Prólogo: Un enemigo de Bucky te secuestra y él está dispuesto a hacer hasta lo imposible por recuperarte.

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AlejandraMartnezFlor
Advertencia: Secuestro, un poco triste pero con final feliz.

Bucky estaba al borde del colapso, sentía que su mundo se le venía encima y como si estuviera atado de manos.

Unos días atrás uno de sus enemigos le envió un video de ti donde te habían secuestrado, y le pedían una gran cantidad de dinero para entregarte de vuelta sabiendo que tu eras su mayor debilidad, y que si te tenían, entonces Bucky estaría dispuesto a hacer lo que ellos le pidieran con tal de recuperarte.

En ese momento Bucky iba sentado en la parte de atrás de la camioneta que Steve conducía de camino hacia el lugar donde le habían pedido que llevara el maletín con dinero, y si tenía suerte, entonces tu también estarías ahí.

–La vamos a encontrar Buck.–Le dijo Steve viéndole por el espejo, sin dejar de conducir.

–Si, y si no, vamos a seguir haciendo hasta lo imposible por traerla de vuelta.–Dijo Sam volteándose para ofrecerle una pequeña sonrisa.

–Tenemos que encontrarla porque si no, no sé qué voy a hacer.–Murmuró bajando la vista hacia su mano izquierda donde llevaba su anillo de matrimonio.

Steve y Sam soltaron un suspiro compartiendo una mirada preocupados, antes de ambos seguir viendo hacia el camino.

Un poco más allá llegaron a una carretera totalmente vacía donde ya había un auto esperando.

Steve detuvo la camioneta y se bajó yendo a la maletero del coche para llevar el maletín con dinero, mientras Sam y Bucky se acercaban al tipo que los estaba esperando con otros cuatro más ahí.

–Trajimos el dinero, ahora dame a mi esposa.–Le dijo Bucky viéndole seriamente recibiendo el maletín de las manos de su amigo.

–Me alegro que lo hayan traído, pero primero debemos asegurarnos de que sea real.–Dijo el tipo con una sonrisita señalando a uno de sus hombres para que tomara el maletín.

–¿Dónde está? ¿Vino con ustedes?–Le preguntó Bucky tragando saliva nervioso viendo como el hombre abría el maletero del auto probablemente para dejar el maletín ahí y contar el dinero.

–¿Enserio pensaste que iba a ser así de fácil? No puedo dejar ir mi ventaja sobre ti así como así, ¿no cre—. Iba diciendo el hombre, cuando antes de poder terminar de hablar el otro hombre abrió el maletín activando la bomba en él, haciendo que explotara el auto.

El tipo explotó junto con el coche y otro de los hombres con los que estaba, mientras que Steve y Sam aprovecharon la distracción y sacaron sus armas inmediatamente matando a los otros dos, y Bucky le disparó en la pierna al tipo con el que hablaba provocando que cayera al suelo.

–Yo no estoy para tus jueguitos maldito imbecil. Vas a decirme donde está mi esposa ahora mismo por las buenas, o si no va a tener que ser por las malas.–Le dijo viéndole seriamente con la mandíbula apretada, apuntándole con su arma hacia donde estaba en el piso.

(.....)

No sabías cuantos días llevabas encerrada en aquella oscura habitación con ese colchón viejo, una lámpara que no alumbraba casi nada y una sábana rota y sucia, al igual que tu ropa.

En ese momento la puerta se abrió y tuviste que cubrir tus ojos con tu mano por la luz tan brillante de afuera, y pronto te tiraron en el colchón en el suelo una botella de agua y un pedazo de pan.

–Come y no me hagas enojar.–Te dijo el tipo mientras finalmente te acostumbrabas a la luz.

Le diste un rápido vistazo al pan que se veía que era desde hace días y no dudabas que quizás estuviera ya malo, y el agua se notaba que era algo dudosa.

No dijiste nada y solo te acomodaste en la esquina de la pared sobre el colchón abrazando tus piernas a tu pecho, sin ver al tipo a la cara.

–¿Qué no me escuchaste perra? ¡Te dije que comieras! ¿Qué no ves que tu esposo ya no te va a encontrar atractiva si estás desnutrida?–Te preguntó con una risita acercándose a ti y tomándote de la muñeca.–¡Come maldita!

