Primer día de clases
Prólogo: Eres maestra y Bucky el director de la escuela. Es el primer día de clases volviendo de vacaciones de verano donde Bucky y tu tuvieron su luna de miel, y sus alumnos quieren saber cómo fue todo.
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Bucky y tu se habían conocido cuando llegaste a trabajar como maestra en la misma escuela que él.
Todos sabían que los dos sentían cosas por el otro, incluso los alumnos se daban cuenta sin embargo nunca hicieron nada hasta después ya cuando estaban de vacaciones y se empezaron a ver, luego iniciaron su relación y eventualmente se casaron, y entre medio de todo eso habían asignado a Bucky como el nuevo director de la escuela.
Recién habían vuelto de su luna de miel y los estudiantes de vacaciones, y mientras esperaban a que los alumnos llegaran, Bucky estaba contigo en tu sala de clases ayudándote a repartir unas pequeñas bolsitas con galletas que les trajiste a los alumnos de regalo de vuelta a clase.
–¿Por qué ellos reciben galletas y yo no?–Se quejó repartiendo los paquetitos por las mesas de los niños de primaria a los que les hacías clases.
–Ya no seas un bebé, toma.–Reíste sacando una bolsa más grande con galletas, y se la entregaste cuando se acercó a ti.
–Cuidado muñeca, sigo siendo el Director de esta escuela.–Te dijo con un tono de voz juguetón pasando un brazo por tu cintura y pegándote a él.
–Mmm... Okey... ya vamos a ver cuando lleguemos a casa.–Respondiste con el mismo tono juguetón.
–¿Me tengo que asustar o emocionar?–Te dijo haciéndote reír antes de acercarse y besarte.
–¡LA MAESTRA T/N YA VOLVIÓ!–Escucharon a uno de tus alumnos de no más de 7 años gritar desde la puerta.
Ambos se separaron y al voltearse, vieron a varios niños correr hacia ustedes y abrazarlos a los dos haciéndoles reír.
–¡Maestra ya volvió!
–¡El director también!
–¡¿Ya se casaron?!
–¡¿Se fueron de viaje?!
–Calma niños, ya les vamos a contar.–Dijo Bucky riendo abrazando a algunos que tenía prácticamente pegados a sus piernas.
–Vayan a sus asientos y les contamos.–Les dijiste abrazando a algunos también antes de que se alejaran.
–¡Que rico galletas!–Exclamó una niña en el fondo ya sentada sacando una cajita de jugo de su mochila para empezar a comer sus galletas.
–¡Queremos saber!
–¡¿Cómo fue su boda?!
–¡¿Cómo le pidió matrimonio?!
–Bueno... le pedí matrimonio el invierno pasado en año nuevo justo cuando dieron las doce.–Dijo Bucky viéndote con una sonrisa manteniendo un brazo alrededor tuyo.–Y luego nos casamos en verano de este año en el campo en la casa de un amigo nuestro.
–¡¿Y donde se fueron de vacaciones?!–Dijo otro niño antes de darle un mordisco a su galleta.
–Fuimos a Italia y de ahí recorrimos varios lugares.–Les dijiste sin poder dejar de sonreír, mientras que Bucky no podía apartar la mirada de ti.
–¡Aaawww!
–¡Que bonitooo!
–¡Yo también quiero ir!
Bucky y tu rieron ante los comentarios de los niños, antes de que le llegara un mensaje.
–Bueno niños, ya me tengo que ir. Tengan un buen día, bienvenidos de nuevo y no la hagan enojarse tanto.–Les dijo con una sonrisa, susurrando la última parte y señalándote a ti provocando que los alumnos rieran, antes de voltearse hacia ti.–Nos vemos más tarde muñeca.
–Nos vemos después.–Te despediste con una sonrisa y Bucky te dio un beso provocando que algunos exclamaran contentos y otros fingieran que les daba asco, a pesar de estar felices.
Bucky te guiñó un ojo y luego se despidió de los niños con la mano antes de salir del salón cerrado detrás suyo dejándote para empezar tus clases.
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