1 semana después.

Un chico rubio y con mirada amenazante caminaba con total autosuficiencia por el pasillo de su nuevo instituto.

Realmente estaba ansioso por volver a ver al cabrón de Jeon, hacía años que no se habían visto y ahora Min venía por venganza.

Quería que Jungkook sufriera por todo lo que en el pasado le hizo, y lo conseguiría sin importarle si se tenía que llevar a otra persona que no fuera el azabache por delante.

Tenía sed de venganza y la conseguiría.

Recogió su horario de clases y leyó con una sonrisa sarcástica la clase que le había tocado; 1B.

Se fue de la secretaría y entonces el timbre que daba paso a la primera clase del día sonó.

Se dirigió a la clase y entró, todavía no había llegado ningún profesor pero la clase estaba llena de alumnos, en seguida sonrió con maldad al ver a Jungkook sentado detrás de la clase solo, pero supuso que el sitio vacío a su lado era de un miembro de su pandilla llamado Namjoon.

Por otro lado, el azabache sintió su corazón dejar de latir cuando vio al rubio que acababa de entrar.

En seguida puso su rostro serio y fulminó con la mirada a Min, el otro solamente le contestó silenciosamente sacándole el dedo del medio.

Y toda la clase presenció el cómo el nuevo alumno transferido había dedicado ese gesto sin miedo al más temido de la clase, entonces todos supusieron que el nuevo era un jefe de otra banda callejera.

Yoongi dejó de hacer la peineta y se fijó en la clase con atención.

Solamente quedaba un pupitre vacío aparte del que estaba al lado de Jungkook.

Pasó su lengua por sus dientes delanteros cuando vio a la persona que estaba sentado en el otro pupitre, un chico pelirrosa que parecía ser el centro de burlas de los demás.

Mojó sus labios con malicia y en seguida se sentó a un lado del regordete chico.

Estaba seguro de que éste sería absolutamente perfecto para divertirse con él, para aunque sea desestresarse y hacerle lo que quisiera mientras se aburriera en el instituto.

Sintió como el otro a su lado dio un respingo tras haber notado que él se había sentado a su lado.

Miró sin ningún tipo de pudor al pelirrosa y le gustó mucho que no le mirara en forma de respeto.

El rubio dejó de mirar al otro y tomó su teléfono para enviar algunos mensajes a varios miembros de su banda, ya que hoy les llegaba nueva mercancía.

Por otro lado Jungkook no paraba de mover su pierna derecha con nerviosismo de ver a su peor enemigo sentado al lado de Jimin, realmente estaba muy molesto porque aunque no lo quisiera admitir, temía que Yoongi le hiciera daño al pelirrosa.

Mientras que Jimin estaba totalmente cohibido en su sitio y ni siquiera se movía mucho para evitar molestar a su ahora nuevo compañero de pupitre, ya que temía que le fuera a hacer algo.

El timbre del recreo sonó y comenzó a guardar sus útiles escolares en su mochila amarilla, pero cuando sintió justo a su lado una grave voz hablarle, le entró miedo.

—Ven conmigo. —Era el rubio el que le estaba hablando.

Jimin bajó su cabeza intimidado sin moverse de su sitio.

—Te he dicho que vengas, ¿eres sordo o qué? —Escupió Yoongi con agresividad y sin una pizca de paciencia.

El pelirrosa no sabía qué hacer, Jungkook le había dicho que solamente él podía molestarle así que no se movió de su lugar.

Entonces notó como el rubio se levantó bruscamente de su silla y la tiró al suelo con enfado al ver que el otro no le estaba obedeciendo, asustándole al instante.

Entonces Yoongi tomó sin permiso su mochila amarilla y comenzó a salir de la clase, Jimin vio eso y rápidamente dirigió su mirada a Jungkook que aún seguía sentado en su sitio sin hacer nada.

Solamente estaban ellos dos en clase por eso se atrevió a mirar al otro por fin.

Un puchero se dibujó en sus labios sin entender porqué el otro no reaccionaba.

—J-Jeon. —Mencionó el apellido del otro en voz baja y temblorosa, necesitaba su ayuda.

Mientras, en la cabeza de Jungkook se estaba formando una batalla de pensamientos.

¿Qué era mejor?

Que Yoongi no supiera que Jimin era su acosado para que no pudiera relacionar al pelirrosa con él.

O dejarle claro al otro que solamente él podía molestar a Jimin.

El azabache estaba jodido, mucho.

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