Lunes, 7:36.

Jimin caminó con tranquilidad por el pasillo del instituto hasta que llegó a su clase.

Como casi siempre era el primero en llegar, así que sentó en silencio en su sitio y comenzó a preparar como siempre sus poquitos útiles escolares sobre el pupitre y sacó la tarea de Jeon para poder dársela en cuanto viniera.

Hoy el alto tardó más en llegar, por lo que Jimin estaba completamente incómodo rodeado de los que antes eran sus acosadores y de los otros alumnos presentes sabiendo que el otro no estaba ahí.

Entonces por fin el que estaba esperando impacientemente, llegó.

Una pequeña sonrisa se dibujó en su rostro al verle acercarse a él, y notó como sus mejillas se sonrojaron un poco al recordar como le pasó el humo en el descampado.

—Dame la tarea. —Habló Jungkook agresivamente haciendo que Jimin borrara su pequeña sonrisa al instante de su rostro.—Ya. —Dijo con autoridad.

Jimin en seguida se encogió en su sitio totalmente intimidado por la dura actitud del azabache y con su mano levemente temblorosa le dio su tarea.

El azabache la tomó y posteriormente la metió con rapidez en su propia mochila negra.

Pero todo no acabó ahí, Jeon debía ir más lejos porque estaba delante de los demás y debía demostrar que él era cruel con todos, incluso con Jimin, no podía echar a perder su reputación y sabía que habían bastantes chivatos en la clase que dirían a otras bandas callejeras, que el chico bajo era extrañamente defendido por él. No podía permitir eso.

El chico de gorditas mejillas se asustó y cerró en seguida sus ojos fuertemente tras sus gafas, cuando Jeon dio una patada a su pupitre, haciendo que su propia mesa se deslizara hacia él y se clavara levemente en su estómago.

—Baja la mirada en cuanto me veas. —Gruñó el azabache.

En seguida Park sintió sus labios secarse, estaba tan emocionado por lo que pasó el viernes que se había olvidado de no mirarle mucho.

—Perdón. —Susurró temblando de miedo.

El otro empujó con su lengua su moflete interior, estaba molesto porque no quería seguir, pero debía hacerlo para dejar claro que él iba en serio y así los demás no sospecharan que realmente Jimin se estaba comenzando a convertir en alguien especial en su vida.

Así que con todo el dolor que su negro corazón podría llegar a sentir, tomó en un puñado los cabellos de Jimin pero no muy fuerte, quería aparentar, no hacerle mucho daño.

Movió su mano que tenía los cabellos suaves y brillosos del otro, y tiró no muy fuertemente de ellos hacia arriba dándole a entender que quería que se pusiera en pié, el pelirrosa en seguida comprendió y se puso de pie.

Entonces Jeon dejó de tomar sus cabellos para en seguida sacarle de la clase a empujones y la mochila del menor quedó en la clase, pero nadie tocaría el objeto porque no querían problemas con Jeon.

Toda la escena sucedió frente a las atentas miradas de toda la clase que ni siquiera respiraban por miedo ante el enfado del temido pandillero.

Por otro lado Jimin sentía su corazón latir con arritmia, el azabache nunca le había hecho daño físico y ahora estaba verdaderamente aterrado de que los golpes volvieran a su vida.

Cuando se alejaron lo suficiente de la clase, Jeon dejó de empujarle y ahora Park solamente se limitó a seguirle en total silencio y sin chistar.

Llegaron a los baños de la segunda planta a los que nadie iba y Jimin comenzó a temblar cuando el azabache entró en un cubículo y le dijo que se metiera con él.

El bajo obedeció con miedo y el otro cerró el pestillo rápidamente.

Y ahí fue cuando Jimin sintió muchísimo miedo, no quería que el azabache le hiciera daño ya que eso rompería su corazón ahora que se sentía cómodo con él.

¿Realmente Jeon le golpearía?

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