De la ciudad al campo (Granjero AU)

Prólogo: Después de que reprobaras la mayoría de tus materias, tu papá te envía como castigo a trabajar en la granja de los Barnes, y es ahí donde Bucky y tu empiezan a sentir cosas por el otro.

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Advertencia: Aquí Bucky y la rayis tiene 17-18 años. La rayis la típica hija de un millonario un poco mimada al principio, pero después cambia.

Cuando tu papá te dijo que te iba a enviar al campo durante tus vacaciones de verano para trabajar con la familia Barnes quienes eran los que traían frutas y verduras frescas a la mansión donde vivías, sentiste que básicamente era el fin del mundo.

Después de haber reprobado la mayoría de las materias tu papá como castigo decidió que te enviaría para que trabajaras con ellos sin importarle lo mucho que trataste de convencerlo de lo contrario.

Cuando llegaste te sentías totalmente fuera de lugar, los Barnes era una familia muy unida entre ellos a diferencia de la tuya, además de que se repartían las tareas en la granja.

A Bucky se le asignó la tarea de enseñarte a hacer las cosas alrededor de la granja por lo que debías seguirlo a todos lados, y si bien la idea de tener que andarte cuidando ya que realmente no tenías idea de hacer nada no le agradaba mucho, también le gustaba tu compañía ya que secretamente le gustabas.

Muchas veces cuando su papá o su mamá iban a dejar las frutas y verduras, e incluso carne en algunas ocasiones a tu hogar, Bucky les acompañaba y en más de alguna ocasión te vio de lejos, sin embargo sabía que no tenía oportunidad.

La única que parecía darse cuenta de que a Bucky le gustabas era su hermana Rebecca, quien se la pasaba molestándolo cada vez que los veía juntos, y después de un tiempo te empezó a molestar a ti ya que se hicieron amigas.

Por otro lado a ti no te agradaba mucho Bucky ya que era quien básicamente te daba órdenes de qué es lo que tenías que hacer, y a veces no te ayudaba para que aprendieras sola. Sin embargo con el paso del tiempo y cuando se empezaron a conocer más fue ahí que tu también empezaste a sentir cosas por él.

Estuviste 3 meses completos con la familia Barnes y durante todo ese tiempo, tanto los papás de Bucky como él y su hermana te hicieron sentir parte de ellos. Todos cenaban juntos, compartían, hacían fogatas, etc. Algo muy distinto a como eran las cosas en tu casa.

Los 3 meses ya habían pasado, y a la mañana siguiente tu papá enviaría a una de sus conductoras a recogerte.

La cena ya había terminado y mientras todos se habían ido a dormir, tu te quedaste sentada en una de las sillas afuera de la casa con una manta alrededor y una taza de té caliente simplemente observando el campo que había sido tu hogar durante los últimos 3 meses de tu vida.

–¿Qué haces aquí afuera tan tarde muñeca?–Escuchaste la voz de Bucky que te dio mariposas en el estómago por el apodo que te había dado a los días que llegaste ahí.

–No podía dormir.–Respondiste volviendo a apartar la vista de él.

Bucky se te quedó viendo unos momentos, y luego soltó un suspiro sentándose en la silla junto a ti.

–¿Estás bien?–Te preguntó jugando nervioso con sus manos.

En momentos como estos donde estaban los dos solos era que los nervios volvían junto con las mariposas en el estómago, y Bucky rogaba por no arruinar momentos como esos diciendo algo que te pudiera molestar o que dejara en evidencia cuanto le gustabas.

–Mañana me voy temprano en la mañana.–Le dijiste bajando la vista hacia tu taza.

–Pero... ¿no es eso lo que querías? ¿Irte lo antes posible de aquí?–Dijo Bucky confundido recordando el primer día que llegaste ahí.

TRES MESES ATRÁS...

Muñeca así no es como se hace...–Te dijo Bucky por quinta vez soltando un suspiro viendo que no sabías como arreglar la tierra con el rastrillo para plantar.

Realmente tenía paciencia micha paciencia contigo.

–¡Ya deja de decirme eso!–Te quejaste tirando el rastrillo al suelo cansada.

Había un sol horrible esa mañana, ya estabas sudando y para variar había viento por lo que toda la tierra se te pegaba en la piel.

–¿Y cómo quieres que te enseñe a hacer las cosas si no me dejas corregirte?

–¡Ya basta! ¡Estoy cansada de ti, de tu campo, de este estúpido rastrillo y del tonto de mi papá que me mandó para acá!–Te quejaste tirando tu sombrero al suelo mientras Bucky te observaba.–¡Estoy harta de todo esto! Quiero irme de aquí lo antes posible. ¡No puedo esperar a que los tres meses terminen!

Bucky te vio alejarte caminando hacia la casa, antes de tomar tu sombrero y seguirte.

PRESENTE...

–Si... hace tres meses.–Le respondiste sin apartar la mirada de la taza.

