②⑨: El Resplandor
Atsushi, Lucy y tú entraron a la película de El Resplandor.
Mucha suerte.
Las respiraciones de los cinco eran agitadas, de los cuatro detectives, Atsushi tenía la delantera.
- ¡Se dirige al cine!- gritaste.
La sospechosa entró a la estructura casi tropezándose con las puertas de la entrada. El resto le siguió el paso unos metros atrás.
Giró en una de las esquinas del lugar y entró a una de las salas de proyección, donde segundos después, tú y el resto de detectives la alcanzaron. Justo antes de que entraras, miraste de reojo el póster promocional de la película en curso.
El lugar estaba casi vacío. La mujer trató de llegar al otro lado de la sala para escapar por la salida de emergencia pero fue interceptada por el peliblanco gracias a su habilidad felina. Trató de regresar por donde había entrado y nuevamente fue impedida por el resto de las chicas. Ahora estaba rodeada con la mega pantalla detrás de ella.
- Señorita, por favor.- dijo Atsushi intentando tranquilizar a la alterada joven.
- Entreguese.- escupió Kyoka sin muchas ganas de compadecerse. - Pacíficamente.- deslizó suavemente su cuchillo fuera de su caja.
- Kyoka baja el arma. Ella tiene una habilidad.- cubriste la navaja con una de tus manos para evitar la detonación de una catástrofe. Después de todo, el ser más peligroso es alguien que tiene miedo.
La joven miró hacia atrás afirmando que la filmación corría a sus espaldas y palmeó firmemente la pantalla. El gran toldo resplandeció con un brillo inusual, casi cegador, y una fuerza como magnética comenzó arrastrar los pies de los detectives. La película intentaba absorberlos.
La primera en ceder fue Lucy, y Atsushi en un intento de salvarla con sus habilidades de tigre fue posteriormente tragado.
Luego de ellos, Kyoka comenzó a levitar forzadamente hacia la pantalla, pero repentinamente cayó al suelo contigo encima clavando su cuchillo en el piso para impedir que fuera jalada.
- ¡Kyoka, no dejes que huya!- nuevamente la fuerza de la habilidad se hizo presente y te arrastró hasta desaparecer en la gran pantalla resplandeciente. Fue después de tu absorción que se tornó negra.
Kyoka miró atónita la pantalla ahora sin energía, desconociendo el paradero y estado de sus compañeros. Y ya con otra cara, volvió a dirigirse a la joven que parecía estar recuperando fuerzas tras haber activado su poder. Estaba molesta, muy molesta.
- Bien.- sin esfuerzo adicional, sacó el arma bien clavada del suelo para levantarse y dirigirse a la mayor.- Será por las malas.
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En otra parte, otro brillo se hizo presente y los tres jóvenes fueron escupidos de este. No tardaron en alzarse y ponerse en posición defensiva a pesar de desconocer su alrededor. Bueno al menos tú sí lo conocías.
- ¿Qué es este lugar?- preguntó Atsushi.
- Ay no. - miraste a tu alrededor confirmando que estaban en la reconocida bodega de comida. - ¿De verdad estamos aquí?
- ¡¿T/n, dónde estamos?!- ahora fue Lucy quien cuestionó.
- Es el Hotel Overlook de la película. Estamos en la bodega de suplementos.
- ¿Película? ¿O sea que estamos dentro de una película?- asentiste lentamente a la duda de Atsushi.
- Creo que la chica sabía lo que hacía y por eso nos metió en esta.
- Espera, espera ¿es malo estar en esta película?- Lucy se preocupaba cada vez más.
- ¿En serio preguntas eso? ¡Estamos en El Resplandor! ¡Es muy, muy malo!
El par contrario parecía aún más confundido.
- Okay, no me voy a enojar porque son huérfanos. - susurraste lo primero para ti misma. - ¡Escuchen! No les contaré toda la trama, solo lo importante, así que atentos: No vayan a la habitación 237; sí ven a unas gemelas significa peligro, así que corran; sí ven una pelota rodar no la sigan; Y LA MÁS IMPORTANTE, en este hotel solo habita una familia, una madre, un padre y su niño. La madre y el niño son buenos. Si ven al padre, corran sin importar que.
Llegó un pensamiento a tu mente, una posible salvación.
- Lucy, llévanos al cuarto de Anne. - la contraria asintió y chasqueó sus dedos. No pasó nada.
Justo lo que temías, la habilidad era similar a la de Poe restringiendo otras habilidades mientras él o los sujetos permanezca en la obra.
Con más prisa abriste la puerta de la bodega unos centímetros para asegurarse de permanecer fuera del peligro. La siguiente habitación que daba con el almacén era la cocina, justo como en la película.
- No hay nadie.- Abriste la puerta completamente para que el todos salieran. - Y ya que no podemos usar nuestros poderes aquí, tomen esto. - les entregaste cuchillos que seguro el personal botó sin importancia.
《Tenía que salvar a la que tiene mayor conocimiento en armas. Pendeja yo.》
- Escuchen, no se en que parte estamos de la película, así que estén MUY alerta.
