Prólogo: Bucky sentía que su relación contigo era un cuento de hadas en los 40's, sin embargo después de caer del tren eso se convirtió en un simple recuerdo en su memoria.

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El o.s está inspirado en la canción con el nombre del título de Alexander Rybak, así que espero les guste y lo disfruten ✨️

@Alina_Willsom_Yggdra / no sé por qué no me deja etiquetarte :(

Advertencia: No sé si el o.s quedó exactamente bien estructurado basado en la canción, pero aún así espero les guste 💖

Años atrás antes de que Bucky se enlistara en el ejército, te había conocido a ti cuando aún iba a la escuela. Al principio los tres, Steve, Bucky y tú eran mejores amigos, sin embargo Bucky y tú se enamoraron y comenzaron una relación en la cual años después se comprometieron.

Ambos a pesar de las peleas y los malos momentos siempre lograban reconciliarse y hacer las paces. Los dos se sentían como en un cuento de hadas ya que eran el primer gran amor del otro, y tenían una conexión muy especial.

Más tarde cuando Bucky se enlistó para ir a la guerra, te prometió que volvería contigo porque debían casarse, pero después de eso todo fue de mal a peor.

Bucky "falleció" al caer de aquel tren, luego quedaron solo Steve y tu, y después él también "murió" al estrellarse contra el hielo, y al final de todo eso quedabas solo tú.

El Sargento estaba sentado en uno de los lugares en el Quinjet mientras Steve pilotaba junto con Nat a su misión.

El soldado despertó dando un pequeño salto al sentir que aterrizaron, y pasó una mano por su rostro después de haber estado soñando sobre el día en que se había comprometido, y el hecho de que ese mismo día era su aniversario de ser novios, lo hacía aún peor.

–Diablos Bucky, te ves horrible, es como si un camión te hubiese pasado por encima.–Le dijo Sam acomodando sus gafas.

Nat soltó una pequeña risita pasando por su lado para bajar del Quinjet seguida por Sam, y Steve soltó un suspiro acercándose a Bucky para darle una pequeña palmada en la espalda.

–Vamos Buck, te va a hacer bien distraerte.–Le dijo antes de salir.

Bucky tragó el nudo en su garganta que no quería irse desde que había despertado en la mañana, y siguió a los demás fuera del Quinjet para la misión.

Debían entrar en una base abandonada de Hydra para llevarse unos documentos, por lo que Sam y Nat se encargaron de los pisos superiores, y los dos super soldados de los pisos bajo tierra.

Bucky llevaba su arma cargada examinando cada habitación, mientras Steve iba adelante haciendo lo mismo con su escudo.

–No puede ser...–Dijo Steve viendo dentro de una habitación ligeramente boquiabierto.

–¿Qué pasa?–Preguntó el otro acercándose a él con el ceño fruncido.

Bucky se volteó a la habitación, e inmediatamente sintió que el aire quedaba atrapado en sus pulmones por la imagen ante él.

Estabas tú sentada en el suelo en una esquina de la habitación con cadenas en tus brazos pegadas a la pared manteniéndolos arriba, tus pies encadenados al suelo mientras estabas inconsciente. En la sala también había una camilla y utensilios médicos y otros de tortura esparcidos por todos lados.

–Steve la base no lleva mucho tiempo vacía, las grabaciones de las cámaras en los computadores dicen que el último registro es de hace dos días.–Escucharon a Nat decir por los comunicadores.

Bucky se apresuró hacia ti dejando su arma a un lado y buscó tu pulso en tu cuello que latía débilmente, y Steve se acercó detrás suyo.

–Si, lo podemos notar. Escuchen, tenemos una... una rehén aquí, era amiga nuestra, la vamos a llevar al Quinjet, nos vemos allá.–Dijo Steve por los comunicadores mientras tomaba una carpeta de una mesa.

–¿Cómo puede ser posible? Creí... creí que estaba...–Trató de decir Bucky rompiendo las cadenas y sujetándote contra su pecho mientras tu seguías inconsciente.

–Ellos la trajeron y la mantuvieron bajo hielo al igual que a ti.–Le dijo Steve mostrándole la carpeta donde había información tuya y una foto de ti en una cápsula congelada.

Bucky dejó ir un tembloroso suspiro y luego se puso de pie contigo en sus brazos para salir del lugar.

(.....)

