Prólogo: Cuando Bucky era aún el Soldado del Invierno le asignaron una Viuda de la Habitación Roja para entrenar, sin embargo se enamoraron, pero los descubrieron y les borraron la memoria a ambos. Años más tarde, Yori le presenta al Sargento a su nueva vecina del edificio, quien le da una extraña sensación de familiaridad como si ya se conocieran de antes.

Hola gente, sé que esto no tiene nada que ver, pero de todas formas voy a hacer la pregunta aquí a pesar de que la publiqué en mi tablero:

Hace mucho tengo ganas de escribir sobre Bridgerton, tengo ideas para o.s, una portada para el libro y muchas ganas de escribir sobre ellos... ¿les gustaría? ✨️

jadebdol

Bucky venía recién llegando a su departamento de haber ido a hacer unas compras, cuando escuchó la voz de su vecino y único amigo en el edificio.

–¡Bucky!–Dijo Yori acercándose a él, y el Sargento al darse vuelta vio que venía con una mujer a su lado.–Bucky mira, te presento a nuestra nueva vecina T/N, vive justo al lado tuyo.

–Oh... mucho gusto, Bucky Barnes.–Te saludó extendiendo su mano hacia ti.

–T/N T/A.–Respondiste estrechando su mano.

Ambos al verse y tocar sus manos, sintieron una sensación de familiaridad, como si se hubiesen visto antes, sin embargo ninguno mencionó nada al respecto ni tampoco sabían donde podría haber sido.

–No conoce a nadie así que le dije que podía unirse a nosotros en nuestra tarde en el bar y ella aceptó.–Dijo Yori con una sonrisa haciendo que ambos volvieran a la realidad.

–Genial... si... me parece bien.–Dijo Bucky con una sonrisa alejando su mano de la tuya.

–¡Excelente! Entonces nos vemos más tarde. Ahora T/N sígueme, quiero que conozcas a alguien más.–Te dijo el hombre guiándote al ascensor.

Bucky y tu compartieron una última mirada antes de que él abriera y entrara en su departamento confundido.

MÁS TARDE ESA NOCHE...

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El soldado se encontraba en su celda dentro de la base de Hydra, cuando escuchó los pasos de los guardias dirigirse hacia él, por lo que se puso de pie y se acercó a la puerta donde pronto la abrieron y lo sacaron de ahí.

Los Agentes lo guiaron hasta una sala de entrenamiento donde al entrar, vio a Pierce junto con Dreykov quien tenía entendido era el Director de la Habitación Roja donde entrenaban solo a mujeres para ser asesinas y espías.

–¡Aquí está! ¡Mi soldado estrella! Te dije que ya había vuelto de su misión.–Le dijo Pierce a Dreykov con una sonrisa.–Él va a entrenar a tu Viuda, y créeme que va a ser mucho más peligrosa de lo que ya es. El Soldado la va a moldear exactamente como quieres que lo haga. Tu solo le das las órdenes y él lo va a hacer.

–Eso espero, es de las mejores que tengo y no pienso arriesgarme a perderla. Tiene que ser igual o incluso mejor que él.–Dijo Dreykov viendo al soldado de pies a cabeza.

–Soldado, te presento a...–Dijo Pierce haciéndose a un lado revelando a una mujer con rostro borroso, y el Soldado no pudo escuchar su nombre.–Deberás entrenarla. Ella será tu misión, debes hacer que sea la mejor asesina de todas, ¿entendido?

–Si Señor.

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Bucky despertó algo confundido y se sentó en el suelo donde había estado durmiendo, y pasó ambas manos por su rostro sin poder recordar ver la cara de la mujer de su sueño.

Aún habían momentos de su vida que no podía conseguir recordar, y eso le frustraba.

¿Quién era esa mujer? ¿Qué había pasado con ella? ¿La había entrenado? ¿Lo había hecho bien? ¿Estaría viva?

El soldado soltó un pesado suspiro y se levantó para ir a cambiarse de ropa y salir a trotar.

