La Soldada del Invierno
Prólogo: En lugar de Bucky caer del tren, lo haces tu por lo tanto te conviertes en La Soldada del Invierno, sin embargo mucho años después el Sargento y Steve te encuentran en una base de Hydra.
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Azrael1607
Advertencia: Aquí Bucky nunca se convirtió en el Soldado del Invierno pero la rayis si.
Cuando Bucky acompañó a Steve a detener al doctor Zola en aquel tren, tu también habías ido con ellos a pesar de que intentaron de mil y un maneras de que te quedaras ya que podía ser muy peligroso.
Y lo fue.
Bucky casi cae del tren en movimiento, y si bien logró salvarse gracias a ti, fuiste tu quien terminó cayendo en su lugar.
Después de tu "muerte", ambos soldados quedaron muy mal, sin embargo siguieron peleando en la guerra y se estrellaron los dos en la nave que llevaba las bombas.
Bucky durante el poco tiempo que había estado capturado por Hydra cuando su escuadrón fue secuestrado, le inyectaron el serum por lo que era igual de fuerte que Steve.
Años más tarde los encontraron y los sacaron del hielo, Steve siguió siendo Capitán América mientras que el Sargento decidió hacerse a un lado e intentar llevar una vida más tranquila luego de haber perdido muchísimo tiempo al haberse estrellado.
Todo eso, hasta que Steve encontró una pista de que quizás tu también podías estar viva, y eso fue todo lo que necesitó Bucky para unirse a su mejor amigo y buscarte.
Nat les entregó información sobre una super soldada que básicamente era un fantasma, no había mucha información de esta persona más que llevaba años trabajando con Hydra asesinando objetivos para ellos.
–Vayan con cuidado, estaré aquí afuera esperándolos y me aseguraré de que nadie entre ni salga.–Escucharon la voz de Nat en los dispositivos en sus oídos mientras se bajaban del Quinjet hacia la base donde creían que estabas.
–Gracias Nat, te avisamos cualquier cosa.–Dijo Steve mientras Bucky abría la puerta del lugar.
–Parece sacado de una película de terror... o peor.–Murmuró el Sargento entrando en la base y comenzando a caminar.
Los dos se adentraron en el lugar y empezaron a explorar la zona, hasta que se encontraron con unos cuantos agentes de los cuales se deshicieron fácilmente.
Eventualmente llegaron hasta un largo pasillo con varias celdas abiertas, sin embargo había una cerrada y al acercarse, te vieron tirada en el piso inconsciente. Tenías varios moretones en el cuerpo, y donde se suponía que debías tener tu brazo izquierdo, había uno de metal.
–No puede ser...–Dijo Bucky totalmente sorprendido viendo tu figura tirada en el piso.
Steve vio hacia todos lados para asegurarse de que no hubiera nadie, y ambos se apresuraron en abrir la puerta de barrotes para entrar.
El Sargento se arrodillo frente a ti y te dejó recostada en tu espalda aprtando un poco de cabello de tu rostro para ver que estabas inconsciente.
–Nat, la encontramos. Vamos de vuelta al Quinjet.–Dijo Steve por el dispositivo en su oído, mientras que Bucky revisaba tu pulso.–¿Está...?
–Está inconsiente. Hay que sacarla de aquí lo antes posible.–Dijo Bucky limpiando rápidamente una lágrima de su mejilla, y con mucho cuidado te tomó en sus brazos.–Cúbreme.
–Siempre.
UN PAR DE DÍAS DESPUÉS...
Steve y Bucky te llevaron al área médica del campus de los Vengadores para mantenerte a salvo, donde estuviste dormida por varios días, sin embargo el Sargento no dejó tu lado en ningún momento.
De pronto frunciste el ceño ligeramente, y poco a poco fuiste despertando hasta que lograste abrir los ojos, y al ver que estabas en un lugar desconocido te sentaste en la camilla asustada viendo hacia todos lados.
El sonido de la máquina donde se escuchaban los latidos de tu corazón comenzó a latir más y más rápido, por lo que dos enfermeras entraron.
–Señorita T/N, por favor recuestese.
–Está en un hospital, quédese tran—
–¿Quienes son? ¿Dónde estoy? ¡Suéltenme!–Exclamaste safándote con facilidad de sus agarres.
–Muñeca...–Escuchaste otra voz, y al levantar la vista notaste a Bucky ahí con un ramo de flores, mientras que las enfermeras aprovecharon tu distracción para hacer que te recostaras de nuevo.–¿Pueden dejarnos solos por favor?
Las enfermeras compartieron una mirada preocupadas, sin embargo salieron de todas formas de la habitación mientras que Bucky se sentó a tu lado en la camilla y dejó las flores en la mesita junto a esta.
–¿Cómo te sientes?
–¿Donde estoy?–Le preguntaste sentándote y alejándote un poco de él.
–Quédate tranquila que estás en un lugar seguro, ¿si? Te lo prometo, puedes confiar en mi.–Te aseguró con una sonrisa.
–He soñado contigo...–Le dijiste aún algo desconfiada, mientras él te veía con una mirada tierna.–Ellos... ellos borraban mi memoria pero... pero siempre soñaba contigo, no podía olvidarte... ¿nos conocemos?
–Si... puede que no lo recuerdes pero soy Bucky, crecimos juntos.–Te dijo con una sonrisa.–Y tu te llamas T/N.
Tu simplemente te quedaste en silencio unos momentos y bajaste la vista hacia tus manos sintiendo la mirada de Bucky encima tuyo, antes de que volvieras a hablar.
–No quiero volver...
–No te preocupes que no lo vas a hacer, te prometo que siempre te voy a proteger, ¿Okey? Jamás vas a volver a ese lugar.–Te dijo posando su mano sobre las tuyas provocando que levantaras la vista hacia él.
Bucky te ofreció una sonrisa, y tu hiciste lo mismo formando una pequeña, y tomaste su mano en las tuyas bajando la vista hacia ellas para observalas, disfrutando del contacto suave y delicado que se sentía tan familiar después de tantos años de tortura.
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