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Capítulo 7

Trước Sau

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En esta fabulosa ocasión. N, el adolescente depresivo 2.0, está haciéndose de comer una sabrosa y nutritiva Maruchan. Y como no era de otra, la estaba preparando en microondas...

¿Por qué una Maruchan a las 12:53 de la mañana? ¿Por qué en el microondas?

Porque no sabe cocinar, o bueno, le da flojera hacerlo. Por lo tanto, una vez que ya ha sacado la comida de los dioses olvidados por la sociedad. Se puso a degustar del manjar... eso le recuerda a alguien rubio... de cualquier manera, eso no importa.

N estaba completamente solo en la comodidad de su hogar. Sus padres estaban trabajando, su madre era de derecha...... es decir, era abogada. Mientras que P era comerciante... Aún lo ponía a pensar como su madre y padre se conocieron.

Era un jueves y él estaba en su casa "desayunando" tranquilamente, ¿Por qué no está en su preciada preparatoria?

Porque no podía caminar realmente. Pobrecito...

Resulta que el rubio se pasó de chismosa y dijo que no podía caminar para poder faltar al infierno. Sus padres se habían enterado del accidente gracias a V.

Ahora, aparte del odio que le tenía a la otra rubia chismosa. Podía aprovechar su mala suerte para poder mantenerse en su zona segura hasta que inevitablemente, el dolor que aún le acompaña, se esfume.

Pero hasta que eso pase, el podrá disfrutar de una vida sedentaria junto a su sillón y la televisión. ¿Qué más podía pedir?

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La verdad es que habían varios cosas que el desearía tener... o conservar...

Cuál fuera el caso. Él realmente no tenía ganas de hacer nada. Sólo descansar...

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Y así lo hizo...

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4:23 PM

El chico de cabellos plateados despertó ante los profundos golpes de la puerta.

Abrió un poco los ojos y observó el blanco techo sobre él. A los instantes el audio de la televisión llegaba a sus oídos, mientras el giraba y recordaba que el está en el sillón.

N se levantó con dificultad y caminó hacia su derecha. Se sostuvo por el marco de una puerta y giró a la derecha al mismo tiempo que se apoyaba de la pared. Con unos pasos más, él llegó hasta la puerta principal, en dónde abrió la puerta sin preguntar o ver en la mirilla.

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- ¿V? - Preguntó N al verla frente a la puerta y a la vez, frente suyo -

- ¡Buenas tardes! - Exclamó con una gran sonrisa -

- ¿Qué haces aquí? - Cuestionó antes de que V lo empujará un poco y pasará -

- Entrar a tu casa - Dijo sin enterarse que N perdía el equilibrio -

- Ya me di cuent... ¡ahh! - Su cuerpo inclinó sobre su espalda y cayó -

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- ¿Te gusta que te cargué? - Se mofó mientras lo sostenía con ayuda de sus brazos -

- C... cállate... - Mascullo. Su rostro se tornó rojizo -

- Suéltame - Alzó la voz para que ella lo escuchará y al mismo tiempo, se sintiera intimidada por él -

- Nope - Obviamente no hizo efecto -

- Dije. Suéltame. Ahora... - Intentó hacer más grave su voz en contraste a sus chillidos habituales. Mas por el contrario el intentó le salió por la culata, pues esto solo provocó más diversión para la rubia chismosa -

- Oki doki~ - Aceptó sin más. N anticipó el movimiento de V. Que muy probablemente consistía en literalmente soltarlo. Por lo que se aferró al cuello de la chica para no caer -

- Huh... creí que querías que te soltará - Eslavo una sonrisa al mismo tiempo que sus mejillas se tenían de rosado por la sorpresiva acción -

N se mantuvo en silencio. Sabía que la situación en la que se encontraba era complicada. Y muy vergonzosa. Por lo que decidió guardar las palabras para sus adentros mientras esperaba que por obra divina todo se solucionará.

