Capítulo 17
Una vez en el avión solamente me dediqué a mirar pensativo por la ventana con una única frase en la cabeza mientras escuchaba de fondo las peleas de Jin y su hermano y las risas de los demás.
"Díselo cuanto antes porque cada día cuenta"
Miré a Yoongi frente a mi perdido en un libro de sobrecubierta marrón y observe como fruncía adorablemente el ceño en señal de concentración. Me gustaban muchas cosas de Yoongi, pero sobre todo me gustaba lo diferente que era de los demás y lo difícil que era meterse bajo su piel.
Desde que habíamos dado el paso de empezar a salir habíamos tenido varias ocasiones en las que habíamos conectado aun mas de lo que ya estábamos y sin duda ese viaje a Tokyo no había traído más cosas buenas de las que pensábamos.
-¿Jimin?-llamó moviendo su mano delante de mi cara para tener mi atención. Sacudí ligeramente la cabeza y reprimir una sonrisita cuando el también se rió.
-Estabas embobado-afirmó sin borrar la sonrisa de su cara.
-Mirando lo guapo que eres-afirmé sin pudor alguno.
Él frunció su nariz con timidez y se reincorporó un poco en su asiento. Te decía que vamos a aterrizar-
-¿Ya? Si que se me ha pasado rápido el viaje-dije encogiéndome de hombros ligeramente. El me contemplo durante un segundo y se echó hacia delante pasando la palma de su mano por mi mejilla.
-¿Tan entretenido soy de mirar?-murmuró atrayéndome de la camiseta hacia él. Yo reí dulcemente en su oído. Se estremeció ante nuestra cercanía.
-Si tu supieras Yoonie-susurré antes de volverme a mi sitio y abrocharme el cinturón bajo su atenta mirada.
Aterrizamos tranquilamente y Yoongi se dedicó a agradecer con cordialidad a toda la tripulación y a las azafatas que nos habían acompañado durante aquellos días. Cuando bajamos por las escaleras hacia la pista Yoongi no me soltó de la mano y pudimos divisar tanto su coche como el mío y el de Jin ya dispuestos en los mismos lugares donde los habíamos dejado al marcharnos.
Nos reunimos una vez más todos y nos despedimos los unos de los otros. Taehyung se enganchó al cuello de Jungkook que volvía a su casa con su hermano y se besaron apasionadamente con los gritos de Jin de fondo. Los demás nos reímos y nos dedicamos a meter nuestros equipajes a los correspondientes maleteros.
Yoongi ayudó a Hobi a meter ambas maletas en su coche y luego acudió en mi ayuda para entre los dos encajar en mi coche la enorme maleta de mi amigo que seguía besuqueándose con Jungkook.
-Taehyung me voy sin ti-chillé haciéndome eco por toda la pista. La escandalosa risa de Hobi me llegó desde el coche de mi novio mientras este mismo bajaba la puerta del maletero para cerrar mi coche. Mi amigo refunfuño a lo lejos y Yoongi y yo nos dirigimos hacia la puerta delantera de mi coche.
-Oye...has estado muy callado durante todo el viaje, ¿todo bien?- preguntó haciéndose a un lado para dejarme abrir la puerta. Yo asentí mientras me sentaba y ajustaba de nuevo el asiento y los espejos que había sido movido por los aparcacoches. Cuando cerré la puerta y bajé la ventana mi chico se inclinó en ella y se apoyó con los brazos en el marco.
-Tranquilo, estoy bien, solo estoy un poco cansado, dejaré a Tae en su casa y me iré a casa a darme una ducha y descansar-aseguré mirándolo a los ojos desde mi sitio. El se acercó y deposito un pequeño beso en mis labios que recibí gustosamente.
-Se me va a hacer raro despertarme mañana sin ti-murmuró en mi oído dejando un par de besos en el lóbulo de mi oreja.
-Habrá más veces cariño-aseguré. Te mandaré un mensaje esta noche para que puedas dormir- añadí murmurando con sorna. Él apretó los labios reprimiendo una sonrisa.
-Te veo mañana en la oficina entonces-Yo asentí y él dejó otro pequeño beso en la comisura de mi boca.
-Nos vemos chicos, hasta mañana Tae-se despidió de todos moviendo el brazo y de mi amigo que estaba montándose en el coche. Lo vimos meterse en el suyo y ponerse en marcha.
