Querida mejor amiga*
Prólogo: La noche termina de una manera completamente inesperada para ti y Bucky.
Word count: 1316
Advertencia: Oral-smut (mujer resiviendo), smut.
La ida al bar había sido específicamente para encontrar una aventura de una noche. Llevabas tiempo que te encontrabas frustrada, y ni tus juguetes ni propios dedos parecían funcionar. Así que seguiste el consejo de tu buen y mejor amigo Bucky.
Fuiste a un bar, y encontraste a un tipo bastante apuesto que también buscaba lo mismo. Fueron hasta un motel ya que no querían saber mucho del otro, pero en un momento su billetera se cayó al suelo, revelando una fotografía de él, junto a una mujer y un bebé en sus brazos.
–¡¿Estás casado?!–Exclamaste furiosa, sin molestarte en escuchar lo que tenía por decir y tomaste tu chaqueta para partir rumbo a la Torre.
(.....)
Una vez allí, entraste a tu habitación para encontrar a Bucky recostado en tu cama leyendo un libro que le habías recomendado.
–¿Tan temprano volviste?–Te preguntó Bucky dejando su libro sobre la mesita de noche, mientras te recostabas junto a él, quitándote tus zapatos altos dejándolos por ahí.–¿No encontraste a nadie para—
–Estaba casado.–Le dijiste cubriendo tus ojos con tu brazo.–Llegamos al motel porque no queríamos saber mucho del otro, solo tener sexo. Pero se le cayó la billetera y tenía una foto de su familia. Así que me fui.
–Vaya... ¿Quieres que lo busque y lo golpee?–Sugirió tomando tu otra mano libre para jugar con ella.
–Da igual. Usaré mi vibrador o algo.
–¿Aún frustrada?
–Más que nunca. ¡Estábamos a punto de entrar en acción!–Exclamaste dejando caer ambos de tus brazos a los costados.
Unos minutos de silencio pasaron en la oscuridad de tu cuarto, ninguno de los dos moviéndose de sus posiciones, antes de que una idea cruzara por la cabeza del soldado junto a ti.
–Tal vez yo podría ayudarte.–Sugirió jugando con sus manos y viéndote a los ojos.
–¿A qué te refieres con eso?–Le preguntaste sin captar realmente a lo que se refería, sentándote a su lado en la cama.
–Bueno... me refiero a que yo podría quitarte esa frustración de encima.–Te explicó desviando levemente la vista hacia tus labios, para luego volver a tus ojos.
Algo te hizo clic, y entendiste perfectamente a lo que se estaba refiriendo.
Tu mirada se dirigió a su boca, para luego ambos comenzar a acercarse y unir sus labios en un lento pero apasionado beso.
Bucky posó su mano izquierda en tú cadera, mientras con la otra tomaba tú muslo derecho, recostándote en la cama para quedar encima de ti, abriendo tus piernas ligeramente.
Comenzó a simular embestidas suaves sobre las telas que los cubrían a ambos sin romper el beso, para luego separse y poder quitarte los pantalones junto con tus bragas.
Bucky te observó por unos segundos, antes de verte a los ojos buscando por tu aprobación, a lo que tú respondiste asintiendo con la cabeza, mordiendo tu labio inferior.
Bajó hasta besar la parte interna de tus muslos, mientras llevabas tu mano hasta su cabello, donde le guiaste hasta donde le necesitabas.
–Parece que alguien está ansiosa.–Rió suavemente desde su posición en tú entrepierna.
–Cállate y empieza, ¿quieres?–Le dijiste desesperada por su atención.
El soldado no desperdició un segundo más, y trazó con su lengua una línea recta en tu intimidad, abriendo aún más tus piernas, haciéndote soltar un gran gemido ante la acción.
Bucky comenzó a darte el placer que tanto buscabas, mientras con una mano tirabas de su cabello, y con la otra apretabas las sábanas con fuerza, hasta el punto en que tus nudillos se pusieran blancos.
Un gran y fuerte gemido salió de tú boca cuando sentiste dos dedos fríos comenzar a moverse dentro de ti, provocando que tú orgasmo se aproximara cada vez más.