V se acercó al sillón después de casi 13 minutos de caminar. ¿Por qué? Porque no sabia dónde quedaba cada parte de la casa de N.

V lo puso con cuidado en el suave sofá. Primero dejo que sus piernas tocarán el suelo y luego aterrizó su espalda hasta que llegó a su cabeza, la cual la puso sobre el cojín.

- ... No soy de cristal.... ¿sabes? - Murmuró avergonzado -

- Si tú lo dices - Dijo mientras se alejaba un poco, provocando que N tuviera un poco de miedo de ella -

- ¿Siquiera, qué haces aquí? - Cuestionó N quien aún tenía dudas sobre que dominios hacia V ahí -

- Voy a cuidarte - Mencionó como si nada, cómo si eso fuera lo más normal del mundo -

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- Puedo cuidarme a mi mismo... - Dijo un poco molesto de que ella está ahí -

- Así dicen siempre - Respondió mientras se sentaba en el espacio libre del azulado sofá -

- Y... ¿cómo sabías que estaba sólo? - Preguntó N al analizar más la situación frente si -

- ... ¿Qué? - Respondió con otra pregunta al no entender ni un poquito -

- ¿Cómo sabías que mis padres no estaban para...? ya sabes, cuidarme - Aclaró -

- Oh... eso... - Cerró su boca sin decir nada más a la vez que se maldecía mentalmente por no pensar en ese pequeño detalle. Ahora una pequeña película sobre ella tocando la perta y siendo recibida por la madre de N, la estaba atormentando -

- ... ¿En... entonces...? - Continúo presionando en busca de respuestas -

- Lo deduje - Aseguró con un tono que no inspiraba lo mismo -

N la observó por unos segundos antes de entrecerrar los ojos con irritación.

- Bueno. Cómo podrás ver, estoy perfectamente bien conmigo mismo, así que puedes irte por donde entraste y dejarme en paz - Intentó mantener su tono amenazante -

- No le tengas miedo a las mujeres - Ante la ocurrencia de V. N se sentó de inmediato sobre el sofá y se preparó para protestar -

- ¡Yo no le tengo miedo a las mujeres! - Se apresuró a corregir el comentario de la chica frente suyo -

- Aja. De seguro te doy miedo - Dijo mientras se acercaba un poco -

- Bueno... si te apareces de noche tal vez sí... - Respondió con una sonrisa burlona, ahora era su torno de meterse bajo su piel -

- ¡Hijo de perra! - Se abalanzó sobre el rubio apenas lo insulto. La sonrisa de N se desvaneció apenas sintió el peso de V sobre él -

- ¿¡Qué estás haciendo!? ¡¡Quítate!! - Chilló a la vez que intentaba zafarse del agarre que mantenía V en sus muñecas -

- ¿¡Que acabas de decir, idiota!? -

- ¡¡Suéltame, tarada!! -

- ¿¡¿Cómo me llamaste, imbécil?!? -

- ¡¡Que me das miedo en la oscuridad!! - Respondió a pesar de que la pregunta ya tenía tiempo que se la habían hecho -

Mientras esos dos se gritaban, el teléfono de N estaba sonando. ¿La razón? Su padre, P, lo estaba llamando.

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- ¿Por qué no me contestas...? - Dijo en un susurro lleno de irritación -

- Espéreme tantito aquí - Le dijo a la persona frente suyo. P corrió a su coche estacionado no muy lejos y lo arrancó a la vez que maldecía a N -

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- ¡¡Trae tu cabezota acá!! - Exclamó N mientras "perseguía" a V con un escoba en las manos -

V entró a un cuarto a toda velocidad. N la perseguía de cerca antes de darse la vuelta y "correr" mientras gritaba como loco.

- ¡¡Ahora sí!! - Exclamó V mientras corría con cuchillo en mano -

Ahora V era quien perseguía al pobre N cojo que apenas y podía huir. El peli-blanco dobló por una esquina y entró en una habitación.

Antes de que V pudiera entrar, ella dio media vuelta y soltó el cuchillo.