-Tu y yo solos Park Jimin-dijo mi amigo desde el asiento del copiloto con la voz más dramática que había puesto en su vida.
-Me das miedo con esa voz-aseguré con una sonrisa.
-Ahora vas a contarme todo desde el principio a que si?-preguntó maliciosamente. Yo asentí.
-¿Y si te lo cuento con una cerveza?-sugerí intentando retrasar el interrogatorio.
-Hecho, cervecita en mi casa y Jimin contando sus ligues, como en los viejos tiempos-chilló haciendo aspavientos con los brazos.
Me reí escandalosamente y saliendo del aeropuerto puse rumbo a su casa. Durante el camino nos dedicamos a comentar el fin de semana, me reí con Tae como en los viejos tiempos mientras el se metía a diestro y siniestro con todo el mundo.
Cuando llegamos a su casa nos tiramos en el sofá con una cerveza en la mano y brindamos riendo como locos por nosotros y nuestros amigos.
-Ha llegado la hora, no puedes retrasarlo más, cuéntame todo sobre Yoongi y tu-pidió tirándose encima mío. Me lo quite como pude y lo abracé con cariño a mi lado.
-Antes cuéntame tu, ¿Qué tal con Jungkook?-pregunté dándole un pequeño empujoncito con mi hombro en el suyo.
-Pues bien bien, muy bien, es un chico maravilloso-dijo simplemente con una pequeña sonrisa..
-¿Solo eso? Acaso no vas a contarme nada más-repliqué incorporándome en el sofá sin dejar de mirarle.
-Esta bien, te lo cuento-Yo me quedé callado y esperé a que diese un sorbo de su botellín y continuase hablando. -Esto es serio Jimin...he pensado en presentárselo a mis padres-dijo bajando la voz según me iba contando.
-¿Te estás enamorando Taetae?-Pregunté golpeando con delicadeza su rodilla. Vi a mi amigo sonrojarse ante mi pregunta y sonreír ligeramente.
-Estoy enamorado Mimi, hasta los huesos-afirmó. Yo asentí con una sonrisa. Ya lo sabía sin que el me confirmase. Ambos nos abrazamos por inercia y nos reímos cuando nos separamos.
-Ahora tu, háblame de Yoongi, tienes que contármelo todo-pidió.
-Yoons es...el novio perfecto, detrás de ese carácter hay un gatito adorable Tae me trata como si yo fuese...-empecé a explicar. Tae me sonrió cuando paré de hablar y se dispuso a terminar la frase por mi.
-¿Un ángel?-preguntó mi amigo haciendo alusión al apodo que mi chico siempre usaba conmigo. Un sonrisa enorme inundó mi rostro ante aquella mención.
-Le he oído llamártelo, todos lo hemos hecho y ahí donde lo ves, Jungkook casi se derrite de amor y se pone a llorar-aseguró el riéndose por lo que acababa de decir-
-¡Exagerado!-chille riendo.
-¡Te lo prometo! Jungkook adora a Yoongi, siempre ha sido uno más del grupo así que ha sido como su hermano mayor y verlo así contigo se les hace muy raro a todos-explicó
-¿Eso es malo?-pregunté llevándome mi botellín a los labios para beber un poco. Tae se sobresaltó.
-Aish tonto, eso es demasiado bueno-volvió a decir. Ambos chocamos las cervezas. -Ahora dejémonos de sentimentalismo y hablemos de la miga-chillo abriendo mucho los ojos.
-Ay Taehyung por favor-suspiré frustrado pero sin poder parar de reír.
-Tu sabrás lo que entiendes por miga, yo no he dicho nada-se excusó levantándose a por otras dos cervezas. Nos iban a hacer falta.
Me despedí de mi amigo bien entrada la tarde y me marché a mi casa. Y durante toda la noche me dediqué a vagar por las habitaciones agotado del viaje y de todo lo que habíamos vivido pensando en como decirle a Yoongi lo que realmente sentía por el. Como había prometido le mandé un mensaje antes de irme a la cama con una selfie y nos entretuvimos en mensajearnos un rato hasta que el cansancio nos venció y caímos rendidos.
El lunes todos nos reincorporamos a nuestros respectivos trabajos y después de aquel pequeño viaje "de negocios". Cuando sonó el despertador más pronto de lo que había estado sonando días atrás y Yoongi no se encontraba a mi lado en la cama fui realmente consciente que habíamos vuelto a la realidad de nuestras vidas.
