Capítulo 36
Aviso: mención de violencia.
.
Jungkook miró con mirada feroz a los cinco que se encontraban allí.
Su lengua continuó empujando una y otra vez contra el interior de su mejilla en un gesto molesto a la vez que constante.
-Jeon... -Sehun pronunció el apellido de forma cautelosa y con su boca levemente seca, sin embargo preguntó intrigado y sin poderse quedar callado.-Tú... ¿has resucitado o qué coño ha pasado como para que te dieran por muerto? -Cuestionó.
Sin embargo éste dio un inestable paso hacia atrás, cuando Jungkook le fulminó con la mirada y con parsimonia cerró la puerta tras él.
La misma que había roto para entrar minutos atrás de una sola patada.
Después, comenzó a sacarse su cinturón de cuero y simultáneamente se giró hacia la puerta, para de una manera estratégica trabarla con el cinturón para que no pudiera ser abierta.
Así que la hebilla del mismo quedó estratégicamente puesto en la parte del pomo, y ató el cuero en el mismo dejando parte del mismo en la ranura para que ésta se quedara sellada, ya que el cinturón la trabó fuertemente.
Tras ello, se aseguró de que no se abriera y cuando lo comprobó, se giró finalmente con una mirada gélida.
Tras unos segundos tronó su cuello de un lado a otro en un suave balanceo y sus labios se abrieron para hablar.
-El que grite menos le doy un premio. -Anunció finalmente con voz aparentemente calmada ignorando la pregunta que le había hecho el imbécil.
Por otro lado, los matones al instante fruncieron sus ceños no entendiendo a qué se había referido el pelinegro.
-Pft. -El líder bufó cansado haciéndose el valiente usando su as bajo la manga.-No me hagas tenerte que volver a recordar quién es mi madre, aunque lo haré, ella es la directora y si me haces daño, serás expulsado y tu Jimin se quedará aquí solito. -Se burló.-¿Es eso lo que quieres?, ¿dejarle tirado por segunda vez? -Preguntó con una pequeña sonrisa creyendo que tenía el total control sobre el pandillero.
No obstante su sonrisita desapareció cuando el azabache comienzó a remangarse su camiseta oscura dejando a la luz los tatuajes completamente negros de sus brazos.
-De rodillas los cinco. -Jungkook habló señalándolos, ignorando así las palabras de Sehun.
Sin embargo alzó una de sus cejas y tensó fuertemente su mandíbula cuando ninguno de ellos le obedeció.
-El último que se ponga de rodillas va a ser con el primero que voy a empezar, yo tengo todo el puto tiempo del mundo, pero si queréis hacerlo rápido mejor. -Su voz sumergida en dos tonos más graves de lo normal anunciando su inminente enfado.
Sehun tragó saliva sonoramente ante la grave voz de Jeon llena de amenaza.
-N-no te atreverías a pegarnos, ¿no?, sabes que, e-em... -Apretó sus labios entre sí y volvió a pronunciarse buscando palabras adecuadas para salvarse cobardemente.-Lo que le hacemos a Jimin son bromitas, sí eso, aunque bueno, a veces se nos van un poco de las manos. -Comenzó.
Causando que la mente de Jungkook divagara lejos de allí cuando escuchó aquella dichosa palabra hace ya meses.
"-S-Solamente ha sido una broma, perdona, no tenía ni idea de que él no sabía nadar."
Un deja vú que le dolía hasta en lo más profundo de su alma.
Pronto Sehun siguió hablando apresurado y con el miedo colándose en su sistema de forma arrasadora cuando vio al mayor dar un segundo paso amenazante hacia ellos.
-Pero de verdad, te p-prometo que yo creo que a él no le importa mucho, después de todo, solamente se chivó una vez de nuestro acoso, y como mi madre no le hizo caso, no volvió a hacer nada al respecto, es que se lo busca él solo y- -Un potente puñetazo que dio de pleno en su boca le interrumpió en menos de un segundo.
Jungkook le había hecho un gancho de forma extremadamente ágil y dolorosa.
Entonces Sehun cayó duramente de espaldas en el suelo, y sus ojos se expandieron en demasía cuando se inclinó sobre sí mismo con muchísimo dolor.
Pronto adquirió una posición fetal y se dobló hacia un lado sintiendo su cuerpo comenzar a temblar y su cabeza pitar por el golpe tan fuerte.
Parecía haberle movido hasta el cerebro, (si es que tenía).
Tras ello, comenzó a escupir la sangre que se había acumulado rápidamente en su lengua, el sabor a intenso hierro inundando ya sus papilas gustativas.
Y ahí, uno de sus dientes abandonó su boca entre el líquido espeso.
