En busca de una casa (pt 2)*

La primera parte pueden encontrarla en el segundo libro de Bucky ✨️

Word count: 1896

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Advertencia: Enemies to lovers, contenido sexual explícito.

Luego de haber fingido estar casados para hablar con el tipo que estaban buscando, tuvieron que reunirse con él para ver la supuesta casa que comprarían, sin embargo las cosas se salieron de control y terminaron por descubrirlos.

El tipo llamó a sus refuerzos por lo que tuvieron que pelear con algunos, Sam y Joaquin también tuvieron que meterse en medio de la pelea, y en general fue todo un caos sin embargo lograron salir con vida por poco.

–¡Todo esto es tu culpa!–Te gritó Bucky siguiéndote fuera de la casa donde recién habían peleado hacia la camioneta donde se habían estado escondiendo Sam y Joaquin antes de entrar.–¡Si no hubiese sido por tu culpa no nos habrían descubierto!

–¡¿Ah si?! ¡¿Y quien fue el idiota que sacó su arma primero?! ¡¿Eh?! ¡¿Acaso ya se te olvidó?! ¡Pude haber arreglado la metida de pata pero no! ¡Tenías que comenzar a disparar a lo loco! ¡Eres un idiota Barnes!–Le gritaste de vuelta, girándote hacia él para quedar frente a frente.

–¡¿Y qué esperabas que hiciera?! ¡¿Dejar que nos mataran?! ¡El tipo estaba decidido a matarte!

–¡Puedo cuidarme bien sola, James! ¡Ahora por tu culpa el tipo está muerto y no tenemos la información que necesitábamos!

–¡HEY! ¡Ya basta ustedes dos!–Les gritó Sam acercándose con Joaquin a su lado, captando la atención de ambos.–Gritarse no va a servir de nada, hicieron lo que pudieron. Ahora ya dejen de echarse la culpa entre los dos y súbanse a la camioneta, nos vamos de vuelta al hotel.

Bucky y tu se dirigieron una mala mirada y se subieron a la camioneta seguidos de los otros dos.

El camino hacia el hotel fue silencioso e incómodo, ni Bucky ni tu se dirigían la mirada, Joaquin parecía querer que se lo tragara la tierra y Sam iba tratando de descifrar qué hacer con ustedes dos.

Cuando finalmente llegaron, cada uno se fue a su habitación mientras que Joaquin y Sam discutían acerca de la misión en la habitación de este último.

Inmediatamente fuiste al baño y limpiaste los pocos cortes en tu rostro, antes de meterte en la ducha y bañarte para quitarte la suciedad y sudor de encima, y quizás también tratar de olvidar lo que había pasado.

Mientras te bañabas, comenzaste a recordar los sucesos de la pelea ya con algo más de claridad, y te diste cuenta de que Bucky durante todo ese tiempo había tratado de básicamente escudarte con su cuerpo, y ahora que lo pensabas mejor durante su pelea antes de ir al hotel, más que molesto parecía preocupado.

Saliste de la ducha y envolviste una toalla alrededor tuyo, justo en el momento en que llamaron a tu puerta.

Te acercaste y viste por la mirilla a Bucky del otro lado, por lo que soltaste un pesado suspiro pasando una mano por tu rostro y abriste.

–¿Qué quieres Barnes? No tengo ganas de seguir peleando.–Le dijiste viéndole a la cara, mientras que él pestañeó un par de veces viéndote de pies a cabeza, antes de aclarar su garganta.

–Yo... ¿te encuentras bien?–Te preguntó algo incómodo tratando se ver hacia cualquier parte menos a ti.

–¿Te pegaste en la cabeza o qué?–Le preguntaste de vuelta viéndole mal y confundida.–¿Desde cuando te preocupas si estoy bien o no?

–Es solo una pregunta, ¿ves que no se puede ser amable contigo?–Se quejó rodando los ojos y viéndote a la cara por fin.–Eres insoportable, pareces una niña malcriada.