- Santo d... ¡¡dios!! - Grito mientras N lo perseguía con una chancla perteneciente a su madre -

N lanzó la chancla mientras "corría". La chancla giró por el aire antes de darle en la cabeza y hacer que V casi se estrellara con la pared.

V se fue corriendo mientras N recuperaba el arma mortal. Entonces, N volteó al pasillo y vio a la chica con un cinturón en la mano dirigiéndose hacia él a toda velocidad.

N corrió de vuelta hacia el cuarto mientras oía a V correr hacia él.

N se agachó para tomar el cuchillo que V había tirado y lo recogió. Sólo para después darse la vuelta.

V se frenó de inmediato y dio media vuelta para correr sin mirar atrás.

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N llegó hasta la sala, se frenó frente al sillón mientras buscaba a V con la mirada.

Entonces, V apareció por detrás suyo y lo embistió hacia delante. Haciendo que él cayera sobre el sillón.

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P arribó a su hogar. Él salió del cuarto de mala gana mientras susurraba cosas inentendibles. Caminó rápidamente hasta la puerta principal de su casa y la abrió.

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- ¡Suéltame! - Exclamó N mientras pataleaba furiosamente -

- ¡Ya te dije que no! - Respondió V. Ella estaba sobre N. Sujetándolo de las muñecas y forzándolo a mantenerse pegado al sofá -

- ¡¡Suéltame, desgraciada!! - Comenzó a moverse más erráticamente. Haciendo más difícil la tarea de V -

- No voy a soltarte hasta que aceptes que te dan miedo las mujeres - Se dejó caer sobre él. Acercó su sonriente rostro al de el mientras que con sus antebrazos aplastaba e inmovilizaba sus muñecas y por ende sus brazos. Ella podía notar lo nervioso que N se estaba poniendo - ¿Qué? ¿Intimidado~? -

N se preparó para responder con algo más contundente, o al menos ese era el plan antes de que una voz externa a ellos dos llamará la atención.

- ¿Qué están... haciendo...? - N reconoció la voz de inmediato y volteó hasta su origen -

- ... ¿Papá...? - Preguntó mientras V seguía sobre él -

- ... Yo solo vine por mi cartera y otras cosas, gracias - Dijo solo para después irse -

El rostro de N comenzó a literalmente volverse rojo de la vergüenza mientras volteaba hacia V

- ... ¿N...? ¿Estas bien? - Habló la chica mientras se mantenía en la misma posición -

- ... Y... ya... ya me jodi... - Dijo para sí mismo - ¿Puedes quitarte? - Recobro la conciencia del mundo real y empujo un poco a V -

- ... No - Eso no le gusto a N, quien intentó quitarla de encima a toda costa -

- ¡V! -

- ¡Mandé! -

- ¡No ves lo que acaba de pasar!

- ¡No! - La mirada llena de desesperación de N hizo recapacitar un poco a V - Okey, okey. El juego termino... - Se levantó de un saltó y dejó que N se pudiera parar. De inmediato, N se dirigió hacia donde su padre se había ido -

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Un molesto N estaba frente a la estufa. El motivo de su enojo eran dos.

1. Debía de hacer de comer para su estúpida "invitada".

2. Su padre había malinterpretado toda su pelea a muerte con cuchillos que tuvo contra V.

Un fuerte rubor se formó en su rostro apenas recordó cómo su padre los había encontrado o cómo estaban antes siquiera de la intervención de P...

Miró de reojo el espagueti blanco en la olla de color rojo brillante con pequeños puntos blancos. Estaba odiando tener que "alimentar" a su "invitada"... siquiera, ¿cuándo lo disfruto?

