Advertencias: Leves insinuaciones sexuales, pero nada explícito. Se recomienda discreción.

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Estaba mal, lo sabía perfectamente, pero simplemente no podía ignorar la belleza de la prometida de su único amigo. ___ era una noble que por mucho atrapaba las miradas del bufón de la corte.

La joven de cabellos ____ era muy amigable con él, a diferencia de los demás que lo obligaban a hacer trucos de magia, la princesa se sentaba al borde de algún escalón de la sala y miraba atentamente todo lo que hacía, cuando el albino le regresaba el gesto la mujer sonreía. Eran codiciosos cuando dejaron de ser sonrisas y se convirtieron en pequeños saludos.

—Hoy luce radiante, princesa —dijo entusiasmado.

La muchacha negó tranquilamente—. Aún no lo soy, y creo que nunca lo seré.

—El príncipe Fyodor puede ser algo difícil de tratar, pero una vez se acostumbre le será sencillo convivir con él. Estoy seguro que será tan amable como lo fue conmigo cuando llegué al palacio —murmuró ajustando su sombrero.

—Soy más joven que tú, y aún no recibo un título de suma importancia, puedes hablarme con menos formalidad, así me harías creer que tengo un amigo en esta corte —la de ojos ___ provenía de una tierra lejana, al aprender el idioma pensó que sería fácil hacer amigos, pero la mayoría la detestaba por unirse al demonio Fyodor.

—De acuerdo, princesa, yo seré tu amigo —esas palabras fueron acompañadas de un ramo de flores que salió de su manga—. Solo espero no perder la cabeza por ello.

La de cabellos negros apretó el ramo con inocencia—. Si seré la princesa, eventualmente seré la reina y no dejaré que nadie te haga algo malo, puedes confiar en mí, Nikolai.

Los días pasaron demostrando lo codiciosos y exigente que podía ser Gogol, paso de ser un simple amigo que le hacía compañía a un amigo que trataba de tocarla la mayoría de veces. La noble extranjera no pasó desapercibidos esos cuidados, pero ella también los deseaba.

Sin darse cuenta terminaron besandose frente al salón dedicado a las juntas del rey, y afortunadamente nadie los vió. Entonces Gogol creyó que si todos la ignoraban era algo que debía aprovechar.

La mujer sentada en sus piernas le estiró una cucharada del pastel de limón que ella misma solicitó sabiendo que era su favorito—. ¿Te gusta?

—Si eso darás en tu boda, entonces iré con gusto —sus palabras se vieron interrumpidas por el merengue entrando de forma agresiva en su boca. El ceño fruncido y el puchero triste le comunicaron que hizo mal en mencionarlo.

—Yo no quiero casarme con él —murmuró desanimada—. Creí que podía hacer que me amará y así hacer más llevadera mi estadía aquí pero...pero yo no lo amo.

Gogol soltó una risita—. Es la única persona que me trató con dignidad cuando fui nombrado bufón de la corte, igual que tú. Creo que tendrán una vida bastante feliz si intentas apoyarlo en su reclamo al trono. Yo podría hacerte feliz mientras cumples con tu deber —a la par sus dedos se deslizaron debajo del vestido de ____.

La muchacha suspiró profundamente—. Es curioso que lo llames tu mejor amigo, cuando me recuerdas lo que harás mientras cumplo con mi deber —agitada se retorcía sobre su regazo.

—Hace unos meses quería escapar contigo, llevarte a mi tierra natal y vivir mis días junto a tí, pero tampoco estoy dispuesto a llevar a otra jaula que seguramente odiarías más que esta —dejó un beso en la mejilla de la menor—. Quiero tu felicidad, al igual que la supervivencia de Fyodor.

La joven asintió dejando caer la cabeza sobre su hombro—. Descarado.

El albino arqueó las cejas—. No princesa, solo intento darte lo mejor de mí, ahora no te pongas cómoda, tengo otro truco que enseñarte.

¿Vieron lo horny que se puso? Solo para aclarar que no me gusta el NTR (infidelidad) pero Gogol saca lo peor de mí. 
En realidad este escenario era protagonizado por una OC pero al ser muy pero muy explícito lo corregí, e intercambie con ___

Yo cuando Gogol:

-Honey