Aquél había sido arrancado de cuajo por el puño de Jungkook.
-¡Joder!, ¡ME HAS ROTO UN PUTO DIENTE!, ¡¿ESTÁS LOCO?! -Gritó con lágrimas exaltadas en sus ojos.
-Uy, no te enfades. -Jungkook esbozó una pequeña sonrisa de boca cerrada.-Estas son las bromitas que yo hago, ¿por qué? -Esta vez esbozó un pequeño puchero sarcástico.-¿Yo no puedo haceróslas a vosotros? -Dejó de dibujar el puchero y a cambio su rostro se sumergió en total seriedad y amenaza.
Pronto tomó en un fuerte agarre el cabello de Sehun para que pasara de estar en posición fetal, a colocarle correctamente de rodillas.
-El último que se ponga de rodillas, será con el que empiece. -Repitió impasible.
Al instante los demás matones se miraron entre sí entrando en pánico, no sabían qué hacer.
No obstante, no pasaron ni dos segundos, cuando básicamente casi se pelearon entre ellos por no quedarse los últimos.
Por ello rápidamente se pusieron de rodillas bajo los ojos de Jeon.
Y éste ni siquiera prestó atención en quién había sido el último.
En cambio alzó su barbilla y habló con seguridad.
-No os preocupéis, en realidad el último en haberse puesto de rodillas ha sido Sehun, ya que ha sido obligado por mí y no lo ha hecho por voluntad propia. -Dijo con un tono grave.
Quería partirle la cara de muy mala manera a ese imbécil, ya que era el líder de hostigadores que siempre incitaba a hacer daño a su menor.
Así que se acercó a él y el matón tembló.
-No te atrevas Jeon. -Comenzó hablando con dificultad debido a su boca llena de sangre.-Esto... ¿s-sabes que Jimin le dijo al pandillero llamado Jay tu nombre el mismo día que desapareciste? -Sehun intentó meter cizaña para ver si así se libraba del mayor.
Y sintió su cuerpo relajarse cuando Jungkook mojó sus labios y realizó una mueca.
Sehun creía que había triunfado.
Ya se veía fuera de ahí y buscando a su madre para acusar al azabache.
Aunque no funcionó, debido a que Jungkook enseguida volvió a su actitud.
-Si no dejas de decir el nombre de Jimin, te voy a arrancar uno por uno los otros dientes que te quedan, cállate de una maldita vez que no te quiero escuchar. -Escupió agresivamente.
Y tras ello, volvió a tomar de los pelos al cabrón dándole así un fuerte rodillazo en la cara.
Lo hizo de una manera estratégica lejos de la nariz ajena para que no sangrara, ya que necesitaba que estuviera lo más cuerdo posible para que el dolor fuera más prolongado e intenso.
No quería rematarlo en poco tiempo, quería hacerle sufrir lentamente tal y cómo solía hacer cuando torturaba a traicioneros.
Simplemente quería hacerle sufrir un millón de veces adicional a todo lo que le había hecho sufrir a Jimin por todo el acoso que había recibido por su culpa desde niño.
-Las manos en la espalda Sehun. -Ordenó mirando hacia abajo al cabronazo.
A lo que el mencionado aún sintiendo el dolor entumecerle parte de la cara, se quedó impresionado y rápidamente subió su cabeza para mirar al pelinegro.
¿Jeon sabía su secreto?
El corazón del líder de matones se aceleró muchísimo y comenzó a hiperventilar, no quería poner sus manos tras su espalda porque eso significaría... volver a su pasado.
-Ya estás tardando, quiero tenerte de rodillas y con la manos en la espalda, lo mismo que le hacías a Jimin, ya que te gusta tanto esa postura, hazla. -Masculló entre dientes apretando sus puños.
Y pronto Sehun negó rápidamente con su cabeza.
-N-no, hazme lo que quieras menos eso. -Suplicó mirándole.
Jungkook parpadeó.
-¿Por qué?, ¿te daría verguenza que tus perros falderos se enteren de tu pasado? -Dijo burlón dando otro paso hacia delante, sus botas resonando en el suelo debido al silencio que se hallaba en el aula.
Había estado indagando en el pasado de Sehun desde que Jimin le hubiera dicho que él le había enseñado aquella postura de sometimiento que significaba traición.
Por consiguiente, había obtenido la información necesaria para joderle.
Por otro lado, los matones sólo se dedicaban a mirar, llorar silenciosamente y temblar llenos de terror.
Sehun escupió por segunda vez sangre y tras esa acción, volvió a pronunciarse.
