Capítulo 6
El sábado por la mañana nuestro grupo era un hervidero de mensajes. Entre unos y otros parecía un grupo de siete adolescentes soltando chorradas a diestro y siniestro, ansiosos por la fiesta de esa noche. Incluso Namjoon que me parecía el más serio de todos bromeaba sin control esa mañana.
Había fotos de ropa por todas partes que iban y venían, aunque por nuestros trabajos siempre vestiamos formal, ninguno sabía qué ponerse para esa noche. Se trataba de una fiesta benéfica a favor de ciertas ongs de todo el país, la creme de la creme iba a estar allí. Subastas, cócteles y mucho, mucho alcohol. Desmadre de clases pudientes.
No era demasiado mi ambiente, pero basta que Yoongi se había empeñado en invitarnos e incluirnos en su grupo no podía decir que no. Además de Tae que no había dudado en aceptar cuando se lo había comentado el miércoles mientras tomábamos un café en la zona de descanso de la oficina y por supuesto la insistencia de Jin que no hubiese podido soportar un no por respuesta. O eso decía él.
Esa misma tarde mientras todos parloteabamos sin parar en el grupo sobre qué iba a ponerse cada uno para la fiesta un mensaje de Yoongi paralizó el grupo.
Me descubrí a mi mismo siendo el primero en contestar y deseándole un buen viaje de vuelta. Me mordí el labio con una sonrisa y tiré el móvil lejos al sofá.
Abrí mi armario y pase la mano por las tantas chaquetas colgadas pulcramente en sus perchas mientras sopesaba la posibilidad de ponerme una u otra.
Quería algo que llamase la atención por ser especial y no que fuese demasiado soso así que cuando vi mi chaqueta tipo americana negra con dibujos de filigranas rojas bajando por toda la parte delantera y por las mangas lo tuve claro. Combiné esta con un pantalón negro de pinza y una camisa negra por debajo y rematé el atuendo con unos zapatos brillantes y un collar choker negro en el cuello.
Pasé un buen rato ante el espejo acomodando mi pelo de un lado para el otro. Si era poca presión ya el asistir a una fiesta de gala acompañando a uno de los hombres más famosos del momento, no lo hacía más fácil saber que ese hombre removía mis sentimientos como una montaña rusa con solo mirarme. Agité la cabeza para olvidarme de Yoongi al menos por un rato.
Cuando terminé y aunque era un poco pronto me puse el largo abrigo negro por encima del traje y me dirigí al coche. Conduje animadamente hasta el lugar cantando todas y cada una de las canciones que salían en la radio. Me encontraba extrañamente de muy buen humor, como hacía tiempo que no me sentía.
El evento se celebraba en un museo de arte moderno a las afueras de la ciudad. Había quedado con los demás en el enorme aparcamiento y cuando llegué pude ver el BMW negro de Tae esperando también en la cola para el aparcacoches. Dejé el abrigo en la parte trasera del coche y me dispuse a bajar.
-Creo que somos los primeros-gritó saliendo a mi encuentro cuando me baje del coche y le entregue las llaves al muchacho que se iba a ocupar de aparcarlo.
Un matrimonio vestidos muy elegantemente nos miró y murmuró algo cuando mi amigo me abrazó con entusiasmo y casi me caigo por las escaleras que estaba subiendo.
-Con esta multitud no me extrañaría que los demás estén atascados en alguno de esos coches-comenté mirando hacia los coches enfilados detrás de nosotros.
Él se encogió de hombros. Nos acercamos a la entrada y nos quedamos bajo la enorme columnata que presidía el museo charlando. Unos minutos después los demás aparecieron con Jungkook a la carrera tras ellos.
-Te dije treinta veces antes de salir que si llevabas todo y dijiste que si-escuche gritar a Jin hacia su hermano que subía las escaleras de dos en dos. Cuando nos divisaron se encaminaron hacia nosotros e incluso Hoseok nos saludó a lo lejos con su habitual entusiasmo.
