Mal presentimiento (Bucky x hija)
Prólogo: Bucky no tiene un buen presentimiento al dejarte ir sola a la escuela.
angel_editsucm
Word count: 1625
Advertencia: Secuestro, menciones implícitas de abuso sexual, violencia explícita y descrita, menciones de sangre, dolor, final triste.
–¿Estás segura de que no quieres que vaya contigo a la escuela?–Te volvió a insistir Bucky, parado en la puerta de la casa mientras tu intentabas empujarlo fuera de ella, pero él ni se movía.–Ya es tarde y no quiero que andes sola por la calle.
–Sí, papá. Estoy segura. Tú ve a tu cita, te va a hacer bien.–Le dijiste con una sonrisa, algo falta de aire mientras seguías intentado sacarlo de la casa.
–Pero muñeca, puedo ir cualquier otro día. Para mi, eres más importante tú que—
–Todo va a estar bien, ya te lo dije. La escuela no está tan lejos.–Dejaste de intentar sacarlo, parándote derecha frente a él.–Pero sí te hace sentir más seguro, puedo pedirle al tío Sam que me vaya a recoger. Dijo que no tenía nada que hacer hoy.–
Bucky te quedó viendo unos segundos a la cara con expresión preocupada, debatiendo en lo que hacer. Algo le decía que no te dejara sola, pero conociendo lo testaruda que eras, no iba a conseguir nada tratando de convencerte en que él se quedara y te llevara.
Soltó un pesado suspiro, y se acercó para abrazarte y besar tu cabeza.
–Tú ganas. Solo cuídate, ¿quieres?–Se separó y tomó tu rostro con ambas manos, viéndote hacia abajo con expresión seria.
–Lo prometo. Ahora ve o vas a llegar tarde.–Le dijiste dándole la vuelta y volviendo a empujarlo fuera de la casa.
Unos minutos después de que Bucky se fuera, tomaste tu mochila y partiste rumbo al evento que se haría esa tarde en la escuela.
Ya estaba casi anocheciendo, por lo que trataste de apresurarte sabiendo que Bucky estaría esperando que le enviaras una foto en la escuela para saber que estabas a salvo. Él prefería ver con sus propios ojos que estuvieras ahí, y no una simple nota de voz o mensaje. Prefería una videollamada o un video para realmente estar seguro se que estabas donde le prometiste que ibas a estar. Tal vez era muy sobreprotector, pero con su pasado, el soldado tenía sus razones para ser así contigo.
En mitad del camino, un hombre se bajó de una camioneta y se le cayeron varias cosas. Y al no poder resistir ir ayudarle, te acercaste ya que llevaba un bastón y no podía agacharse mucho.
–Muchas gracias, jovencita. Déjalo ahí en la parte trasera.–Te dijo abriendo la puerta de atrás.
–No se preocupe, me alegre pod—El hombre soltó el bastón y te puso un pedazo de tela en la boca que te hizo dormir, y te metió en la camioneta, para luego meterse y comenzar a conducir lo más rápido posible.
Tu teléfono lo llevabas en la parte de atrás de tu pantalón, y se cayó al suelo cuando el tipo te empujó dentro de su vehículo.
Una pareja joven que iba por ahí se acercaron corriendo para intentar ayudarte, pero la caminioneta ya había empezado a avanzar y se había ido contigo.
El joven tomó tu teléfono y buscó en tus contactos de emergencia a tu papá.
El teléfono de Bucky sonó mientras cenaba, y no pudo evitar sentir como su estómago de pronto daba vueltas. Una horrible sensación recorriéndole el cuerpo entero.
–¿Hola?–Escuchó del otro lado de la línea, lo cual le hizo fruncir el ceño.
–¿Quién eres y qué haces con el teléfono de mi hija?–Preguntó enojado y preocupado, la chica ante él preocupándose también.
–Que alivio, Señor. Me llamo Miguel. Un hombre metió a su hija a una camioneta y su teléfono se cayó. Mi novio y yo intentamos detenerlo pero no lo logramos, debe venir enseguida.–Le explicó rápidamente la situación, mientras Bucky tomaba sus cosas y salía del lugar, ignorando a la mujer con la que estaba.
–Dime donde estás. Voy para allá.
—————
Fueron meses y meses en los que Bucky te buscó junto con los demás Vengadores. Pero no había rastro de ti.
El soldado había pegado carteles alrededor de toda la ciudad, con la esperanza de que alguien te hubiese visto. Incluso en tu escuela habían organizado una búsqueda para ayudarle y encontrarte, pero nada daba resultados.
Una noche, alguien llamando a la puerta de su casa violentamente le despertó y corrió a abrirla, pero no encontró a nadie. En lugar de eso, vio en el suelo un cartel que había puesto con tu foto y una gran mancha de sangre.
No desperdició más tiempo y se puso su chaqueta para partir a la Torre y llevarle el papel a Bruce para que lo analizara. Y éste le confirmó lo que él tanto temía. Era tu sangre.
