Eres hermosa*

Prólogo: Bucky y tienen una muy pequeña discusión donde al ya estar tan cansada, por accidente se te escapan tus inseguridades y al Sargento no le gusta que te sientas mal por ellas.

Word count: 1717

@mernesarbillaga
Advertencia: Aquí la rayis es algo insegura de su cuerpo, contenido sexual explícito, uso de condón, inseguridades, Bucky muy tierno y dominante suave.

–¿Muñeca por qué ya no quieres ir a la fiesta de Tony? Dijiste que estabas emocionada por ver a Wanda y Nat, ¿por qué de repente ya no te gustan esas fiestas?–Te preguntó Bucky cada vez más cansado siguiéndote desde la sala de estar de su departamento hasta su habitación en su pequeño departamento.

–Porque solo ya no quiero ir, ¿si? Mañana las puedo ver, solo no quiero ir a esa fiesta.–Te quejaste quitándote tus zapatos mientras el Sargento te veía confundido.

–¡Muñeca solo dime por qué! Sabes que no te voy a juzgar, solo quiero saber por qué de repente ya no—

–¡Porque no quiero que me veas con las demás mujeres y te des cuenta de que comparadas conmigo, ellas se ven mucho mejor!–Le gritaste ya cansada antes de cubrir tu rostro con ambas manos.

Bucky se quedó por un momento en silencio confundido viéndote con el ceño fruncido donde estabas sentada a los pies de la cama.

–¿Qué... a qué te refieres con eso?–Te preguntó con voz suave sentándose a tu lado dejando su mano en tú espalda.

–Porque mírame James, no les llego ni a los talones a todas esas modelos de revista que Tony siempre invita, ni siquiera me veo bien como Wanda o Nat.–Le dijiste alejándote un poco de él y quitando tus manos de tu rostro para jugar con ellas en tu regazo sin apartar la mirada de ahí.–Suena patético, p-pero enserio me da miedo que... q-que no sé... que te des cuenta de que puedes encontrar a alguien mucho mejor, más hermosa y no tan desagradable como yo y quieras irte con ella.

–¿Muñeca de qué hablas? No entiendo. ¿Por qué dices todas esas cosas de ti? ¡Eres hermosa! Yo ni siquiera podría llegar a soñar con dejarte por alguien más, preferiría que me devolvieran a Hydra antes de hacer una cosa así.–Te dijo acercándose a ti para tomar tus manos con una de las suyas, y la otra la llevó para acariciar tu espalda.

–Ay James no digas eso.–Te quejaste rodando los ojos y viendo hacia cualquier otro lado en lugar de hacia él.

–Es la verdad muñeca, yo te amo. Amo todo de ti y jamás se me podría pasar por la mente irme con otra persona, hablar con alguien más o querer estar con alguien que no seas tu.–Te dijo con una sonrisa tomando tu barbilla muy suave para voltear tu rostro hacia él.

Tragaste saliva y apartaste tu rostro de él bajando la vista hacia tus manos sin realmente estar convencida de lo que él te decía, siendo tus inseguridades más ruidosas en tu mente que sus propias palabras.

Bucky pudo notar que no le creías y que seguías sintiéndote mal, por lo que una pequeña sonrisa se formó en su rostro y se puso de pie frente a ti provocando que levantaras la vista hacia él.

–Quítate la ropa y recuéstate en la cama.–Te ordenó con una sonrisa y voz muy suaves, comenzando a quitarse su chaqueta con la que iría a la fiesta.

–¿Q-qué? ¿Por qué?

–Solo hazlo muñeca, ¿confías en mi?–Te preguntó agachándose frente a ti dejando sus manos en tus rodillas, a lo que tu solo asentiste con la cabeza, y él tomó tu mano para besarla.–Entonces haz lo que te pido, quítate la ropa y recuéstate en la cama.

Tragaste saliva nerviosa, sin embargo hiciste lo que te pidió con las manos algo temblorsas e insegura, mientras Bucky también se desvestía viéndote con una sonrisa.

Una vez te quitaste toda la ropa, te recostaste en la cama con la cabeza apoyada en las almohadas, mientras que Bucky ya también completamente desnudo se te quedó viendo sin poder dejar de sonreír desde su posición frente a ti de pie en el suelo.

Con cada segundo que pasaba te sentías más y más expuesta, por lo que cuando ibas a cubrirte, Bucky se subió en la cama para quedar encima tuyo acariciando tu mejilla con delicadeza.

–Eres hermosa muñeca.–Te dijo en voz baja y viéndote a los ojos, comenzando a repartir besos por tu cuello con cada palabra que decía en una zona nueva, tus pechos, tus hombros, tu abdomen, piernas, y cualquier parte que pudiera alcanzar y que sabía te hacía sentir insegura.–Eres preciosa, perfecta, maravillosa, linda, bellísima, nunca me había sentido tan atraído a alguien como contigo, tampoco nunca me había gustado alguien como tú me gustas y me fascinas.

Bucky siguió repartiendo besos por todos lados, mientras tú apretabas las manos en puños en las sábanas a tus costados haciendo un gran esfuerzo por no llorar ante sus palabras, y una vez volvió a verte a la cara, dejó una mano en tu mejilla viéndote con un brillo en sus ojos.

