Este recuerdo estaba algo fresco en mi memoria, pero no quería recordarlo, pero aquí estoy, escribiéndolo para que dé una vez deje de atormentarme. Aunque a quien engaño, a una bomba de tiempo no la podemos detener y menos a nuestra adorada caja de recuerdos que se encarga de cada día recordarte...

Con mi hermano nos encontrábamos llenando unas bombuchas (unos globos llenos de agua) ambos teníamos nuestros tachos, el trataba de distraerme, aun podía escuchar como mi madre gritaba que parara, que ya basta. Sabía que él, la estaba golpeando nuevamente pero no podíamos hacer nada, él nos golpearía igual o peor que a mi madre.

– Vamos a jugar al patio, de seguro los chicos van a querer jugar con nosotros. – Dijo mi hermano, bajó las escaleras, yo intenté imitarlo, pero no vi un escalón, perdí el equilibrio y caí rodando por las escaleras...

Vi como mi madre venia corriendo hacia mí, me tomo en sus brazos y me llevo hasta el sofá del living, mire mi cuerpo, estaba toda llena de moretones. Cuando preste atención de lo que sucedía, vi que mi padre golpeaba a mi hermano.

– ¡Deja de golpearlo! – grito mi madre – él no tiene la culpa. – Al parecer mi padre escuchó y lo dejó en el piso tirado, yo solo pude ver como trataba de levantarse, sentí impotencia de no poder ayudarlo, fue golpeado por mi culpa y no lo merecía.

Mis padres me llevaron al hospital donde me internaron en observación, solo tenía algún que otro golpe, los enfermeros quisieron revisar también a mi madre, ya que visiblemente se podía ver como tenía el labio hinchado y partido más su ojo morado, mi padre intervino, les dijo que ella estaba bien que fue un simple accidente. Me miraron a mí y a mi madre como buscando alguna respuesta, pero ninguna podía decir nada, porque papá se puede enojar...