Capítulo 37

Aviso: mención de angst.

Una cosita, he editado el capítulo 35 poniendo que Jungkook le dice a Taehyung que llame a una ambulancia para Jimin y también he editado que Taehyung sí llamó a Hoseok y Yoongi pero estos no le contestaron.

Ahora sí, espero que no sufráis mucho leyendo.

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Jungkook dejó de lado su aturdimiento al divisar a Jimin aún levemente escondido tras Taehyung.

Debía tener empatía y entender que era normal que el castaño estuviera bloqueado ante la violenta escena, sin embargo debía admitir que no se arrepentía de una mierda.

Habían hecho daño a su menor y no pudo reaccionar de otra forma que no fuera esa. Y aunque sabía perfectamente que la violencia a veces no era la solución, en ese caso había sido más que justificada porque joder, habían hasta quemado al castaño, añadiendo el hecho de que también tenía un brazo fracturado, moretones y un ojo que no le cerraba bien.

Cosa que le hizo volver a hervir de rabia, aún seguía furioso a pesar de lo que ya les había hecho a cada cabrón.

Es qué, estaba más que claro que esto se tenía que acabar, y aunque se sentía como una puta mierda por no haber podido evitar lo ocurrido, tenía clarísimo que Jimin debía denunciar obligatoriamente a los hijos de puta dándole igual si su persona también salía perjudicado, debido a que había violentado a los matones y estos simultáneamente podrían denunciarle.

Pero eso ya no le importaba, lo único que quería era que Park consiguiera paz, tranquilidad y calma, aquello que siempre se ha merecido y no ha podido conseguir.

Las cosas cambiarían y aún así él mismo acabara teniendo problemas, le daba igual. Y podía sonar extremista, sin embargo ya habían llegado al tope, Jimin debía acabar con los abusos.

Dejó sus complejos pensamientos de lado, para enseguida prestar atención a quién o más bien a quiénes estaban en frente de ellos. Su madre más concretamente, que le estaba dedicando una mirada fría y de incredulidad.

Por otra parte, Jimin cuando paró de mirar hacia el interior del aula con espanto, viendo como el grupo entero de Sehun estaban sobre el suelo llenos de sangre y llorando, tragó saliva nervioso.

Sinceramente, el ver la escena violenta no fue realmente lo que le causó tanto impacto. Después de todo aquellos abusones no les daba ni la más mínima lástima, pero lo que sí le impactó fue el ver a Jungkook con sus manos llenas de sangre.

Porque aunque sabía que él era el líder de una pandilla callejera, jamás se esperó verle de nuevo tan violento como aquella vez en la que le tiraron en la piscina. Aunque ese día, Namjoon pronto le llevó al interior del salón de la mansión de Seokjin, para que no pudiera presenciar la pelea de Jeon con el chico que le tiró.

Y cierto era que ese día no llegó a ver sangre porque al pelinegro le dio tiempo a limpiarse antes de reunirse de nuevo con su persona. Sin embargo, hoy lo tenía a tan unos metros con su rostro serio, respirando agitado y con sus manos llenas de sangre.

Por lo tanto, su cabeza era un verdadero lío y más al sentirse tan cohibido por lo sufrido hace unos minutos, pero sabía que era un sentimiento que debía dejar de lado porque Jeon lo había hecho para defenderle, aún así no podía dejar de sentirse mal.

Ni siquiera sabía si una vez llegado hasta este punto, Jungkook debía seguir defendiéndole, ya que se sentía un simple estorbo para el mayor, no sabía ni qué pensar o hacer.

Otro factor que le desestabilizó de sobremanera, era que no soportaba la violencia después de todo lo que había sufrido desde pequeño, sin embargo algo en su corazón le decía que aquello no era lo mismo debido a que Jungkook había empleado la violencia para defenderle.

Aún así al volverle a ver, no fue capaz de mantener su mirada en él, así que rápidamente la apartó algo temeroso, simplemente no sabía qué pensar, y aunque algo en su interior le decía que aquello era correcto, su ética le decía que no.

Tras unos segundos volvió a subir sus ojos tras la espalda de Taehyung y se sorprendió al ver a la persona que había llegado recientemente, una mujer de fino porte que llevaba un vestido color vino y tacones de aguja negros a la vez que brillantes en demasía.

Aquella tenía pelo negro, ojos redondos que le se le hacían extremadamente familiares y un porte elegante en demasía, entonces flashes llegaron a su cabeza porque la recordó de algo, fue cuando en los pasillos del instituto hace meses, aquella chocó sin querer con él aquel día que los matones le humillaron.