–¿Qué es lo que de verdad pasa, muñeca? No te conozco de toda la vida pero en este último tiempo te he visto, y créeme que sé cuando algo te molesta.–Dijo volteando su cuerpo hacia ti y apoyando sus codos en las rodillas.

–Las cosas en mi casa son muy diferentes aquí, no solo porque está en la ciudad... pero paso casi todo el día sola, mis papás nunca están, desayuno, almuerzo y ceno sola.–Le dijiste apoyando la espalda atrás en la silla levantando la vista hacia el campo frente a ti.–Yo no reprobé esas materias porque no supiera, lo hice porque pensé que quizás así podría llamar un poco su atención... pero creo que mi plan salió mal.

Soltaste una pequeña risita y limpiaste una lágrima que se te había escapado, mientras Bucky te observaba atento.

–Tu mamá creyó que no entendía las materias y trató de enseñarme, de momento ella había sido la única con la que hablé de esto.–Le dijiste volteándote a verlo.–Y si te soy sincera me siento mucho más cómoda aquí que allá en mi casa. Me gusta estar aquí con ustedes... contigo.

Bucky se te quedó viendo sorprendido, y justo cuando iba a decir algo, te pusiste de pie.

–Buenas noches Buck.–Le dijiste con una sonrisa antes de entrar en la casa.

Después de aquella conversación Bucky no pudo dormir en toda la noche, no podía dejar de repetir tus palabras una y otra vez en su cabeza.

Finalmente llegó el momento en que debías irte, y te despediste de sus padres primero que dijeron que podías volver cuando quisieras, luego de Becca, y por último de él.

–Te voy a extrañar.–Te susurró Bucky al oído mientras su papá subía tus cosas al auto.

–Yo también.–Le dijiste con una sonrisa.–Espero verte pronto en la ciudad.

Bucky solo te ofreció una sonrisa sin poder hablar por el nudo en su garganta, y luego te vio alejarte para subirte en el auto.

Sus papás entraron en la casa una vez te fuiste, y Bucky y su hermana se quedaron los dos viendo como el auto se alejaba más y más.

–¿Sabes? Aún estás a tiempo de decirle lo que sientes.–Le dijo la chica provocando que Bucky frunciera el ceño y se volteara hacia ella, y Becca solo rodó los ojos.–No te hagas el tonto Jamie. Sé que te gusta, ve y díselo.

–¿Pero cómo? Ya se fue...

–¿Y tú para qué tienes caballo, James Barnes?–Le dijo ella dándole un golpe en la cabeza antes de entrar en la casa.

Bucky se volteó nuevamente donde se fue el auto, y luego corrió a buscar su caballo.

El auto no iba tan rápido, mientras que tu ibas sentada en la parte trasera viendo hacia afuera como se alejaban de los campos, hasta que escuchaste a alguien gritar tu nombre.

Al voltearte, viste por el vidrio trasero del coche a Bucky en su caballo tratando de alcanzarlos.

–Espera, detente un segundo.–Le dijiste a la conductora, y te bajaste del coche mientras que Bucky se había bajado del caballo y se acercó a ti.–¿Qué estás haciendo? ¿Qué pasó?

–No puedes irte aún, no sin saber lo mucho que me gustas, T/N.–Te dijo algo agitado provocando que quedaras ligeramente boquiabierta, mientras él tomaba tus manos en las suyas.–Desde antes que llegaras acá, me gustas desde el primer momento en que te vi. Estos tres meses contigo han sido los mejores de mi vida, y no quería que te fueras sin que lo supieras, muñeca.

Una gran sonrisa se formó en tu rostro, y lo tomaste de su playera para estrellar tus labios con los suyos haciéndole soltar un sonido de sorpresa, sin embargo pronto te besó de vuelta envolviendo sus brazos alrededor tuyo.

–Te prometo que voy a volver a visitarte, ¿si?–Le dijiste sin dejar de sonreír, acariciando sus mejillas con tus manos.

–Y yo prometo ir a verte más seguido.–Dijo Bucky con una gran sonrisa en el rostro.–Te voy a escribir, te voy a llamar, prometo que lo voy a hacer.

–Eso espero.–Soltaste una pequeña risita antes de volver a besarlo, envolviendo tus brazos en su cuello y él los suyos en tu cintura, levantándote ligeramente del suelo.

–¡Señorita T/N! ¡Su papá la está esperando!–Te dijo la chófer desde el coche.

–Nos vemos pronto.–Le dijiste a Bucky una vez te alejaste.

–Mucho más de lo que crees, mi muñeca.–Dijo haciéndote reír robándote un último beso.

Bucky vio como te alejaste subiéndote al auto despidiéndose por última vez con su mano cuando te volteaste, y luego que el coche empezó a avanzar volvió a su caballo con una gran sonrisa en el rostro y así devolverse a su casa.

Sé que en el o.s son adolescentes, pero vi esto y quería compartirlo. Imaginen que es el Bucky de este capítulo años después ya casado con su muñeca viviendo felices en el campo 😵‍💫❤️✨️

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