①④: Muerte
¿Cómo reaccionarían a tu muerte?
Personajes:
- Tachihara (Con spoilers de manga)
- Oda
- Nikolai
- Fyodor
[Tachihara]
- ¡No, no!- corrió hacia ti cuando escuchó un grito herido. Tu cuerpo se dejó caer, siendo amortiguado por el pelirrojo.
- No ella, por favor.- imploraba a Dios. - No me la quites también.
Tu asesino, junto con sus cómplices miraban atónitos la escena. Su plan de extorsión hacia el miembro de Lagarto Negro y los Perros Cazadores había terminado en homicidio por una bala pérdida de una de sus armas.
- Tachi...- intentaste nombrarlo, pero la herida ocurrió en tu corazón, lo que te debilitó rápidamente.
- Vas a estar bien.- se decía a sí mismo en auténtico pánico. - Vas a estar bien T/n.
Soltaste un suspiro pesado, mirando fijamente hacia el techo.
Habías fallecido.
- ¿T/n?- sintió como si el mundo se hubiera detenido. Te miraba expectante, esperando una reacción o movimiento tuyo.
Nada.
Una ola de emociones invadió su mente: miedo, melancolía y odio... profundo odio.
Tomó delicadamente el collar que te regaló hace algunos aniversarios. Un collar de metal que él mismo había manipulado y moldeado para ti.
Cómo hubiera preferido conservarlo para mantener algo de ti con él. Pero ese no sería el caso.
Fue en un segundo él como el collar se movió, degollando los cuellos de los bastardos que se atrevieron a arrebatarle al joven lo más preciado que tenía.
El único ruido existente en esa bodega abandonada, era el de los cuerpos de tus asesinos caer y sus esfuerzos en respirar inútilmente al ser ahogados por su propia sangre.
[Oda]
El atentado de Mimic contra su... familia, había devastado el corazón del mafioso.
Inmediatamente hubiera partido para asesinar a quiénes decidieron arrebatarle las personas más preciadas para el, pero no lo hizo, por ti.
Cuando llegó a la casa de los niños, después de haber visto al dueño asesinado, se encontró contigo en el suelo moribunda y manchada de tu propia sangre al ser atravesada por 3 balas en el abdomen.
No le permitiste atenderte y le pediste que fuera en busca de los niños.
El resto fue historia...
Fuiste la única que salió con vida, pero esta parecía marchitarse con cada segundo que pasabas en el hospital. Al despertar de tu recuperación, Oda te contó lo que más temías. Los pequeños no pudieron salvarse.
¿Saben que la mente enferma al cuerpo?
Pues ocurrió que tras saber lo ocurrido, entraste en un fuerte episodio depresivo que empeoró tu salud, que de por sí se encontraba sumamente delicada.
Todos los sabían, los médicos, Oda y tu lo sabían. Tu tiempo se agotaba.
- Sakunosuke, ¿podrías prometernos algo a los niños y a mí?- preguntaste mientras sentías la brisa elevar tu cabello. Algo en ti te decía que ya era hora de partir, por lo que proseguiste a pedirle al pelirrojo que permaneciera contigo, sin la presencia de los médicos.
- No te apresures en volver con nosotros.
Giraste a verlo con una delicada sonrisa mientras lágrimas brotaban de tus ojos.
Más tarde cuando le pediste descansar, la máquina de pulso y ritmo cardíaco comenzó a alertar una disminución de signos vitales.
Ya no quedaba más por hacer.
¿Que harías cuando la última persona que te da una razón para seguir muere?
Vengarse fue la decisión de Sakunosuke.
Le tomó unos dias preparar su arsenal y despedirse debidamente de los 6.
Se encontraba arrodillado frente a una lápida donde el nombre de los seis estaba grabado, cada uno terminando con el apellido "Oda".
Después de haber rezado y dejado un ramo de flores recargado en la lápida, optó por retirarse, no sin antes darle una última mirada al lugar donde habían sis restos yacían
- Shinji, Kosuke, Yu, Katsumi, Sakura... T/n. ¿Me perdonarían si rompiera mi promesa?