- ¿Ya está? - Preguntó una V amarrada a la silla del comedor con un exceso de cinta canela. Las ataduras de la poderosa cinta estaban alrededor de sus brazos, torso, estómago y piernas, además de los pies, los cuales estaban pegados a las patas de la silla. Las demás partes estaban unidas al respaldo -

- ... - N suspiró por novena vez - No, aun no esta... - Esa era la razón de su malhumorado ser -

- Eres lento, ¿sabias? Si yo estuviera cocinando ya estaríamos platicando de nuestro maravilloso día - Estableció con una burlona sonrisa, que, para su suerte, N no había podido ver -

- ... - N estaba a punto de olvidar todas las consecuencias de comer carne humana. Solo para poner a V a hervir con todo ese espagueti mientras el disfrutaba de sus gritos de agonía - ... Ya casi está listo - Desgraciadamente. Eso solo era su imaginación... se le estaba antojando otro pastel... como el que comió en la madrugada -

- ¿Ah sí? Porque yo aun no huelo nada - Continuó con su reto personal de hacer enojar a N -

- ¿Y eso que tiene que...? - Se quejó en voz alta - Solo cállate y... y cállate -

- ¿Y que tanto hiciste aquí? - La curiosa V preguntó -

- Nada - Respondió casi como si la pregunta lo hubiera ofendido -

- ... Okey... Yo, estuve soportando a Thad -

- Felicidades -

- Me pregunto por qué me tarde tanto cuando te fui a dejar para que te curaran - N se sonrojó al recordar la escena que tuvo con V. Revivió el momento en el que podía sentir como Doll quería matar a V porque efectivamente, la había escuchado. -Incluso si el pensó que no fue el caso- -

- ¿Y qué le dijiste? -

- Que me agarraron de su chacha y te tuve que curar yo - Respondió con un tono casi de orgullo -

- Pero si tu te ofreciste... -

- ¿Querías que le contará cómo pasó realmente? - N negó con la cabeza a pensar de que V no podía verlo -

- No, gracias. Ya entendí... - Dijo apresuradamente - ¿Y luego...? - Habló con interés en lo que podía decir la peli-plateada -

- Luego me regañaron por llamar a Doll, huérfana... - Declaró con irritación de tan solo decirlo -

- ¿Apenas? - Dijo mientras comenzaba a colar los espaguetis. Vertiendo el agua en un colador que a su vez estaba sobre el fregadero -

- No -

- ¿Entonces? - No lo admitiría, pero la curiosidad lo estaba matando -

- Lo hice tres veces más hoy - Dijo orgullosa de sus acciones -

- Y luego preguntas por qué te odia... - Comenzó a servir el espagueti con una cuchara para pasta de plástico negro -

- No me odia. Solo... no nos llevamos bien - Oyó como N se acercaba con pasos débiles, podía adivinar que aún cojeaba - ... ¿Ya no te duele...? - Su tono suave de voz hizo que N se tomará más en serio su pregunta -

- ... Un poco... a veces... - Dijo mientras ponía el plato sobre la mesa del lado de V -

- ... Y cuando corrías no te dolía, ¿verdad? - Regresó a cuando se estaban apunto de matar con una chancla y un cinturón -

- ... No realmente - Una vez más, V podía distinguir esa tonalidad mentirosa en su forma de hablar -

- ... ¿Por qué no dijiste nada? -

- Hah... - Se burló un poco mientras movía la silla en la que estaba V para que pudiera comer - ¿E interrumpir toda esa escena? Puedo aguantar más que eso - Dijo orgullo de su ser -

- ... N... lloraste el otro día... - Todo el autoestima de N se fue al caño junto el agua de los espaguetis. Había olvidado ese vergonzoso detalle -

- ... - Ese argumento lo había matada, en más de un sentido -

- Entonces... ahora que parece que estás dispuesto a decir la verdad... - Del tono juguetón de V sólo había quedado el recuerdo. Ahora su forma de hablar denotaba la seriedad con la que quería hablar y con la que deseaba que se le respondiera - ¿Te dolía cuando corrias? ¿Sí o no? -

- ... Un poco... más o menos... - Pudo notar la severidad con la que V lo vigilaba -

- ¿Sí o no? no hay más - N tragó, incluso si aún no daba ni un bocado a su comida -

- Sí - Respondió al mismo tiempo que se levantaba por los tenedores que había olvidado, pero a la vez, para huir de la vista de V -

- ... - Iba a seguir preguntando, pero decidió mejor dejar así la situación. Después de todo, también era su culpa por no preguntarle ni preocuparse por su pie a pesar de las obvias señales -

N llegó con dos tenedores en una mano, una bolsa con queso blanco dentro, un rallador y una crema Alpura (¡¡Patrociname!!)

