Memorias del pasado
Prólogo: Acompañas a Bucky a terapia.
Word count: 867
(Pedidos abiertos para que me escriban por acá o en privado, como más les acomode 😁❤️)
–Muy bien, James. Cuéntame. ¿Cuál ha sido tu pesadilla más reciente?–Le preguntó la doctora Raynor desde donde estaba sentada frente a él, y Bucky en medio del sillón.
–No he tenido ninguna pesadilla.–Le respondió con voz seria.
La doctora Raynor dirigió su mirada hacia su derecha donde estabas sentada en una silla junto a la pared a un lado de ellos, tu bolsa en tu regazo mientras jugabas con ella.
–¿Señora Barnes?–Te preguntó ignorando completamente a Bucky.
–Le acabo de decir que no he tenido pesadillas, ¿de verdad es necesario preguntarle a mi esposa?–Bucky rodó los ojos mientras se cruzaba de brazos.
Tu le quedaste viendo, para después dirigir tu mirada hacia la doctora, quien arqueó una ceja, esperando por tu respuesta.
–Yo... ¿d-de verdad es necesario que esté aquí?–Le preguntaste rascando la parte de atrás de tu cuello.
–Así es. Yo le advertí a James que si no me decía la verdad, entonces usted tendría que acompañarlo y corroborar si las cosas que dice son ciertas o no.
–Eso es pasivo agresivo, doctora. ¿Por qué involucrar a mi esposa en esto?
–Ella es la persona en la que más confías, y además también es la persona que más se preocupa por ti y que no querría verte sufriendo. Así que agradece de que llamé a tu esposa y no al Señor Wilson.–Le apuntó con el lápiz que tenía en la mano, para volver a voltearse hacia ti.
Bucky soltó un suspiro y se cruzó de brazos nuevamente, también dirigiendo su mirada hacia a ti.
–P-pues... puede que haya tenido dos o tres ésta semana. Pero ha ido mejorando, doctora. Eso se lo puedo asegurar.
–¿Hay alguna posibilidad de que ésta recaída en tus pesadillas tenga algo que ver con el hecho de que se acerca la fecha en que Steve se fue?–Le preguntó a Bucky.
El Sargento bajó la mirada, así que la doctora se volteó hacia ti.
Tu asentiste con la cabeza, para después dirigir la vista hacia tu esposo.
En general las cosas estaban bien para Bucky, pero aún así no podía evitar ponerse de esa manera cada vez que la fecha del cumpleaños de su amigo, o la fecha en la que se fue se acercaba.
–Muy bien... James. Mírame.–Le ordenó dejando su libreta a un lado para cruzarse de brazos.
Bucky levantó la mirada para verte a ti primero, y luego voltearse hacia la doctora Raynor.
–No tiene nada de malo sentirse así. Steve era prácticamente tu hermano, y el hecho de que se acerque la fecha en la que se fue, aún te duela y traiga de vuelta éstas memorias, no te hace más débil ni tampoco es algo malo. Significa que eres humano y sientes emociones.
Tu esposa es un gran apoyo para ti, no debes cerrarte con ella. El Señor Wilson también se preocupa por ti, así que no te alejes de ellos. Si necesitas ayuda y no quieres volver aquí, entonces acepta la ayuda que ellos dos intentan brindarte. ¿Okey?–Le habló viéndolo fijamente, mientras Bycky también la observaba.–¿Te quedó claro, James?
–Sí.
–¿Sí qué?
–Sí, doctora, que si. ¿Ahora nos podemos ir?–Le dijo como si fuera un niño al que acaban de regañar.
La doctora le hizo un gesto para que saliera si quería, así que se fue.
Y antes de salir por la puerta, le diste las gracias a la doctora para luego seguirlo al estacionamiento donde tenían aparcado su coche.
–¿Estás molesto conmigo?–Le preguntaste trotando ligeramente para alcanzarlo donde iba caminando con las llaves en su mano.
Las citas con la doctora Raynor las habías agendado tu para que fuera, pero no te esperabas que realmente tuvieras que acompañarlo.
Bucky se detuvo y se volteó hacia ti.
–No, muñeca, ¿cómo podría? Yo sé que todo esto lo haces solo porque te preocupas por mi. No puedo molestarme por eso.–Puso sus manos en tus brazos, ofreciéndote una sonrisa.
–De todas maneras yo sé que no te gusta venir... solo quiero ayudarte.–Le dijiste con una pequeña sonrisa.
–Lo sé, muñeca, lo sé. Y no sabes cuánto te lo agradezco.–Te dio un beso en la frente para luego abrazarte con fuerza, escondiendo su rostro en tú cabello.
–¿Por qué no vamos a visitar a Sam en Louisiana? Salir de Broocklyn y respirar otro aire tal vez podría ayudarte.–Te alejaste un poco para verle a los ojos.
–Me encantaría... eres lo mejor que me ha pasado, ¿lo sabes, verdad?–Te dijo viéndote con una gran sonrisa, acariciando tú rostro con su mano izquierda.
Tomaste su mano y le quitaste su guante para besarla sin dejar de verle a los ojos, y después besaste sus labios.
–Siempre repites lo mismo así que estoy comenzando a pensar que es verdad.–Reíste ligeramente al igual que él, para que luego te diera un beso en la cabeza.
Ambos caminaron abrazados hasta su coche para conducir a su casa a buscar algunas cosas y luego ir a visitar a Sam.
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