–Diablos...–Soltaste un jadeo, antes de morder tu labio inferior para callar un fuerte gemido que amenazó con salir.
Tus paredes comenzaron a apretarle, dando indicios de que tu orgasmo ya iba a arrasar contigo.
–Adelante muñeca. Córrete en mi boca, sé que lo deseas.–Gruñó en tu parte baja, enviándote escalofríos por todo el cuerpo.
Ya no pudiste aguantar más, y tal como lo dijo, te corriste en su boca, mientras el soldado no dejaba de literalmente comerte entera, sin desperdiciar ni una sola gota.
Se acercó hasta tus labios para darte un beso lleno de pasión, dejando que tu lengua le explorara descaradamente.
Bucky se alejó ligeramente de ti para quitarse la ropa, al igual que tú te deshacías de tu blusa y sostén, quedando completamente expuesta ante él.
–Te ves realmente hermosa.–Te dijo volviendo a subirse a la cama, ya desnudo también.–Pero voy a necesitar que te des la vuelta.–
Obedeciste a su petición, levantando tu trasero para que el soldado posicionara ambas de sus manos a cada lado de tus caderas.
–Te ves aún más hermosa en esta posición, muñeca.–Te dijo con voz ronca, dándote una nalgada. Al sentir el contacto de su mano en tú piel, un gemido de exitación dejó tu boca.
Escupió en su mano de metal un poco de saliva para pasarla por su duro miembro y masturbarse a si mismo, antes de comenzar a empujar su erección dentro de ti. Haciendo que pusieras tu rostro en la almohada, ahogando un gemido de dolor al sentir como luchaba por entrar, pero a la vez de satisfacción.
–Estás tan apretada, bonita...–Gruñó una vez que llegó al fondo.
–Ya muévete por favor.–Le pediste apretando la almohada con ambas de tus manos.
–A sus órdenes jefa.–Dijo con una sonrisa, antes de comenzar a embestirte lentamente.
Tus gemidos comenzaron a salir de inmediato, incitándolo a ir más fuerte y duro que al principio.
Sus fuertes respiraciones y el sonido de sus pieles chocando la una con la otra era lo único que podía oírse en la habitación, sin mencionar los gemidos que salían de tu boca y no podías controlar.
En un momento, Bucky salió de ti, dándote la vuelta, dejando tu espalda en la cama, antes de abrir tus piernas y volver a entrar en ti con fuerza.
–Quiero verte a la cara mientras te follo muñeca.–Gruñó tomando una de tus piernas para dejarla en su hombro derecho, y comenzar a embestirte con ferocidad.
–Más rápido James...–Gemiste en su oído, abrazándote a él, enterrando tus uñas en su espalda.
–Todo lo que quieras bonita.–Susurró en tu oído, para luego inclinarse hacia atrás, dejando caer tu pierna de su hombro. Tomando con ambas de sus manos tus caderas, y comenzar a embestir con más fuerza que antes y más velocidad.
Estabas segura de que te partiría en dos, y que muy probablemente no serías capaz de caminar a la mañana siguiente, pero honestamente eso no te importaba ahora. Lo único en lo que podías concentrarte era en apretar las sábanas junto a ti, y gemir y gritar su nombre hasta que tu garganta ardiera.
Tus paredes comenzaron a apretar su miembro, haciéndole palpitar dentro de ti, ya más cerca de su orgasmo.
–B-bucky voy a—Trataste de formar una frase coherente, antes de que un gran gemido te interrumpiera, a la vez que te corrías a su alrededor, atrayéndolo hacia ti, tomándole de los hombros, para darle un beso completamente desordenado.
El soldado comenzó a gemir en tú boca, no pudiendo ser capaz de aguantarlos. Antes de salir de dentro de ti, para correrse botando todo lo que tenía en tu abdomen.
Ambos se separaron, respirando agitados y viendo en los ojos del otro.
Bucky se recostó a tú lado, regulando su respiración, cerrando los ojos en el proceso al igual que tú.
–Muchas gracias.–Le dijiste entre fuertes respiraciones.
–Por supuesto, cuando quieras querida mejor amiga.–Te respondió, antes de ambos voltear a verse, y explotar en risas.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top