- Y... ya está listo - Habló con pizcas de dificultad -

- ... Claro - Suspiró al siguiente instante -

N puso un tenedor frente a V. Ella lo observó por unos segundos antes de mirar a quien ya estaba comiendo su pasta.

- N... - Él nombrado levantó la vista de su plato -

- ¿Sí? - Respondió sin saber que quería la rubia hielo -

- ... ¿Cómo se supone que coma? - N abrió la boca para contestar, antes de razonar que había "amarrado" a V contra la silla - A menos que me quieras dar en la boca - Sonrió divertida ante sus palabras pero también a la reacción de N -

- Ya voy - Se fue a la cocina y regresó a los segundos con cuchillo en mano. Una gota de sudor bajó por la mejilla de V mientras veía como el arma punzocortante la liberaba de sus ataduras de color canela -

- Gracias... - Aunque al instante observó sus pies - ¿No vas a...? -

- No, te quedaras así por todo el dia hasta que te pueda mandar de nuevo a tu casa - P había aceptado que V cuidara a su hijo por todo lo que restaba de día. Y en agradecimiento, él la llevaría a su casa... menudo agradecimiento, pensó V. Ya podía regalarle algo, cualquier cosa... como su hijo -

- Buen provecho - N recuperó su sonrisa y se sentó a comer de nuevo. Mientras V levantaba el tenedor con sus dedos y lo clavaba a los espaguetis -

- ... ¿Estás seguro que no moriré envenenada? - Interrogó con una expresión de burla -

- Claro de que no - Afirmó con molestia -

- ... Si me enveneno, tu pagaras todo - Apuntó hacia él con el tenedor con espagueti antes de darle un mordisco -

- Aja... ojalá te atragantes de lo sabroso que está... - Respondió a su "amenaza" con... ¿otra amenaza? -

N agachó la cabeza, y dio un nuevo mordisco al espagueti que el mismo cocino. Aunque parecía que no le importaba en lo más mínimo la reacción de V, sus ojos estaban puestos en ella, observando cada acción suya que delatara su opinión sobre su comida.

...

Cuando V mordió el espagueti que había preparado N... bueno... no quería ser grosera ni nada, pero si antes ya tenía ganas de secuestrar a N, ahora quería hacerlo aún más. En esta ocasión con la excusa de saborear más de sus habilidades culinarias todos los días... además de otras actividades más diversas... claro que eso nunca lo admitiría... lo de la comida, tal vez sobre el secuestro sí.

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- ¿Entonces? - Preguntó N mientras subía un poco la cabeza, fingiendo no haberla vigilado en todo momento. Pero eso no lo sabía ella -

- ... Sabe... - Las ganas de decirle que debería irse a cocinar en un sitio de renombre invadieron su ser. Aunque otra propuesta era invitarlo a vivir en el sótano que no tenía pero que podía conseguir... de alguna manera... Dos opciones... muy tentadoras para la miope -

- Sabe horrible, mijo. No sirves para esto - Claro que ninguna de las dos iba a ganar -

Ahora sí el autoestima de N se fue no al caño, no a la basura, sino al subsuelo, justo donde estaba el núcleo del planeta, casi que llegaba a Asia de alguna extraña manera.

...

