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Desde la comodidad de una banca, en un parque en donde las flores florecían y los pájaros cantaban, algunos niños riendo. 

N platicaba con Uzi desde su teléfono, la chica no había podido ir al encuentro con su mejor amigo por culpa de problemas con su padre y el trafico, además de otras cositas. Entonces, ambos tuvieron que platicar a la distancia. N aprovecho para comprar un helado para él y su hermana. 

Él estaba tan sumergido en la conversación que ni se había dado cuenta de que algo... alguien faltaba.

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9:27

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N estaba intentando leer un libro. Mientras tanto, V, que seguía en su casa, miraba la televisión. El problema era que la TV tenía un volumen entre el 30 y el 37, por lo que el chico de ojos amarillos no podía concentrarse realmente. Solo estaba pasando las páginas sin realmente poner en práctica su comprensión lectora.

Por lo que N hizo a un lado el libro y volteó a ver a V. Ella estaba sumergida en la novela turca... y si era sincero, había puesto más atención a lo que los personajes decían que a su propia lectura, tanto era que hasta se sabía cómo se llamaba la personaje principal, Zuleyha. Incluso sabía que la novela era Tierra Amarga.

N suspiró un como mientras ponía atención a la serie. Él no lo admitiría, pero le estaba gustando, incluso se hizo una nota mental para recordar buscarla próximamente...

Sin que N lo notará, V lo volteó a ver, ella podía ver lo concentrado que estaba frente a la televisión. Una pequeña sonrisa se formó en su rostro, antes de que analizará al que es y se convertirá en el amor de su vida.

Sus ojos vieron el rubio hielo de su cabello, el mismo estaba despeinado por culpa de toda su actividad, principalmente su lucha a muerte con cuchillos... y chanclas...

Acto seguido, bajó por su rostro, examinando sus facciones relajadas y extremadamente concentradas desde la distancia. Hasta llegar a sus ojos... el color ámbar de las llamadas "ventanas del alma" denotaba el tono rojizo de sus globos oculares, así como la inchases en los párpados. Parecía como si hubiera llorada hace no mucho, pero ahí estaba la cuestión... ¿cuándo?

- ¿N...? - El nombrado volteo a ver, su rostro seguía relajado, casi como si olvidara que básicamente V se había colado a su casa -

- ¿Sí? - Respondió con un tono amable y relajado -

- ¿Estas bien...? ¿Te sientes bien? - Preguntó dos veces. Queria saber la razón de su hinchamiento y lágrimas. Siempre había notado cómo N parecía ser distante con sus padres cuando ella venía a su casa junto a J para hacer su proyecto. Además, había descubierto la existencia de otro cuarto aparte de los pertenecientes a N y sus padres... -

No había curioseado dentro, solo vio la puerta de color blanco junto a pomo singular con forma de una flor. Era la única así, no había otra con un pomo similar. Siempre había querido preguntar sobre el tema, pero algo le indicaba que sería incómodo hacerlo.

- ¿Sí? ¿Por qué lo preguntas? - Preguntó el adolescente, comportándose de una manera más defensiva y menos "expuesta" o relajada a la anterior -

- ... Por nada - Decidió mentir, no era del todo mala en ello después de todo -

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N despertó de golpe. Pero no gritó, ni hizo ruido, ni siquiera se movió de forma exagerada y completamente asustada. Pues aprendió a no hacerlo. Después de que su... hermana se haya ido. Las pesadillas se hicieron más comunes en él.

Primero iniciaron con gritos y un llanto desenfrenado que tardaba horas en calmarse, después, evolucionó a algunos gritos no muy fuertes, pero un llanto igual de fuerte y ruidoso... ahora, aprendió a no preocupar a los demás por su estado físico u emocional.

Se enseñó a mantener sus males para él solo, dejando a los demás ignorantes de todo lo que lo atormentaba.

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Era mejor así, se sentía mejor así. No preocupaba a nadie más, sufría en silencio y nadie se enteraria.

