Capítulo 22
Aviso: mención de violencia.
Habían pasado dos semanas después de que Jungkook hubiera acudido a su casa.
Y particularmente se hizo costumbre que Jungkook le acompañara a su hogar y que de vez en cuando se quedara para supervisar las tareas, e incluso a veces el pelinegro hacia el amago de aprender algo.
Se debe destacar que en estos días habían hecho un examen de matemáticas. Jimin había obtenido un diez, mientras que Jungkook un cinco, debido a que éste último le había copiado al menor.
Hasta cierto punto al pelirrosa no le importaba en absoluto que solamente Jeon se copiara de él, ya que antes los que le copiaban eran básicamente toda la clase, así que prefería eso.
Por otra parte, decir que hoy era miércoles y ni Jungkook ni su amigo que siempre se sientan juntos, ni tampoco el tal Yoongi habían acudido a clase.
Así que eso significaba que Jimin se encontraba solo en el instituto sin la silenciosa protección que el pelinegro le brindaba.
Las clases fueron tranquilas, sin embargo cuando llegó la hora que finalizaba el horario escolar todo cambió.
Jimin para ese entonces comenzó a recoger sus cosas con algo de torpeza por lo deprisa que lo estaba haciendo, y en ese momento su corazón se aceleró cuando sintió a Sehun posicionarse frente a su mesa junto a su grupo. Dándose cuenta de que el recoger tan deprisa al final no había sido útil para haber pasado desapercibido.
—Ya que hoy no está Jeon para molestarte lo haremos nosotros, ¿te parece bien fenómeno? —El acosador se pronunció con altanería a la vez que con un tono de voz burlesco.
Jimin al escuchar aquellas palabras sintió un leve mareo instaurarse en su cabeza. No iba mentir, tenía miedo porque muy al contrario que Jungkook ellos que eran sus antiguos acosadores, sí eran crueles de verdad.
Intentó ignorarles terminando de recoger sus cosas, cerró la mochila y se la echó a la espalda para seguidamente levantarse de su sitio e intentar correr lejos de allí.
No obstante aquello no funcionó, porque en menos de un minuto ya tuvo a tres chicos del grupo rodeándole.
Mientras todos los alumnos restantes iban abandonando el lugar, y la profesora ya hace unos minutos que había abandonado el aula.
—No seas cobarde Park, afronta tus problemas con dignidad. —Habló otro del grupo con genuina diversión.
Jimin mojó sus labios ya resecos por la situación y dio dos pasos hacia atrás para alejarse de los que le estaban cortando el paso.
En seguida apretó las asas de su mochila entre sus manos en un amago de tranquilizarse a sí mismo, pero no funcionó mucho porque otra vez Sehun se puso delante suya con una postura amenazante.
—Además estoy jodidamente cabreado porque he suspendido matemáticas debido a que solamente le dejaste copiar a Jeon, sabes lo que eso significa... ¿verdad? —El líder le habló amenazante.
—Y-Yo, por favor- —Jimin bajó la mirada a la vez que intentó pronunciarse para que le dejaran en paz.
—Cállate, no te he dado permiso para hablar tontito. —Le dijo severo.
Tras ello dos chicos le agarraron por los brazos y en contra de su voluntad le llevaron a algún recondito lugar del instituto.
Jimin entró en pánico cuando vio que estaban a punto de entrar en el aula de arte, que ahora estaba completamente vacía debido a que ya no habían más clases.
Y esa era el aula que ellos casi siempre solían usar para violentarle antes de que Jungkook hubiera llegado.
—N-No, dejadme. —El pelirrosa dijo en un hilito de voz asustado.
Intentó no entrar, pero no funcionó porque bruscamente le empujaron hacia dentro, tras ello Sehun cerró la puerta del aula con una llave.
Y es que éste siempre solía robar de consejería la llave de este aula para no ser descubierto ni interrumpido mientras humillaban al pelirrosa.
Al instante uno de ellos le propinó una patada en sus pantorrillas provocando que Jimin cayera de espaldas al suelo. El golpe fue amortiguado por las palmas de sus manos y trasero.
