③②: En el altar 🔔💐

Y ahí están, esperando tu llegada al altar pero... estás tardando demasiado.

¿Cómo reaccionan a tu demora? 

Personajes

- Dazai 

- Kunikida 

- Atsushi

- Jouno 

- Poe

- Tachihara


[Dazai]

◆ Está tranquilo, te conoce tan bien que sabe que para momentos de alta presión sueles tomarte tu tiempo para prepararte mentalmente, y es posible que casarse sea la ocasión más angustiante que has vivido hasta ahora.

◆ Todos los invitados están cuestionando pero él se mantiene sereno, aunque eso no signifique que no esté preocupado por ti. Quiere estar ahí para cuidarte, si no lo hiciera ¿por qué se estarían casando entonces?

◆ Después de un rato toma camino hacia dónde te encuentres, ignorando el intento de otros por detenerlo.

— ¿Dazai-san, adonde va?— Atsushi es el único invitado al que atiende.

—Iré a ver a mi esposa ¿adonde más?— le dedica una última sonrisa a su discípulo y abandona la sala en tu búsqueda. 


[Kunikida]

◆ Él está nervioso y no lo oculta. Su mente le está haciendo malas jugadas y con cada escenario su desespero aumenta.

◆ Aún visualizando un sinfín de posibilidades él no considera la posibilidad de tu huída o algún engaño, más bien sus escenarios mentales se basan en que corres algún peligro, desde una herida hasta un secuestro por algún grupo enemigo.

◆ Llega un punto en el que Atsushi, Kyoka, Yosano y Kenji están desesperados por quitarle su libreta de las manos pues está creando un armamento, desde pistolas pequeñas hasta bombas militares. ¿Este quiere ir a la guerra o qué?

◆ Es cuando haces presencia en el salón - tras abrir abruptamente las puertas - que Kunikida detiene su fabricación para correr a abrazarte.

La boda ya puede continuar. 


[Atsushi]

◆ Está hecho un lío, todavía no viven como marido y mujer y cree que ya la cagó. Quiere que lo abracen, quiere que TÚ lo consoles.

◆ No puede pedir ayuda porque está sumergido en pensamientos negativos que le impiden razonar.

«¿Será posible que te hayas retractado a último momento? Tal vez... Hay mejores personas que yo. ¿Por qué querrías casarte con alguien como... yo? »

◆ Afortunadamente Dazai, el autonombrado padrino, llega para mutar esos pensamientos devoradores y hacerle volver a la realidad.

— ¿Si tanto deseas verla qué te detiene?

— ¿Pero y sí ella ya no...-

— Atsushi-kun, concentrate. Después de todo lo que han vivido ¿de verdad crees qué T/n te abandonaría?

— No... nunca lo hizo.

— Eso, ya tienes la respuesta a tu mayor duda, ahora resuelve la otra encontrándola.

— ...De acuerdo.

— Ve por ella tigre.


[Jouno]

◆ Está en paz, sabe con certeza que tu demora no es más que por un repentino inconveniente. Lo sabe porque te conoce y además porque puede percibirte gracias a sus sentidos desarrollados.

◆Sale de la sala ceremonial para alejarse del ruido que estanca su oído. Aún le cuesta hallarte debido a las decenas de invitados en la estructura, pero cuando lo hace escucha la conversación que estás teniendo con tus damas, intentan calmarte.

◆ Escuchar tu corazón acelerar y tu respiración descontrolarse hace que tenga una lucha interna entre ir a apoyarte y sosegar tu inquietud o quedarse en el altar y esperar. Sin embargo, el escenario en su mente le predica lo que seguro sucederá si comete lo primero, que es lo que más desea: Si es que llega contigo será rechazado por la popular superstición de que el novio no puede mirar a la novia antes de tiempo.

◆ Como dije, él te conoce muy bien y sabe que crees en ese tipo de mitos.

◆ No quiere quedarse de brazos cruzados mientras tú estás en ese estado, así que medita para encontrar una solución o por lo menos una excusa sólida para hacer presencia en tu habitación y anular la creencia.

— Mmm... — Esa excusa se le ocurre en menos de diez segundos. — ¡Lo tengo! — Es estúpida pero efectiva.

.

.

.

— ¿Jouno-san? —dice una de tus damas bloqueando la entrada.— No puede entrar, aún no puede mirar a la novia.

— N/D-san... estoy ciego. 


[Poe]

◆ ♫Auxilio, se desmaya, traiganle una Coca♫

◆ NO, DE VERDAD SE ESTÁ DESMAYANDO, QUE ALGUIEN LO AYUDE. ¡T/N TIENES QUE ARRIBAR YA!

◆ Está expuesto a mucha amsiedad. Desde un principio estaba sufriendo internamente al ser el centro de atención en un espacio cerrado lleno de gente, ahora está muriendo porque no llegas.

◆ La única cosa que lo salvaba de derrumbarse era Karl y la bola de pelos se acaba de escapar.

(Nota: Fue a buscarte.)

◆ Ahora es turno de Ranpo para tranquilizar a su amigo y vaya que lo logra, claro que con la ayuda de sus lentes "especiales" para hacerle saber al más alto que sigues en el convento.

◆ Un consejito para más tarde, deberían dejarle 5 min de ventaja en la mesa de dulces antes de abrirla al público, porque se lo merece.

— ¡Karl!— no hace falta decir que cuando el animal regresa al altar Edgar lo recibe con gran alivio, sin importarle que lleve una diadema con velo en el hocico.

— ¡Karl!— entras agitada buscando a tu maphijo para quitarle la diadema, pero cuando cruzas mirada con tu pronto esposo olvidas el porqué llegaste ahí en primer lugar. — ¿Allan? — Está asustado. Esa mirada es suficiente para que tu corazón tome el control de tu cuerpo y te haga correr hacia él para acunarlo en un abrazo protector. — Cariño, ¿estás bien?

◆ Está bien, ahora que estás ahí, está completo.

◆ Por cierto, si antes te veía como una reina, con ese vestido ahora eres su diosa. 


[Tachihara (Port Mafia)]

◆ Está inquieto pero mantiene la ansiedad para sí mismo porque sabe que puede cometer estupideces por lo impulsivo que es.

◆ Intenta callar su mente cuando esta lo jode con la idea de que tal vez huiste. Si, sabe que tu corazón no está en la Port Mafia... ¿pero en él si, verdad? Pensamientos como ese son los que juegan con su razón pero los mantiene a raya como puede.

— ¿Tachihara no se te ha cruzado por la cabeza que tal vez T/n encontró a alguien más civilizado?— bromea Hirotsu, aunque en el peor momento.

— Seh,— continua Chuuya — A alguien menos arrogante y violento.

◆ Con eso su contención se va por la borda.

—...Tch ¡Callense imbéciles! 

¡Bang!

¡Bang!

¡Bang!

— ¿Y eso? — justo cuando estás por abrir las puertas es cuando resuenan los tres cañonazos, lo que te hace casi tumbar la entrada.— ¡Tachihara!

◆ Tu futuro esposo está intentando acribillar a ambos mafiosos, cosa inútil pues las habilidades de los contrarios se lo impiden.

◆ No te impresiona el acto, conoces el temperamento que tiene el pelirrojo y lo fácil que es provocarlo, lo que te impresiona es de dónde sacó la pistola ya que, según tú, le habías retirado todas las armas que cargaba consigo antes de que fueran a prepararse.

● Auxilio... creo que me estoy enamorando.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top