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N sintió las cascadas de lagrimas bajar por sus mejillas y mojar la almohada... incluso si el calor en persona estaba ahí, para reconfortarlo con su mera presencia. N no podía controlar su dolido corazón que extrañaba a su hermana, extrañaba a Cyn como nadie en el mundo... 

Podía ser cualquiera, cualquiera podría desaparecer. Uzi, Thad o incluso V... pero nadie dolería más que la ausencia de su hermana, de su Cynthia.

La Cynthia que estabia estado junto a él desde siempre, apoyándose mutuamente. Cyn era la excepción a, "guardarse las cosas para sí". Ella tenía una conexión con su hermano mayor, una tan fuerte que ella podía saber, podía sentir cuando su hermano no estaba del todo bien.

Nadie sabía tanto de él como Cynthia, su Cynthia... pero ahora... ella se fue... la dejo ir... 

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N se sentía asfixiado con todo a su alrededor. Quería quitarse de encima a V, quería gritar, quería llorar más fuerte... sentía... sentía eso de nuevo...

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Se quitó de los brazos de V mientras aún intentaba tapar sus sollozos. Estaba teniendo otro ataque de pánico, nadie sabía que él empezó a sufrir del trastorno de pánico... solo había uno que era conocedor eso... y era Thad. Pero no era porque él se lo haya contado, sino fue porque N tuvo uno en medio de la escuela y Thad fue quien lo presenció todo...

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"Y... Cómo vas con eso... Te sientes... ¿Mejor?"

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Esas palabras se refirieron a su asunto con Cyn y su desaparición o... secuestro... pero también se referían a sus ataques de pánico.

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N se apoyó con la pared, evitando caer desplomado mientras sus lágrimas corrían con un control que nunca existió. Sus piernas temblaron al mismo tiempo que la sensación de estarse ahogando lo asfixiaba con fuerza. 

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N dobló por una esquina, se tambaleó ligeramente antes de caer de rodillas frente a la puerta con pomo de flor... ahí estaba de nuevo... siendo juzgado de nuevo... 

Su mano temblante se acercó a la flor metálica. Estando a centímetros de tocarla, su mano freno y retrocedió un poco. Hasta que un nuevo sollozo lo hizo recuperar la percepción acerca de qué situación estaba viviendo. Giro la flor y pasó casi a arrastras.

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Miro debajo de la cama de mantas rosas, para acto seguido meter su mano y sacar una caja con pastillas. "alprazolam" tenía como advertencia. Con su mano consumida por un temblor infernal, tomo dos pastillas y se vio tentado en tomarlas. Sin embargo, decidió limitarse a solo una.

Ignoró la necesidad de tragar la pastilla con agua y se arrastra por la cama. Se instaló en el centro de la misma y se recostó sobre ella, abrazando sus rodillas mientras sus lágrimas no parecían frenar.

Quería dejar de llorar, necesitaba un respiro y relajarse por algunos minutos. Pero la sofocante sensación de requerir oxígeno le impedía hasta respirar con normalidad. Su garganta tenía rato que ardía por su uso desenfrenado para la inhalación y la exhalación.

Poco a poco, tal vez por los efectos del Xanax o porque su cuerpo ya no puede aguantar más de lo que ya dio, sus ojos se pesaron, su respiración seguía siendo rápida e irregular mas el cansancio lo hacía perder la conciencia a pasos agigantados. 

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Mire a N una vez más, sus ojos amarillos se fijaron en la ridícula pero entretenida telenovela frente nuestra. Casi podría burlarme de él por prestar atención en ella, pero entonces él contraatacaría con que yo también me perdí en ella... claro que eso no es muy importante, de cualquier modo, sus ojos hinchados es algo que me preocupa, casi como si algo me dijera que detrás de la máscara hay algo.

No sería la primera vez, en la primera oportunidad en la que vine a hacer el trabajo junto a J, pude explorar un poco. Y después de que N se quejara porque nunca le compraron su Terreneitor, ví una habitación muy cercana a la de N. La puerta de color amarillo pastel y con un pomo de una rosa llamo poderosamente mi atención. 