—Perdón por n-no haberte dejado copiar, p-pero ahora solamente puedo dejarle hacerlo a Jeon. —Jimin habló tan rápido desde el suelo, que las palabras se llegaban a enredar en su lengua.
La contestación de Sehun una vez se giró hacia él fue una fría carcajada.
—Deja de hablar de Jeon, él hoy no está para salvarte. —Dijo mientras se acercaba amenazantemente a su víctima.—Tú vas a volver a dejarme copiar de ti sí o sí estúpido, ¿quién mierda te crees?
Jimin comenzó a temblar cuando tuvo a Sehun a centímetros de él, y debido a que aún estaba sobre el suelo el mayor se inclinó sobre él con su puño alzado dispuesto a darle el primer golpe.
Lo único que pudo hacer fue cerrar los ojos totalmente cohibido y... como acto reflejo levantó temblorosamente su mano izquierda para mostrar la marca.
Aquella que se encontraba en la palma de su mano con una pequeña J.
Por otro lado, los ojos de Sehun se expandieron en ligera sorpresa y pronto los demás del grupo se acercaron a la escena para observar atentamente la marca que ahora se hallaba en la mano del pelirrosa.
Un gran silencio se formó y Jimin notó como Sehun no le había golpeado.
Un minuto más de silencio es todo lo que duró la sorpresa, ya que pronto risas hicieron eco en el aula.
Jimin abrió sus ojos desconcertado, ¿de qué se reían?
—Jimin, ¿tan bajo has caído como para autoinfligirte una marca falsa? —Sehun se pronunció frío.—Si Jeon se entera de que te has hecho una marca en su nombre sin su consentimiento, te va a castigar, y él no es como nosotros, es mil veces peor. —Esta vez habló serio intentando alarmar a Jimin de que lo que había hecho era una cruel sentencia.
Jimin en seguida negó.—Él me la hizo. —Murmuró mirando al otro.
A lo que los demás del grupo volvieron a reír no creyéndose al menor de todos.
—Deja de mentir Jimin, joder. —Sehun farfulló entre dientes.—La marca que tienes en tu mano es una de afecto. Lo sé porque es pequeña y una marca de esa índole los líderes de pandilla solamente se la hacen a las personas que son importantes en sus vidas o que son cercanas a ellos, y tú no eres cercano de él ni por asomo. —Hizo una pequeña pausa y siguió pronunciándose.—Si hubieras querido que te creyéramos deberías haberte hecho una J más grande, porque esa es la que los líderes usan con personas que quieren someter a su persona.
El corazón del de tiernas mejillas latió algo emocionado, no tenía ni idea de que existían marcas de varios tipos.
—Es r-real. —Jimin habló ahora con algo de entusiamo.
Sehun suspiró negando con su cabeza.
—Es imposible que sea real, ¿cómo mierda vas a ser cercano a Jeon cuando solamente te usa para que le hagas sus tareas y exámenes? —Algo en el corazón de Jimin se apagó al escuchar esas palabras.—Él solo te utiliza para su propio bien, jamás tendría afecto de una ratilla que le hace los deberes, métete en la cabeza que las personas como Jeon son malas. —Terminó por decir.
Jimin al escuchar esas palabras sintió sus ojos aguarse levemente.
—P-Pero él... —El pelirrosa quiso decir que cuando ellos estaban a solas Jungkook se portaba bien con él y le respetaba, pero no pudo.
Entonces lo pensó con más detenimiento, por una parte Jungkook delante de los demás no le había hecho daño, solamente insultado para aparentar, pero por otra temió que Jungkook solamente le quisiera para que él le salvara de sus exámenes y tareas. Porque eso es justo lo que hacía.
Sin embargo intentó razonar la marca de afecto pensando en que ambos se besaron, pero quizá para Jungkook eso no había significado absolutamente nada... en cambio para él había significado todo. Su primer beso y las primeras mariposas en su estómago.
