Solo confío en ti*

Prólogo: Bucky y no se llevan bien, sin embargo una noche llega todo golpeado y herido después de una misión a tu casa, por lo que no te queda otra más que ayudarlo.

Word count: 3375 😨

mernesarbillaga
Advertencia: Enemies to lovers. Contenido sexual explícito.

No era secreto para nadie que Bucky y tú se llevaban mal, Sam y Joaquin tenían que soportar que se la pasaban molestándose y diciéndose cosas todos los días, sin embargo detrás de todo eso habían sentimientos ocultos que no querían que el otro supiera.

Realmente ni siquiera sabían cómo es que esta "rivalidad" había comenzado, solo existía y ya. Nunca lo cuestionaron ni tampoco hacían nada para arreglarlo, en su cabeza estaba que si hacían que el otro les odiara, los sentimientos se irían más rápido y fácil, sin embargo lo único que hacía era sentirse más atraídos que nada. Además de que eran muy orgullosos como para aceptarlo.

Aquella noche estabas en tu departamento ya preparándote para dormir. Llevabas solo una playera encima bastante holgada, unos shorts y ya.

Habías terminado de limpiar la cocina y ya habías apagado todas las luces, cuando escuchaste que llamaron a la puerta.

Frunciste el ceño y tomaste un arma de dentro de uno de los gabinetes de la cocina, sin embargo no alcanzaste ni a quitarle el seguro cuando escuchaste la voz de la persona al otro lado.

T/N soy yo, Bucky... ¿puedes abrir?

Dejaste el arma a un lado sintiendo tu corazón latir con fuerza, y te acercaste rápidamente para abrir la puerta donde te encontraste con el soldado aún en su traje para misiones, bastante golpeado y una herida de cuchillo en su costado donde tenía su mano con un pedazo de tela para evitar que sangrara mucho.

–¡¿Bucky qué te pasó?!–Exclamaste al verlo ayudándole a entrar para sentarlo en el sillón cerrando la puerta.

–La misión no salió como esperábamos...–Murmuró soltando un pequeño quejido al dejarse caer en el sillón.

–Estás sangrando demasiado, ¿por qué no fuiste con un doctor?–Insisitiste yendo rápidamente al baño a buscar un botiquín con bastantes cosas que siempre guardabas en casa.

–No me gustan los doctores...–Murmuró viendo como caminabas por el pasillo con su vista fija en tus piernas, antes de mirar hacia cualquier lado cuando volviste con el botiquín en tus manos.–Honestamente confío más en ti que en ellos.

–¿Qué te asegura que yo no te voy a matar?–Le preguntaste sentándote a su lado quitando su chaqueta, y luego cortaste su playera revelando su pecho dejándolo descubierto.

–Me tienes mucho cariño como para dejarme morir.–Te dijo con una sonrisita haciéndote rodar los ojos dejando ahora la tela cortada a un lado.

Soltaste un pequeño e imperceptible suspiro al ver algunas cicatrices en su piel, sobre todo en su brazo izquierdo, a pesar de que los doctores en Wakanda habían hecho un excelente trabajo.

–No tengo todo lo necesario para ayudarte, Bucky. Enserio deberías ver a un doctor, ¿no quieres que te lleve a—

–Sin doctores.–Respondió dejando caer la cabeza hacia atrás al momento de sentir un algodón con alcohol alrededor de la herida por cuchillo en su abdomen cuando quitaste la tela.

–Perdón...–Murmuraste tratando de limpiar y desinfectar, mientras él apretaba el asiento del sillón con sus manos.

–Apuesto a que estás disfrutando esto ahora mismo.

–Que me caigas mal no significa que quiero verte mal, o con dolor.–Le dijiste rodando los ojos concentrándote en curar sus heridas.

–Aww... que linda eres.–Dijo con una sonrisa pasando los nudillos de su mano por tu mejilla, pero la apartaste fingiendo molestia tratando de no sonreír y ocultando tus mejillas sonrojadas.

–¿Qué dijo Sam cuando viniste para acá?–Le preguntaste tratando de cambiar el tema para distraerlo mientras comenzabas a suturar su herida.

–No sabe que estoy aquí... le dije que me iría a mi casa...–Dijo apretando la mandíbula y cerrando los ojos.

–Ya voy a terminar aquí para ver tu cara deformada.–Le dijiste tratando de terminar lo más rápido posible.