Jimin salió de sus pensamientos cuando la mujer se pronunció con fino acento.

-Hijo. -Mencionó la mujer falsamente consternada.

Jungkook miró con odio a su madre.

-¿Qué mierda haces aquí? -Siseó con veneno.

La mujer alzó una de sus perfiladas cejas, ya veía que su hijo no estaba dispuesto a enterrar el hacha de guerra ni dar su brazo a torcer, así que dejó de lado su paripé de madre preocupada para a cambio, dar paso a su comportamiento habitual y mezquino.

-Cuida tus modales Jeongguk, estoy impresionada por todo esto, es que... ¿de verdad te parece normal que me hayan tenido que llamar por formar tú tal escándalo? -Cuestionó esta vez severamente y con un tono de voz autoritario.

-No me llames así. -Dijo enfadado ignorando lo que la otra le había dicho.-Jodidamente no me vuelvas a llamar así si no quieres que pierda mi puta paciencia. -Masculló jodido, ahora mismo sólo quería que Jimin fuera al hospital y que denunciara a esos cabrones, nada más.

La mujer que olía potentemente a perfume Dior suspiró, después de todo su hijo no había cambiado en nada y seguía siendo un mediocre de primera en cuanto a su forma de ser.

-No voy a discutir contigo, pero te quiero decir que esto se ha acabado, se han acabado las absurdas peleas de pandillas barriobajeras, la violencia que empleas en el instituto y que hoy me has mostrado, acompañado de tus demás hábitos vulgares, es hora de que te hagas cargo de nuestra empresa y cambies. Es momento de que dejes de querer huir de nosotros, tus padres, que solamente queremos lo mejor para ti. -Su madre le habló pulcramente a la vez que intentándole disuadir.

Los Jeon no podían seguir soportando que su hijo fuera un ordinario jefe de pandilla ni un agresivo, debía encauzar su vida a una exitosa y lejos de problemas.

Ante sus palabras, Jungkook frunció sus cejas y una risita sarcástica abandonó sus finos labios, estaban hablando de esto frente a la directora que estaba llorando y corriendo a ver a su hijo, de Jimin y Taehyung.

Aquella conversación no era como para tenerla ahí en medio, aún así hubo de continuar porque quería zanjar todo lo más rápido posible. Joder. Lo más importante ahora era Jimin y todavía ni siquiera se habían mirado a los ojos el uno al otro.

Todo estaba jodido.

Muy jodido.

Por ello habló con su madre lo más rápido posible.

-No quiero ni vuestra empresa, ni vuestra fortuna, ni nada de ustedes, solamente que me dejéis en paz. -Gruñó el pelinegro.-Ya me abandonastéis una vez dándole mi tutela al estado, ya queda menos para irme de vuestra casa, no sois mis padres. -Masculló entre dientes.

-Jeon, déjate de tonterías, eres nuestro hijo y si en el pasado decidimos dejarte a tu suerte fue porque bien sabes que te lo merecías. Porque eras y sigues siendo un rebelde sin causa que solamente quiere llevarnos la contraria a nosotros para salirse con la tuya. -Habló esta vez algo alterada la mujer llamada Junsa, sin embargo no perdió en ningún momento sus cuidados modales.

Su cabeza estaba orgullosamente alzada y su fino porte enfundando en un exclusivo vestido Gucci acompañado de un bolso de la misma marca le hacian ver impoluta a la vez que de alta sociedad.

La fémina mayor pensó desilusionada que definitivamente, Jungkook no había cambiado en nada, seguía igual de rebelde y salvaje que siempre. Y ahí supo que la decisión que habían tomado ella y su marido de deshacerse de su tutela, no había sido acertada.

Ya que creyeron que con esa acción, Jeongguk volvería asustado de nuevo a ellos y se doblegaría ante sus personas para que pudieran moldearlo como siempre habían querido.

Que habría tenido miedo a estar solo en un centro de menores, sin embargo aquello no había funcionado y ahora se había vuelto en un vándalo callejero, con un piso alquilado en un barrio problemático, y encima, violentaba a sus compañeros de instituto.

Mientras que los Jeon lo que querían para Jungkook, era crear a un joven apuesto, fino, elegante y magnate de los negocios. Sin embargo su hijo se oponía a todo ello y durante su preadolescencia siempre quería juntarse con chicos mediocres que vivían en barrios de peligrosos cercanos a su lujosa urbanización, para jugar y pasar el tiempo. Cosa que pronto sus padres le prohibieron cuando aún vivía con ellos.