Su mente ahora era un caos de pensamientos contradictorios, pero volvió a la realidad cuando escuchó al líder de los matones hablar de nuevo.
—Bueno basta ya de tanta charla, hoy mi grupo y yo queremos divertirnos contigo debido a que hace mucho tiempo no lo hemos hecho, así que ponte en la posición que te enseñé. —Ordenó.
Jimin tembló más si era posible, pero se resignó.
Después de todo eso es lo que era: una marioneta que en el instituto usaban para hacerle lo que quisieran.
Ya fuera hacer tareas, exámenes o golpearle.
Y ahí se dio cuenta de que Jungkook no era tan diferente a los demás, porque también quería obtener lo mismo de él.
Así que aún sobre el suelo se puso de rodillas y llevó sus manos a sus espaldas.
—Quitadle la mochila. —Tras esa orden, dos de ellos se acercaron y le quitaron su mochila.—Jimin no te muevas de tu posición. —Mandó el líder.
Le pasaron la mochila amarilla a Sehun y éste comenzó a rebuscar los apuntes del menor, y cuando dio con ellos se los quitó. Después intentó tomar también los cuadernos que eran de Jeon para quedárselos, pero en ese instante Jimin se pronunció.
—P-Por favor, los de Jeon no los tomes. —Suplicó a la vez que cometió el grave error de moverse un poco.
—¿Te has movido? —Farfulló incrédulo Sehun a la vez que ladeó un poco su cabeza.—Te crees que puedes hacer lo que quieras solamente porque ahora Jeon sea tu matón, ¿verdad?
Jimin volvió a la posición y bajó su cabeza totalmente asustado, había desobedecido a Sehun y eso sólo significaba problemas.
Notó como el líder encendió un cigarro y entonces se esperó lo peor.
—Vamos a recordar viejos tiempos Jimin, aquellos donde todavía te estaba enseñando el cómo debes obedecer a jodidamente todo lo que te digo. —El acosador se acercó peligrosamente a él.
Entonces le arrebató las gafas y el pelirrosa entró en total pánico al no poder ver bien, solamente podía distinguir las siluetas de los que le estaban rodeando.
La primera patada llegó y dio de pleno en su estómago.
—P-Perdón. —Susurró Jimin sintiendo el dolor expandirse por su cuerpo.
Pero esa disculpa no sirvió de nada porque todo el grupo comenzó a golpear indiscriminadamente varias partes de su cuerpo, hasta que no pudo aguantar más y cayó sobre el suelo hecho una bolita.
Sus brazos tapaban su cabeza y sus piernas estaban encogidas, sus ojos sumergidos en lágrimas y sollozos se escapaban de sus labios.
Ahí se percató de que su vida iba a volver a ser la misma de siempre, que cuando Jungkook no estuviera, a parte de encargarse de sus calificaciones, este grupo seguiría golpeándole por otro lado.
Porque si Jungkook había decidido que frente a los demás debía aparentar que era cruel con él, no sería capaz de admitir que esa marca sí la había hecho él.
—Parad. —Sehun ordenó a los demás una vez vio que ya era suficiente.
Antes de abandonar el aula, el líder se acercó al abatido e indefenso chico que estaba en posición fetal sobre el suelo y sin remordimiento ninguno quemó con la colilla de su cigarro el dorso de una de sus manos.
Jimin gimoteó al sentir el candente objeto sobre su piel, lágrimas empapando sus mejillas.
—Nos vamos. —Dijo finalmente Sehun y todos salieron del aula dejando atrás a Jimin.
El pelirrosa lloró silenciosamente, aún así se puso a gatas y buscó sus gafas palpando el suelo. Un suspiro de alivio surgió de sus belfos cuando por fin las pudo encontrar con sus manos, así que tras ello se las puso.
Tras varios atentos finalmente pudo ponerse en pie.
Recogió su mochila del suelo que ahora solamente poseía los cuadernos de Jungkook debido a que Sehun no se atrevió a llevárselos por saber cómo era el mencionado. Y pronto intentó colocarse correctamente el uniforme que ahora estaba tironeado.