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Durante los siguientes meses Bucky seguía teniendo sueños extraños donde entrenaba con una mujer pero no podía ver su rostro, no escuchaba su voz ni mucho menos sabía su nombre, lo cual solo le frustraba más y más.

Mientras tanto, Yori había empezado a invitarte más seguido a sus salidas con Bucky ya fuera que iban a caminar, se juntaban en el bar, en el departamento del hombre para jugar juegos de mesa, etc.

Bucky se había acostumbrado a pasar tiempo contigo, e incluso muchas veces se habían juntado solo los dos ya fuera que él iba a tu departamento o tu al suyo, iban a trotar juntos, veían películas, etc.

Esa noche Bucky había estado en tu departamento donde hicieron pizza y vieron películas. Sin embargo cuando el Sargento volvió a su hogar y se quedó dormido, nuevamente empezó a soñar.

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El soldado lanzó una patada hacia la mujer quien la esquivó con facilidad provocando que todos los agentes alrededor que los veían celebraran.

La mujer comenzó a lanzar golpes al soldado quien logró esquivar la mayoría, hasta que ella pudo golpearlo en el rostro, sin embargo en lugar de caer, él le dio una patada en el costado que la tiró al suelo, y los Agentes algunos empezaron a celebrar y otros a abuchear el espectáculo.

(.....)

El soldado iba caminando por los pasillos vigilando que no hubiera nadie, aunque era difícil teniendo en cuenta que ya todos los agentes estaban ebrios en los comedores luego de ver la pelea.

Llegó hasta fuera de una puerta y entró para encontrarse con la mujer con la que peleaba limpiando un corte en su cara.

–¿Estás bien?–Preguntó acercándose para tomar el algodón de sus manos y sentarse a su lado para pasarlo muy suavemente por un corte en su mejilla.

–Estoy bien, tranquilo, no me hiciste nada.

–Aún así... no quería lastimarte, enserio. Debiste haberme golpeado más fuerte muñeca.–Te dijo soltando un suspiro, finalmente pudiendo ver tu cara.

–Tú también te llevaste unos buenos golpes.–Reíste ligeramente mientras el soldado ponía un parche en tu mejilla, y luego dejaba las cosas a un lado entrelazando su mano con la tuya.

–No me importa lo que me pase a mi mientras tú estés bien, eso es lo único que me interesa.–Te dijo con una sonrisa dejando su mano derecha en tu mejilla para acariciarla.

–Y a mi no me importa lo que me pase mientras tú estés bien.–Dijiste de vuelta haciéndole reír, antes de acercarte para besarlo con ternura.–Te amo...

–Yo también te amo muñeca.–Dijo de vuelta viéndote con un brillo en sus ojos.

En ese momento las puertas se abrieron, y ambos dieron un salto quedando de pie, el soldado dejándote detrás suyo, a la vez que Dreykov y Pierce entraban.

–Vaya, vaya... esto es bastante decepcionante, Soldado.–Dijo Pierce con falsa tristeza, viéndole con una pequeña sonrisita y manos en los bolsillos.–Y yo que pensaba que no íbamos a tener que borrar tu memoria.

–Estoy muy decepcionado T/N. Dejaste que tus emociones tomaran control, ¿cuantas veces te he dicho que eso te vuelve débil?–Dijo Dreykov viéndote molesto.

–Podemos borrar su memoria también si quieres, encontramos métodos muy efectivos para usarlos en gente sin el serum.–Dijo Pierce sonriendo al ver como el Soldado de inmediato te cubría dejándote detrás suyo por completo.

–Me parece bien. Caballeros.–Dijo el otro haciéndose a un lado.

En ese momento entraron varios agentes los cuales trataron los dos de pelear, sin embargo te inyectaron algo en el cuello provocando que cayeras al suelo dormida.

–¡NOOO!–Exclamó el Soldado empezando a golpear a todos con muchas más fuerza.

Algunos agentes se le tiraron encima sin embargo el soldado los quitó con facilidad, pero antes de poder seguir todos salieron de la sala cerrando detrás suyo, no sin antes habiendo tirado una bomba de humo.