Tras sospesar aquello, la mujer entrecerró sus ojos curiosa cuando sus altos tacones de aguja negros, le permitieron ser lo suficientemente alta como para ver parcialmente a un pequeño chico castaño escondido tras la espalda del otro pelimiel.

-¿Quién es ese chico? -Preguntó consternada al verle tan dañado.

-No te importa. -Jeon se apresuró a contestar mordazmente poniéndose frente a Kim para que no pudiera ver a Jimin, temía que quisiera separarle de su persona o algo parecido.

La mujer frunció su ceño ante la repentina actitud extremadamente protectiva de su hijo ante el castaño, y se acordó de que ya había visto a ese chico en alguna ocasión.

Simplemente se le haría imposible olvidar esas peculiares facciones, labios regordetes a la vez que rosados, gafas grandes y actitud temerosa que acababa de ver antes de que su descendiente se pusiera frente a él, y el otro chico pelimiel bloqueándole así la vista.

Recordando entonces que aquel, fue el mismo chico que meses atrás, chocó contra su persona accidentalmente, debido a que iba andando con dificultad.

Concretamente fue aquella vez que acudió a este mismo instituto, para hablar con la directora para informarse de cómo le estaba yendo al pelinegro académicamente, y le sorprendió el hecho de que estaba sacando buenas notas.

Sin embargo pudo hacerse una idea de que en realidad su hijo debía estar usando a otra persona para sacar buenas calificaciones, ya que a él nunca le había gustado estudiar incluso desde pequeño. Y pudo hacerse una vaga idea de que quizá ese chico que usaba para sacar notas aceptables, era el castaño que estaba ahora extrañamente violentado, es que no podía atar cabos ni pensar en lo que estaba ocurriendo.

Aunque realmente estaba bastante impresionada a la vez que no sabía siquiera ni qué pensar respecto a la mala impresión que le estaba causando lo que estaba ocurriendo con tanta violencia, y desde su punto de vista, creía que ese instituto sacaba lo peor de los estudiantes, no se esperaba encontrarse con esto.

La señora Jeon estaba a punto de hablar, pero no pudo porque la directora salió del aula dando gritos con su hijo apoyado en su hombro.

-¡Jeon estás más que expulsado!, ¡EXPULSADÍSIMO!, ¡FUERA DE AQUÍ! -Chilló fuera de sus casillas extendiendo sus brazos furiosa.- ¿¡Cómo demonios te atreves a dañar de esta forma a mi hijo?!, no, mejor dicho, ¿¡cómo te has atrevido siquiera a ponerle un dedo encima?! -Gritó fuera de sí.

Jungkook empujó su lengua contra su mejilla interior en un gesto de rechazo, era una maldita hipócrita sabiendo todo lo que ese cabrón hacía en el instituto con sus víctimas y todo lo que ella le tapaba por ser su hijo.

Por otra parte, Jimin se hizo más pequeño en sí mismo reprimiendo un gemido de dolor, se sentía cohibido al ver a la directora tan enfadada. Pero lo que más le aturdió fue el escuchar como el pelinegro había sido expulsado injustamente, solamente le había defendido.

Luego Taehyung se quedó perplejo ante la escena, y sintió sus manos comenzar a sudar ante lo que estaba ocurriendo.

Mientras que la madre de Jungkook, frunció sus labios en descontento por cómo la directora se había dirigido hacia su hijo.

-Última vez que grita de esa forma a mi hijo, yo soy la única que puede reprocharle, y no es necesario que le expulse porque yo misma me voy a encargar de transferirle a otro instituto privado. Tenga por garantizado que Jungkook no va a volver a pisar este instituto que solo está lleno de salvajes. -Sentenció cabreada.

La directora iba a contestar más allá de lo enfadada, pero la grave voz de Jeon le silenció.

-Me parece increíble su falsedad, sabe perfectamente el cómo su hijo le ha hecho la vida imposible a Park desde pequeño y lo ha tapado continuamente sin remordimiento alguno. Pero hasta aquí ha llegado, él va a denunciar con pruebas médicas de todo lo que Sehun y su grupito de cobardes le han hecho, se acabó el puto legado de terror de su hijo, se va a caer con todos los de su equipo. -Farfulló.

-Si Park nos denuncia, yo te denuncio a ti por todo lo que le has hecho a mi Sehun. -Contraatacó la directora.

Entonces pasos se escuchan en el pasillo, alguien se aproxima.

Al instante la madre de Jungkook gira elegantemente su cabeza y mira al guardia de seguridad que la ha acompañado al lugar y que está comenzando a llegar donde ellos están.

Este trae un pequeño disco plateado en sus manos.