¡Pam!
Los tres se tensaron tras oír el estruendo. Había sido un golpe.
¡Pam!
Atsushi y Lucy te miraron en busca de una respuesta, a lo que tú solo pudiste sacudir los hombros. El ruido parecía escucharse lejos, lo suficientemente lejano de la cocina, bodega y gran comedor.
¡Pam!
Le hiciste señas al resto para que te siguieran silenciosamente, pues aunque te hubiera gustado permanecer en la cocina llena de provisiones y cuchillos, la película corría y tarde o temprano Jack llegaría a la cocina.
¡Pam!
El dúo siguió tus pasos sin cuestionar, bastante serios y alertas pues con cada esquina que recorrían el impacto sonaba aún más cerca.
A punto de salir de una esquina paraste en seco, estirando el brazo hacia atrás para detener el andar de tus amigos. Si salían de dicha esquina se encontrarían con el lobby, donde el padre lanzaba una pelota hacia un muro para volver a recuperarla.
No te gustó estar a metros cerca del que sería el siguiente asesino del hotel, pero sentiste un pequeño alivio al reconocer la escena y tener por lo menos una referencia del tiempo en la trama.
- Aún estamos a tiempo.- nuevamente hablaste para ti misma. Haciendo un movimiento con el brazo que impidió el avance de tus colegas, les diste la orden de retirarse y volver de donde vinieron.
- Ya sé el tiempo en el que estamos. - anunciaste tomando la delantera del recorrido. - Creo que hay tiempo suficiente para que nos saquen de aquí y sin...- paraste tan repentinamente que la pelirroja chocó con tu espalda y el peliblanco con la suya. Estaban a punto de reclamar pero sus miradas se dirigieron al frente.
- T/n... - susurró una atónita Lucy.
Delante del trío, al final del pasillo, había un par de niñas con el mismo atuendo, gemelas de hecho.
- Esto está mal. - retrocediste confundida por el extraño cambio de tiempos en la historia. Lo único que pudieron hacer los chicos fue imitar tu acción y caminar hacia atrás.
- Ven y juega con nosotros Danny.- dijeron las gemelas.
- ¡Nop!- tomaste fuertemente las muñecas de tus colegas y los obligaste a huir de la escena.
- ¿Quién es Danny?- logró formular Atsushi a pesar de su respiración agitada.
- ¡Es el niño del que les hablé, pero él no estaba ahí!
《¿Será posible que...?》
- ¡Miren!- señaló Atsushi un par de ascensores con compuertas rojas. Fue entonces que él tomó la delantera para oprimir uno de los botones que llamaría a los elevadores a pesar de tus gritos para que se detuviera.
Tal y como en el filme, las compuertas nunca abrieron pero de ellas comenzó a deslizarse una masiva cantidad de líquido escarlata, sangre. Era tanta su expulsión que no tardó en inundar el pasillo, arrastrando a los tres como la corriente de un río sin importar sus esfuerzos por escapar.
El río de sangre era tan violento que chocaban con los muros al girar por los pasillos, y la sangre era tan espesa que debían mantenerse pataleando para no ahogarse.
- ¡T/-!- gritó Montgomery antes de hundirse momentáneamente.
- ¡Lucy!- gritaron el peliblanco y tú.
Ya desesperado, Atsushi nadó como pudo al frente, esperando la oportunidad para aferrarse a algo y sacarlas de esa corriente mortal.
Encontró esa oportunidad cuando el afluente dió un giro hacia un nuevo pasillo lleno de habitaciones vacías.
- ¡T/n, toma a Lucy! - y dicho eso, con una mano apretó fuertemente el picaporte de una de las puertas a su izquierda y extendió su otro brazo para atraparlas e introducirse a la habitación.
Al bloquear la puerta, los únicos ruidos que abundaron fueron jadeos y agitada tos, reacciones normales de pulmones necesitados de aire.
A decir verdad, tardaron minutos para recuperarse un mínimo.
- Dijiste que...- Lucy a pesar de haberse recuperado un poco, con cada pausa que hacía un jadeo salía de ella.- sí veíamos a las gemelas huyeramos. Pero... también mencionaste que la familia es la única que reside aquí.
- Esa es una de las sorpresas de la película, ellas están muertas. Ellas y toda persona que no sea esa maldita familia es un fantasma que forma parte del hotel.
- ¿O sea que también hay que cuidarnos de los fantasmas?- dedujó Atsushi.
- Solo de la mujer en la habitación 237, pero es por eso que no iremos ahí. Además, los muertos no son el mayor de nuestros problemas ahora, algo no está bien aquí.
- ¿En serio? Creí que tú fuiste la primera en notar que nada estaba bien aquí. - replicó la pelirroja de una manera hostil.
- Lucy...- A Atsushi no le pareció que su amiga descargara su frustración contigo, después de todo, eras la única que podía reconocer el peligro en el que se encontraban. Sin ti, posiblemente ya se habrían metido en irremediables problemas.