Me vestí rápidamente y eché un vistazo a mis redes sociales mientras desayunaba sentado en uno de los altos taburetes de la cocina como hacía cada mañana.
Cuando llegué ese día a trabajar un par de compañeros me miraron con sonrisillas extrañas al darme los buenos días y se marcharon cuchicheando.
Lo entendí todo cuando atravesé las puertas del departamento y pude ver a Jin, Nam y Tae concentrados alrededor de mi mesa mirando fijamente hacia la pantalla riendo como tres condenados.
Me coloqué a su lado y contemplé la pantalla de mi ordenador encendida con un documento abierto y en blanco con una sola frase en el centro.
<<Que siempre sea primavera>>
Mi corazón dio un vuelco y tuve que sujetarme a la mesa para no tambalearme. Había utilizado aquella conversación después de nuestra primera noche juntos y mi corazón amenazaba con salírseme del pecho con el bonito detalle.
-¿Que pasa enamorado?-empezó a decir Taehyung.
-Os habéis echado de menos esta noche-añadió Namjoon levantando subiendo y bajando las cejas. Mentiría si no dijese que me quedé como un minuto más ignorando sus burlas mientras miraba fijamente la pantalla, pero después me giré hacia ellos y los encaré haciendo un gesto con el dedo para que se callasen.
-Porque estáis siempre picándome a mi, ¿es que Tae y Kook no son pareja también?-reclamé dejando mi chaqueta en la silla mientras ellos se
-Si, pero son menos originales que vosotros, eso ya te lo digo yo, además, no conocíamos este lado del jefe y hay que aprovecharlo-justifico Jin balanceando delante de mi unos folios que llevaba en la mano.
-Además, ya se encarga tu querido novio de molestarnos continuamente-contestó Taehyung cruzándose de brazos. Yo me reí ante el gesto.
-Solo dice verdades, que sois unos empalagosos todo el día el uno encima del otro, magreandoos y besuqueándoos-pinché.
-Ehh-protestó mi amigo.
-Aww míralo que mono como defiende a su chico-dijo Namjoon entrando también al trapo. Lo miré con los ojos abiertos.
-Como sois...-me quejé.
-Park, el señor Min te necesita arriba-Interrumpió en ese momento una compañera asomando su cabeza por las puertas de cristal de nuestra oficina. Me giré sonrojado y le di las gracias.
-Yo...me voy-murmuré hacia mis amigos que rompieron en carcajadas ante mi evidente sonrojo.
-Ale, pasadlo bien-chinchó Jin.
-Que os calléis ya-susurré atravesando las puertas con sus risas por detrás.
Cogí el ascensor que estaba en mi planta y di un par de palmaditas sonriendo emocionado por ver a Yoongi. Para mi sorpresa lo encontré en su despacho con la puerta abierta de par en par y una ligera sonrisa mientras preparaba café en el pequeño mueblecito donde guardaba sus tazas.
-Buenos días, ¿me necesitabas?-saludé contento. El se volvió hacia mi y sonrió de aquella manera tan suya al verme.
-Si, te estaba esperando cierra la puerta-ordenó. Hice lo que dijo y me acerqué a él tranquilamente.
-¿Y que necesitas?-pregunté acercándome hasta su mesa para apoyarme allí. Yoongi caminó felino hacia mi y dejó la taza en la pequeña mesita para agarrar mi mano y atraerme más hacia él. -Que me des mi beso de buenos días...te echaba de menos-dijo mimoso dejando un par de besos en mi cuello antes de deslizarse por mi mandíbula y acaba en mi boca. Haciendo impulso me ayudo a sentarme en su escritorio y siguió devorando mis labios durante largos minutos mientras yo me perdía en aquel mundo de sensaciones que ese hombre hacia aflorar en mi.
La puerta se abrió de golpe y nosotros nos separamos asustados por haber sido pillados. Mi cuerpo tembló por completo cuando la imponente figura de mi padre apareció por la puerta y empujando a Yoongi lejos de mi me baje del escritorio y me alisé la camisa. Se iba a liar.
-¿Se puede saber que es esto?-preguntó mi padre cerrando la puerta trs de si y caminando despacio hacia nosotros.
-Padre...Yoongi y yo...-intenté explicar.
-Ash Jimin, te dije, te advertí que dejases tus tontearías y tus estúpidos juegos fuera de esta empresa-reclamó interrumpiéndome serio. No me achanté ante sus palabras y me encaré delante suyo.