Lo hizo sintiendo sus extremidades arder en dolor, aún así consiguió estar algo decente por si su madre estaba en casa.
Afortunadamente no tenía sangre porque normalmente ellos intentaban golpearle en lugares que no dejaran indicios de violencia, por ello mañana tendría moretones en su estómago, costillas o brazos. Pero él siempre se los cubría con su camisa de uniforme o con sudaderas para no preocupar a su progenitora.
Con pasos lentos y la respiración algo entrecortada por el reciente llanto salió del aula.
Sus piernas y cuerpo en general dolían, así que sus pasos eran bastantes torpes.
Hubo un momento donde iba mirando hacia el suelo cuando su hombro chocó contra alguien.
Alzó la mirada y se petrificó al encontrar una fría a la vez que despectiva mirada analizarle.
—Disculpe. —Jimin dijo educadamente a la vez que hizo una reverencia con su cabeza a la persona con la que había chocado accidentalmente.
Entonces un potente olor a perfume caro de la marca Dior se hizo presente en sus fosas nasales, sin duda esa mujer de cabello negro y facciones finas era de alta sociedad.
Además su atuendo podría jurar que poseía las marcas italianas y francesas más prestigiosas del mundo.
—Ten más cuidado. —La mujer habló muy elegantemente con el fino acento de Seúl.
Jimin asintió algo cohibido por lo pequeño que se sentía al lado de una persona con tal calibre de distinción.
Salió del insituto y decidió tomar un autobús porque no se veía capaz para andar hasta su casa.
왕따
Por otro lado Jeon se encontraba en su descampado con sus subordinados.
—¿Entendido? —Jungkook preguntó a su pandilla con total seriedad.
Había ideado el dónde venderían estupefacientes esta semana, ya fuera en fiestas de ricos o de jóvenes. Todo estaba minuciosamente planeado.
Tras un poco más de charla todos los pandilleros comenzaron a abandonar el lugar.
Y ahí sintió unas tremendas ganas de ver a Jimin, debido a que hoy había faltado al instituto por el tema de tener que lidiar con sus quehaceres como líder de su pandilla.
Tomó su teléfono del bolsillo trasero de su vaquero negro y lo desbloqueó.
En unos segundos ya se hallaba enviándole un mensaje al recién mencionado.
Tú.
Hola Jimin, ¿podría ir hoy a tu casa para revisar los deberes? -15:32 P.m.
De nuevo había puesto esa estúpida excusa cuando realmente le importaba una verdadera mierda las tareas, lo realmente importante es que quería ver al de tiernas mejillas porque teniéndole al lado, él era un poquito más feliz.
La respuesta se hizo esperar unos minutos, pero llegó.
Jimin.
Lo siento, hoy no puedo. -15:47 P.m.
Y discúlpame Jungkook... pero creo que a partir de ahora es mejor que no vengas más a mi hogar. -15:49 P.m.
Aún así no te preocupes, todos los días haré tus deberes. -15:51 P.m.
Nos vemos en el Instituto. -15:51 P.m.
Su pecho se contrajo al ver la respuesta, Jimin nunca había sido así de cortante con él y siempre solía usar emoticonos, cosa que esta vez no se había dado.
Entonces sus venas comenzaron a hervir en rabia.
Ató cabos y supo que algo le habían hecho hoy en el instituto debido a su ausencia.
Además de que por la fría actitud de Jimin hacia su persona, estaba segurísimo de que alguien le había metido mierda sobre él.
Pero eso no le importó, lo que sí lo hizo es que si alguien se había atrevido siquiera a tocarle un pelo lo pagaría muy caro.
Porque nadie se metía con Jimin sin después tener que vérselas con él.
Jungkook había tomado muchísimo afecto al menor y eso era irremediable.
.
¿Qué os está pareciendo la historia? Os leo ♡.
¿Quién creéis que es la mujer que ha salido en el capítulo? 🧐
Like si ya quieres leer el siguiente capítulo♡.
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