- Está bien Atsushi. Lo que quiero decir es que la película no está siguiendo su cronología. Después de ver al padre lanzar la pelota, las gemelas y el mar de sangre no ocurren consecutivamente. Además lo que más me inquieta es la ausencia del niño. Danny no estaba en la escena que acaba de pasar con las gemelas.
- ¿Y eso que significa?- inquirió Nakajima.
- Espero que esté equivocada, pero sí se las gemelas dijeron "Danny" refiriéndose a nosotros, entonces...
- ¿Entonces...?- insistió Montgomery.
- Estamos representando a la madre y el niño.
- Y...
- Y el padre vendrá a buscarnos.
¡CHAP!
El sonido de un hacha desgarrando la puerta sacó un grito de todos.
¡CHAP!
- ¡Corran al baño, AHORA!
- ¡Wendy, he vuelto amor!
Nuevamente bloquearon la puerta, aunque el seguro del baño era más vulnerable a comparación del de la entrada a la alcoba.
- ¡Salgan por la ventana! - A diferencia de la madre en la película, no ibas a desperdiciar segundos valiosos para intentar razonar con ese desquiciado.
Lucy abrió la pequeña apertura de lo que el hotel construyó como ventana y a empujones, por parte del resto, salió de esta siendo instantáneamente golpeada por una ventisca invernal.
¡CHAP!
- ¡Atushi vas!
- Pero...
¡CHAP!
- ¡Voy detrás de ti! Ustedes me ayudarán a salir.
Sin protestar más, ahora fue él quien fue empujado y jaloneado por ambas.
¡CHAP!
¡CHAP!
- ¡T/n tu mano!- exigió aprisa después de haber salido.
¡¡¡CHAP!!!
Todo ese tiempo te obligaste a no voltear hacia la puerta para no angustiarte más, pero ese último hachazo fue tan fuerte que la reacción de girar fue instintiva.
- ¡Aquí está Johnny~!
No había espejo en la habitación que te confirmara, pero sabías que tu rostro había palidecido. La mirada extática de Jack, sedienta de sangre y ansiada de matarte era tan inhumana que parecía estrangularte, pues fueron escasos -y al mismo tiempo eternos- los segundos que tus pulmones dejaron de recibir aire.
Un tirón a tu camisa finalmente te hizo avanzar, aunque tu mente se quedó en el estado de shock.
Disociada de la realidad, sentiste como las manos de tus amigos recorrían tus brazos y axilas en un intento de sacarte; escuchaste sus gritos llamando tu nombre, pero la capa fina que había separado tu mente de la realidad, los hacía sonar como gritos lejanos.
Click.
Todo se movía ahora más lento. Escuchaste a Lucy gritar desgarradoramente y a Atsushi llamarte al borde del llanto. Volviste a girar hacia la puerta que ya había sido desbloqueada, encontrándote con un hombre cegado de locura impulsando su hacha hacia el frente directo a tu cabeza.
El tiempo pasaba lento, pero la hoja del arma ya estaba a centímetros de tu frente.
《Voy a morir.》- cerraste los ojos aceptando tu realidad.
.
.
.
- ¡-tán de vuelta!- A tus oídos el grito fue distorsionado, pero el tono fue lo suficientemente alto como para comprenderlo.
Unas manos se posaron en tus hombros haciéndote gritar.
- ¡Soy yo T/n-chan! Soy yo, Dazai.- no esperó que reaccionaras así. De hecho no creyó que el posible desenlace de esa misión fuera tan catastrófica.
- Dazai-san...- finalmente abriste los ojos.
- ¡T/n!- el dúo de tu misma edad no esperó más y se abalanzó sobre ti. Pudiste escuchar los espasmos chillones de Lucy y el intento fallido de Atsushi de no sorber su mucosidad.
Tu vista se nubló por la retención de lágrimas. Al cerrar los párpados, un suspiro involuntario salió expulsado de ti. Era una espiración llena de alivio y miedo.
- Debemos hacerles el interrogatorio de lo que pasó.- dijo Kunikida aproximándose a los tres.
- Espera Kunikida-kun, dejalos así un poco más.- el castaño vendado estiró su brazo para detener el paso del rubio. - Está claro que vivieron el infierno hasta que llegamos aquí.
● Por cuestión de flojera ya no escribí qué pasó con la fugitiva y Kyoka, así que ahí les va:
° Kyoka logró acorralar a la chica y esta al estar débil cedió.
° Yasha Shirayuki fue quién mantuvo a la chica bajo supervisión mientras Kyoka llamaba a la Agencia.
° Obviamente Dazai tuvo que dirigirse a la escena para liberar la habilidad y sacarlos a todos de la película.
● Yo originalmente con la idea de hacerlo cómico y me sale esto. Yo sólita me engañé 🤡
● Para los que hayan visto la peli y piensen "¿Qué pinga? Eso no pasa en la historia" pues efectivamente, me agarre escenas de la película original y escenas de Ready Player One.
● La verdad es que para mi El Resplandor no es una pelicula que me dé miedo, pero ahorita que lo escribí con un punto de vista no como espectador, sino como alguien que lo está viviendo, si reconsideré mi primera opinión.
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