-Si estoy con él es por algo papá, no es ningún juego-dije firmemente.
-Te lo advertí Jimin, te dije que su fama le precedía-volvió a repetir.
-Por favor...-pedí hacia mi padre que me miró interrogante.
-Con todos mis respetos señor Park pero se perfectamente lo que siento por su hijo, no es ningún juego, ni para él ni por supuesto para mi-aclaró Yoongi a mi espalda. Mi padre se quedo serio y yo abrí los ojos exageradamente y lo miré como si se hubiese vuelto loco.
Luego suspiró con frustración y llevó sus dedos a su cara pellizcándose el puente de la nariz. -Eso espero, de verdad por vuestro bien, por el de esta empresa y por el de todos los que trabajamos aquí-dijo con sequedad. Luego se dio la vuelta y se marchó tal como había venido.
Me quedé estupefacto durante unos segundos
-Pero que...acaba de pasar...-pregunté retóricamente dándome la vuelta hacia Yoongi que seguía estático a mi espalda.
-A mi no me mires-replicó. Yo lo miré con una mueca.
-¿Sabes lo que acabas de decirle a mi padre?-pregunté.
-¿La verdad? -chilló encogiéndose de hombros. Yo esbocé una sonrisa, la sonrisa más enorme y sincera que había tenido en mucho tiempo y volví a pasar uno de mis brazos por sus hombros para atraerlo hacia mi.
-Ven aquí-murmuré atrayendo hacia mis labios de nuevo. -Ahora tendré que presentártelos oficialmente-añadí riéndome antes de volver a besarle.
-UNOS MESES DESPUES-
-¡Mayo por fin!-gritó Tae dándole la vuelta a la hoja del calendario.
-Parece increíble que llevemos ya medio año aquí-respondí con una sonrisa reordenando unos papeles que se había esparcido por mi mesa.
-Pues si, y tu no querías venir-afirmó picándome. Yo rodé los ojos y me senté en la silla encendiendo el ordenador.
-¿Y que tal fue ayer? ¿Es que no piensas contarle nada a tu mejor amigo?-preguntó él imitando mi gesto. Sonreí por inercia. El día anterior había presentado formalmente a Yoongi a mis padres y aunque pensé que iría peor al final habíamos conseguido tener la fiesta en paz.
-Bastante genial la verdad, al principio fue un poco raro, mi padre estaba muy serio pero luego se calmó y Yoonie supo llevárselo a su terreno perfectamente así que tuvimos una cena muy agradable y pudimos hablar un poco de todo-explique mientras Tae no me quitaba los ojos de encima con una sonrisa.
-¿Y tu madre?-preguntó interesado balanceándose en su silla. Yo sonreí por inercia.
-Te puedes imaginar, estaba encantada, hasta hizo reír a mi padre cuando intentó hacer que Yoongi repitiese el postre dos veces-le conté intentando no acordarme de la situación para no empezar a reír a carcajadas.
-¿Eso está bien no?-cuestionó mi amigo.
-Está genial, congeniaron de maravilla y mi madre se paso la noche recordándole lo guapo que es, como si le hiciese falta que se lo recordasen y cuando le dije que lo dejase en paz me dijo que no me pudiese celoso. Mi propia madre, ¿tu te crees?-me quejé. Tae comenzó a reír animadamente mientras tecleaba en el ordenador.
-Las madres los adoran, mi madre se pasa el día preguntándome por Jungkook y mandándole fotos de Yeontan, lo quiere más que a mi, es hora de que te hagas a la idea de que tu madre también querrá mas a Yoongi que a ti- sentenció mirándome de reojo. Yo puse una mueca rara y ambos estallamos en risas. -¿Y el que tal se sintió?-volvió a interesarse Tae.
-Ya sabes como es, serio como un musgo, pero se portó de maravilla con ellos y lo llevó estupendamente, cuando salimos de allí de vuelta a casa se pasó un buen rato hablando de la comida de mi madre-comenté.
-Me alegro tantísimo Jimin-Te sonrió y vi la veracidad en sus palabras. Él siempre estaba feliz por mi como yo lo estaba por él y sabía que el tema de que Yoongi conociese a mis padres me había estado perturbando casi desde el principio de mi relación con el.
-Si, yo también, ¿sabes? creo que ha llegado el momento de decirle-susurré acercándome un poco a el con la silla para que nadie me escuchase. Mi amigo alzó las cejas.