Pregunté por ella, pero N no contestó, en su lugar, se mantuvo cabizbajo por casi todo el día, pensativo. Su madre también estaba en el momento de la pregunta.

La señora dudó en contestar, sus labios temblaron antes de que ella misma dijera que no era algo muy importante. Lo que hizo que N alzará la cabeza casi de inmediato, claramente no estaba de acuerdo con la afirmación de su propia madre.

No he querido tocar el tema desde entonces... y tampoco voy a hacerlo... pronto.

Pero ahora, N parece más distraído, inclusive si la televisión sigue prendida, él ha retirado la vista de ella y en su lugar parece pensar en algo.

— ¿Te sientes bien...? — Mi preocupación se manifestó en mis palabras.

— Sí yo... estoy bien, V... — Contestó con una gran emoción que claramente me hizo creer en sus palabras y confiar en él por el resto de mi vida...

Pasaron algunos segundos, en los cuales aún dudaba si romper el silencio una vez más y seguir. Por un lado, tenía intentar hablar de nuevo con él y sacarle alguna razón por la que sus ojos estaban llorosos y rojos; pero entonces eso lo incomodaría...

Lo que debería hacer es dejarlo en paz por ahora, darle espacio y permitirle recuperarse por su cuenta... pero lo que yo debo de hacer es estar a su lado y darle a entender en esa cabezota tan dura que tiene que puede confiar en mi sin importar qué.

¿Es tan difícil confiar en mi?

Sé que no nos conocemos de mucho, pero yo creo que lo poco que tenemos es suficiente para que él confíe en mí. Él tiene que.

Abrí mi boca, preparé mis cuerdas vocales y entone la primera oración...

Rig, rig... no literal, pero en cierto modo sí...

El teléfono de N comenzó a sonar. El mismo que estaba conectado a la corriente porque posiblemente tenía menos del 50 había interrumpido mi gran oportunidad para interactuar con la persona que más amó en el mundo...

Genial, simplemente genial... Gracias dios, yo también te amó mucho, pero para la próxima al menos déjame decir algo...

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Sobra decir que N puso toda su atención en el dispositivo tan ruidoso del que era dueño. Claramente no me había oído, e ignorandome, se puso de pie solo para caminar hasta aquel objeto y tomarlo entre sus manos antes de contestar su llamada.

Mientras lo hacía, dió media vuelta de la manera más lenta y calmada que se volvía desesperante. Hasta que finalmente se giró completamente y me permitió ver su -hermosa- cara.

De un instante a otro, su rostro abandonó el semblante aburrido, cansado y depresivo por una emoción y felicidad que pocas veces le había visto tener.

Era como ver a un niño pequeño al cual se le había entregado el primero de muchos regalos en tiempos de navidad. Sus ojos brillaron con esa euforia infantil que solo él podría demostrar sin verse totalmente patético...

— ¿¡En serio?! — Preguntó casi como si su corazón fuera a explotar de tal emoción que estaba teniendo. Es como si le estuviera diciendo que se había ganado la lotería y a continuación le digieran la cantidad del premio mayor.

Pasaron unos segundos antes de que N diera pequeños brinquitos como si fuera un conejo en la pradera más verde que hubiera visto y... sí... creo que me estoy pasando con las analogías... está contento, eso es todo... Y no sé el porque...

— ¡Ohh, Uzi! Eso es ¡maravilloso! — Exclamó mientras... ¿¡Quién putas es "Usi"?!

N comenzó a caminar mientras hablaba hasta dejarse caer sobre el sillón comenzar a hablar desde la comodidad de esté. Sus ojos brillaban con gran emoción, siendo ignorantes a mi rostro que muy posiblemente esté diciendo algo como "WTF, bro?"

¿En serio? — Preguntó una vez más antes de chillar de emoción — ¡Tu padre es genial! — Exclamó muy feliz, aunque esa felicidad no duró mucho.