Cuando llegaron todos nos saludamos con apretones de manos y abrazos cordiales. El pequeño de todos abrazó un poco más a Taehyung y golpeó su hombro amistosamente con el suyo cuando se colocó a su lado. Ambos se sonrieron de la misma manera.
-Perdonad la tardanza, el tonto de mi hermano se dejó las llaves del coche y tuvimos que volver a casa a por ellas-explicó Jin lanzandole una mirada exasperada a su hermano. Este se encogió de hombros.
-Ya Jin, deja al chico-pidió Namjoon con paciencia arreglándose los botones de la camisa.
-Ya te digo, te ha pedido perdón unas cien veces-objetó Hoseok con una sonrisa.
-Si me hiciese caso de vez en cuando...-Hizo una pausa dramática. -Da igual, pasemos, hace frío y Yoongi nos estará esperando-dijo adelantándose hacia la puerta de entrada. Solo con la mención de su nombre mi estómago brincó como un tonto.
-Que carácter-gruñó Namjoon pasando por mi lado guiñándome un ojo.
Nos acercamos tras ellos a los guardias de seguridad y dimos nuestros nombres que figuraban uno a uno en la lista como el jefe había prometido. Una vez entramos en la sala todo el mundo empezó a dispersarse detrás de mí. Nam se quedó casi en la entrada con Jin hablando con más gente conocida de la oficina, Tae y Jungkook desaparecieron correteando hacia los cuadros que ya estaban preparados para la subasta.
Hoseok y yo nos quedamos allí parados mirando todo con incredulidad. Siempre me había movido en círculos de gente adinerada, pero aquello era diferente. Era mucho más de lo que nunca había visto. Supuse que así sería mi vida a partir de ese momento.
-¿Te apetece tomar una copa antes de que empiece el sarao de hoy?-pregunté amablemente.
-Solo acepto si no me llamas nunca más Hoseok, si vamos a ser amigos prefiero cualquier otra cosa que mi nombre de pila, es demasiado serio-
-¿Que tal Hobi?-pregunté animadamente contagiándome de su maravilloso espíritu.
-¡Me encanta!-gritó abrazándome con cariño. Reí en su oído y él se contagió de mi risa. Juntos nos encaminamos por la enorme sala buscando un lugar donde tomar algo.
Como la mejor de las coincidencias Yoongi apareció delante de mí apoyado en la barra con una chaqueta roja sobre su camisa negra y cuando me vio, sonrió al ver la coincidencia en nuestro vestuario. Jadeé inconscientemente. Era el hombre más guapo y sexy del lugar, sin duda alguna.
-Hermano-dijo simplemente abrazando a su amigo sin quitarme la vista de encima. Supe que me había sonrojado bajo su ardiente mirada por su sonrisa sinvergüenza.
-¿Que tal tu viaje Yoon?-preguntó Hobi haciéndole una seña al camarero para que se acercase.
-Largo y tedioso, pero ya estoy aquí y dudo que tenga que volver a marcharme mínimo hasta después de las fiestas-explicó. El camarero se acercó y nos tomó nota para después marcharse.
-¿Que tal la semana en la oficina Jimin?-me preguntó Yoongi directamente. Me intimidó su profesionalidad pero me relajé cuando lo vi contener una sonrisilla. Sabía perfectamente la respuesta.
-Larga y tediosa, mi padre nos ha vuelto locos a todos-bromeé para explicarle como mi padre había tomado el mando y nos había vuelto locos con sus prisas y su mandatos. Él chascó la lengua sonriente.
-Ya sabes lo difícil que se pone-justificó. Yo solo me encogí de hombros quitándole importancia.
-¿Vemos la subasta todos juntos?-consultó desviando el tema rápidamente. Habíamos venido a divertirnos y no a hablar de trabajo y él lo sabía.