Cuando llegaron de vuelta al campus los doctores te atendieron y Bruce se encargó de todo mientras que Steve y Bucky esperaban ansiosos por alguna respuesta.

El Sargento no sabía cómo era posible, pero el solo pensar que quizás te habían hecho lo mismo que a él le aterraba muchísimo.

Incluso estando Hydra siempre te recordaba y no podía quitarte de su cabeza sin importar cuantas veces le borraran la memoria, y los pequeños recuerdos de su "cuento de hadas", su relación y lo mucho que se amaban le daban fuerzas para seguir, a pesar de saber que no te podría volver a ver.

Cuando te dejaron en una habitación luego de las pruebas y asegurarse de que estuvieras bien, Bucky no dejó tu lado ni un segundo sentado en una silla junto a tu cama.

El soldado estaba durmiendo manteniendo tu mano en la suya derecha, mientras que tu frunciste ligeramente el ceño y soltaste un pequeño quejido.

Bucky dio un salto al despertarse y sentir un leve movimiento, e inmediatamente se sentó en el borde de la camilla viéndote preocupado y sintiendo su corazón latir con fuerza en su pecho.

–¿M-muñeca...?–Preguntó algo inseguro observándote atento.

Abriste los ojos poco a poco y frunciste el ceño al escuchar su voz, y al momento en que tu vista se fijó en él tus ojos se llenaron de lágrimas.

–¿James...?–Preguntaste algo débil tratando de acostumbrarte a la luz que entraba por las ventanas.

–Si muñeca... soy yo...–Te dijo con una sonrisa sin poder contener sus lágrimas.

–De verdad estás aquí... estás vivo... ¿o soy yo la que está muerta?–Dijiste algo confundida dejando tus manos en sus brazos mientras él se acercaba inclinándose un poco hacia adelante.

–No muñeca, estás viva, los dos lo estamos.–Te dijo con una gran sonrisa dejando su mano derecha en tu mejilla.

–Pero Steve dijo—

–Lo sé, pero sobreviví. Es una larga historia todo lo que pasó, pero él también está vivo.–Te dijo sin poder dejar de sonreír sintiendo una sensación de alivio de poder verte otra vez.

Dejaste ir un suspiro y te sentaste en la cama para abrazarlo con todas las fuerzas que te permitía tu débil cuerpo en ese momento, y Bucky te abrazó de vuelta inhalando tu esencia mientras todos los recuerdos del pasado plagaban su memoria.

–Siento que esto no es real, como si fuera un cuento de hadas, un sueño o no sé...–Le dijiste con una pequeña risita alejándote para verlo a la cara dejando tus manos en sus mejillas.

–Es muy real, créeme.–Te dijo juntando su frente con la tuya y limpiando tus lágrimas con sus pulgares.

–Esto es nuevo...–Le dijiste tomando su mano izquierda en la tuya.

Bucky sonrió al verte dejar un beso en su mano izquierda, y luego volvió a abrazarte soltando un suspiro.

–Te extrañé muchísimo muñeca, no tienes idea de cuanto. Jamas dejé de pensar en ti ni una sola vez.–Te susurró al oído acariciando con una mano tu espalda y con la otra tu cabeza.

–Yo también... enserio pensé que... que ustedes... q-que tú...–Trataste de hablar sintiendo tu voz temblorosa alejándote de él y bajando la vista hacia donde jugabas con tus manos.

–Hey, no, tranquila... ya todo está bien, ¿si? Estamos bien, estoy aquí contigo.–Te dijo posando ambas manos en tus mejillas y juntando su frente con la tuya.

–Me alegra ver que ya estás despierta.–Dijo Steve desde la puerta de la habitación.

–¡Steve!–Dijiste con una gran sonrisa y el capitán se acercó para abrazarte con fuerza pero cuidando de no lastimarte.

–Te extrañé muchísimo T/N, lamento haberte dejado sola.–Te susurró al oído antes de alejarse y sentarse junto a tu camilla en la silla.

–Lo bueno es que ahora estamos los tres, y mientras no vayan a misiones suicidas de nuevo, todo está bien.–Le dijiste tomando la mano de Steve y la de Bucky en las tuyas, haciéndoles reír.

Bucky se acercó besando tu cabeza y pasando su brazo alrededor tuyo, y Steve acarició tu mano sin dejar de sonreír.