Bucky solo rodó los ojos con una pequeña risita, y los abrió para verte a la cara lo concentrada que estabas, e ignorando el dolor en su abdomen.

–Listo.–Dijiste limpiando la herida y poniendo un parche encima, antes de que se sentara derecho.–Déjame ver tu cara.

Tomaste su rostro por su barbilla y comenzaste a limpiar los cortes con un algodón nuevo con alcohol, mientras él te observaba y tu intentabas ignorar las cosquillas en tu estómago. Esto era lo más cerca que alguna vez habías estado de él, y era difícil mantener la compostura.

–Eres un tonto, lo sabes, ¿verdad?–Le dijiste con el ceño fruncido poniendo un parque en un corte, antes de seguir con el otro.–Debiste haber ido con un doctor.

–Ya te dije que no me gustan—

–Si, y a mi no me gusta hacer ejercicio pero es necesario por el tipo de trabajo que tenemos.–Le dijiste molesta poniéndote se pie dándole un golpe en la cabeza antes de tomar las cosas sucias y el botiquín.–Listo.

–¿No me vas a dar ni un beso por portarme bien?–Te preguntó con una pequeña risita.

–Tienes una toalla limpia en el baño y te dejé una ropa mía grande que debería quedarte bien.–Le dijiste ignorando su comentario tirando las cosas sucias en la cocina.

–Estoy bien, ¿Sabes? Tampoco duele tanto.–Te dijo poniéndose de pie para acercarse a ti.

–Aún así, eres un tonto por venir aquí. No tengo las cosas mecesarias para ayudarte, James. Pudiste haberte desangrado hasta morir en mi puerta, o-o te podrías haber desmayado o cualquier cosa y yo no te podría haber ayudado.–Le dijiste molesta guardando las cosas en el botiquín intentando evitar verle a la cara.

–Ya tampoco te quejes, si me hubiese desangrado hasta morir habría sido un peso menos para ti.–Dijo rodando los ojos y cruzándose de brazos, apoyando la espalda en el mesón.

–¡Ya basta!–Exclamaste azotando el botiquín en la encimera haciéndole dar un salto.–¡¿Qué acaso para ti todo es un juego?!

Bucky se te quedó viendo ligeramente boquiabierto, y tú pasaste por su lado para irte a tu habitación cerrando la puerta con fuerza.

El Sargento tragó saliva nervioso, antes de irse al baño para darse una ducha rápida e ir a verte.

Pasaron unos cuantos minutos donde tu te recostaste en tu cama sin poder dormir, de espaldas a la puerta intentando ignorar todo lo que había pasado.

Cuando viste a Bucky en tu puerta así sentiste como si se te apretara el corazón, te dio miedo que quizás le fuera a pasar algo o que empeorara, pero lo único que hacía el soldado era molestarte y no le tomaba el peso a la situación. Lo cual te enfurecía.

El sonido de la puerta abriéndose te sacó de tus pensamientos, sin embargo no te atreviste a darte vuelta, mucho menos cuando sentiste la cama a tu lado hundirse o la respiración de Bucky en tu espalda.

–Gracias por ayudarme.–Te dijo en voz baja viéndote afligido, mientras que tu seguías dándole la espalda.–Sé que quizás fue tonto de mi parte venir aquí en lugar de ir con un doctor—

–¿Quizás?

Bucky soltó un pesado suspiro, tragando saliva nervioso, antes de continuar.

–No confío en nadie más que en ti, muñeca.–Te dijo con voz suave provocando que fruncieras el ceño pero sin darte vuelta.–Eres la única en quien confiaría mi vida, y-y es verdad que los doctores me dan... me dan miedo... por eso preferí venir a verte a ti... porque confío en ti, mucho más de lo que me gustaría aceptar...

Bucky tragó saliva nervioso teniendo que forzarse a no acercarse y abrazarte, sintiéndose más vulnerable que nunca al estarte diciendo todas estas cosas que había jurado jamás compartir contigo.

Justo cuando se iba a levantar, te volteaste hacia él y se te quedó viendo algo afligido sintiendo su corazón latir con fuerza en su pecho.

–Eren un tonto.

–Lo sé...–Dijo con una pequeña sonrisa acomodándose a tu lado.

–Un imbecil.

–Si...

–Un desconsiderado.