-¿Aún no se lo has dicho? Llevas desde que volvimos de Tokyo dándole vueltas, no se como no has explotado aún-
-Que va, quería estar seguro de que el siente exactamente lo mismo para no quedar como un idiota-me excusé. Tae se giró lentamente hacia mi con dramatismo.
-Idiota si eres desde luego...¿Acaso no has visto como te mira? ¿Cómo es contigo?, el jefe se ha enamorado Jimin, y tu tienes la culpa enteramente de eso-susurró apuntando con el dedo acusatoriamente. Me quedé pensando mientras mi amigo seguía con su trabajo y como si tuviese un muelle me levanté de la silla asustándolo.
-Se lo diré esta noche-decidí. Tae me miró sorprendido y luego sonrió.
Te lo contaré todo al día siguiente, ahora voy a subir a avisarle para que no haga planes-
Me despedí de mi amigo y tras casi chocarme con Jin en las puertas que volvía a su puesto en me encaminé con convicción hacia el ascensor para subir hasta la ultima planta. Volver a hacer ese recorrido me trajo recuerdos de mis principios con Yoongi, del primer día cuando lo conocí y de cada día que tenía que presentarme ante el y me moría de nervios. Sonreí con cierta nostalgia a la ciudad que se extendía bajo mis pies segun subía más y más pisos.
Cuando llegué toqué un par de veces y esperé escuchando hasta que oí la voz de Yoongi dándome paso.
-¿Tienes un segundo?-pregunté asomándome por la puerta con una sonrisa. Lo vi levantar la vista de una enorme pila de documentos.
-Estoy a tope pero para ti siempre tengo un segundo, pasa anda-pidió levantándose de la silla.
Yo entre en el despacho con una sonrisa y enredé los brazos en su cuello mientras él pasaba las manos por mi cintura.
-Venía a darte tu beso de buenos días-
-Mmm entonces si que tengo más de un segundo-ronroneó en mi cuello. Yo reí y besé sus labios un par de veces.
-Tengo que volver abajo antes de que se me acumule más aún el trabajo, pero yo venía a decirte algo-aclaré. Nos separamos pero no soltó mi mano entrelazada con la suya en ningún momento.
-Tu dirás ángel-dijo con la misma sonrisa que se le formaba cada vez que me llamaba así.
-Tengo algo que decirte, pero no quiero hacerlo aquí y ahora ¿vale? Por eso quería ver si quedábamos esta noche para cenar-
-Vale, entonces ¿me esperas y nos vamos juntos?-sugirió. Yo asentí y me marché feliz por la puerta después de despedirnos.
Bien entrada la tarde me levanté de mi escritorio y me despedí de Tae y Jin que también empezaron a recoger sus cosas para marcharse. Me escabullí de todos mis compañeros como pude y me quedé esperando en la puerta hasta que Yoongi apareció. Pidió su coche y cuando se lo trajeron nos montamos camino a su casa. No dudo un segundo en abalanzarse sobre mi boca cuando cerramos las puertas.
Después de unos minutos devorándonos a besos por fin conseguimos arrancar y poner rumbo hacia su casa. Fuimos comentando cosas del trabajo y canturreando alguna canción que salía en la radio. Respondí varios mensajes y volví a canturrear.
Después de que aparcásemos en su enorme garaje caminamos agarrados de la mano y volvimos a besarnos como dos adolescentes en el largo transcurso hasta la planta más alta del edificio.
Como el perfecto anfitrión que era Yoongi se desprendió de su chaqueta y me pidió la mía para colgarla en la entrada. Mientras marchaba a la cocina y abría el frigorífico pude ver como su espalda se marcaba perfectamente en la camisa negra y endiabladamente sexy y con un ligero temblor en las manos y en las piernas me dirigí tras él hasta la cocina. Tuve que apoyarme en la encimera cuando recordé a lo que habíamos venido. Iba a decirle por fin que estaba enamorado de él, después de darle muchas vueltas había decidido entregarme a el con todo lo que sentía y por una vez desde que tuve aquella conversación en Tokyo, estaba seguro de lo que sentíamos el uno por el otro.
-Ten-dijo mientras se apoyaba a mi lado en la encimera y me pasaba una copa de vino blanco. Di un sorbo y asentí sonriendo para su satisfacción.