-Señora Jeon, he podido tomar las grabaciones de este aula para tener las pruebas que he podido examinar, debido a que antes de que el señorito Jeon haya violentado al grupo, el mismo grupo han hecho mucho daño a este otro chico. Así que Jeon sólo ha defendido al primero. -Informó con voz grave y contundente señalando levemente a Jimin por lo último dicho.

La directora del centro se quedó pálida ante las palabras.

Habían robado las grabaciones que había pensado que les iba a servir para denunciar al vándalo, ya que esa clase tenía cámaras, sin embargo, se quedó perpleja al darse cuenta de que le habían robado las pruebas que les iban a servir para denunciar a Jeon.

Ahora si no recuperaba ese disco, su Sehun se metería en problemas y no podría denunciar de vuelta, debido a que estaba segura de que ahora serían ellos borrarían la parte donde el pelinegro había pegado a su hijo y amigos.

-Oiga, eso es ilegal, ¿cómo ha entrado en la sala del conserje y conseguido ese disco de seguridad? -Cuestionó con voz inestable.-¿S-se ha vuelto loco verdad? Que sepa que está sobrepasando la ley y seguridad de mi instituto. -Farfulló cerrando sus puños.

El guardia de los Jeon sonrió.

-Literalmente el dinero abre muchas puertas. -Dejó caer y la directora se olió que el conserje incompetente, se había dejado sobornar a cambio del disco de seguridad.

Rápidamente la mayor se giró hacia su hijo con sus ojos llameantes.

-¡TE LO DIJE! -La directora explotó frente a Sehun que aún escupía sangre de la boca y varios pequeños cristales se desbordaban de sus labios.-¡Te dije que esto de ser un bully algún día te iba a explotar en la cara y volverse en tu contra! -Gritó esta vez con lágrimas de impotencia asomando en sus ojos, había malcriado de muy mala manera a su hijo y compañeros, jamás les puso un alto e incluso las veces que habló con la señora Park porque aquella estaba preocupada por su hijo, mintió y amenazó a Jimin con expulsarle si no mentía a su madre.

Pero ahora, ya no había salvación. Todo se había caído como un castillo de cartas inestable y quebradizo, habían llegado al límite de la peor manera.

Aún así la señora Oh, era consciente de que durante muchos años había estado jugando con fuego por haber permitido sin castigo alguno los abusos de su hijo a sus compañeros, más especialmente a Park Jimin.

-M-mamá, ¿no existe copia de seguridad a las grabaciones de ese disco? -La mayor negó temblando.-¡Joder!, ¡no puede s-ser! -Farfulló, y al instante se atrevió a abalanzarse contra el guardia para intentar arrebatarle el disco.

Sin embargo, se quedó quieto cuando aparte de darse cuenta de que no podía tomar el disco del gran hombre, escuchó un ruido sordo.

Como acto reflejo, todos se giraton hacia el sonido y se sorprerieron al darse cuenta de que Jimin se había desmayado, pero antes de caerse, Jungkook había podido atraparle ágilmente, ciñendo para ello sus brazos en sus caderas y dejando que la cabeza de Jimin se apoyara en uno de sus hombros.

Jungkook cuando se percató de que el castañito estaba temblando con vehemencia, sintió su pecho presionarse en ansiedad y su corazón comenzó a latir desenfrenado en su interior, sus latidos llegando a sus oídos.

Pronto y con ayuda de Taehyung que estaba también bastante inquieto, Jeon pasó sus brazos bajo las rodillas de Park y su espalda para tomarle con seguridad entre sus fuertes brazos.

Por otro lado, Taehyung tomó el chaquetón de Jeon que se había caido de los hombros de Jimin, aunque se quedó estático al ver que el recién mencionado estaba muy pálido y sin dar ya señales de estar consciente.

-Taehyung, ¿dónde mierda está la ambulancia que te dije que llamaras? -Cuestionó Jungkook apresurado y muy asustado, Jimin respiraba lento contra su propio cuello. Muy lento.

-Yo n-no lo sé, la llamé antes pero está tardando muchísimo. -Musitó temblando y acercándose más a Jimin, que se hallaba ya sobre los brazos de Jungkook con sus ojos cerrados.

-¡JODER! -Gritó desesperado el pelinegro no creyéndose que toda esta mierda le estuviera ocurriendo a alguien tan puro y pacífico como Jimin lo era.

Muchas veces la vida era una verdadera hija de puta con las mejores personas y aquello no era justo, Jeon había aprendido de primera mano aquello desde que conoció a Jimin, la persona más pura, sincera en sentimientos y tranquila que había tenido el placer de conocer. Estaba harto de esta situación tan injusta, pero ya habían rebasado con diferencia su paciencia. Todo aquello debía terminar.