–¿Un—

–Me tenías preocupada, Buck.–Le dijiste tomando una de sus manos en la tuya para acariciarla con ternura.

–Osea que si te importo.–Dijo con una sonrisa aún más grande y mejillas sonrojadas.

–Como te dije antes, que me caigas mal no significa que quiera verte mal.–Le dijiste encogiéndote de hombros con una pequeña sonrisa.

–No creo que te caiga tan mal como dices, ¿sabes que creo? Creo que es solo para ocultar lo que de verdad sientes por mi.–Te dijo con una sonrisita juguetona acercándose aún más hasta el punto en que podía sentir tu respiración en su cara.

–¿Ah si? ¿Y qué sería eso que siento por ti, según tú?

–Amor. Que me amas.–Te dijo con una sonrisita.

Tragaste saliva y bajaste la vista soltando su mano, provocando que Bucky frunciera el ceño mientras te recostabas en tu espalda viendo hacia el techo.

–¿Es enserio?–Te preguntó ligeramente boquiabierto apoyándose en su brazo para levantarse y verte hacia abajo.

–Ya duérmete, ¿quieres? Hablas puras estupideces a estar hora de la noche.–Le dijiste tratando de darte vuelta hacia el otro lado, sin embargo te tomó del brazo y te detuvo provocando que no pudieras darle la espalda.

–Muñeca, ¿es enserio? Por favor dime...–Te pidió viéndote con un brillo en sus ojos.

–¿Para qué? ¿De qué sirve si te lo digo o no? Tampoco es como que sea mutuo.–Murmuraste rodando los ojos.

Volviste a tratar de darte vuelta, sin embargo Bucky te detuvo posicionándose encima tuyo ignorando el dolor en su cuerpo, y estrelló sus labios con los tuyos besándote con fuerza.

Soltaste un pequeño sonido de sorpresa, sin embargo le besaste de vuelta enredando tus manos en su cabello haciéndole gemir en tu boca, y abriste aún más tus piernas para darle espacio y que se acomodara entre ellas.

Bucky dejó una mano en tu mejilla y la otra alrededor tuyo pasando su lengua por tu labio inferior, y sonrió ligeramente cuando abriste tu boca para permitirle explorarla.

Ya cuando comenzaron a quedarse sin aire, ambos se alejaron respirando ligeramente agitados, y Bucky te ofreció una sonrisa acariciando tu mejilla con ternura.

–Yo también te amo, muñeca.–Te dijo con una sonrisa y viéndote con un brillo en sus ojos.–Solo... pensé que como tu me odiabas no iba a ser mutuo.

–Y yo pensaba que tú me odiabas a mi.–Le dijiste con una pequeña risita acariciando sus mejillas.

–Odio es lo último que podría sentir por ti.–Te dijo sin poder dejar de sonreír.

Esta vez fuiste tu quien lo besó haciéndole reír en tu boca, y abrazaste tus piernas a su cintura para hacerle recargar su peso en ti soltando un gemido cuando su miembro que comenzaba a erectarse hizo contacto con tu parte baja cubierta por tu ropa.

Apretaste tus piernas alrededor suyo tratando de mover tus caderas para sentir algo de fricción, contacto, algo, lo que fuera, cuando Bucky se alejó de ti.

–Si sigues así no me voy a poder resistir.–Te dijo en voz baja y algo agitado, soltando una pequeña risita.

–Ah... claro... no puedes porque estás herido...–Murmuraste tratando de ocultar la decepción en tu voz.

–¿Tú quieres?–Te preguntó con una sonrisita.

–No...–Murmuraste apartando la vista, sin embargo Bucky te tomó de la barbilla para hacer que le vieras, alzando una ceja.–¿Si...?

–¿Me estás preguntando o me estás diciendo?

–Si quiero...–Le dijiste en voz baja sintiendo tus mejillas sonrojarse.

–Entonces ven.–Te dijo con una sonrisa dándolos vuelta a ambos en la cama, dejándote a ti encima sentada en su regazo.–Así está mejor.

–Bucky estás golpeado y herido, no podemos hacer esto—

–He esperado mucho por esto muñeca, no me hagas seguir un momento más sin ti.–Te dijo sentándose para besarte con desesperación.

Soltaste un gemido en su boca mientras sus manos tomaban el borde de tu playera, y luego se alejó solo un momento para quitártela, y de paso también la suya.