-Te voy a preparar la mejor cena que te han preparado nunca y así podrás decirme lo que tengas que decirme con el estomago más que contento-explicó sonriente. Me derritió el alma con ver esa sonrisa.
-¿Ah si? ¿Y que celebramos?-pregunté con voz coqueta y una sonrisa.
-Que estamos juntos, ¿te parece poco?-afirmó colocando sus manos en mis caderas y atrayéndome hacia él sin dejar de mirarme con esa sonrisa de medio lado que me derretía entero.
-Para nada-murmuré contra sus labios. El correspondió el beso y nos enzarzamos en una romántica pelea entre su boca y la mía pidiendo a gritos comernos a besos. Dejé la copa de vino en la encimera y deslicé las manos por su pecho jugueteando con los botones mientras sus manos no dejaban hueco sin tocar en mi cuerpo pero de pronto un chirriante sonido nos interrumpió y nos separamos por el susto. Nos miramos a los ojos y nos reímos y luego me aparté un poco mordiéndome el labio para que mi chico atendiese a escandaloso teléfono. Me giré para ir a dejar el jersey en la habitación y antes de subir la escalera vi a Yoongi descolgar el teléfono y colocárselo en el oído sujetándolo con el hombro mientras encendía la vitrocerámica y se acercaba al frigorífico para sacar los ingredientes. Entendí el nombre de Jin así que simplemente terminé de subir la escalera y me quité el jersey para dejarlo doblado encima de la cama.
Mi móvil comenzó a vibrar en el bolsillo de mi pantalón y cuando miré la pantalla la sonriente cara de Taehyung aparecía con su nombre debajo. -Taetae dígame-contesté con una sonrisa.
-Jimin, ¿estas con Yoongi?-preguntó con seriedad. Me asuste, no lo admitiría pero planteé tantos escenarios malos sin imaginar lo que realmente pasaba que bajé derrapando las escaleras del apartamento preguntando que pasaba. Todo lo demás sucedió muy rápido, encontré a mi chico delante de la tele con semblante serio y casi desencajado y cuando miré la televisión el móvil se calló de mis manos por la impresión.
-¡Pillados!-rezaba un cartel amarillo bajo las imágenes que se iban sucediendo. Fotos que conocía bien ya que éramos Yoongi y yo en diversos aspectos de nuestra vida, entrando en mi casa de la mano, besándonos en el coche...
Cambió de canal inmediatamente como si estuviese buscando algo y cuando lo encontró paró para escuchar la noticia.
-"Jóvenes, ricos y enamorados"-leí en la pantalla. Estaba por todos lados y bajo diferentes titulares.
-Uno de los jóvenes más codiciados del país, Min Yoongi, ha sido visto muy bien acompañado por las calles de Seúl, un informante anónimo nos envía estas fotos donde se los ve inmensamente apasionados...-dijo el presentador del programa. Yo dejé de oír nada más y me agarré con ansia al respaldo del sofá. Yoongi me miró y habló pero no escuché absolutamente nada de lo que dijo.
-Como coño tienen esas fotos-chillé alarmado cuando fui consciente realmente de lo que estaba pasando y el alcance que podía tener en nuestras vidas.
-No lo se, nos han tenido que seguir-titubeó Yoongi con un ligero temblor en sus manos.
-Joder-grité pateando el aire para acercarme a el y sentarme a su lado en el sofá. Yoongi apagó la tele y enterró la cara entre sus manos y sin saber que hacer solo me baje de donde me había sentado y me coloque delante suyo para agarrar sus manos.
Levantó la cabeza y me miró con los ojos llenos de un sentimiento indescriptible. -Lo siento ángel-susurró entrelazando nuestros dedos. Yo negué con la cabeza.
-¿Lo sientes de que? ¿Es que acaso no estamos juntos en esto?-pregunté retóricamente. El asintió y se pellizcó levemente el puente de la nariz
-Si pero ahora van a acosarte y...-empezó a decir de nuevo.
-Que me da igual Yoon, que me da igual todo-interrumpí yo firmemente. Se quedó quieto un segundo en silencio negando con la cabeza y después se levantó con las manos entre su cabello y comenzó a dar vueltas por el espacio del salón.
-Estoy harto, harto de esta mierda-gritó fuera de si. Me acerqué a su lado y lo abracé por la espalda para intentar calmarlo.
-Cariño por favor...cálmate-pedí
-Van a molestarte por mi culpa ángel-se quejó dándose la vuelta y volviendo a mirarme a la cara.