-Jeon, no te atrevas a sacar a la luz mi pasado. -Amenazó aún sabiendo que no estaba en la posición de hacerlo.
Ya no.
Sabía que esta vez la excusa de que su madre era la directora del instituto no iba a tener efecto alguno en Jeon.
Y podía verlo perfectamente en los ojos furiosos y oscuros del mismo, él y su grupo estaban jodidos de una manera inimaginable.
Estaban bajo las manos de uno de los pandilleros más crueles de Busan.
Aquello ya no era ninguna jodida broma.
-Pues ponte en la posición. -Insistió.
Sehun negó notando ya lágrimas caer de sus ojos.
-N-no volveré a tocar a Jimin, l-le dejaré en paz para siempre y ni siquiera le miraré si es lo que quieres, pero déjame en paz. -Sehun habló entrecortadamente.
Fue ahí cuando Jungkook se dio cuenta de lo que estaba haciendo, jodidamente el matón estaba ganando tiempo para que descubrieran que varios alumnos estaban faltando a clase para que los profesores y directora buscaran por el instituto, y eso significaría que sería descubierto antes de que hubiera podido vengarse dando al grupo su merecido.
Así que el pelinegro pronto dio dos patada seguidas en el estómago de Sehun dando a entender que le obedeciera de una puta vez, y éste pronto colocó sus manos en la espalda rompiendo a llorar con más intensidad, cuando el dolor de su estómago tras aquellos golpes le hicieron querer vomitar.
Su secreto...
Era que una vez fue pandillero debido a que le encantaba la violencia, sin embargo un día traicionó a su jefe de banda y la pandilla entera le mantuvieron en esa posición mientras todos le pegaron.
Y es por esa nefasta vivencia por la que siempre obligaba a Jimin a ponerse de esa forma, porque eso calmaba su sed de venganza que nunca pudo obtener en contra de todos los que ese día le pegaron de esa forma.
Por ello, en Park encontró una marioneta frágil y débil, simplemente una persona de desquite con la que podía desquitar fácilmente.
Y aunque se enamoró de él, el sentimiento de tener a alguien violentamente sometido a su persona donde podía descargar sus frustraciones y miedos, fue más fuerte que el haberlo tenido como un amor.
Por otro lado, Rowoon viendo asustado cómo Jeon había pegado a su líder, se puso de pie e intentó huír poniéndose de pie y corriendo hacia la puerta.
Luego forcejeó con la misma, sin embargo ésta no cedió y cuando intentó quitar el cinturón, éste tenía un nudo tan fuerte bloqueándola, que no pudo hacer nada más que comenzar a llorar asustado.
Era divertido pegar a los demás, pero no que le pudieran pegar a él.
Y no se lo esperó, cuando el pelinegro llegó a él y de un puñetazo le derrivó bruscamente al suelo.
En ese momento, cuando los demás vieron eso, los tres restantes se levantaron creyendo que podrían contra Jeon y aprovechando que éste estaba de espaldas, se abalanzaron contra él intentando tirarle al suelo.
No obstante, Jungkook se giró y esquivando los puñetazos que le estaban lanzando de manera muy poco metódica, los esquivó y con su bota militar dio de pleno una patada en el estómago de uno enviándole también al suelo.
-¡Aghhh!, ¡ay!, ¡AH!-Se quejó el que la recibió una vez ya estando sobre el suelo.
Tras ello, tomó por los cabellos a los otros dos que aún seguían en pie y les estampó la cara del uno contra la del otro, causando que sus narices se rompieran, seguidamente obligó con palabras a los cuatro a que volvieran a su lugar y se pusieran de rodillas por segunda vez.
A lo que a regañadientes y con miedo, éstos le obedecieron en seguida.
Jungkook respiró hondo llenándose de aire y miró a su alrededor hasta que sus ojos dieron con varias sillas y pupitres que se encontraban en una esquina del aula.
-Mira por dónde, hoy estoy de suerte. -Masculló sin un atisbo de compansión.-Y que sepáis que os tengo ganas desde el día que no respetásteis la marca de Jimin. -Gruñó amenazante.
Pronto se acercó a una silla y la tomó, luego miró a los cinco y éstos le miraron con muchísimo terror.
Jungkook andó hasta una de las grandes ventanas del aula, dejó la silla sobre el suelo y deslizó el ventanal.
Seguidamente, tomó la silla y la alzó para terminar chocando con fuerza las patas metálicas de la misma contra el cristal, consiguiendo que se rompiera en pedazos de varios tamaños.
Y como dio el golpe de fuera hacia dentro, los cristales cayeron en el suelo del aula. Justo bajo sus botas.