- ... Gracias por la sinceridad... - Regresó al plato y comenzó a comer una vez más. V pudo ver como el rostro de N se había apagado y básicamente había matado toda ilusión en el... "la cague" se repitió mentalmente mientras maquinaba una forma en la que podría solucionar su metida de pata -

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- Bueno... todo se puede con práctica... - Rezo en sus adentros para que N pudiera encontrar esas palabras conmovedoras o mínimamente motivadoras. Casi podía oír a su yo mental insultarla y reclamarle por su error garrafal -

- Tarada, se supone que tenemos que enamorarlo; no hacerlo creer que lo odiamos - Sonaría algo así... y también le reclamará - Recuerda que queremos hacerlo nuestro. Si nos odia la única solución a eso, no es muy legal que digamos... no la eches a perder - De igual forma se dio una cachetada mental, no podía perder su oportunidad -

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- ¿Enserio? - V asintió de inmediato y de manera tan exagerada que casi se golpea con la mesa -

- ... Bueno... tal vez practique un poco luego - Dijo mientras jugaba un poco con el espagueti -

- Estoy segura que si continúas cocinando. Algún día podrás ser un buen cocinero - Mintió con una sonrisa, que irónico. Solo esperaba que N no pudiera ver entre sus mentiras -

- Supongo que tienes razón... - Admitió al mismo tiempo que daba uno de los últimos mordiscos a su comida. Pero entonces se dio cuenta de que V ya se había comido todo el espagueti -

- ... ¿Tanto asco le tenías para comértelo así de rápido? - Preguntó mientras se inclinaba hacia atrás. Estaba sorprendido de rapidez con la que V devoró toda la comida -

- Eh... Bueno... - V pensó en otra escusa que pudiera dar sin que sonará como una falsa afirmación - Seré sincera... tu comida no es horrible, he probado peores. Pero si se nota que necesitas un poquito más para llegar a ser mínimamente aceptable - Esperaba que con ese montón de palabras pudiera marear a N y hacerlo olvidar -

- Entonces, practicaré un poco más... supongo - Dijo mientras se levantaba con los platos de ambos en las manos -

- ¿Sobró? - Preguntó V mientras se hacia la desinteresada -

- No, ¿por qué? - Respondió mientras se daba la vuelta -

- Cuando regresen tus padres, querrán un poco, ¿no? - Escondió su desesperación bajo una mentira que rezaba que no fuera descubierta -

- Nah. No creo que ellos quieran - Se fue a la cocina con los platos en las manos - Además... no quiero matarlos del asco - Rio nerviosamente tras recordar las palabras de V -

Los pecados de V treparon por su espalda...

Su labio interior tembló ligeramente por algunos segundos antes de darse cuenta que N ya había llegado de nuevo y le estaba dedicando una hermosa sonrisa.

- Bueno... - Murmuró al mismo tiempo que rodeaba la mesa mientras tomaba el cuchillo en la mesa con dos de sus dedos, simulando una pinza - Me voy a dormir... - El tamaño de su sonrisa aumentó ligeramente - No rompas nada - Soltó el cuchillo sobre las piernas unidas por la cinta canela de V. Ella solo miró el cuchillo antes de voltear hacia N -

- ¿No me quieres ayudar...? - Módulo un tono casi suplicante -

- No lo necesitas... - Susurró a la vez que recogía el arma punzocortante de nuevo, está vez con todos sus dedos - Es más... - Dejó caer el cuchillo sobre la mesa. Tras unos segundos, deslizó el arma por ella - Esto es demasiado fácil para ti - Lo antes narrado fue realizado sin apartar la vista de V -

- ¿N...? - Se mostró confundida por el cambio de actitud -

- ¿Creíste que podías burlarte de mí, sin que te hiciera nada? - Preguntó mientras seguía sonriendo - ¿Creíste que podías hacer creer a mi papá cosas que no? ¿Creíste que iba a dejar pasar eso y te cocinaría gratis...? - Negó sutilmente con la cabeza antes de caminar fuera del comedor -

- Nos vemos en la noche - Declaró mientras sus pasos se oía cada vez más distantes -

V visualizo el cuchillo que aguardaba su rescate a manos de ella. La arma blanca se hallaba en el centro de la mesa de madera.