-Eh, yo estoy bien, a mi me da igual que sepan que me gustan los hombres, las mujeres o las lechugas...mi familia ya lo sabe y las personas que me importan no van a rechazarme, asi que si es por mi, no tienes que preocuparte Yoon-aclaré intentando forzar una sonrisa. Mentiría si dijera que aquello no me estaba afectando, pero como intentaba hacerle saber a Yoongi en ese momento no era por mi, sino por él.
-¿Pero y la empresa? Si oigo un solo comentario...-empezó a decir. Simplemente puse mi dedos en sus labios para que se callase. Quería explicarle que me daba exactamente igual todo lo que la gente pudiese decir de nosotros.
-Pueden decir lo que les de la gana, fuera de nuestros trabajos somos dos hombres solteros que pueden hacer lo que quieran y con quien quieran
-¿Como puedes estar tan tranquilo?-cuestionó agarrándome por los hombros para mirarme a los ojos. Yo tragué con fuerza.
-No estoy tranquilo, pero tampoco ganamos nada poniéndonos así-dije intentando tranquilizarlo. -ven aquí, bésame y deja de pensar-añadí enredándome entre sus brazos. Me miró un momento a los ojos con toda la ira contenida ardiendo en sus ojos y me empujó ligeramente hasta dar con la pared. Sin decir nada más se abalanzó contra mi boca y me devoró violentamente quitándome el aliento. Sus manos retiraron con ansia mi camiseta blanca por encima de mi cabeza y yo pegue mi cadera a la suya haciéndolo gemir. Subimos las escaleras a trompicones hasta su habitación el uno en los brazos del otro y nos tendimos en su cama para disfrutar durante horas el uno del otro sin pensar en nada más que nosotros dos.
Unas horas después, una dulce melodía entró por mis oídos de madrugada y con calma palpé hacia el lado donde había estado descansando Yoongi para darme cuenta en mi inmenso sueño que él ya no se encontraba allí. Con los ojos entrecerrados levante la cabeza durante un segundo para después salir de la enorme cama arrastrándome entre las sabanas solo con mi ropa interior puesta. En la oscuridad que aun se cernía sobre la habitación encontré la camisa negra que Yoongi había vestido el día anterior y de la que tan fervientemente me había deshecho unas horas antes. Me coloqué la prenda únicamente y pude deleitarme con su olor a medida que me movía por la planta superior de camino a la escalera. Asome mi cabeza un poco por la barandilla acristalada y observe a Yoongi sentado al piano con una adorable cara de concentración. Durante unos segundos me dediqué a escuchar aquella canción que transmitía tantas cosas y a ver como sus expertas manos se paseaban por el teclado con la misma naturalidad con la que hacía todo en su vida. Mientras bajaba lentamente las escaleras, sus ojos se desviaron de las teclas un segundo y me miró con aquella mirada melancólica que me helaba el alma. Cuando llegué a su lado mis manos se movieron solas. Acaricié su mejilla y él cerró sus ojos al contacto con mi mano mientras dejaba caer derrotado sus manos sobre sus piernas y la melodía dejaba de sonar. Me encaminé hasta ponerme delante de el y me apoye ligeramente en el piano ubicándome entre sus piernas.
-Eso ha sido simplemente precioso, ¿Tiene nombre?-pregunté sin más. El me miró confuso y yo sonreí ligeramente. -La canción, ¿tiene nombre?-volví a decir.
-I need you-murmuró mirándome fijamente a los ojos. Un estremecimiento recorrió mi cuerpo y me embriague de su ternura.
-¿Es tuya?-él asintió y pareció reflexionar un momento.
-En realidad es tuya...la compuse cuando te conocí sin saber que era para ti, me di cuenta más tarde cuando no podía sacarte de mi cabeza-explicó con su frente apoyada en mi hombro.
-Voy a llorar-susurré con una sonrisa y los ojos acuosos. Pasé mis manos por sus hombros y el abrazó mi cintura un poco más para acercarme más a su cuerpo. Estar así con Yoongi era un sueño. De cara a la sociedad era serio y correcto pero cuando se quitaba su traje de jefe era un autentico encanto.