Otras tres semanas desde aquel incidente pasaron, y durante una de tus búsquedas, secuestraron a Bucky metiéndolo en la misma camioneta.
Él sabia que podía escapar fácilmente, pero tenía la esperanza de que lo llevarían donde estabas.
Lo ataron a una silla y pusieron un saco en su cabeza para que no viera nada.
Cuando se le quitaron, estaba en una sala con una solo lámpara alumbrando las paredes llenas de sangre. Pero lo que le atemorizó más, fue que vio tus ropas sucias, rotas y ensangrentadas en una esquina. Las mismas que estabas usando el día que desapareciste.
–¿Reconoces esos trapos viejos?–Le preguntó burlón el hombre, viendo que Bucky tenía la mirada fija en esa esquina.–Son de tu hija. La enterré en mi patio porque así la tendría más cerca de mi.–Le habló con una sonrisa.
Al oírlo, Bucky pudo sentir como su corazón se apretaba, y la sensación en el estómago que le dio meses atrás al recibir aquella llamada, volvía nuevamente.
Levantó la vista hacia el hombre, lanzándole dagas por los ojos con la mirada ensombrecida llena de ira y sed de venganza.
–Ni te imaginas lo mucho que la disfruté... y ni si quiera me arrepiento. Una muy buena niña. Bien dotada también. Era preciosa... lástima que ya no se encuentra entre nosotros.–Fingió una pésima voz y cara de lástima, con esa sonrisa engreída y maliciosa dejando ver su asquerosa dentadura.
Bucky perdió todo control que le quedaba, y se soltó de la silla, primero golpeando a los otros dos hombres en la habitación, haciendo que sus cabezas chocaran contra la pared y matándolos de inmediato.
Para después abalanzarse sobre quien estuvo hablando todo el tiempo, y empezar a golpearlo una y otra vez en el suelo con su brazo de metal.
–¡ME QUITASTE A MI HIJA MALDITO DESGRACIADO INFELIZ!–Le gritó sin dejar de golpearlo.
–¡Y no sabes cuánto disfruté cada segundo de ello!–Se rió escupiendo sangre por la boca.–¡Sus dulces gritos y súplicas para que la dejara ir!
Bucky llevó ambas de sus manos al cuello del hombre, y comenzó a apretar con toda su fuerza haciendo que su rostro se pusiera morado, hasta que en un momento, escuchó como sus huesos se rompían y sangre salía por sus ojos, boca, nariz e incluso oídos.
Fue tanta la fuerza que hizo, que enterró sus manos en la piel del hombre hasta que llegaron a sus huesos destrozados.
Sin importarle que ya estuviera muerto, siguió golpeándolo una y otra vez hasta deformar su rostro, cuando sintió que alguien lo tomaba por los hombros y lo quitaba de encima del hombre.
–¡Bucky!–De pronto volvió a sus sentidos, y al levantar la cabeza, vio a Steve preocupado viéndolo a los ojos. Unos pasos más allá de ellos en la puerta, vio a Nat y a Sam, ambos observando al hombre en el suelo impactados.
–Él la mató... la enterró en su patio...–Las lágrimas por fin comenzaron a salir de sus ojos, y cayó de rodillas al suelo sin poder sostener su propio peso.
Su rostro estaba cubierto de sangre, al igual que sus manos y sus ropas, mientras los otros tres no sabían realmente qué hacer.
–Buck... lo siento tanto...–Le dijo Steve, arrodillándose a su lado y abrazándolo sin importar que su propio traje quedara manchado con sangre.
Sam había comenzado a llorar, golpeando la pared junto a él por la impotencia, mientras Nat limpiaba las lágrimas silenciosas que habían caído de sus ojos a sus mejillas.
—————
Apenas encontraron tu cuerpo, Bruce se ofreció a examinarlo para poder sentirse tranquilo de que nadie invadiría tu espacio. Además de que Bucky solo confió en él.
Banner le dijo todo lo que te habían hecho, lo cual fue muy doloroso para todos.
Una vez le entregaron tu cuerpo de vuelta al soldado, Tony organizó un funeral apropiado para ti, sabiendo que Bucky no podría hacerlo solo.
Todos los Vengadores asistieron. Fury también fue, al fin y al cabo, eras muy cercana a él. Gran parte de las Dora Milaje, en especial Okoye y Ayo estuvieron presentes. Junto con T'challa, Shuri y la reina Ramonda.
Bucky te visitaba cada día, aún sin poder asimilar por completo que su hija le había sido arrebatada de su vida sin piedad.
Cada día, te llevaba tus flores favoritas, chocolates, bocadillos, e incluso te leía tu libro favorito.
Le tomó muchísimo tiempo el por fin entrar a tu habitación nuevamente. La dejó tal y como estaba, y constantemente la estaba limpiando para que no se ensuciara. Y en una de sus limpiezas, encontró la lista de libros que querías. Así que los compró. Y cada vez que te iba a ver, llevaba uno de la lista para leértelo.
Tu muerte fue devastadora para el soldado, y aunque lo intentara, nunca iba a poder salir adelante. No si no estabas ahí con él.
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