— Vamos, no digas eso de él... — Su tono se volvió más comprensivo y pasivo, como si intentará convencer a esa tal Uzi... — Sabes que él se esfuerza mucho, aunque tal vez no se noté mucho...

¿En serio? ¿Problemas familiares?

¿Sabes qué? No me importa, solo quiero saber quién es esa tal Uzi.

— ¡Claro! — Exclamó nueva... Sí, sí... yo solo me cruce de brazos mientras lo veía estar súper feliz... ¿por qué él no es así conmigo? — ¿Aún vives ahí? — ... ¿¡QUÉ?!

Pasaron unos segundos antes de que pareciera que recibió una respuesta clara y corriera... no, saliera disparado hacia su cusrto como si de una bala se tratará. Poco más y se estrella contra la puerta.

... Eso significa que... ¡Hijo de puta!

¡¡¡NO. ÉL NO VA A SALIR!!!

No me importa que tengo que hacer, él no me va a dejar aquí solo para irse con una tal "Usi" ¿Es un arma o qué?

Lo que sea, él se queda conmigo, y no me importa que pasé, yo no lo permitiré.

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Me puse de pie y de dirigí hacia la puerta principal. Puede de que no tenga las llaves, pero tengo algo mejor que eso: mis puños.

Y sí N se atreve a cruzar está puerta sin mi consentimiento, le voy a partir la cara y de paso me lo llevó al sótano que no tengo pero que puedo conseguir.

Ahora solo falta esperar que mi víctima se acerque y entonces sí. Va a ver...

Y hablando del idiota de pelo blanco, ahí vine. Corriendo más que caminado como si yo estuviera pintanda... ¿¡No le dolía la puta pierna?! ¿Por qué está corriendo ahora, la muy perra?

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N corrió y abrió la puerta, esquivando por obra del Espíritu Santo mi puñetazo que lo iba a mandar con San Pedro... por algunos minutos... Por suerte, el muy imbécil esta tan distraído que ni cuenta se dió... menos mal, solo eso me faltaba.

Cuál sea el caso, estoy lejos de resignarme y dejar que el amor de mi vida se valla por una posible mujer que tiene el nombre de un arma, más patético que eso no puede haber.

Me pispuse a tomar el cuello de su camiseta negra y hacerlo quedarse conmigo, de no se porque volvió a esquivarlo... ¡¡Aggh!! ¿¡¿Es esto en serio!?!

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N abrió la puerta y... ¡¡estaba lloviendo!! ¡¡Gracias!! ¡Lo sabía, sabía que darle las gracias a Dios por joderme tanto iba a servir de algo!

Gracias, Jesus, me has salvado una vez... más... Se fue la luz... ahora todo está a oscuras, todo en sincronía a un rayo que posiblemente se encargó de joder todo... ¿gracias...? supongo...

Basta decir que el rostro de N se paralizó apenas vió como mis oraciones secretas y mentales cobrarban vida y le arruinaban la existencia de la manera más satisfactoria que fui capaz de presenciar.

Por cierto, su teléfono también murió, parece que tenía como 5% o algo así. Por lo que toda comunicación con la tal "Usi" se fue al caño gracias a mis fabulosas habilidades para convocar a los espíritus antiguos.

Prepárate, Doll. Por ahora es N, pero luego serás tú y entonces te mandaré una maldición vudú.

— ¿Ibas a alguna parte? — Pregunté, pero no en mi típico tono burlón del que hago gala en casi todas mis intenciones con ese -lindo- idiota. Sino con uno más hostil y frío que de costumbre.

Pude ver cómo su espalda se enderezó y sus brazos se retorcieron ante mi voz. Su cuello giró hacia mí y sus ojos se encontraron con los míos. Pero estoy segura, que en lugar de ver el típico calor en ellos, solo vió la frialdad con la que le acabó de hablar... o solo son imaginaciones mías, no sé.