-Claro, para eso hemos venido, voy a reunirlos a todos, ¿nos esperáis aquí para ir a la mesa?-preguntó cogiendo su vaso y bebiendo un sorbo. Asentimos a la vez y con su habitual sonrisa se internó entre la gente para ir a buscar a nuestros amigos.
-Me gusta tu chaqueta-dijo Yoongi cuando su amigo se hubo marchado. Bebí de mi vaso para disimular los nervios de estar tan cerca de él.
-Gracias supongo, tu también estas muy bien-adulé sonriendo.
-Gracias-murmuró. Un ligero rubor cubrió sus mejillas.
-¿Vas a pujar?-pregunté para romper el hielo que se había formado a nuestro alrededor.
-No, como he llegado antes he podido ver todos los cuadros y ya he comprado un par de ellos para mi casa y para la oficina-argumentó serio. Durante unos segundos ambos permanecimos callados pero al contrario de lo que pensaba, el silencio no fue demasiado tenso.
-¿Así que te gusta el arte?-pregunté tirando de un hilo de mi chaqueta. Él me contempló con una sonrisa.
-La vida sin arte de cualquier tipo no es vida Jimin, para vivir sin arte prefiero no vivir la verdad, aunque también soy firme creyente de que hay que entenderlo, sino no sirve-explicó deleitándome con sus palabras. Santo dios bendito, nunca nadie me había enamorado tanto con unas palabras.
-Que bonito, creo que tienes toda la razón-balbuceé en voz baja sin saber que decir.
-¿A ti te gusta el arte?-indagó.Como había prometido en su despacho, buscaba saber más de mi y no sabía realmente si me agradaba o me ponía nervioso.
Suspiré y asentí apenado. -Amo la danza-dije simplemente.
-¿Ese es tu sueño frustrado no?-preguntó casi asegurándolo. Me vi descubierto.
-¿Tan obvio es?-respondí yo también con una pregunta apretando los labios con una sonrisa.
-Te lo dije, todos hemos renunciado a cosas por estar donde estamos ahora, cosas que nuestras familias no consideran dignas o importantes y catalogan siempre por debajo de los negocios. Todos tenemos un pasado al que nos encantaría volver, tendrías que escuchar a Jin y Jungkook cantar, tienen una voz increíble-explicó con pesar. Lo vi entregarme parte de su corazón con aquellas palabras y lo intente compensar con una sonrisa comprensiva. Ambos dimos un trago a nuestros cócteles.
Unos minutos después, todo los chicos aparecieron riendo por algo que Jin había dicho y entre todos nos abrimos paso entre la gente que cada vez se agolpaba mas y mas frente al pequeño e improvisado escenario.
Nos dirigimos hacia la mesa que se nos había asignado al lado de la barra y seguimos durante un par de horas la subasta de preciosas obras de arte que adornarían adinerados salones y oficinas como Yoongi había sugerido que haría con lo que había comprado él.
Comentamos entre cuchicheos cada uno de los cuadros y me sentí realmente integrado con aquellos muchachos.
Al terminar la subasta comenzó la cena oficial donde nos atiborramos de comida de todo tipo y tras esta la fiesta que Tae tanto había estado esperando. Los más jóvenes pronto nos abandonaron y llevándose a Hobi con él, se internaron en la pista de baile dejando a todos los allí presentes patidifusos con sus movimientos. Sentí envidia y quise acompañarlos, pero por inseguridad me quedé sentado.
Un rato después mientras charlábamos, Jin se retiró a buscar una nueva bebida y Namjoon con visible incomodidad lo acompañó. Yoongi y yo nos encogimos de hombros y volvimos a chocar nuestros vasos en un nuevo brindis. Me contempló con lujuria mientras yo me dedicaba a mirar la pista.
-Me gustaría verte bailar-informó pasando la lengua por sus labios en un movimiento lento y me sorprendió tantísimo que volviese a sacar el tema que casi me atragante con mi propia saliva.
-No creo que eso pase-Aseguré con seriedad.
-¿Porque?-preguntó él como si no fuese obvio.