-Estoy jodidamente enamorado de ti Jimin...-dijo de repente. Mi corazón dio un vuelco exagerado ante aquellas palabras y me obligo a soltar por fin aquellas lagrimas que me había esforzado por retener segundos antes. Cuando me separé para mirarlo el volvió a abrazarme y enterró su rostro de nuevo en mi cuello. Respiré un par de veces para intentar calmar mi respiración y acaricie su pelo mientras manteníamos aquella posición tan cómoda.
-Ah...Yoon...yo...yo también...es lo que intentaba decirte antes de que pasase toda esta mierda-intenté explicar. El acaricio dulcemente mi pelo.
-Lo sé, lo sé cariño-afirmó en voz baja. Nos quedamos sumidos en un pequeño silencio mientras nos abrazamos.
-Toca esa canción para mi-murmuré contra sus labios. Salió sin pensar, solo lo dije, con toda la confianza del mundo, para demostrarle hasta que punto confiaba en el y hasta donde llegaba mi amor por él. Impresionado asintió y yo solamente me pegué a su pecho dejando en el camino un par de dulces besos en su cuello. -Yo la bailaré para ti-añadí en un nuevo susurro contra su cuello. Lo sentí tensarse contra mi y nuestros corazones latieron acelerados cuando volvimos a mirarnos a los ojos mientras me levantaba para desocupar el espacio en su salón. Iba a hacerlo, después de tanto tiempo iba a bailar para alguien y tenía mas que claro que quería que fuese él.
Él solo asintió y yo me retiré hacia atrás. Di gracias al enorme espacio que había en la planta de abajo de la casa y me coloqué delante del piano para que el pudiese verme bailar. Nos miramos a los ojos intensamente por encima del enorme instrumento y suspiré nervioso para casi seguido hacer un leve asentimiento hacia él y cerrar los ojos dejándome llevar por la música.
Me moví por el espacio como si la música me transportase, haciendo giros, movimientos dulces y otros mucho más artísticos y cuando la ultima nota tomó lugar saliendo de las teclas abrí los ojos y contemplé a Yoongi apoyándome ligeramente agitado en el piano. Nos miramos durante largos segundos y extendí la mano para coger la suya a través del espacio que nos separaba mientras nos manteníamos en el silencio más absoluto donde solo podíamos escuchar nuestra respiraciones. La suya pausada y tranquila y la mía agitada y alborotada.
-Eso ha sido lo más bonito que he visto en mi vida Minnie, te lo juro-murmuró al cabo de un rato como si no
-¿Te ha gustado?-susurré aun intentando recuperar el aire.
-Ha sido precioso, tu...eres precioso en todos los sentidos-susurró mirándome fijamente a los ojos. Mis mejillas se tiñeron de rojo.
-Me ha gustado enseñártelo, gracias por tocar para mi-murmuré recuperando poco a poco el habitual ritmo de mis latidos.
-Ven-dijo solamente. Se levantó y entrelazó nuestras manos. Yo me dejé guiar hacia el sofá y él se recostó a lo largo acogiéndome entre sus brazos con mimo y recostándome encima suyo. Nos quedamos en silencio, solo Yoongi, yo y nuestros corazones latiendo el uno contra el otro en nuestros pechos. Un escalofrío recorrió mi cuerpo e inmediatamente mi chico echó un manta muy suave sobre mis piernas desnudas tapándonos a los dos y me abrazó aun más fuerte contra el. Nos quedamos allí tumbados durante horas en un silencio tan cómodo y dulce que apenas me di cuenta cuando me quedé dormido viendo el amanecer a través del enorme ventanal.
Recuerdo haber susurrado un te amo antes de caer rendido y sentir sus brazos afianzarse más en mi cintura.
--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Bueno, Bueno...como se ha quedado la cosa. ¿De momento bien? Creo que hasta aqui todos estamos bien, nadie quiere matarme ni nada de eso lo cual agradezco profundamente jajaja A cambio de todo esto os traigo la escena más bonita de Bullets aquí escrita.
En fin, hoy he tardado mucho menos en actualizar y es que he estado muy inspirada, haciendo muchas cosas, preparando los pocos capítulos que quedan. Y es que si, llegados a este punto ya puedo estar segura de lo que falta. Quedan tres capítulos para el final de Bullets y su epilogo correspondiente. Y, sorpresa sorpresa, un pequeño Spin off para terminar de atar cabos.
También puedo aseguraros que ya tengo preparada la portada, el epilogo y el titulo del siguiente fanfic que sustituirá a este.
Y sin más que decir os voy dejando por aquí, y nos leemos en el siguiente.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top