta a su respuesta... si... él tampoco no es muy inteligente...

-Ninguna te embona, ¿verdad?- Masculló mientras entraba.

-¿¡Que yo qué?!

-Nada... solo entra, idiota- Pese a que rodó los ojos, no puedo evitar esbozar una sonrisa.

-¿¡Cómo de que nada?! Ven acá y dime qué vergas m...

Cuando entró al salón, e intentó leer lo que decía en el pisaron se dió cuenta que... estaba ciega... ah no, de hecho ya lo sabía...

N notó su parálisis. Pero no percibió nada más, por lo que se mantenía mirándola de arriba a abajo continuamente.

-...¿'Tas viva?- Solo fue necesario que hablara para que de inmediato V se diera una súbita palmada en la cara, sobresaltando a N.

-¡Me lleva la...!- Se volteó hacia la puerta -¿¡Dónde carajos dejé mis lentes?!

-¿Tus qué, gafas?- Dijo, mientras se acomodaba algo muy parecido a lo que V perdió.

-No le digas así, son lentes- Giró hacia él -...¿Por qué los tienes tú?

-En realidad, en muchos sitios le dicen gafas, como en...- Levantó su mano y alzó el índice en medio de su explicación.

-Mejor cállate, y dame mis lentes... ese meme ya se murió de todos modos...


El albino le entregó «las gafas» junto a una gran sonrisa burlona. V solo las tomó de mala gana, mirándolo de reojo mientras él huía hacia su lado.

Precisamente fue esto lo que la hizo notar como N iba de camino a sentarse junto al lugar de Thad, algo que no sería una fuera de lugar, pues no hay una ley que prohíba estar junto a tu mejor amigo...

Solo que V ya actualizó su estado civil de soltera a casada... solo que N aún no se ha enterado.

Ella caminó detrás suyo hasta alcanzarlo y jalarlo hasta su lugar como su fuera poca cosa.

-Uh... ¿necesitas algo?- Ladeó la cabeza -¿Quieres que te preste una pluma?

-¿Qué? No... solo... siente conmigo, ¿quieres?

El pobre peli plata se ruborizó ante su pedido, lo que hizo que la propia V se preguntará si también estaba sonrojada y que tan obvio era.

Desvío un poco la mirada, comenzaba a sentirse nerviosa. Los latidos de su corazón resonaron en su cabeza cual bomba de tiempo. Frotó una mano con la otra, una mala decisión, pues de inmediato notó lo húmeda que estaba su palma.

Ya comenzaba a arrepentirse de sus acciones y ni siquiera le habían dado una respuesta. Pero a este punto tampoco quería tenerla, ahora simplemente quiere huir de ahí.

Sin embargo, volvió a dirigirle la mirada a N, incluso cuando ella misma se repetía que era una mala idea. Pero no fue nada de eso. El muchacho frente a él asintió, nada de otro mundo, solo una reacción normal en la que acepto y le dió un poco de paz.

Al instante, V se encaminó hacia su lugar, y una vez ahí, le indicó dónde podía él sentarse. N iba a estar a su derecha, nada relevante la verdad, de no ser porque una pobre alma se sienta en ese lugar, pero claro, a V no le importa, y a nosotros, tampoco .¯⁠\⁠_⁠(⁠ツ⁠)⁠_⁠/⁠¯

N accedió. Aún sin decir una sola palabra, trataba de mantenerse sereno, claro que no lo estaba, pues hasta V podría notar que su cabeza estaba humeando... por ningún razón...

El peli plata dirigió discretamente su atención a dónde Thad se sentaba. Aún no había llegado, y eso lo aliviaba, dado que se traduce en cero bromas de su parte... ahora solo queda rezar para que llegue junto al profesor y no antes.

Regresó su mirada al escritorio, en dónde comenzó a juguetear con lo que tenía a la mano. Hasta que fue llamado por V.

-¿Oye?- De inmediato se giró a ella -¿Me... puedes prestar esa pluma que habías dicho?

Pudo burlarse de su apariencia, el rojo en sus mejillas, la vocecita con la que pidió un mísero lapicero. Pero entonces se estaría burlando de él mismo... o estaría vulnerable a un contraataque.

-Claro.

Le dedicó una gran sonrisa, la mas grande que pudo, a la par que le extendía la pluma y ella la tomaba.