Enseguida y sin perder la oportunidad, miró con ojos furiosos a Sehun dedicándole una mirada llena de amenaza, para en seguida volver a alzar su voz en su contra.

-¡Te juro por mi vida que si le pasa algo!, ¡NO LO CONTÁIS! -Amenazó a él y a su grupo que ya habían salido del aula a duras penas y cojeando por la paliza del pelinegro que ahora estaba muy nervioso y con Park en sus brazos.

-Jeon, mira. -Mencionó el pelimiel alzando su teléfono, demostrándole así al pelinegro la llamada al número de emergencias para que no pensara que estaba mintiendo.-Sin embargo, la ambulancia e-está tardando mucho. -Susurró Kim nervioso mordiéndose la uña de su dedo índice. Mirando a la vez con mucho terror a Jimin, que ya hace más de medio minuto que tiene sus ojos cerrados y parece no estar consciente.

Ante la situación, la madre de Jungkook frunce con preocupación sus labios pintados de un elegante rojo y se escandaliza al ver al chico castaño de esa manera, puede ser mala y a veces no ha sabido bien el cómo educar adecuadamente a su hijo junto a su marido, pero no puede permitirse a sí misma dejar a ese chico en ese estado.

-Sígueme. -Repentinamente la voz de la señora Jeon hace eco dirigiéndose a Jungkook, ignorando completamente a la directora y a los abusones. Sin embargo, antes de irse no puede evitar mirar con su cabeza bien alzada y desprecio a los demás.-Esperad a la denuncia de mi abogada, no hay que ser muy inteligente como para darse cuenta de que esto es un claro caso de acoso escolar y mi hijo sólo se ha metido para defender. -Sentencia y tras ello, reanuda su camino sabiendo que ahora lo más importante es la salud del chico que está siendo cargado por su hijo.

Por otra parte Sehun tras haber escuchado aquello sintió un escalofrío pasarle por la espalda. Sabía perfectamente que tenía tan enfermizamente amenazado a Park, que de su parte no sería capaz de decir absolutamente nada, ni siquiera a su progenitora porque se inventó que su madre directora poseía también contactos en el hospital de su madre y le amenazó con que si le decía algo a ella, él haría todo lo posible porque su madre la dejaría sin puesto de trabajo. Y Jimin le creyó estúpidamente.

Además de que también estaba el factor de que Park ya intentó en una ocasión denunciar en el instituto el maltrato para ver si podía llegar a la comisión de estudiantes y acoso escolar, pero lo único que consiguió fue ser ignorado por los profesores para no tener problemas con la directora. Ya que sabían que el principal atosigador del menor era Sehun, el hijo de la misma y no quería ser despedidos.

Por último, Jimin sabía que ser transferido a otro instituto le costaría mucho dinero y no podía permitirse el mudarse a otra casa.

Ese instituto era un infierno y un jodida mierda donde la ley del miedo acompañada del cruel silencio ante el acoso hasta que Jeon llegó, había liderado de manera muy cruel y verdaderamente atormentadora. Sin embargo, hasta ahí había llegado la situación.

Aquello estaba llegando a su fin.

Dejando atrás todas esas cuestiones, la señora Jeon comenzó a andar con urgencia hacia la salida, siendo perseguida por su guarda de seguridad, que tenía el disco que le serviría a Jimin para denunciar.

Por otra parte, Jungkook al principio se quedó estático sabiendo que estaba metiéndose hasta el cuello con su progenitora, ya le había hecho tres favores y aquello solo era vestigio de que se le haría más difícil volverse a alejar de sus padres.

No obstante, tenía más que claro que ahora lo más importante indudablemente era Jimin, nada importaba más que él, absolutamente nada.

Taehyung miró con muchísima preocupación a Jeon con sus labios básicamente temblando a la vez que con sus ojos llenos de lágrimas, le dolía muchísimo ver así al castañito y se sentía fatal por no haberle defendido desde el principio como debería, el cómo jodido no había llamado a la policía para para el abuso.

Sino que solamente llamó a Yoongi y Hoseok, y como ninguno de los dos les atendieron a sus llamadas, se rindió.

Por ello, se odiaba a sí mismo, por haber sido tan jodidamente cobarde. Y es qué, se había bloqueado muchísimo al haber visto a los acosadores llevarse a rastras a Jimin, y a este decirle que no le siguiera porque no quería que él también fuera dañado.