Dejó las prendas tiradas por ahí y se acercó para inmediatamente comenzar a dejar besos por tu cuello bajando a tu pecho, donde tomó uno en su boca haciéndote gemir jalando de su cabello mientras sus manos apretaban la piel de tu espalda soltando un pequeño gemido, antes de cambiar al otro.

Comenzaste a mover tus caderas contra su parte baja donde su miembro estaba justo en contacto donde querías sentirle, y soltaste un gemido al sentir su erección.

Lo alejaste de ti para recostarlo en la cama, y rápidamente quitaste tus shorts y ropa interior, para luego retirar la suya viendo su gran erección frente a ti.

–Bucky no hay manera de que entre...–Murmuraste avergonzada y sonrojada, dejando tus manos en su pecho.

–No te preocupes muñeca, vamos a hacer que entre.–Te dijo con una sonrisita guiñándote un ojo y tomando tus caderas para dejarte justo encima de su punta.

Tragaste saliva al sentir su punta en tu entrada, y poco a poco fuiste bajando en su miembro dejando ir un fuerte gemido enterrando tus uñas en su pecho.

Bucky soltó un gemido al sentir tus paredes alrededor suyo, y una vez estuvo dentro por completo, colapsaste en su pecho respirando agitada en su cuello.

–¿No hemos hecho nada y ya estás cansada?–Te preguntó con una pequeña risita acariciando tu espalda, y bajando sus manos para darle un apretón a tu trasero antes de darte una nalgada.

–Cállate Barnes.–Le dijiste con los dientes apretados mientras te levantabas para quedar sentada en su regazo.

–Cállame.–Te desafió con una sonrisita.

Antes de que pudiera decir otra cosa, te elevaste casi sacándolo por completo de ti y te volviste a sentar en su regazo con fuerza haciéndole gemir, para luego repetir la acción varias veces metiéndolo y sacándolo de ti una y otra vez.

–¿Ya no tienes nada más para decir?–Le preguntaste con una sonrisita y completamente agitada sintiéndole en lo más profundo de ti.

Bucky apretó tu trasero con fuerza y se sentó ligeramente dejando una mano atrás para apoyarse mientras la otra se aferraba a tu pierna, y metió uno de tus pechos en su boca para succionar gimiendo alrededor de este.

Soltaste un gemido e inmediatamente llevaste tus manos para jalar de su cabello sintiendo tus paredes contraerse a su alrededor y sin dejar de mover tus caderas en él.

–A la mierda todo.–Murmuró provocando que fruncieras el ceño, y antes de que dijeras nada los dio vuelta sin salir de dentro tuyo dejándote recostada en la cama.

Dejó tus piernas en tus hombros y se arrodilló tomando con ambas manos el respaldo de tu cama, y comenzó a embestirte con fuerza haciéndote soltar un gran y fuerte gemido arañando su espalda con fuerza haciéndole soltar una mezcla de un quejido de dolor con un gemido.

Comenzaste a sentir tu orgasmo aproximarse y sin previo aviso te corriste alrededor suyo arqueando la espalda haciéndole sonreír, tomando tu rostro con su mano izquierda para hacerte hacer un puchero al apretar tus mejillas.

–Dime de quien eres. A quien le perteneces.–Te dijo con la respiración agitada y a la vez casi que un tono de súplica.

–A-a ti... a ti Bucky...–Dijiste tomando con ambas manos su muñeca aún sintiendo tus fluidos chorrear hacia la cama.

–Muy bien muñeca, así me gusta... que obediente eres.–Dijo con una sonrisita.

Te dio un rápido beso, y salió de dentro tuyo para bajar tus piernas dándote vuelta dejando tus manos y rodillas apoyadas en la cama, y te dio una fuerte nalgada con su mano antes de entrar de una sola vez en ti haciéndote gemir hundiendo tu rostro en la almohada.

Bucky soltó un gemido dejando caer la cabeza hacia atrás, antes de bajar la vista hacia donde entraba y salía de ti embistiéndote con fuerza.

Pasó su mano derecha por tu cuello dándole un ligero apretón, e hizo que dejaras tu espalda pegada a su pecho arrodillándote en la cama mientras seguía embistiéndote con fuerza una y otra vez sin parar.