Después de eso rompieron el contacto visual, cada uno volvió a sus cosas. N suspiró, observando el sus brazos, empapados por su propia estupidez enmascarada por otra aún más grande.

Los escondió junto a su pecho, con Dios de su lado, nadie notaba nada y no se enfermaba por imbécil. Volvió a suspirar, esto iba a ser largo...

Al menos estaba con... ella.

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=(

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Después de una jodida jornada escolar en la que más de una vez deseó ser tragada por la Tierra, V por fin estaba a puertas de la salida... bueno, en realidad ya las había cruzado.

Cómo es costumbre, nadie fue a recogerla, nada fuera de lo común. Sin embargo, había algo que no era para nada usual. Y eso era:

N caminando.

No era como si fuera una rareza, pero si era extraño verlo cuando usualmente él es de los primeros que se va... y porque a él si lo quieren y van a recogerlo su papá.

Sin embargo, ahí estaba fijando el curso con la mirada, además de verse muy tranquilo, lo que desmentía la teoría de haberse peleado con sus padres y que estos se hubieran pasado de chistosos.

Así que hizo lo que toda amiga/crush/acosadora/futura secuestradora haría... secuestrarl- ¡¡Hablar con él!!

Por lo que corrió hasta él y le habló de lo más normal.

-¡¡Hola, idiota!! ¿¿A dónde vas??- Repitó, de lo más normal.

El pobre «castor ansioso»¹ se sobresalto, girandose hacía V, quien aún no notaba que casi lo infarta.

¹(si no recuerdo mal, así lo llama Cyn en inglés o algo así...)

-¿H...hola? ¿Era necesario llegar así?- Preguntó con una mano en el pecho.

-Sí, mucho, ¿a dónde vas?

N entrecerró la mirada. No solo se había pasado por los ovarios que casi lo mataba, sino que encima le preguntaba a dónde iba. Poco más y también le pedía su credencial para identificarse.

-¿Qué te importa?- Respondió, solo para seguir con su camino.

-...ª

Y lo vio irse así nomás... pudo haberle dicho algo pero... se le bugeo el cerebro o algo así. Por lo que no se le ocurrió una mejor idea que perseguirlo una vez más. Solo que está vez no cometió homicidio y se mantuvo en silencio, cosa que claramente incómodo a N.

-...¿Tú casa no estaba hacia el otro lado?

-Así es.

-¿Entonces qué haces aquí?

-¿Qué te importa?

N la miró fijamente, no sabiendo si cachetearla a ella o a sí mismo por semejante escenita que se estaban montando.

Abrió la boca para argumentar algo, sin embargo, como era costumbre, V habló primero.

-Te estoy acompañando, idiota.

-Ajá, sí... eso lo puedo ver. ¿Pero par qué me acompañas?

-¿No es obvio?- N negó -...Me estoy... asegurado de que no te roben.

N la miró, parpadeó, respiró, e hizo mil cosas mientras intentaba adivinar si escuchó bien o estaba sordo aparte de idiota.

-¿¡¿¡Me estás jodiend-?!?!

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Palabras: 4751...

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Y por fin, después de tanto tiempo... Actualice...

Honestamente no tengo ganas de decir mucho, gracias al payaso sumiso de sergio29494949 por andarme jodiendo para actuali- digo, por darme ideas...... Y decirme que actualice.

También gracias a mi mismo, porque de alguna manera perdí el ánimo de seguir escribiendo pero lo recupere al toque... solo me tarde como 2 semanas.

Y pues ya ... Esperó a que mi querido Elmo le haya gustado a el capitulo... Y si no pues.... ya ni modo, que se aguante xd.

Gracias a todos por leer esta historia a pesar de que siento que hice a V como a Uzi, osea que anda muy Tsundere... Y a N muy llorón e idiota? Aunque bueno, él hace Cutting, es superior a todos nosotros.

Además de que N y J fueron pareja...

¿Les gustó el capítulo?

¿Les gustó N?

¿Les gustó V?

¿Les gustó la relación de N y V?

Regálame un voto y un comentario, ándale;-;

Ah sí... Un dibujo todo culero de N edgy de me cambiaste xd.

Se supone que es su primera aparición en mi historia... Osea cuando corta por la mitad a un obrero con su motosierra... Xd.

Total de palabras: 4980

Fecha de inicio de escritura:11/11/24

Fecha de retoma de escritura:16/12/24

Fecha de publicación: 24/12/24

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