Casi podía decir que esto era imposible... claro que ella no se rendiría con apenas eso.

- Supongo que lo traemos muerto... - Declaró su conciencia antes de que V se echara sobre la mesa, levantando la silla con sus piernas y arrastrándose con el resto de su cuerpo -

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El chico de ojos ámbar dormía plácidamente sobre su suave cama. Por alguna extraña razón se sentía más cómodo que nunca. El agradable sentimiento del calorcito abrazarado su cuerpo lo cautivaba... era casi como la ocasión en la que V lo había abrazado... era como si se tratará del mismo calor que había extrañado tanto, al menos de forma inconsciente.

N se movió entre la cama. El calor lo hacía perderse, no podía sentirse a sí mismo, solo la agradable temperatura. Que acariciaba su blanca piel y hacia que su corazón rompa algunas de sus costillas.

Sólo era ese calor, que lo drogaba tanto que aún no era capaz de distinguir entre la realidad o el mundo orinico. Únicamente ese calor podía adormecir su cuerpo y romper cada estímulo nervioso en su cuerpo. Apenas podía respirar ante la nociva sensación, solo necesitaba más de eso para finalmente colapsar.

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Y de hecho... el calor cobró forma física. Lo estaba abrazando por la espalda, privandolo de cualquier ruta escape y sumiendo más en el espiral. No podía escapar y... ¿desde cuándo quiso hacerlo?

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Se dio la vuelta con una innecesaria velocidad y abrazó de vuelta a la materialización del embriagador calor. Su corazón latió con violencia tras esa acción. Apenas y podía sentir su tembloroso cuerpo abrazar el cuerpo de...

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- ¡¿¡V!?! - Explotó el rubio mientras se alejaba de ella de un saltó. Provocando que ella abriera los ojos con burla, pues había estado despierta en todo momento -

- Tranquilo, idiota... lindo... - Susurró lo último - No hay nada de qué asustarse... a menos de que le tengas mello a una mujer... - Dejó salir una pequeña risita antes de levantarse un poco y sentarse sobre sus rodillas -

- En ese caso.... bu~ - Se mostró sonriente mientras se mofaba de él y su susto -

- C... cállate - Masculló -

- Vamos, no te enojes. Tu me dejaste amarrada - Le recordó sin perder su mueca -

- ... ¿Cuándo te liberaste? - La interrogó mientras se acomodaba en la cama y se arropaba de nuevo -Las cuales aventado en el momento del susto- -

- Hace poco, como dos horas - N volteó al reloj digital en la mesita de noche, eran las 7:21. Muy temprano para que sus padres volvieran... aún tenía que sufrir -

- ... Y hace cuanto te acostaste... - Su rostro enrojeció apenas hizo la pregunta. Odiaba tener que hacer esa pregunta o siqueira hacer alusión a eso -

- ... Sí - Respondió. Solo para después acostarse de nuevo y abrazar a N - Buenas noches - Dijo divertida mientras veía como la cara de N entraba en punto de humeo -

- S... suéltame - tropezó con las palabras -

- Nah... no es como si te importara. ¿O sí? - Se mantuvo sonriente -

V solo observo al sonrojado N quien intentaba responder algo. Sin embargo, de su boca solo salían intentos de habla no muy entendibles. El propio N se estaba desesperando consigo mismo por su enorme nerviosismo, y esto solo empeoró cuando V rodeo la parte trasera de su cintura y su cuello por igual.

V acercó más al rubio a su cuerpo. Propiciandole más de ese calor que tanto ama... N se estremeció apenas sintió su respiración estrangular su cuello "cariñosamente". Incluso si eso suena raro...

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Lo odiaba... odia admitir que la chica que lo tenía sumido en ese espiral de sentimientos confunsos y reconfortantes era V... odiaba siquiera el hecho de que tuviera que sentir eso. Odiaba no haberse dado cuenta de ello antes y... odiaba tener la duda si ella sentía lo mismo de igual forma...

