Capítulo 13

Ambos salieron del cubículo del baño, pero antes de que el pelirrosa pudiera salir totalmente del baño hacia el pasillo, sintió la gran mano de Jungkook tomar su brazo con firmeza pero sin hacerle daño en absoluto.

Jungkook le giró en silencio y comenzó a despeinarle. Mientras Jimin miraba lo que Jungkook hacia con mucha curiosidad.

Observó como el pelinegro se acercó a uno de los grifos del baño y lo abrió mojándose tan sólo dos dedos, cerró el grifo que usó y se acercó de nuevo a él.

Notó como Jungkook tomó con su mano seca su mentón y le subió la cabeza con suavidad, quedando ahora el pelirrosa mirando hacia el techo.

El azabache le quitó sus gafas y ahora sintió que no veía bien, pero sorprendentemente algo que antes le causaba verdadero terror, ya no lo hacía porque se sentía totalmente seguro con Jeon a su lado.

Así que ni siquiera se movía, simplemente se dejaba hacer algo confundido por no saber para qué le estaba haciendo eso el otro, pero sin pedir explicaciones.

Notó como Jeon al ser más alto que él, miró su rostro alzado y acercó sus dos dedos mojados a la parte inferior de sus ojos, justo donde unas ojeras no muy pronunciadas se encontraban y notó su propia piel mojarse.

—Baja la cabeza y mírame.—Musitó el otro por fin y Jimin en seguida le obedeció.

Entonces notó como gotitas del agua que el otro le puso con sus dedos, se deslizaron por sus mejillas.

Entonces Jungkook acercó su mano al rostro del más bajo y dio con su muñeca suaves toquecitos en sus mejillas, de manera que secó el agua pero no del todo, para que el surco del líquido se hiciera notar.

—Al entrar en clase tienes que actuar como si te hubiera hecho algo. —Dijo con voz ronca.

Entonces Jimin comprendió lo que el otro había hecho.

—Te he despeinado para parecer que te he dañado físicamente y he creado lágrimas falsas. —Comenzó a explicar el otro mientras le ponía las gafas, pero las puso un poco torcidas, Jimin sintió la necesidad de colocárselas bien pero no lo hizo sabiendo que si Jungkook las había puesto de esa forma era adrede.—Delante de otras personas debemos aparentar que tú me temes y que yo te hago daño, ¿vale?

Park hizo un pequeño puchero con sus labios, eso no era cierto...

El pelinegro notó que el otro no estaba muy de acuerdo con fingir que él le hacia daño, así que no tuvo de otra que presionar un poco al bajo para que cediera. Pero antes respiró hondo para mantenerse calmado y no asustar al otro con sus modales.

—Jimin te lo estoy diciendo en serio, todo el mundo me conoce como el demonio Jeon, y necesito que eso siga siendo así. —Le explicó  con voz amenazante para asustar un poco al mencionado.—Si no finges, voy a tener que hacerte daño de verdad, no puedo perder mi reputación, ¿lo entiendes?

Jimin en seguida se hizo más pequeño en su lugar aterrado ante la idea de que Jungkook le hiciera daño así que rápidamente terminó cediendo.

—Lo haré. —Terminó diciendo con seguridad.—Fingiré tenerte mucho miedo frente a otros si eso es lo que quieres.

Jungkook mojó sus labios y asintió aliviado de que el otro finalmente lo hubiera entendido.

Y realmente Jungkook le estaba obligando a ello por dos razones más aparte de su propia reputación.

La primera era que no quería que otras personas vieran al tierno chico como su debilidad, ya que le harían daño.

Y la segunda... no quería golpear o dañarle físicamente nunca, porque si alguien no le daba razones para ser cruel, él jamás lo sería con esa persona.

Porque cuando él era pequeño y totalmente inocente, sintió en sus propias carnes lo que se sentía ser maltratado constantemente sin razones.

Suspiró al recordar su nefasta infancia y rápidamente alejó esos pensamientos de su mente.

Finalmente ambos salieron del baño y se dirigieron a clase.

Se habían perdido la mitad de la clase y la interrumpirían.

Cuando el pelinegro vio que Jimin iba a llamar educadamente para entrar, le frenó, el otro le miró y él negó.

Jimin se apartó de la puerta y dejó pasar al azabache, entonces Jungkook abrió la puerta bruscamente y con el rostro totalmente serio.

Los que estaban en el interior de la clase en seguida le miraron con miedo. Entró sin ni siquiera volver a mirar al pelirrosa y éste entró segundos después.

Jimin entró y se puso a recordar todas las veces que otros chicos le habían golpeado, por lo que su rostro se descompuso en sufrimiento debido a los recuerdos.

El profesor en seguida entendió la situación y se atrevió a hablar.—¿Estás bien Jimin?

El mencionado dejó de andar cabizbajo y miró al profesor, fingió estar intimidado frente a todos y simplemente se dedicó a asentir temeroso.

Rápidamente se dirigió a su sitio sin mirar a nadie y se sentó en su pupitre, en seguida sacó lo que necesitaba para la lección de física y comenzó a atender a la clase colocando por fin sus gafas correctamente para estar cómodo.

Aún así siguió con actitud temerosa para aparentar que realmente el otro le había golpeado e incluso llevó una de sus manos a su costado como si el otro le hubiera golpeado ahí.

Y lo triste es que le salió tan bien, que todos los demás alumnos creyeron que de verdad Jeon había golpeado al pelirrosa.

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