–¿Yo una niña malcriada? Tú pareces un niño que se la pasa haciendo pataletas cada vez que Sam te manda a hacer una misión conmigo.–Peleaste de vuelta viéndole molesta.–Porque si tu mente de anciano no te deja recordar bien, fuiste tu el que se quejó toda una semana después de que Sam te dijo que tendríamos que actuar como una pareja de casados.

–No actúes como si no te gustó, muñeca.–Te dijo con una sonrisita dando un paso hacia ti, quedando muy cerca tuyo.–Te salió hasta natural.

–Y tu te entusiasmaste con la idea de hacer hijos.–Respondiste de vuelta con una sonrisa desafiante viendo como sus pupilas se dilataban con tan solo verte.–Apuesto a que te encantaría que fuera real.

–¿Qué pasa si te digo que si?–Te desafió de vuelta sonriendo al ver cómo tu sonrisa desaparecía de tu rostro, dando otro paso hacia ti cerrando la puerta detrás suyo.–¿O qué? ¿Me vas a decir que no te lo imaginaste?

–Ya quisieras Barnes.–Murmuraste dando un paso hacia atrás para irte a la habitación, sin embargo Bucky te sujetó de la mano y te pegó contra la pared dejando su rodilla entre tus piernas, a la vez que tu mano iba a sujetar tu toalla.

–He notado la forma en la que me miras, muñeca... crees que no me doy cuenta, pero siempre estoy atento porque siempre te estoy observando.–Te dijo con una sonrisita sujetando tu mano izquierda con la suya, y la otra apoyada en la pared junto a tu rostro.

–Bucky mi toalla...–Dijiste tratando de no verlo a la cara.

–¿No te gustaría dejarla caer?–Te preguntó pasando su nariz muy suavemente por tu mandíbula, y subiendo su rodilla hasta hacer presión en tu parte baja provocando que tuvieras que morder el interior de tu boca.–¿Quieres que pare? Dime que me detenga, y lo voy a hacer.

Bucky comenzó a dejar besos por tu mandíbula haciendo aún más presión en tu parte baja con su rodilla provocando que soltaras un gemido involuntario, lo cual le hizo soltar una pequeña risita.

Comenzó a besar tu cuello y alejó su rodilla de tu parte baja solo para reemplazarla con su mano izquierda, pasando sus dedos por tu clítoris lentamente.

–¿Quieres que me detenga?–Te preguntó alejándose para verte a la cara, a lo que tu respondiste negando con la cabeza y ojos cerrados.–Abre los ojos y usa tus palabras, necesito escucharte decirlo.

–No pares...–Le dijiste viéndole a la cara.

–Que obediente.–Dijo con una sonrisa antes de besarte con fuerza.

Soltaste un gemido contra su boca y dejaste que metiera su lengua para que chocara contra la tuya en un beso desordenado y desesperado.

Bucky dejó caer tu toalla y te tomó en sus brazos para cargarte hasta la cama donde te recostó en ella mientras tú tratabas de desabrochar sus pantalones.

–Alguien está ansiosa...–Dijo con un tono de burla haciéndote rodar los ojos.

–Ya quítate la ropa Barnes, no es justo que yo no tenga nada encima y tu si.–Te quejaste subiendo su playera.

–Ya, ya, tranquila muñeca, aquí voy.–Dijo conteniendo la pequeña risita que se le iba a escapar.

Bucky sacó del bolsillo de su pantalón un condón dejando el paquete entre sus dientes, y luego se puso de pie para quitarse la ropa.

–¿Así que venías preparado?–Le preguntaste con una pequeña risita.

–¿Qué te puedo decir? Nunca se sabe cuando se va a necesitar uno de estos.–Te dijo sacando el paquete de entre sus dientes, antes de arrodillarse en la cama frente tuyo.

Abrió el condón y lo deslizó en su miembro tirando el paquete por ahí, antes de acercarse a ti donde abriste tus piernas, y Bucky tomó tus manos con las suyas sujetándolas encima de tu cabeza, alineando su punta con tu entrada.

–¿Estás lista muñeca?–Te preguntó con una sonrisita.