Aunque de verdad que aún no se creía cómo había manejado tan malamente la situación, es que ni siquiera procesaba bien el cómo había podido quedarse básicamente de brazos cruzados hasta que Jeon había aparecido y pudo finalmente decirle que defendiera a Jimin.

Se sentía la peor persona del mundo.

Por otro lado, tanto Sehun como sus matones se quedaron boquiabiertos ante la escena, debido a que nunca habían visto a Park colapsar, ya que el castaño siempre soportaba los abusos sin desmayarse ni nada parecido, pero supieron que jodidamente ese día habían sobrepasado muchos límites, entre ellos el hecho de haberle violentado de manera bastante agresiva y se habían pasado porque jamás llegaron tal nivel de violencia.

-Vamos a ir a la cárcel. -Dijo tembloroso y muy nervioso uno del grupo.

-Aún somos menores. -Mencionó otro dejando de lado la delicada situación de Park y pensando sólo en su bienestar.

-Imbécil, Sehun y yo somos mayores de edad. -Replicó otro con mucho miedo, los mayores de edad sí podrían llegar a entrar en prisión por la extrema violencia empleada en Jimin.

-Y-yo no voy a ir a la cárcel. -Susurró incrédulo Sehun con sus ojos bien abiertos y ahora llenos de lágrimas por olerse lo que le estaba viniendo encima.-¿V-verdad mamá? -La miró con necesidad.

Ella sólo atinó a mirarle con una mueca llena de nerviosismo.

-No lo sé, t-te dije que no te sobrepasaras tanto. -Murmulló enfermizamente la mujer.

Y Sehun rompió a llorar esta vez por dos cosas, el dolor en su cuerpo por culpa del desgraciado de Jeon, y porque ahora todo lo que le hizo a Jimin tendría consecuencias legales. Su perfecto liderazgo de terror se había acabado y estaba seguro de que las cosas se pondrían muy duras para su propia persona.

Estaba metido de mierda hasta el cuello y ya no había marcha atrás.

Se lo había buscado y lo sabía. Era el precio de haber sido un verdadero sádico por años con Jimin, y era hora de pagar todo lo hecho, aún así haría lo que estuviera en su mano por defenderse ante la justicia, aún y cuando su racionalidad le decía que iba a salir mal parado de la situación.

Tras haberse dado cuenta de aquello, observó como Jungkook desapareció del pasillo con Jimin en sus brazos, siendo perseguido por Taehyung.

Fue ahí cuando Sehun lo supo, su etapa de acoso injustificado y cruel había llegado a su fin.

지민

Segundos antes, Jungkook desesperado indicó con su cabeza a Taehyung que viniera con él, ya que necesitaba a todas las personas posibles para ayudar a Jimin.

Así que el pelimiel enseguida le obedeció hasta que llegaron al Maserati blindado de su madre.

Enseguida Taehyung abrió la puerta para Jungkook, y éste se sentó en los asientos de atrás con el castaño a horcajadas sobre él aún inconsciente. Apegando a Jimin a su propio cuerpo con necesidad.

Taehyung como acto seguido, se sentó al lado de ellos dos mirándoles con preocupación y su corazón latiendo a mil por hora.

-Jimin, ¿estás bien?. -Susurró el pelinegro dando pequeñas palmaditas en una de sus mejillas para ver si volvía a la consciencia, aunque este no contestaba y ni siquiera emitía sonidos de queja ante sus golpecitos reiterados para despertarle.

Los ojos del pelinegro se llenaron de lágrimas al ver a Jimin tan frágil contra su pecho, su carita estaba relajada medianamente y su respiración parecía ir cada vez más lenta.

Siendo todo peor cuando se percató de que sí, que Jimin poco a poco estaba temblando más y su respiración poco a poco continuaba dificultándose.

Jungkook al instante gritó para meter prisa.

-¡MÁS RÁPIDO!, ¡está comenzando a dejar de respirar! -Exclamó extremadamente asustado al ver lo que le estaba ocurriendo a su menor.

La madre del pelinegro ya había indicado al de seguridad que les llevara al centro de salud que más cerca quedara, sin embargo había un atasco.

Pronto Jungkook sujetó el rostro del castaño entre sus manos aún manchadas de sangre, y cerró sus ojos llenos de lágrimas provocando que varias se desbordaran en el proceso. Era la segunda vez que estaba llorando desde hace mucho tiempo.

Y curiosamente las dos únicas veces que había llorado en los últimos años, estaban siendo por Jimin.

Aunque los abrió dando en el proceso una gran bocanada de aire intentando recaudar el aire que había abandonado sus pulmones debido al intenso suspiro que dio ante la angustiante situación, recuperó el aliento y se centró en seguir intentando despertar a su menor.