— U-Uh... Bueno, yo iba con... Uzi... — Y ahí va con esa perra, ¿Quién es? ¿Siquiera es mujer?

— ¿Y quién es esa tal "Usi"? — Le pregunté casi como si lo estuviera interrogando, y cualquier mentira de la cual yo sea consciente le cortaría un dedo para que APRENDA A NO MENTIRME, EL MUY CABRON... o... tal vez debo relajarme un poco, también es una posibilidad.

— Es mi amiga... mi mejor amiga — Estoy segura que hasta en toda china se oyó como mi corazón se hacia mierda con sus palabras... ¿Mejor amiga...? ¿Y yo que soy?

— ¿Y yo que soy? — Repetí la pregunta, ahora en un susurro que chorreaba indignación en su estado más puro.

El albino se retorció nuevamente, a pesar de la obscuridad que ha consumido el lugar, aún así pude ver cómo sus mejillas adoptaban una tonalidad rojiza de lo más lindo... eso es una señal.

— T-tú... eres — Desvío la mirada a mitad de la oración, claramente estaba dudando en decirlo... tal vez era porque no despegó los ojos de él — muy... especial... — Unas cuántas risitas nerviosas de su parte.

No puedo decir que mi sed de sangre fue diezmada gracias a sus nerviosas palabras que carcomieron en mi corazón como un montón de termitas en la madera.

— ... Lo que sea, me voy a... — Iba a mencionar la tele, pero mis deseos también me afectaban a mí — dormir... o cualquier cosa.

Comencé a caminar, esperando que N me detuviera, solo para decirme que no tenía que estar molesta con él. Que solo me necesitaba a mí y ninguna otra bruja era comparable a lo que soy.

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Pero nunca paso... seguí caminando, eso sí, con la sensación de tener los ojos del idiota pegados a mi espalda. Mientras tanto, yo solo caminó e intentó ignorarlo como si no fuera él la persona más importante que tengo ahora mismo.

Marqué rumbo hacia la recámara de N, tengo que decir que su cama es muy cómoda, suave y confortante... cómo su dueño mismo...

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Mis ojos observaron la oscuridad en la que estaba viviendo hace tan solo unos minutos, tal vez menos.

V se está yendo después de preguntarme que tan especial es ella para mí...

¿Qué le respondí?

Intenté decirle que es la persona que más me importa en mi vida... no es ninguna exageración o un sentimiento que surge por la soledad a la que estoy acostumbrado. Ella es la más importante. Solo por debajo de Cyn, claro. Pero ella...

No. Sacudí mi cabeza con desesperación, no voy a llorar de nuevo... no de nuevo.

Cómo sea... tengo hambre, tengo ganas de... hacer algo... supongo que puedo practicar mis habilidades culinarias después de todo.

A lo mejor así no envenenó a V y puede que le guste más mi comida...

¿Cocinar en la oscuridad es buena idea? Yo supongo que sí... esperó

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Palabras: 3090
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Y hasta aquí todo estás palabras mal acomodadas y con pésima acentuación.

Pero sacando de lado esto (que ni siquiera sé si acentuación está bien utilizando en este contexto), aquí está el capítulo que empecé hace como ocho años.

Esperó que les haya gustado este capítulo después de tanto. La verdad es que estoy escribiendo esto mientras estoy en clase así que tengo las ideas muy dispersas.

Pero intenté escribir todo con V siendo más celosa por culpa de Uzi (aunque no la conoce) y toda la cosa. También, veremos la caseta "fría" de V, en cuanto ella siga celosa.

Y N sigue preocupado por sus habilidades de cocinero. Aún no sabe que lo que le dijo V fue una mentira.

Y sin nada más que decir, muchas gracias por leer, por votar y por comentar está historieta toda fea.

Muchísimas gracias.

¿Les gustó?

¿Les gustó N o V?

¿El trauma nuevo de N ahora más desarrollo?

¿Por qué siempre traumó a N y V está joya?

Fecha de inicio de escritura: 06/05/24

Fecha de publicación: 10/09/24