Entonces estuvo satisfecho y se acercó a los cinco para propinar mas golpes a los que habían dañado de muy mala manera a Jimin.
Fue ahí qué...
Recordó los hematomas en la aterciopelada piel del menor.
Una patada cayó sobre el rostro de Sehun.
Su carita llena de dedos y huellas de golpes.
Varios puñetazos cayeron en el estómago de uno de los matones sujetando su pelo para que no se moviera.
Las quemaduras en la delicada piel de Jimin.
Arremetió contra dos a la vez y les dio varios golpes con sus puños.
Su respiración herrática, su pecho subiendo y bajando cada vez más agresivamente.
Sus ojos furiosos y la adrenalina que estaba sintiendo dándole más fuerzas para continuar.
Y cuando terminó la primera parte de la tortura, con sus manos impregnadas de sangre, sacó con urgencia su cajetilla de cigarrillos del bolsillo trasero de su vaquero negro y prendió uno con necesidad.
-Ya que os gusta tanto quemar, os voy a quemar yo hasta cansarme desgraciados de mierda, como volváis a tocar a Jimin esto que os he hecho hoy, serán cosquillas. -Amenazó con ojos llameantes de rabia.
Tras haber dicho aquello, aprovechando que todos estaban delirando sobre el suelo, quejándose o llorando desconsoladamente, comenzó a quemarles para vengar a Jimin.
Al momento que dejó de hacerlo, se dirigió a los cristales en el suelo y se agachó ágilmente para tomar dos puñados en sus manos sin importar si sus palmas se cortaban en el proceso.
Y lo siguiente que hizo fue llenar forzosamente las bocas de los cinco con ellos.
-N-no. -Gritaban despavoridos, sin embargo Jeon no se frenó hasta que la puerta comenzó a moverse.
-¡Jeon!, ¡para o serás expulsado inmediatamente! -La voz de la directora sonó muy angustiada.-¡Abre si no quieres que te expulse! -Chilló con voz inestable, temía que su hijo estuviera dañado.
Y sabía que eso era muy hipócrita de su parte, ya que sabía perfectamente el cómo su hijo acosaba a varios chicos del lugar, aún así ella no quería que dañaran a su Sehun.
Por otro lado, Jungkook sonrió sarcástico, sabiendo que ella pasaba por alto todo lo que hacía su hijo a Jimin y otras víctimas, sin tener represalía alguna.
No obstante, Jungkook supo que él no correría con la misma suerte que Sehun.
Después de todo, estaba seguro de que sería expulsado, pero él también tenía una carta bajo su manga.
No dejaría solo a Jimin de nuevo.
Tras ese pensamiento, dio una última calada a su cigarro para terminar de consumirlo, y se acercó a la puerta para abrirla.
Entonces se soprendió al ver allí a su propia madre esperando a que saliera con una mueca muy molesta en su regio rostro, a la vez que sus labios rojos estaban fruncidos.
Y tras ella, estaba Jimin que lloraba apoyado en Taehyung.
Indudablemente, ahora todo lo que le importaba era Park Jimin.
Sólo él.
Sin embargo, en el momento que se acercó al castaño, notó como éste se hizo más pequeño sobre sí mismo y seguidamente se escondió levemente tras Taehyung cuando a través de sus lágrimas vio el panorama dentro de la clase y las manos de Jungkook llenas de sangre.
Por otro lado, el azabache al percatarse de aquello, entreabrió sus labios como acto reflejo ante la reacción de Jimin.
Su peor miedo se había hecho realidad.
Jimin estaba asustado de su persona.
Y... aquello rompió el corazón de Jeon, ya que eso es lo que había estado evitando a toda costa y supo que la había jodido.
Aún así no se arrepentía de absolutamente nada, aquellos matones se lo habían merecido.
Estaba dispuesto a cargar con lo que sus acciones le conllevaran.
Pero al menos ya estaba tranquilo de que no volverían a tocar al castaño.
Entonces... algo inesperado ocurrió.
Algo que Jungkook no hubiera esperado.
Un nuevo comienzo había llegado para quedarse.
Una nueva oportunidad tanto para Jungkook, como para Jimin...
Ahí comenzaba la segunda parte de esta historia.
.
¡Gracias por leer!
Ya sólo quedan 10 capítulos y el epílogo♡.
Deciros que últimamente estoy bastante deprimida. Así que voy a intentar darme un pequeño respiro para sanar mi salud mental.
Decir también que estoy teniendo problemas para dormir, así que si por favor me podéis dar consejos en comentarios, os lo agradecería muchísimo. Os leo.
Os estimo mucho, Sara.
Like si quieres leer ya el siguiente capítulo.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top