Provocando que tras unos minutos, Jimin pudiera finalmente escuchar la voz angustiada de Jungkook y la de Taehyung que también estaba diciendo su nombre entre lágrimas.

Jimin abrió sus ojos con lentitud sintiendo su cuerpo muy magullado y frágil.

Extremadamente frágil, adolorido y dañado.

Además de que sentía un presión muy grande en su pecho que apenas le dejaba respirar, y su corazón latía con taquicardia.

Le habían dado entre todos los abusones la paliza de su vida, jamás había sido acosado hasta tal punto, sin embargo cuando pudo divisar que en ese momento estaba a horcajadas sobre Jungkook...

Supo que estaba a salvo.

Finalmente a salvo.

Tragó saliva sintiendo su boca seca y sus ojos se llenaron de lágrimas al ver a Jungkook llorar en silencio a la vez que le miraba con un brillo inexplicable en sus ojos.

Un brillo que le hizo saber que el pelinegro realmente le estimaba muchísimo y le quería.

Así que Jimin aún débil, con mareo y sintiendo su propia respiración bastante dificultosa, se acurrucó con necesidad contra el pecho del mayor.

-Jimin, respira conmigo por favor. -Musitó preocupado Jungkook contra su pelo por la posición.-Ya estamos de camino al hospital. -Le anunció con voz medianamente calmada, se notaba muchísimo que Jeon estaba haciendo su mejor esfuerzo para no perder los papeles por ver al castaño tan jodido.

Pronto Jungkook manipuló la pequeña mano de Jimin que pertenecía a su brazo sano, y la puso sobre su fornido pecho para que Jimin captara su respiración.

Jeon reguló su forma de respirar e instó a que Park hiciera lo mismo.

Ambos comenzaron a respirar acompasadamente consiguiendo que Jimin dejara momentáneamente atrás su estado de shock, además de que los dolores se atenuaron ligeramente, pero no tanto. Ya que estaba seguro de que tenía fracturas internas.

-Dime por favor que te vas a recuperar. -Murmuró miedoso Jungkook.-Prométemelo Jimin. -Dijo con suavidad.

El castañito intentó hablar, pero no tenía fuerzas para hacerlo. Así que sólo atinó a asentir con su cabeza en un gesto débil.

Prometiéndole así a Jungkook que estaría bien.

-Listo, estamos en el hospital. -Anunció el hombre que condujo después de unos minutos que parecieron eternos, tras ello la señora Jeon y Taehyung se bajaron del coche para correr a por asistencia médica.

Llegando rápidamente con un doctor y una enfermera y enfermero que empujaban una camilla hacia el coche.

Entonces, Jimin se quedó estático cuando aún sobre el regazo de Jungkook, vio a través de la ventanilla del coche y tras sus gafas de forma algo borrosa, a su propia madre acercarse.

La enfermera Park era efectivamente una de las personas que iba a atender a Jimin, aunque aún no había tenido la oportunidad de ver a su hijo en el interior del coche.

Simplemente la madre de Jimin no se esperaba ni por asomo todo lo que iba a descubrir cruelmente.

Pronto el menor intentó esconder su carita en el cuello de Jungkook para que su progenitora no le reconociera, sin embargo no le sirvió de mucho cuando apresuradamente el mencionado salió del coche con su cuerpo aún sobre el suyo, para con cuidado dejarle sobre la camilla.

El azabache tras haber dejado al menor en la camilla con suavidad, al subir su mirada pudo reconocer repentinamente a la señora Park quedándose estático.

Esta miraba incrédula al castaño que se hallaba adolorido sobre la camilla.

-¿Jimin? -Jadeó la enfermera consternada.

Su corazón latiendo a mil por hora de ver de esa manera tan deplorable a su bebé.

¿Qué le ocultaba su hijo?

Siempre que le veía decaído al llegar del colegio o del instituto, él le decía muchas cosas y nunca pudo sospechar nada porque este se hallaba siempre encerrado en su cuarto.

Además de que los largos turnos de noche y día de su trabajo, no le dejaban pasar mucho tiempo con su hijo. Que por supuesto, aquella no era justificación ninguna pero que dificultaba bastante el poder detectar algo malo en él.

Añadiendo que las pocas veces que fue al instituto para preguntar o reunirse anualmente para recoger las notas del mismo, la directora del centro le decía que su hijo era el mejor y que tenía un buen trato por parte de sus compañeros.

No obstante, ahora sabía que nada de eso era verdad y que hoy en el instituto habían hecho daño a la personita que más quería, a la vez que adoraba del mundo.