–Solo hazlo ya Barnes, hablas mucho y no haces nad—. Ni siquiera te dejó terminar cuando te embistió de una sola vez haciéndote arquear la espalda y soltar un fuerte gemido.

–¿Decías?–Preguntó con una sonrisita orgullosa.–Apuesto a que después de esto no vas a querer estar con nadie más.

Antes de que pudieras decir nada, Bucky soltó tus manos y llevó esa misma hacia tu cuello para darle un ligero apretón haciéndote gemir, y te besó con fuerza y de forma desordenada mientras arañabas su espalda y apretabas tus piernas alrededor de sus caderas.

–Más fuerte Bucky...–Le dijiste mordiendo su labio inferior haciéndole gemir contra tu boca.

Bucky con su mano izquierda apretó la cabecera de la cama sin quitar la otra de tu cuello cuidando de no hacer mucha presión, y comenzó a embestirte aún más fuerte haciendo que la cama chocara con la pared y soltaras un fuerte gemido arqueando la espalda.

–Para ser alguien que me odia tanto, parece que lo estás disfrutando.–Te dijo Bucky sin soltar su mano de alrededor de tu cuello y embistiéndote con fuerza, soltando una pequeña risita.

–N-no te odio... jamás lo hice, no puedo... solo... pensé que tú me odiabas a mi, pero yo no puedo odiarte...–Le dijiste con la respiración agitada y arqueando la espalda al sentirle llegar a lo más profundo de ti.

–Muñeca...–Dijo viéndote entre confundido y dolido, llevando su mano a tu mejilla y moviéndose más lentamente, mirándote directamente a los ojos.–Yo tampoco te odio... yo... te amo demasiado como para odiarte.

Al escucharlo, frunciste el ceño confundida, y Bucky detuvo sus movimientos viéndote a la cara con una expresión más suave.

–Te amo, muñeca. Hoy temprano cuando la misión se arruinó yo... lo único que podía pensar era en que estuvieras bien...–Te dijo algo agitado sin apartar su mirada de tus ojos.

–Yo también te amo James.–Le dijiste antes de tomar su rostro con ambas manos para besarlo.

Bucky soltó un suspiro contra tus labios, y tomó con ambas manos tus piernas para empezar a moverse nuevamente pero más lento que antes.

Gemiste en su boca sintiendo sus embestidas lentas y suaves, a la vez que él soltó un gemido volviendo a besarte, e inmediatamente envolviste tus brazos alrededor de su cuello para pegarlo más a ti.

Pronto sentiste tu orgasmo aproximarse al igual que Bucky, quien comenzó a acelerar sus movimientos sin embargo mantenía la suavidad en ellos, buscando el placer de ambos.

No pasó mucho hasta que te corriste a su alrededor, al igual que él dentro del condón gimiendo en la boca del otro.

Bucky fue poco a poco moviéndose más lento, hasta quedarse completamente quieto alejándose para verte a la cara y apartando un poco de tu cabello de tu rostro.

–No te imaginas cuanto te amo...–Te dijo con una sonrisa, acariciando tu mejilla.

–Yo también te amo.–Respondiste imitando su sonrisa tomando su rostro con ambas manos, y te acercaste para besarlo con ternura.

¡Oigan par de tórtolos! ¡Me alegra que hayan hecho las paces pero les dije que no se entusiasmaran tanto actuando de casados!–Les dijo Sam del otro lado de la puerta, sin embargo podían imaginarse su sonrisa.–¡Por si no lo sabías, T/N, mi habitación está junto a la tuya y las paredes son delgadas! ¡Traumaron a Joaquin!

–¡Lo siento!–Respondiste cubriendo tu rostro sonrojado.

–¡Vete de aquí, Sam!–Le dijo Bucky rodando los ojos escuchando la risa del otro fuera de la puerta, antes de voltearse hacia ti para verte con una sonrisa quitando tus manos de tu cara.–Olvídate de ellos, somos solo tu y yo ahora.

–Me gusta como suena eso.–Le dijiste con una sonrisa antes de volver a besarlo, sonriendo en la boca del otro.

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