–¡Suéltame!–Te quejaste tratando de soltarte de su agarre, sin embargo el hombre te dio un fuerte golpe en la cara que te tiró al colchón, para luego jalarte del cabello.

–¡¿Quién te crees que eres?! ¡¿Eh?! Tienes suerte que te necesitamos viva, porque si no ya te hubiese mata—. Antes de poder terminar de hablar, se escucharon disparos a lo lejos que captaron su atención.–Quédate aquí maldita zorra.

El tipo te soltó y cuando se iba dirigiendo a la puerta, alguien apareció y le disparó en la cabeza provocando que cayera al suelo.

–¡AQUÍ ESTÁ!–Viste que el hombre gritó, y cuando se acercó y se agachó frente a ti pudiste notar que era Steve.–Tranquila, ya estás a salvo.

–¿Steve?–Preguntaste con voz temblorosa mientras él te ayudaba a ponerte de pie.

–Si, Bucky está aquí, ¿Okey? Quédate tranquila.

–Muñeca...–Dijo Bucky apareciendo en la puerta con su traje algo desordenado y manchas de sangre en su ropa y en su rostro.

–Bucky...–Sollozaste corriendo a abrazarlo, y él solo envolvió sus brazos alrededor tuyo apretándote contra él con cuidado, a la vez que Steve salía para darles espacio.

–¿Muñeca estás bien? ¿Te hicieron algo?–Te preguntó preocupado tomando tu rostro con ambas manos y frunciendo el ceño al ver tu labio partido, un corte en tu mejilla y unos cuantos rasguños y moretones en tus brazos, y no se quería ni imaginar el resto.

–Estoy... e-estoy bien, no me hicieron nada.–Le aseguraste desviando la vista hacia el hombre muerto en el suelo.

–No lo veas muñeca, te voy a sacar de aquí. Vamos a ir a casa, nos vamos a dar un baño caliente y vas a comer, yo me voy a quedar contigo todo el tiempo, no te voy a perder de vista, te lo prometo.–Te dijo con voz temblorosa y una pequeña sonrisa, ignorando las lágrimas acumuladas en sus ojos.

Tu solo asentiste con la cabeza dejando que tus lágrimas cayeran libres, y Bucky las limpió dándote un beso en la frente antes de volver a abrazarte.

Bucky te guió fuera de la habitación por los pasillos de la gran bodega manteniendo su brazo alrededor tuyo y una mano sobre tus ojos para que no vieras el desastre que habían hecho en el lugar.

–¡T/N! Me alegro que estés bien.–Te dijo Sam una vez salieron afuera, e inmediatamente te dio un fuerte abrazo.–Te extrañamos muchísimo.

–Yo también los extrañé.–Reíste antes de alejarte, y Bucky te puso la chaqueta de su traje.

–Nosotros no vamos, ¿se hacen cargo ustedes?–Les dijo Bucky recibiendo las llaves de la camioneta de las manos de Steve.

–Ustedes no se preocupen, nosotros nos ocupamos de esto, váyanse a casa.–Dijo Steve con una sonrisa antes de darte un abrazo.–Me alegro que estés bien.

Bucky abrió la puerta del copiloto para que te subieras, y te puso el cinturón dándote un beso en la mejilla antes de darse la vuelta y subirse al coche.

–T/N te prometo que no vas a tener que pasar por esto nunca más, ¿Okey? Te lo prometo, no voy a dejar que nadie jamás te haga algo, lo juro.–Te dijo tomando tu mano dejándola cerca de su corazón luego de darle un beso.–Te amo como no tienes idea, eres mi mundo entero y estoy dispuesto a hacer lo que sea por ti, incluso lo imposible, siempre voy a encontrar la manera de llegar a ti.

–Yo también te amo James.–Le dijiste con la mejor sonrisa que podías formar en ese momento junto con unas cuantas lágrimas corriendo por tus mejillas.

Bucky se acercó dejando una mano en tu mejilla y te dio un beso en los labios, antes de alejarse besando una última vez tu mano y comenzó a conducir de vuelta a su hogar contigo a su lado.