-Solo bailo para mi espejo, hace años que nadie me ve bailar y dudo que lo vuelva a hacer para que nadie me vea, padre dice que los hombres no bailan-alegué con un poco de timidez. El alcohol volvía a interferir en mis planes de no descubrirle demasiado de mi.
-Que tontería, los hombres bailan y cantan y hacen lo que les dé la gana-dijo enderezándose en la silla. Hizo una pausa y me miró fijamente a los ojos a punto de hacerme la pregunta más dura que se le pudo pasar por la cabeza. -¿Tus padres...lo saben? ¿Saben de...tus gustos?-cuestionó curioso.
-Madre si, lo acepta y me quiere con ello, pero padre nunca habla de ello, es como si fuese un crimen para el, así que dudo que lo aceptase-expliqué. Yoongi soltó un gruñido molesto. Simplemente me encogí de hombros.
-Yo...-dijo como si fuese a hacer una confesión. Se vio interrumpido por alguien a mi espalda a quien miró con una mueca de irritación y se levantó de la silla para encararse con un tipo que venía hacia nosotros con cara de pocos amigos.
-¿Min, que cojones has hecho?-gritó remarcando el nombre de Yoongi.
-Ahora no puedo hablar, estoy acompañado-bramó alterado. El tipo ni se inmutó ante su enfado.
-Claro que si vas a hablar conmigo ahora, me da igual con quien estés-demandó este otro ante la negativa del moreno.
-Te he dicho que ahora no Sonwu-casi suplico Yoongi con los ojos llameantes por la ira.
-Y yo te he dicho que sí, que vamos a salir y vamos a solucionar lo que ha pasado-gritó imperativamente abalanzándose sobre él.
-No voy a pelear contigo-protestó volviéndose hacia mí. Lo miré a los ojos y vi sus cavilaciones mientras me devolvía la mirada.
-He dicho que...-Dijo el hombre avanzando hacia él por la espalda. No se porque reaccioné como lo hice pero esta vez fui yo quien se interpuso en su camino y lo miré con desdén.
-Oye, no lo has escuchado, te ha dicho que no quiere pelea, déjanos en paz por favor-pedí exasperado. ¿Que no entendía?
Él me miró de arriba a abajo y se acercó intimidante hacia mi. Sentí la mano de Yoongi aferrarse a mi brazo justo cuando el hombre empujó mi pecho y me hizo perder un poco el equilibrio hasta chocarme con la barra que se encontraba detrás de nuestra mesa.
-Apártate mocoso, no te metas en lo que no te incumbe-gritó el tipo por encima de la música
Mientras yo me sobaba el pecho y la espalda donde había recibido los dos golpes vi a Yoongi crecer más de lo que jamás habría pensado y plantarse de dos zancadas enfrente del hombre con los puños apretados a los costados.
-No vuelvas a ponerle una mano encima o me ocuparé personalmente de que te quedes sin ella-amenazó Yoongi con crudeza. Me sobresalte e intenté acercarme, pero no me dio tiempo porque el hombre siguió picando.
-Vaya...¿así que este es tu nuevo protegido?¿sabe quien eres Min? Quizás deberías contarle al muchacho sobre los turbios asuntos que manejas antes de que huya como todos los demás-espetó con furia acercándose demasiado a la cara de Yoongi. Este le agarró de los cuellos de la camisa.
Enarqué una ceja. ¿Turbios asuntos? Sin duda una palabra que llevaba relacionado el nombre de Min Yoongi. Los demás aparecieron corriendo y se colocaron a mi alrededor cubriéndome como si fuesen parte de un mortal ejército.
-¿Estas bien?-pregunto Taehyung a mi lado. Asentí sin quitar la vista de Yoongi. Mi amigo se acercó a la formación y me cubrió con su cuerpo. ¿Que estaba pasando? ¿Que me estaba perdiendo?