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Odiaba...

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Tener que salir de su Burbuja...

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Y darse cuenta de lo que realmente siente.

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Pero... tenía que aceptarlo, ¿no?

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Con un simple acercamiento. V sacó de sus pensamientos al rubio. Haciéndolo enrojecer de sobremanera mientras ella presumia de sus labios rosados curvados hacia arriba.

El avergonzado adolescente de cabellos plateados intentó alejar a la bufona peli-blanca, la cual disfrutaba de sus exageradas acciones y expresiones por igual. N empujó débilmente a V por los hombros.

- Vamos, solo es un abrazo - Recordó mientras se aferraba a él - Solo es un abrazo de amigos -

- Imbécil, ¿por qué dijiste amigos? - Regaño su conciencia -

A pesar de las palabras de "tranquilización" de V. N seguía nervioso por el roce de sus cuerpos y la nula distancia entre ambos adolescentes.

V acercó su rostro a la base del cuello de N. Lo olisquio disimuladamente al mismo tiempo que se elevaba por el hasta llegar al centro del mismo. Examinó el cuello de reojo, la piel blanquecina del chico la hizo literalmente abrir la boca. Dejando a su aliento acariciar el trozo de piel frente suyo como efecto secundario. Sus dientes salieron a la luz, podía reclamar al rubio frente suyo, solo necesitaba un empujón más y...

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N correspondió al abrazo, ella sintió sus brazos rodear su cuerpo. Su boca se cerró como consecuencia, podía esperar... tal vez no estaba lista para dar el paso, tal vez él no lo estaba... sólo necesitaba mover más fichas para asegurar el golpe.

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- Buenas noches - Se escondió en su pecho -

- G... gracias - Respondió sin mucha coherencia -

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Bonus no-canonico

N cayó al suelo por culpa del susto de V.

- Greetings... -

- ¿¡Cómo demonios te liberaste y por qué estás aquí? -

- No lo sé, pero ahora está es mi cama. Hasta mañana -

- ... - N se levantó y salió de escena -

V estaba descansando los ojos plácidamente en su nueva cama. Hasta que sintió como le hechaban un líquido en el cabello y su cuerpo.

- Levántate, desgraciada - N tenía un spray en la mano, y con roceaba a V - Quítate de mi cama -

N dormía en su cama recuperada por el mismo . Hasta que sintió como una cantidad mediana de agua le caía en la cabeza.

- Heya - Saludo V con una gicara en la cabeza -

Ahora V ocupaba la cama, o eso era hasta que N le echó una cubeta entera de agua.

- Sal. De. Mi. Cama. - Dijo con la cubeta aún en manos -

...

N estaba en su mojada cama cuando se despertó por culpa de V, quien había pateado la puerta con sus patotas.

- Me gasté 120 euros en ésto, esperó que te guste - Dijo con una manguera a presión en la mano -

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- ¿¡Quien putas compro una pipa!? - Grito P y M al mismo tiempo -

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Bueno hasta aquí este LARGO capítulo.

Cómo podrán ver. N y V están cerca del coi... Digo, de declararse. Por lo que él eNVy se ahora real en aproximadamente 2 capitulos más.

¿Razón? Porque quiero.

En este capítulo, no se porque, incluí referencias a que V quería secuestrar a N.

Se supone que era una broma con la que le estaba respondiendo a un comentario del cap pasado. Pero al final se volvió true.

Por otro lado, tengo planeado incluir a Uzi, finalmente.

Después de esto, actualice o creare la historia de "Cycle Of Abuse". La historia VxNxJ. Ya imaginarán quien es el abusado.

También, quiero crear una historia utilizando esta imagen.

Tengo dos títulos.

1. The Angel Of Death

2. No Tan Santa...

Personalmente prefiero el 2.

Y...

Prometí que los conseguiría, y aquí los tengo... Lo hice apenas el domingo pasado porque apenas me acordé ese día. Me tarde una hora en descargarlos a los desgraciados estos.