–Te amo muñeca, solo a ti y nadie más.–Te dijo con una sonrisa antes de acercarse para besarte.

Soltaste un suspiro contra sus labios y le besaste de vuelta, mientras él tomó tu mano derecha y la guió entre sus cuerpos para que tomaras su ahora gran erección haciéndole gemir en tu boca.

–¿Sientes esto? Tú provocas estas cosas en mi, solo tú, nadie más.–Te dijo con una sonrisa mientras hacía que empezaras a pasar tu mano por su miembro, mientras él llevaba su mano izquierda a tu parte baja y comenzaba a pasar sus dedos por ahí haciéndote gemir.–Eres la única que puede tenerme así, nadie más muñeca. Eres la única con quien quiero estar.

–Bucky por favor...–Dijiste en voz baja y cerrando los ojos.

El Sargento sonrió y decidió no hacerte rogar por lo que querías, y apartó tu mano de él estirándose para sacar un condón de su mesita de noche.

Rápidamente puso el condón en su miembro y apoyó ambas manos a cada lado de tu cabeza alineando su punta con tu entrada.

Juntó su frente con la tuya y poco a poco fue empujando dentro de ti haciéndote gemir y que arañaras su espalda escondiendo tu rostro en su cuello.

Una vez dentro por completo, Bucky sonrió al sentir tu respiración agitada en su oído y comenzó a besar tu cuello antes de empezar a moverse dentro y fuera de ti lentamente.

Su mano izquierda la tenía alrededor tuyo y la otra tomó tu pierna para envolverla en su cintura lo más arriba que podía permitiéndole llegar más profundo, mientras que tu te abrazaste a su cuello.

–¿Sientes lo profundo que estoy? Adoro esta sensación, amo estar así contigo. Te amo a ti y cada centímetro de tu bello y hermoso cuerpo, muñeca.–Te dijo embistiéndote cada vez un poco más rápido y juntando su frente con la tuya.

Soltaste un gemido sin realmente poder decir nada sintiendo tu mente en blanco, a la vez que tus ojos se llenaban de lágrimas y te acercaste para besarlo tratando de pegarte aún más a él.

Bucky te besó de vuelta con la misma intensidad introduciendo su lengua en tu boca a la vez que llevabas tus manos para enredarlas en su cabello y así jalar de él.

–Cuando estoy lejos en misiones no puedo dejar de pensar en ti, en lo mucho que quiero tenerte en mis brazos, no puedo dejar de pensar en todos los besos que te quiero dar y en cuanto te extraño.–Dijo algo agitado sintiendo sus embestidas volverse desordenadas y desesperadas por su orgasmo que avanzaba con rapidez.

Pasó su mano izquierda entre sus cuerpos y la llevó para jugar con tu clítoris haciéndote gemir y morder su cuello mientras su otra mano en tu pierna la apretaba con fuerza dejando marcas en ella.

Comenzaste a sentir tu orgasmo avanzar con fuerza y rapidez ante sus movimientos, por lo que tomaste su rostro con ambas manos y lo besaste con fuerza gimiendo en su boca al correrte a su alrededor y arqueando la espalda de la cama.

Bucky tomó con ambas manos tus piernas sin dejar de moverse mientras pasaba tu orgasmo, y gimió en tu boca al correrse en el condón mordiendo tu labio antes de esconder su rostro en tu cuello.

Te abrazaste a él con tus brazos y piernas mientras el Sargento se seguía moviendo unos momentos más prolongando las sensaciones de los dos, y una vez se aseguró de que sus orgasmos habían pasado, se alejó para quitarse el condón y dejarlo en el suelo para después tirarlo a la basura, y se recostó a tu lado acercándote a él para abrazarte enredando sus piernas juntas.

Ambos tenías las respiraciones agitadas y una fina capa de sudor les cubría el cuerpo, mientras que Bucky rascaba tu cabeza muy suavemente y su otra mano hacía patrones en tu espalda.

–Jamás pienses que podría llegar a dejarte por otra persona, ¿si? Te amo, más que a nada en el universo y nunca podría cambiarte o elegir a alguien más por sobre ti muñeca.–Te dijo con voz suave antes de tomar tu rostro con ambas manos y alejándose para verte a la cara.–Eres hermosa en todos los sentidos, por dentro y por fuera. No hay nada de malo contigo, nunca lo hubo y tampoco nunca lo habrá, así que por favor no te compares, porque si bien a ti no te gusta como eres, a mi me vuelves loco, y no importa cuanto me tarde, pero te voy a ayudar a que te veas de la misma forma en que yo te veo, ¿de acuerdo?

Una sonrisita se formó en tu rostro sintiendo lágrimas acumularse en tus ojos y como de pronto un nudo se formaba en tu garganta, por lo que lo único que pudiste hacer fue asentir con la cabeza temiendo que si hablabas, se te quebraría la voz.

Bucky sonrió satisfecho con tu respuesta, y besó tu frente antes de acercarte a él para abrazarte y quedarse recostados en su cama.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top