El soldado logró llegar a ti y te abrazó, sin embargo pronto comenzó a toser y cayó dormido a tu lado sin querer soltarte.

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En ese momento Bucky despertó agitado respirando fuerte, una capa de sudor frío recorriéndole el cuerpo y su corazón latiendo muy rápido contra su pecho.

–No puede ser...–Susurró aún tratando de procesar lo que acababa de recordar, a la vez que ese sentimiento tan fuerte que sentía por ti volvía.

Ahora todo le hacía sentido: los fragmentos que recordaba durante el día, el por qué sentía que te conocía de antes, la familiaridad y lo fácil que era confiar en ti, el cómo encajabas en su día a día, saber finalmente que la mujer de quien no podía ver el rostro en sus sueños eras tu, ahora sentía que todo encajaba.

Se puso de pie del suelo rápidamente y fue a buscar una playera, pantalones y zapatos para ir a buscarte a tu departamento, sin embargo cuando abrió la puerta te encontró afuera donde justo ibas a golpear.

Aún estabas algo despeinada, ibas en pijama, tenías tus pantuflas y respirabas algo agitada, sin embargo el soldado aún sentía que eras la mujer más hermosa de todo el universo.

–Muñeca...–Dijo en voz baja y algo temblorosa.

–Soldado...–Dijiste con una sonrisa y unas pequeñas lágrimas en tus ojos.

–Mi mueñeca.–Dijo aliviado con una gran sonrisa y te abrazó con fuerza, donde inmediatamente devolviste el gesto acercándote a él, y el soldado cerró la puerta detrás tuyo metiéndote en el departamento con él.–Acabo de recordarlo todo...

–Yo también.–Respondiste alejándote un poco para verle a la cara con una sonrisa.

–¿Cómo saliste de ahí? ¿Qué te hicieron? ¿Qué te pasó?–Te preguntó preocupado tomando tu rostro con ambas manos, ignorando las lágrimas en sus mejillas.

–Después de que nos separaron me borraron la memoria y me sometieron a un nuevo control mental que el Red Room había desarrollado, escapé años después cuando otra Viuda encontró una sustancia que nos podía ayudar a liberarnos de su control.–Le explicaste con una sonrisa secando sus lágrimas.–Todo este tiempo siempre sentí que te conocía pero no podía recordar de donde... soñaba con un hombre de cara borrosa que nunca podía verle el rostro...

–Yo también...–Dijo sin poder dejar de sonreír, abrazándote otra vez.–Cuando nos encontraron, yo... estaba tan asustado, quería sacarte de ahí pero no sabía cómo, me daba mucho miedo lo que te fueran a hacer y que yo no pudiera estar ahí para protegerte...

–Ahora estamos aquí, y eso es lo que importa. Hydra y el Red Room ya no existen, podemos ser felices como siempre lo soñamos, ¿si?–Le dijiste alejándote para verle a la cara, dejando tus manos en sus mejillas.

El soldado solo asintió con una gran sonrisa sin poder decir ni una sola palabra por el nudo en su garganta, por lo que solo te acercaste y lo besaste con fuerza.

Bucky soltó un pequeño sollozo contra tus labios y te besó de vuelta envolviendo sus brazos en tu cintura para acercarte aún más, mientras tu hacías lo mismo alrededor de su cuello.

Cuando ambos comenzaban a quedarse sin aire, se alejaron para abrazarse a la vez que el Sargento te levantaba un poco del suelo.

–Yori va a estar muy contento, lleva semanas diciéndome que te pida una cita.–Te susurró al oído haciéndote reír.

–Y a mi lleva hablándome de ti desde que llegué al edificio.–Reíste tratando de alejarte, sin embargo el soldado te abrazó aún más.–¿Me puedes bajar?

–No. Nunca más me voy a separar de ti.–Dijo tomando tus piernas para envolverlas en su cintura haciéndote reír, y te llevó hasta su habitación para recostarse contigo en su cama donde nunca antes había dormido, pero que ahora podía compartir con la mujer que amaba.