-Marchate Sonwu, no queremos tener problemas aquí-pidió Namjoon poniéndose al lado de Yoongi que seguía agarrando al hombre por el cuello de la camisa. -Vamos hermano, no nos conviene esto-añadió irritado. Todo el mundo nos estaba mirando.
-Vuelve a acercarte a uno de mis chicos y te juro que tendrás que marcharte del país si no quieres morir-sentenció soltándolo pero sin bajar la guardia.
-¿Estas bien Jimin?-preguntó Hobi a mi lado inspeccionándome como si tuviese algún daño físico más allá del impacto.
-Si, no me he hecho daño, no os preocupéis, yo...-empecé a decir titubeando aún por la sorpresa.
-¡Marchaos! ¡Todos! Necesito hablar con Jimin a solas-gruñó sobresaltándonos a todos y haciéndome encoger sobre mi mismo. Se venía buena.
-No vuelvas a hacer eso en tu vida, son mis asuntos y de mis asuntos me ocupo yo-gritó golpeando la mesa con dureza cuando todos hubieron desaparecido.
-Solo pretendía ayudar-murmuré un poco avergonzado por la situación.
-¿Ayudar? No sabes quien es ese tipo ni en qué mundo se maneja Jimin, es peligroso, ¿como se te ocurre encararte así?-preguntó pasando su mano blanca entre su pelo.
-Lo estábamos pasando bien y te estaba molestando, solo quería...-intenté explicarme pero me cortó golpeando la mesa con la palma de la mano así que me callé y baje la mirada enrabietado como un niño.
-Solo querías...no sabes de qué va esto-gruñó alzando la voz. Un escalofrío me recorrió el cuerpo de arriba abajo.
-¿Por lo visto tampoco se quien eres tu no? ¿Eres peligroso Yoongi?-rebatí con toda la fuerza que pude sacar de mi. Vi sus ojos agrandarse con sorpresa.
-No yo...jamás te haría daño...¿acaso importa quien soy?-interrogó con una muestra de inquietud en su voz.
-Pues hombre, si mi mejor amigo y yo nos estamos relacionando contigo y tus amigos, creo que tenemos el mínimo derecho de saber con quien pasamos el rato y porque siempre estas metido en problemas-repliqué con malicia. Me fastidiaba ver como me dejaba de lado en los asuntos que a él le daba la gana
-No es asunto tuyo-murmuró llevándose el vaso a los labios como si fuese lo único que pudiese ofrecerme. Guarde silencio y negué con la cabeza un segundo antes de ponerme en pie bruscamente.
-Así es, no es asunto mío-rechiste cogiendo mi americana del respaldo de la silla. -Buenas noches señor Min, le veo el lunes en la oficina-sentencié.
-Jimin siéntate-pidió con paciencia.
-Y una mierda-grité dando una infantil patada al suelo.
Busqué con la mirada a Taehyung o alguno de los demás pero parecía como si se los hubiese tragado la tierra así que dirigí una última mirada al hombre que dejaba allí sentado en la mesa y que no apartaba la mirada de mi y me encaminé hacia la puerta. Cuando salí al aire frío de la noche y pude pensar con claridad pude vislumbrar la carta de despido el lunes en mi escritorio.
La había cagado, pero bien.
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Huolaaaaaaaaaaaaa
Bueno, por aquí os dejo un nuevo capitulo de Bullets, se que llevaba unos días sin subir uno nuevo, pero es que me ha costado más porque como veis aparte del capitulo he incluido una nueva manera de que podáis ver los mensajes que se manden entre los personajes de una manera más visual. Espero que os guste.
En fin, que lío, creo que Jimin ya va viendo por donde van los tiros con Yoongi y sinceramente, pienso que este ultimo tiene un cacao mental con el muchacho que no sabe ni como actuar. Así estamos metidos en el primer drama del fanfic. No me odiéis mucho, ya habrá tiempo para eso jajajajaja
Espero que os guste mucho y nos leemos en el siguiente capitulo ;)
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