Prólogo: Bucky quiere que su hija camine, pero no logra hacerlo.

He aquí una petición más que les traigo con cariño para pasar el amargo trago del oneshot anterior, así que espero les suba el ánimo y te guste.
Como siempre escríbanme por privado para hacer sus pedidos. Un abrazo virtual.

Word count: 726

Ya tenías más o menos un año y dos meses y aún no caminabas. Y esto a Bucky ya le estaba desesperando. No importaba cuánto se esforzara en ayudarte y enseñarte a caminar, simplemente no lo hacías.

–Natasha, Wanda. Explíquenme por qué mi bebé aún no camina sí ustedes dijeron que esta era la edad en que comenzaría a hacerlo.–Les dijo entrando a su habitación, estirando los brazos para mostrarte ante las dos chicas sentadas en su cama, mientras tú reías.

–Hola lindura.–Te saludó Wanda con la típica voz que se le pone a los bebés, tomándote en sus brazos para comenzar a jugar contigo en su cama.

–Ya te explicamos, Barnes. A veces puede tardarse un tiempo, ya lo va a hacer.–Le dijo Nat, mientras tomabas su dedo en tú pequeña mano.

–Sí, pero estuve investigando, y si no camina para los dieciocho meses, voy a tener que llevarla al médico.–Les dijo algo asustado viéndolas a ambas.

–Ten paciencia, está aprendiendo poco a poco. Si sigues así de tenso, T/N va a sentir tu nerviosismo.–Le dijo Wanda, recostándote en la cama para hacerte cosquillas.

–Ustedes no me ayudan, ¿Saben?–Les dijo antes de tomarte en sus brazos y llevarte fuera de ahí.

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Bucky llevaba días intentando que caminaras, pero aún no pasaba nada. Cada vez que te paraba y te hacía caminar hacia él, no lo hacías  y simplemente te sentabas y comenzabas a reírte, o te ponías a jugar, etc.

En esos momento, el soldado se encontraba sentado en el suelo de su habitación, contigo y muchas almohadas a su alrededor.

–Muy bien muñeca. Como hemos estado practicando, tienes que pararte, y mover tus pequeñas piernecitas hacia mi, ¿Entendido?–Te habló muy seriamente, haciendo que explotaras en risas.

–No creo que esa sea la forma, Buck.–Le dijo Steve desde la puerta, para luego acercarse y sentarse tras de ti.

Te caíste hacia atrás, y viste al capitán viéndote con una sonrisa, lo cual te hizo reír y extender tus diminutos brazos hacia él. Steve te tomó en sus brazos, y te sentó en sus piernas.

–Es que ya me estoy quedando sin ideas, no sé qué hacer para que camine, Steve.–Le dijo Bucky, viéndote jugar con las manos del capitán.

–Tal vez solo necesita tiempo.–Le respondió su amigo.

–Sí... tal vez.–Soltó un suspiro, viéndote con una sonrisa.

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Esa misma noche, estaban todos cenando a la mesa, mientras Peter jugaba contigo en la sala de estar que se encontraba en la misma área del comedor.

–¡SEÑOR BARNES!–Gritó de pronto el chico, sobresaltándolos a todos.

Bucky se levantó rápidamente, y al llegar al lado de Peter, te vio caminando torpemente hacia él mientras reías.

–¡¡¡SIIIIIIIII!!!–Exclamó emocionado el soldado, una vez que llegaste a él y te tomó en sus brazos.

Comenzó a lanzarte, no muy alto una y otra vez, de arriba abajo, mientras los demás reían.–¡Al fin lo hiciste muñeca!–Celebró dándote un gran beso en la mejilla, su barba haciéndote cosquillas provocando que rieras.

–Te dijimos que había que darle tiempo.–Le dijo Nat con su típica sonrisa.

Bucky ni si quiera le prestó atención al estar tan concentrado en tu nuevo logro, mientras te ponía en el suelo y te dejaba caminar hacia Peter. Ambos se quedaron así por bastante tiempo, hasta que comenzaste a bostezar, y el soldado te llevó a su habitación para que durmieras con él.

Te cambió a tu pijama al igual que él, solo que dormía sin playera.

Se recostó en su cama, posicionándote a ti sobre su pecho, y posando su mano derecha en tú pequeña espalda, y la izquierda acariciaba tu cabeza. El sonido de su corazón arrullandote para dormir.

–Estoy muy orgulloso de ti, muñeca. Sabía que lo lograrías.–Susurró, dejándote un tierno beso en la cabeza.–No sabes lo feliz y orgulloso que me hace que seas mi hija.

Y con eso, ambos cayeron en un profundo sueño, Bucky con la sonrisa aún visible en su rostro.