Prólogo: Bucky y tu son mafiosos de bandas enemigas, sin embargo cuando un día eres secuestrada él hace de todo para encontrarte.

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Advertencia: Aquí la rayis y Bucky son jefes de la mafia de bandos enemigos. Enemies To Lovers (?).

Bucky y tu ambos eran personas de mucho poder, tenían negocios y estaban metidos en cosas no muy legales, y a pesar de trabajar en lo mismo, no podían soportarse el uno al otro. Básicamente se odiaban, o eso se suponía.

Si bien no se soportaban, Bucky disfrutaba mucho de los momentos en que estaban juntos, molestarte y ver como te enojabas porque creía que te veías hermosa, entre otras cosas. Mientras que por otro lado a ti también te gustaba jugar con él, disfrutabas de sus pequeñas reuniones, etc. Aunque ninguno jamás lo iba a admitir.

En aquel momento Bucky estaba en una reunión, cuando de repente Steve abrió la puerta provocando que levantara la vista hacia él desde donde estaba en la cabecera de la mesa.

–¿Qué pasa? ¿Por qué traes esa cara?–Le preguntó Bucky frunciendo el ceño al ver a su amigo con expresión preocupada.

–Hay malas noticias...–Dijo mientras todos en la mesa le observaban.–Secuestraron a T/N.

–¿Qué dijiste?

–¿Y se supone que esas son malas noticias?–Dijo un hombre soltando una pequeña risita provocando que Bucky se volteara a verlo molesto.–¿Qué? Solo digo, ¿no se supone que es nuestra "enemiga"? Que bueno que la secuestraron, eso significa que nos deja el camino libre, ¿no?

Bucky se puso de pie y fue hasta donde estaba el hombre sentado tomándolo de la camisa y le dio un fuerte golpe tirándolo al suelo.

–Llama a Romanoff y a Barton y que comiencen a buscarla. También que Sam hable con sus contactos y pregúntale a Stark si sabe algo, y llama a los Maximoff que deben estar buscándola.–Dijo Bucky ignorando a todos los demás saliendo de la gran habitación junto con su amigo.

Bucky comenzó a buscarte como loco por toda la ciudad, incluso se contactó con sus conocidos en el extranjero y básicamente utilizó todos los recursos que tenía para encontrarte, hasta que lo logró.

Te habían llevado a una cabaña abandonada en medio de la nada donde Bucky fue en persona para sacarte de ahí, a pesar de que estabas inconsciente, y te llevó a su mansión para cuidarte.

–¿Estás segura de que va a estar bien?–Escuchaste una voz algo conocida pero distante mientras poco a poco empezabas a recuperar la conciencia.

–Muy segura Señor Barnes, sus heridas ya fueron tratadas y se le administraron medicamentos para el dolor, pero si despierta y no hacen efecto entonces puedo darle algo más fuerte.–Ahora escuchaste la voz de una mujer.

–Gracias Doctora Cho.–Dijo la voz, hasta que finalmente pudiste abrir los ojos y viste a Bucky cerrando la puerta de la habitación en la que estabas que definitivamente no era la tuya.

–¿Pero qué...?–Murmuraste viendo confundida a tu alrededor tratando de sentarte.

–¡Muñeca!–Exclamó Bucky al verte acercándose rápidamente y apoyando sus manos en tus hombros para hacer que te recostaras nuevamente.–Quédate ahí, ¿si? No te muevas.

–¿Dónde estoy?

–En mi casa, pero tranquila que Wanda y Pietro están aquí también.–Te aseguró con una sonrisa tomando tu mano en la suya con mucho cuidado.–Me tenías preocupado, estuviste inconsciente por todo un día.

–¿Por qué estoy aquí? ¿Cómo me encontraste?–Le preguntaste ignorando todo lo que te había dicho.

–Cuando supe que te habían secuestrado de inmediato me puse en contacto con los gemelos Maximoff porque supuse que también te estarían buscando.–Te explicó con una pequeña sonrisa acariciando tu mano.–Y no te preocupes que ya nos hicimos cargo de quienes te hicieron esto.

–Cuidado Barnes, no vaya a ser que me estés agarrando cariño.–Le dijiste con una pequeña sonrisita juguetona.

–¿A ti? Ni en mis peores pesadillas.–Te respondió con el mismo tono de broma, haciendo que rieras ligeramente llevando tu mano a tus costillas.–¿Te duele?

–Un poco... ¿esta es tu habitación?

–Si... no es exactamente como me imaginé que estarías aquí, pero supongo que tendrá que bastar por ahora.–Te dijo haciendo que rodaras los ojos ocultando tu sonrisa, y le diste un suave golpe en el pecho haciéndole reír.–Tienes que descansar, ¿Okey? Puedes quedarte cuantos días necesites, aquí estoy para ti. Y por supuesto que Pietro y Wanda también... que de hecho les voy a decir que te vengan a ver, estaban bastante preocupados...

Bucky te ofreció una última sonrisa algo nervioso y se puso de pie para ir a la puerta, sin embargo se detuvo al escucharte.

–¿Bucky?–Dijiste captando su atención provocando que se volteara hacia ti.–Gracias por sacarme de ahí.

–Cuando quieras muñeca.–Respondió con una sonrisa guiñándote un ojo, para luego salir con las mejillas sonrojadas y su corazón latiendo con fuerza en su pecho, al igual que el tuyo.