Traición
Prólogo: Cuando vuelves de una larga misión te llevas una gran sorpresa al llegar a tu hogar.
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coccinellidove
Advertencia: Infidelidad.
Ya llevabas más o menos dos semanas en aquella interminable misión con Sam y Wanda. Lo único que querías, era llegar a tu casa con tu esposo y pasar todo el día recostados y abrazados.
Apenas el Quinjet aterrizó, los tres tomaron sus cosas y se fueron a sus casas.
Wanda había ido a recogerte cuando se fueron hace dos semanas así que tú coche no estaba ahí, por lo que la bruja te llevó antes de irse a su propio hogar con su esposo, hermano e hijos a ver que no hubiesen hecho mucho desastre en los últimos días.
Cuando caminaste hacia la puerta de entrada y estabas a punto de meter la lave en la cerradura, una sensación muy extraña y desagradable te recorrió el cuerpo. Pero lo dejaste pasar simplemente.
Abriste con cuidado, y lo primero que escuchaste antes de anunciar tu llegada fueron las risas de Bucky y otra mujer en la cocina.
La misma sensación que sentiste antes de entrar te recorrió el cuerpo, en conjunto con una sensación de ira, enojo y asco mezclados. Y no sólo porque sabías que Bucky tenía a otra mujer en su casa. Si no porque sabías muy bien quién era esa mujer que se hacía llamar tu mejor amiga.
Caminaste por el pasillo lentamente para que no te escucharan, y te quedaste para en la puerta de la cocina mientras ellos se besaban y reían en la boca del otro, los dos llenos de harina y glaseado de los pastelillos que estaban haciendo.
–¿Se están divirtiendo?–Les preguntaste con voz seria y cruzándote de brazos, apoyándote en el marco de la puerta.
Al escucharte, Nat dio un pequeño salto alejándose rápidamente de Bucky y él también se alejó de ella. Ambos pálidos y no por la harina, con una expresión de preocupación y miedo en sus rostros.
–T/N...–Dijo ella sin dejar de verte.
–M-muñeca yo—. Se te iba a acercar, pero hiciste un gesto para que se detuviera.
–Quiero que te vayas de mi casa en este instante, Natalia Alianova Romanova.–Hablaste sin dejar de verla.
–E-espera... T/N por favor hablemos.–Se quitó el delantal y se acercó a ti la pelirroja, pero la tomaste del brazo con fuerza y la arrastraste prácticamente hasta la puerta de entrada para sacarla de tu casa, tal y cómo estaba con la playera de Bucky encima, y no querías ni saber si tenía más ropa debajo de eso.
–Muñeca espera. Vamos a hablar, ¿si? Estoy seguro de que podemos resolver esto.–Bucky te iba siguiendo mientras sacabas a Nat quien también te pedía que la escucharas, pero la echaste de la casa y le cerraste la puerta, volteándote para ver a tu querido y amado esposo.
–¿Hablar las cosas? ¡¿HABLAR LAS COSAS?! ¡¿JAMES PERO QUÉ ES LO QUE PASA CONTIGO?!–Exclamaste viéndole con dolor e ira mezclados, ambos en la entrada de la casa después de que sacaras a Nat.
–Muñeca yo sé que—. Trato de hablarte calmado, pero tenía la voz temblorosa y los ojos llenos de lágrimas.
–¡No vuelvas a llamarme muñeca, James Buchanan Barnes! Si crees que voy a dejar que me veas la cara de estúpida entonces estás muy equivocado y claramente no me conoces bien.–Le hablaste molesta, subiendo las escaleras a su habitación.
–T/N por favor espera. ¿Qué vas a hacer? Déjame hablar contigo, no me eches de la casa. Solucionemos las cosas.–Te habló desesperado viendo como sacabas una gran maleta y la abrías, dejándola encima de la cama.
–¿Echarte de la casa? Oh no, querido. La que se va de la casa soy yo. No quiero estar aquí pensando en que te la cogiste en cada esquina posible tal y como lo hiciste conmigo cuando recién compramos este lugar hace un par de años atrás.–Le dijiste con asco mientras comenzabas a sacar tu ropa de los cajones, la que tenías colgada, y más.
–Muñeca por favor detente. Sé que cometí un error, pero por favor no me dejes. Hablemos. Te lo pido por favor.–Ya no podía contener las lágrimas mientras te seguía por el baño donde también estabas sacando todas tus cosas, en una esquina la ropa de Nat.
–No quiero escucharte, James. No quiero oír lo que tienes para decir porque solo es una montonera de mierda y mentiras.–Tú seguías sacando tu ropa y metiéndola en la maleta lo más rápido que podías.–Oh no, espera. Si quiero saber una cosa. ¿Desde hace cuanto que llevas engañándome con "mi mejor amiga"?–Te detuviste y te pusiste frente a él de brazos cruzados y viéndolo a los ojos.
Bucky agachó la cabeza y comenzó a jugar con sus manos, evitando tu mirada.
–Cuando tu te fuiste, esa misma noche fue la primera vez que dormí con ella...–Susurró mientras más lágrimas corrían por sus mejillas.
Soltaste una amarga risa al escucharlo, para después voltearte y cerrar la maleta, bajándola de la cama para luego bajar más escaleras con Bucky siguiéndote muy de cerca.
–Muñeca por favor espera... yo te amo. Cometí un grave error, pero estoy seguro de que podemos solucionarlo.–Se puso frente a la puerta para que evitaras salir con tu maleta, tu bolso de la misión y las llaves de tu auto.–Podemos solucionarlo juntos. ¿De verdad vas a desperdiciar cinco años que estuvimos juntos? ¿Y tres de esos años casados?
–Eso debiste haberlo pensado antes de acostarte con ella, James. Debiste haber pensado en nuestro tiempo juntos antes de engañarme con otra mujer.
Esto no tiene arreglo. La próxima vez que sepas de mi, va a ser por mi abogada cuando te envíe los papeles de divorcio.–Le dijiste con desprecio tratando de mantenerte lo más firme posible y sacándote tu anillo para dejárselo en la mano, y después hacerlo a un lado y salir de la casa, Nat aún fuera sentada en los escalones hacia la entrada.
Al escuchar la puerta abrirse, se levantó y se volvió a acercar a ti mientras caminabas a tu coche para subir las maletas en el maletero.
–T/N por favor perdóname. Cometí un error horrendo. Jamás debí—. Te habló mientras tu guardabas las cosas, pero simplemente la ignorabas. Bucky viéndote desde la puerta.
Mientras Nat te seguía y te hablaba, te subiste al coche y lo entendiste, para luego comenzar a conducir hasta la casa de Sam y quedarte con él. Vivía solo así que no te sentirías tan agobiada como con Wanda, aunque igual querías ir allá, solo que no podrías lidiar con los coqueteos de Pietro en esos momentos.
Nat se quedó llorando mientras te vio irse, para después acercarse a Bucky en la entrada.
–Saca tus cosas y vete. Ahora no puedo no tampoco quiero verte...–Soltó un suspiro mientras se secaba las lágrimas y se hacía a un lado para que ella entrara.
Nat entró y fue directo a buscar todas sus cosas mientras Bucky estaba sentado en el sillón de la sala de estar, observando el anillo en sus manos mientras lloraba en silencio y pensaba en lo que había hecho. En lo mucho que te había lastimado. En como había traicionado al amor de su vida.
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