La vuelta a casa*

Prólogo: Parte dos de "Mensajes de texto #6".

angel_editsucm
Word count: 1630
Advertencia: Dirty talking, fingering, choking kink, smut.

Bucky estuvo todo el día ansioso esperando porque volvieras, pero como las cosas se complicaron un poco en SHIELD, terminaste llegando un poco más tarde.

–¡Bucky ya llegué!–Anunciaste tu llegada desde la puerta del pequeño departamento que compartían.

Al escucharte, el soldado dio un solo salto de la cama, y corrió hasta la sala de estar donde estaba la puerta, y te tomó con la mano izquierda de la cintura, y con la otra de la nuca para estrellar sus labios con los tuyos.

–Al fin vuelves.–Te dijo con una sonrisa maliciosa, aún manteniéndote en sus brazos.–¿Así que ahora sí puede empezar el show?

Soltaste un pequeña risita, dejando un tierno beso en su mejilla, antes de hablar.–Como te portaste bien, podemos comenzar ahora.

–¡Yay!

–Siéntate en el sillón, y espérame aquí.–Le dijiste a la vez que le hacías retroceder para que se sentara.–No te muevas de este lugar y manten los ojos cerrados, ¿entendido?

–Lo que usted diga, mi capitana.–Te dijo con una sonrisa ansiosa, cruzándose de brazos.

(.....)

Unos diez minutos después, saliste de la habitación modelando un conjunto rojo de dos piezas bastante sensual.

–Muy bien... abre los ojos.–Le dijiste parándote frente a él, con una sonrisa coqueta.

Al hacerlo, te escaneó de arriba abajo, mordiendo su labio inferior, para luego soltar un silbido de aprobación.

–Diablos muñeca... te ves muy hermosa y apetitosa...–Te dijo fijando la vista en el brasier que resaltaba muy bien tus pechos, tomando tus manos para acercarte y sentarte en su regazo, pero las apartaste y te levantaste, retrocediendo un paso hacia atrás.

–Lo siento, Sargento Barnes. Pero aún no es tiempo de tocar a la modelo.–Le dijiste con una sonrisa.

–¿Qué?–Preguntó confundido, frunciendo el ceño.–¿Cómo que aún—

–Los dos primeros conjuntos no se tocan, y si se comporta y es obediente...–Le dijiste coqueta y provocativa, acercándote hacia él, inclinándote y haciendo que pegara su espalda en el respaldo del sillón, poniendo ambas de tus manos a cada lado de su cabeza, atrapándolo en el medio, con tus pechos muy cerca de él.–...tal vez le permita quitarme con sus propias manos el último conjunto...–Susurraste a centímetros de sus labios, rozando al hablar.

Su bulto comenzó a hacerse más notorio, haciendo que soltara un extraño gruñido, viendo a tus labios y a tus pechos.

–Me estás matando aquí, muñeca...–Te dijo con voz ronca y la lujuria evidente en su mirada.–Pero si es así como obtengo lo que quiero...

–Buen chico...–Susurraste en su boca sin besarle, para luego caminar por el pasillo hacia la habitación, meneando las caderas un poco más solo para torturarlo.

–Dios... mi esposa es increíble...–Se dijo para sí mismo una vez desapareciste tras la puerta, dejando caer la cabeza hacia atrás y mordiendo su labio inferior.

(.....)

Otros diez minutos después, saliste de la habitación y caminaste hasta la sala de estar donde el soldado estaba con los ojos cerrados, gruñendo extrañamente por la molestia de su gran y dura erección.

–Parece que va a necesitar ayuda con eso, Sargento Barnes.–Le dijiste con una pequeña sonrisa.

Al abrir los ojos y levantar la cabeza, te vio parada frente a él con otro conjunto de lencería, algo más pequeña que el anterior, de color negro y MUY sexy. Justo del tipo que le gustaban.

Bucky soltó un pequeño gemido de dolor al sentir como su bulto se ponía aún más duro de tan solo verte, mordiendo su labio inferior con fuerza, y con las manos apretando el sofá con fuerza, aguantándose las ganas de pasar sus manos por todo tu cuerpo y arrancar esas ropas de ti.

–Mierda muñeca... ¿Acaso no ves lo que me estás haciendo?

–Sí... si lo veo. Pero si sigues comportándote así de bien, prometo darte una muy merecida recompensa.–Le dijiste con la sonrisa intacta.

Te diste una pequeña vuelta para que admirara el conjunto por todos los ángulos, y luego volviste a la habitación para cambiarte al último.

(.....)

Veinte minutos después, Bucky pudo oír el sonido de tus tacones caminar hacia él, para luego detenerse frente suyo.

–Este es el momento por el que tanto ha esperado, Sargento. Abra los ojos.–

Al hacerlo, te vio vestida en un conjunto de una sola pieza de color azul.

El brasier hacía que tus pechos resaltaran de una forma increíble, y tenía una pequeña abertura en el abdomen.

–Ahora sí que me mataste...–Susurró boquiabierto, viéndote de arriba abajo.–¿Cómo sé que no estoy en el cielo o soñando?

Una pequeña risita salió de tus labios, para luego acercarte a él, y darle la espalda, sentándote en su regazo.

La pieza de lencería dejaba tu espalda descubierta, y también hacía que tu trasero se viera de maravilla al parecer de Bucky.