Tragó saliva dificultosamente cuando Jimin se mantuvo en silencio y asustado, no le diría nada.

Después subió su mirada a Jungkook y frunció su ceño porque su hijo le dijo que este había fallecido... ¿cuántas veces Jimin le había engañado?

¿Cuándo había dejado de confíar en ella como madre?

-Jungkook, ¿tú no tendrás nada que ver con esto, no? -Masculló la señora Park mirándole aún a los ojos.

Este escondió sus manos magulladas tras su espalda y negó reiteradas veces.

Aún así este pudo percatarse de que la mujer no llegó a creerle completamente.

-Vamos, no hay tiempo que perder. -El doctor habló apresurado y viendo como el recién llegado estaba comenzando a perder ritmo en su respiración.

Enseguida los tres especialistas empujaron la camilla hacia el interior del hospital.

Dejando así atrás a Jungkook, Taehyung y a la señora Jeon.

Jungkook tragó saliva sonoramente notando como más lágrimas se formaron en sus ojos.

Tenía que obligatoriamente llamar a Namjoon y Hoseok cuando Jimin estuviera bien.

Putamente había salvado el culo a Jung metiéndose en problemas con la justicia además de teniendo que volver a estar bajo el control de sus padres, y éste ni siquera había acudido al instituto ni había tenido cuidado alguno de Jimin aún y cuando se lo pidió expresamente.

Y Namjoon tres cuartos de lo mismo.

Estaba jodidamente cabreado.

No obstante, ahora sólo quería que Jimin se recuperara.

Así que no lo pensó dos veces cuando se la jugó y comenzó andar.

Adentrándose en el hospital para estar al pendiente de Jimin, el chico del que estaba enamorado.

Taehyung le siguió, sin embargo se quedó quieto en su lugar cuando una llamada entrante resonó en su teléfono.

Miró la pantalla ahora iluminada y en esta estaba plasmado el nombre de Hoseok.

Kim suspiró y cortó la llamada, siguiendo ligero a Jungkook al interior del hospital.

Y cuando entró, se encontró con una escena tensa.

La madre de Jimin estaba mirando desesperada a Jungkook.

-A simple vista Jimin tiene un brazo fracturado, un ojo dañado y le ha dado un shock emocional, necesito que después me digas qué ha ocurrido. -Le dijo apresuradamente al azabache, para enseguida andar rápido hacia el lugar donde estaba su hijo.

Jungkook mordió con fuerza su labio inferior y finalmente rompió a llorar desplomándose en el suelo, quedando sentado con sus piernas cruzadas sobre el mismo.

Se tapó la cara con verguenza de estar llorando en público y se sintió la peor basura del mundo por haber dejado que esto ocurriera.

Estaba jodidamente hastiado y con muchísimo terror de lo que pudiera ocurrir.

Entonces una voz sonó tras él poniéndole los vellos de punta ante lo que se dijo.

-El paciente que acaba de llegar de urgencias ha entrado en paro respiratorio. -Una de las enfermeras que se hallaba en la recepción tras su espalda, habló pidiendo posteriormente refuerzos de más sanitarios.

Jungkook sintió su estómago apretarse y su corazón casi salirse por su boca.

-Qué horror, el hijo de la enfermera Park es el chico de la parada respiratoria. -Susurró un enfermero.

Pronto Jeon alzó su mirada acuosa viendo como varios sanitarios se movían con urgencia hasta la UCI donde estaba Jimin.

Quiso seguirles, pero sus piernas no funcionaron, sentía sudores fríos por todo su cuerpo.

Esto no podía estar pasándole a Jimin.

Jodidamente no.

-J-Jeon. -Murmuró miedoso Taehyung tras haber escuchado aquello.

Jungkook sollozó en alto sintiéndose un niño pequeño perdido y asustado, justo como cuando sus padres le encerraban en un cuarto oscuro cuando era pequeño.

Se sentía muy maleable y su cuerpo temblaba lleno de miedo, más lágrimas de impotencia recorrieron sus mejillas sin cesar.

-No me digas nada Kim, Jimin se va a recuperar. -Murmuró entre lágrimas.

-¿C-cómo lo sabes? -El pelimiel le contestó llorando.

-Porque él me lo ha prometido. -Susurró roto.

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Perdón por la espera, de veras, pero he estado muy liada con los estudios. Muchas gracias por la comprensión.

Mil gracias por leer.

Os dejo el tráiler de esta historia que ha hecho goossiie_. Por si aún no lo habéis visto :')

Like si ya quieres el siguiente capítulo♡.

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