–Eres mía muñeca, solo mía... siempre quise estar así contigo. Tenerte toda para mi. SOLO para mi.–Te habló al oído antes de comenzar, dejar besos húmedos y marcas en tu piel, mientras llevabas una de tus manos para jalar de su cabello y la otra apretando su muñeca de la mano que tenía en tu cuello.–¿Ya estás cerca otra vez? ¿Enserio? ¿Tantas ganas me tenías?

Bucky soltó una pequeña risita cuando tu solo asentiste sin realmente poder hablar por sus fuertes embestidas.

El Sargento apretó tu mandíbula con su mano y metió su dedo índice y de en medio en tu boca haciéndote gemir, a la vez que su mano izquierda iba para masajear tu clítoris.

–Vamos muñeca, córrete una vez más en tu Sargento... uno más hermosa, ¿si? Dame uno más.–Te dijo sintiendo todo tu cuerpo temblar.

–¡M-mierda! ¡B-buck-y!–Gemiste cuando el soldado tomó con ambas manos tus caderas, dejándote caer en la cama.

Sentiste tus piernas temblar al igual que el resto de tu cuerpo sin poder detener nada de lo que estabas sintiendo, y pronto tuviste un squirt a su alrededor sintiendo tus fluidos chorrear por tu muslos hacia la cama.

Hundiste tu rostro en la almohada mientras la abrazabas y gemías en ella, y Bucky sonrió aumentando la velocidad de sus embestidas.

–E-eso f-fue hermoso, m-muñeca...–Dijo con la voz agitada apretando tus caderas aún más dejando sus manos marcadas en ellas.

Bucky comenzó a sentir su orgasmo aproximarse, hasta que se corrió dentro tuyo gimiendo tu nombre tomando con una mano el respaldo de la cama y la otra apretando tu cadera.

Al sentir a Bucky correrse dentro de ti mordiste la almohada y otro orgasmo arrasó por completo contigo dejándote sin fuerzas y tus piernas temblando.

El soldado se siguió moviendo unos momentos más hasta vaciarse por completo, y una vez ya no pudo más, salió de dentro tuyo y colapsó a tu lado recostándose en su espalda, mientras tu cuerpo cayó en la cama sin fuerzas.

Ambos estaban respirando agitados, sus cuerpos llenos de sudor y la habitación con los vidrios empañados y el calor evidente en el ambiente.

Bucky finalmente abrió los ojos tragando saliva, y se volteó hacia ti donde seguías con el rostro hundido en la almohada, provocando que comenzara a asustarse.

–¿Muñeca estás bien? ¿T/N?–Dijo acercándose a ti tratando de hacerte verle a la cara, sin embargo te rehusabas a levantar el rostro.–T/N por favor dime algo...

–Algo...–Murmuraste provocando que Bucky rodara los ojos.

–Hablo enserio, mírame por favor, sal de ahí...–Prácticamente te suplicó apoyándose en su brazo y dejando una mano en tu espalda.

–No me puedo mover... estoy muy cansada...–Murmuraste volteando tu rostro hacia él pero sin mover tu cuerpo, ofreciéndole una pequeña sonrisa.

–¿Estás bien? ¿Fue demasiado? Muñeca perdóname, no quería lastimarte, te juro que no era mi—

–No me lastimaste, ahora cállate y abrázame.–Le dijiste cerrando los ojos y pasando tu brazo por su cintura.–Nadie con quien he estado sabe moverse como tú, bobo.

Bucky soltó un suspiro aliviado con una pequeña risita, y se acercó volteando tu cuerpo en dirección hacia él mientras te abrazaba, dejando tu rostro en su pecho a la vez que lo abrazabas por la cintura.

–Así que soy el mejor con el que has estado, ¿Eh?–Dijo con una pequeña sonrisita jugando con tu cabello.

–Retiro lo dicho.

–No, ya no puedes arrepentirte. Ya lo dijiste.–Te dijo con una sonrisita besando tu cabeza.

–¿Cómo te sientes?–Le preguntaste alejándote un poco para verle a la cara.

–Mejor que nunca.–Respondió sin dejar de sonreír llevando una mano a tu mejilla.

–Bucky es enserio, ¿te duele algo?

–Todo, pero de la mejor manera posible.–Te dijo volviendo a abrazarte dejando tu rostro en su pecho.–Creo que va a ser mejor que pase la noche aquí contigo.

–Me parece bien...–Murmuraste acurrucándote aún más en él y haciéndole reír, besando tu frente.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top