–¿Puedo tocar ahora?–Preguntó en tu oído, más ansioso que nunca.

–No todavía...–Le respondiste, haciendo que soltara un gran gruñido, a la vez que sentías su erección crecer aún más si es que es posible.

Te diste la vuelta en su regazo, sacándose los zapatos altos para tirarlos a algún lado de la habitación, dejando tu pecho apegado al de él, mientras comenzabas a moverte encima de su miembro para mojarte a ti misma.

–Estás tan duro...–Gemiste al sentir su erección en tu parte baja.

Bajaste tu mano derecha hacia tu intimidad, haciendo la ropa a un lado, e insertaste dos dedos en ti, dejando caer la cabeza hacia atrás, soltando un pequeño gemido, mordiendo tu labio inferior. Y con la mano izquierda, apretabas el hombro derecho de Bucky con fuerza.

–Muñeca por favor...–Se quejó al ver lo que hacías, deseoso de poder ser él quien te estuviera tocando.–Déjame tocarte... déjame estar dentro de ti...

–Tócame...–Le dijiste con la respiración acelerada, removiendo tus dedos de tu interior.

Sin que tuvieras que repetirselo dos veces, llevó sus dedos de metal a tu femineidad reemplazando los tuyos, y comenzó a moverlos con rapidez, a la vez que su otra mano apretaba tu trasero con fuerza.

–¡Bucky!–Gemiste fuertemente enterrando tus uñas en sus hombros, moviendo tus caderas en busca del placer.

–Hazlo. Sé que lo quieres...–Susurró con voz ronca viéndote a los ojos.

Posaste tus manos en sus mejillas, para luego estrellar sus labios en un beso desordenado, enredando sus lenguas y gimiendo fuerte en su boca, a la vez que el orgasmo arrasaba contigo.

Bucky llevó sus dedos a su boca para lamerlos, y luego comenzar a quitarte el traje que llevabas puesto, recostándote en el sillón.

–Date la vuelta.–Te ordenó una vez estuviste completamente desnuda ante sus ojos, mientras se levantaba y comenzaba a quitarse la ropa.

Sin decir nada, hiciste lo que te pidió, elevando tu trasero y afirmándote con las manos en el apoyabrazo del sillón con fuerza.

Bucky se acomodó detrás de ti para quedar a la altura de tu trasero.

Con ambas manos tomó tus caderas, guiando su erección dentro de ti con fiereza, haciéndote soltar un gemido de dolor al sentirlo.

–Siempre tan apretada y lista para mi...–Gimió Bucky, comenzando a embestirte con fuerza, apretando tus caderas dejando marcas que admirarías luego en el espejo.

Pronto, sus pieles chocando y las fuertes respiraciones y gemidos que salían de sus bocas eran lo único que podía oírse en el pequeño departamento.

Con su mano derecha, Bucky te tiró del cabello, dejando tu espalda pegada a su pecho, a la vez que seguía embistiéndote y te abrazaba por la cintura con su brazo de metal.

–¿Te gusta que te folle duro?–Te preguntó al oído, sin dejar de moverse, soltando tu cabello para llevar su mano derecha hasta tu garganta, donde apretó con cuidado, haciéndote gemir como respuesta.–¿Esto es lo que te gusta, verdad? Mi pequeña y sucia muñeca...–

Volvió a dejarte caer en el sofá, saliendo de dentro de ti, para luego darte la vuelta y hacer que quedaras recostada en tu espalda.

Pasó ambas de tus piernas por sus hombros, para dejarse ir dentro de ti nuevamente con fuerza, y empezar a embestirte con fiereza nuevamente.

Comenzó a besarte el cuello mientras llevabas tus manos a su cabello y tirabas de él con fuerza, a la vez que dejaba húmedos besos hasta llegar a tus pechos. Donde introdujo uno en su boca, mordiendo ligeramente y erectando tu pezón al instante, para luego seguir con el otro.

Mientras aún se movía dentro y fuera de ti, y tú movías tus caderas junto con las de él, tiraste de su cabello y acercaste su rostro al tuyo para besarle, sus lenguas luchando por dominar.

–Bucky... y-ya voy...–Gemiste en su boca, mordiendo su labio con fuerza.

–Yo también muñeca...–Volvió a besarte, moviéndose aún mucho más rápido que antes, apresurando sus orgasmos.

Tus paredes comenzaron a apretarle, y te corriste a su alrededor, para que segundos después, Bucky dejara su semilla dentro de ti, los fluidos de ambos mezclados corriendo por tus muslos.

Bucky escondió su rostro en tú cuello, y bajó tus piernas de sus hombros con delicadeza, besando tu hombro y acariciando tus muslos.

Le abrazaste dulcemente, besando la parte donde el metal y su piel se unían, acariciando su espalda tiernamente. Él aún dentro de ti.

–Eres perfecta...–Susurró en tu oído, para luego alejarse un poco y verte a la cara con una gran sonrisa.

Llevaste tus manos a sus mejillas, para acercarte y besarle con cariño los labios.

–Tú también...–Susurraste en su boca con una gran sonrisa.–Te amo tanto...

–No más de lo que yo te amo a ti...–Te volvió a besar con cariño.–Te veías hermosa, por cierto.

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