[Nikolai]
- Conseguiremos un lindo lugar para que descanses. - comentó alegre mientras cargaba tu cuerpo sin vida en brazos. - No conozco mucho de aquí, pero le preguntaré a Dos-kun sí conoce un buen sitio para ti.
Repentinamente detuvo su andar, fijándose en el hermoso atardecer que se formaba en el puerto de Yokohama. Estaba seguro que a ti te hubiera encantado verlo.
- Estoy sintiendo muchas cosas en estos momentos, sabes?- te miró con cariño mientras quitaba un mechón rebelde de tu rostro.- Te envidio porque conseguiste la completa libertad antes que yo. Serás una ave libre por toda la eternidad. Pero T/n-chan...- Sus piernas flaquearon y cayó de rodillas aún contigo en brazos, estrujandote hacia su pecho.- ¿Por qué me siento así?
Su voz se quebraba con cada palabra. El sin notarlo estaba forzando su sonrisa al pretender un sentimiento de felicidad por tu "liberación"; sus ojos se nublaban por las lágrimas que emergían sin parar; Le costaba respirar y su pecho dolía.
Creía que contigo fuera de su vida, una atadura más se desvanecería, lo que lo acercaría más a su independencia moral.
Y ahora que ya no estabas...
¿Por qué estaba sufriendo?
[Fyodor]
- Fyodor no... no quiero morir.- sollozabas asustada mientras el mencionado te acariciaba gentilmente el rostro.
- Es natural tu miedo, querida. El hombre teme a la muerte porque ama a la vida.- te miraba con tanto cariño, como nunca antes lo había hecho.
- Por favor Fyodor, yo te amo. No hagas esto.- querías apartar su mano de ti, pero no te arriesgarías a que activara su habilidad. Corrías el mismo peligro como lo hacías en ese momento.
- Yo te amo igual, T/n. Amé a una humana incluso en su pecado. ¿Es que acaso eso no demuestra lo que significas para mí?
- Si me amaras, no me matarías.
- Ah~ mi pequeña humana. Tu mundo está plagado de pecado y tiranía que nadie es capaz de distinguirlo. Soy el único ser capaz de terminar con todo el crimen y castigo en este lugar. Y a pesar de ser una pecadora como el resto, quiero acabar con tu sufrimiento lo antes posible, porque te amo.- las caricias en tu mejilla cesaron.
- Fyodor...- gemiste, casi inaudible.
- Sh, mi amada, al final todos expiarán sus pecados, pero creeme...- acercó sus labios a tu oído para susurrar-. Que tu liberación será mucho mejor que el resto de la escoria en este mundo.
Y dicho esto, activó su habilidad.
Ningún ruido salió de ti. En tus ojos solo se desvaneció ese brillo de vida que parecía disfrutar y fascinar a Fyodor mientras vivías.
Antes de caer violentamente, Dostoyevski te atrapó como pudo, bajando tu cuerpo lentamente al suelo.
Tus párpados permanecieron abiertos, lo que lo hizo cerrarlos delicadamente, como si de un pétalo de flor se tratase.
Miraba tu rostro a detalle bajo la luz de la luna. Con todo e imperfecciones, eras la dama más hermosa ante sus ojos.
Dios, que exquisita y angelical te veías de esa forma, parecía que descansabas en paz por toda la eternidad. Era una imagen que Fyodor jamás sacaría de su mente.
Inclinó su frente para encontrarse con la tuya.
- Perdóname... por mi amor. Por arruinarte con mi amor.
A pesar de cumplir su deseo de liberarte de todo pecado, tu vivaz existencia -ahora ausente- le causó un poco de melancolía.
Sus planes para un mundo sin habilidades ni pecado seguían en pie. Nadie se interpondría a su creación de un mundo perfecto. Pero...
¿Sería completamente perfecto aunque no estuvieras en él?
- Nememes, siento que el de Oda me quedó perronsísimo.
- Me siento babosa al apenas enterarme que "Oda" es el apellido y no "Sakunosuke".
- Pregunta seria para personas serias. ¿Que personajes de BSD creen que sean buenos para el delicioso, y por qué?
- Se vale la mera intuición.
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