La nueva chef (Mafia AU parte 3)
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Si el pueblo pide tercera parte, el pueblo obtiene tercera parte 😎
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Después de lo sucedido en tu habitación, Bucky y tú no habían podido pasar mucho tiempo juntos.
Últimamente estaba lleno de eventos, reuniones, tenía muchísimo trabajo que hacer, y ya casi no podía ir a verte ni a tu habitación ni a la cocina, donde le gustaba pasar tiempo contigo.
Durante ese tiempo, Steve contrató a dos gemelos que serían tus asistentes en la cocina. Pietro y Wanda.
En poco tiempo te volviste bastante cercana a ellos, y de verdad que te hacían el trabajo mucho más liviano, sobre todo con los eventos y fiestas que Bucky estaba organizando en su gran mansión.
Aunque lo que sí había notado, es que Pietro y tú eran más cercanos de lo que le gustaría. Siempre que entraba a la cocina, o se estaban riendo, o estaban jugando, o él te estaba coqueteando, cualquier cosa. Y eso no le gustaba para nada.
—————
Bucky había organizado un evento privado en su mansión.
Todos estaban repartidos en el primer piso entre la gran sala de estar, el jardín gigantesco que había, comiendo, conversando, jugando, etc.
Y por más que Bucky intentara concentrarse en la fiesta y sus invitados, no podía parar de pensar en lo que estarías haciendo con Pietro en la cocina.
–Okey. Wanda, necesito que termines de hacer los postres mientras Pietro y yo nos encargamos de los demás aperitivos.–Le dijiste mientras sacabas unas cosas del horno y Pietro y tú preparaban las cosas.
–A la orden, jefa.–Te dijo con su acento marcado, decorando con mucho cuidado cada postre.
–¿Algo más que llevar, Capitana?–Entró Scott a la cocina que era uno de los meseros, seguido por su compañero Quill.
–Sí. Lleven éstas bandejas que están listas con los tragos y éstas con los bocadillos, y vengan en unos quince minutos más a recoger lo demás.–Señalaste las bandejas mencionadas para que las tomaran.
–¡Nos vemos en quince minutos!–Dijo Quill mientras salían por las puertas.
–Printsessa, déjame decirte que eres magnífica en lo que haces.–Te dijo Pietro con una sonrisa mientras decoraba y terminaba los bocadillos.
Tu solo reíste al igual que Wanda mientras terminaban.
Los tres escucharon a alguien aclarar su garganta, y cuando levantaron la vista, se encontraron con Bucky parado en la puerta.
–¡Señor Barnes! Que sorpresa verlo por aquí.–Le dijo Wanda desde donde estaba, deteniéndose por un momento.
–¿Necesita ayuda? ¿Le gustaría que—. Pietro ni si quiera alcanzó a terminar, cuando el otro le interrumpió.
–Necesito hablar con T/N un momento. Sígueme.–Te dijo mientras caminaba fuera de la cocina.
Los tres se quedaron sorprendidos por un momento, hasta que volviste de nuevo a la realidad y dejaste lo que tenías en las manos sobre uno de los mesones de la gran cocina y quitándote tu delantal.
–Sigan con lo que están haciendo. Pietro, termina eso. Y Wanda, quedas a cargo.–Les explicaste rápidamente mientras salías.
–¡¿Por qué ella y yo no?!
–¡Haces mucho desastre cuando nadie te supervisa!–Le respondiste mientras salían, lo cual a Wanda le hizo reír.
(.....)
Bucky te guió hasta su oficina, ambos en silencio sin decir nada durante el camino.
Su oficina privada quedaba algo alejada de toda la fiesta, por lo que nadie los molestaría allí.
–¿Todo bien, Señor Barnes?–Le preguntaste algo nerviosa, entrando a su oficina y él tras de ti.
Cerró la puerta con pestillo y luego te quedó viendo seriamente sin moverse de donde estaba, lo cual te hizo tragar aún más nerviosa, a la vez que jugabas con tus manos.
–¿Qué es lo que hay entre Pietro y tú?–Te preguntó sin cambiar su expresión seria y con el ceño fruncido, acercándose a ti sin quitarte la vista de encima y las manos en los bolsillos de su pantalón.
–¿E-entre Pietro y yo?–Retrocediste unos pasos hasta que chocaste con su escritorio, él quedando a pocos centímetros de ti.
–Eso es lo que te pregunté. Qué. Hay. Entre. Pietro. Maximoff. Y. Tú.–Insistió acercándose aún más a ti, atrapandote entre sus brazos y apoyando las manos a cada lado tuyo, dejándote en medio.
–Nada. Sólo somos amigos y ya.–Respondiste viéndole a los ojos, lo cual era bastante difícil dada la cercanía de sus cuerpos.
–¿De verdad esperas que me crea eso después de verlos coquetear todo el maldito día?
–J-james... Pietro no está interesado en mi, si no que en alguien más. Créeme lo que te digo. Yo tampoco estoy interesada en él porque... amm...–Soltaste una risita nerviosa, tu mirada cayendo involuntariamente en sus labios, para después subirla a sus ojos con rapidez, esperando que no lo haya notado.
Pero Bucky se dio cuenta, y eso le hizo sonreír internamente para mantenerse en su papel.
Su mirada cayó en tus labios, y no la apartó de ahí mientras te hablaba.
–No terminaste lo que ibas a decir. No estás interesada en él porque...–Habló en voz baja viendo fijamente a tu boca, para después subir su mirada lentamente a tus ojos, con una pequeñísima sonrisa.
–...p-porque estoy interesada en ti.–Terminaste tu frase viéndole a los ojos, dejando tus manos apoyadas encima de las suyas.
Una sonrisa aún más grande y arrogante se formó en el rostro de Bucky, llevando su mano izquierda para acariciar tu barbilla y luego ponerla alrededor de tu cuello, apretando con ligereza, lo cual hizo que el aire quedara atrapado en tus pulmones.
–Eres mía. ¿Comprendes? De nadie más. Di que eres mía.–Te ordenó sin sacar su mano de tu cuello, viéndote directamente a los ojos.
–¿Qué me asegura de que si digo eso, tu también vas a ser mío?–Te sentaste en el escritorio, enrollando tus piernas alrededor de su cintura para pegarlo hacia ti y poniendo tu mano derecha sobre la suya que estaba en tu cuello.
–Siempre voy a ser tuyo, muñeca. Esa es mi única debilidad... que siempre vas a tener poder sobre mi.–Murmuró llevando su mano alrededor de tu cuello a tu mejilla para acariciarla, pasando su dedo pulgar por tus labios y separándolos ligeramente. Sin quitar la vista de ellos.–Pero necesito saber que tu también serás mía. Que no me vas a dejar...–Levantó la mirada hacia tus ojos.
–Ya te lo dije una vez, no me voy a ir. Mucho menos ahora.–Tomaste su rostro con ambas de tus manos para acercarlo al tuyo y besar sus labios con delicadeza.
Bucky puso su mano derecha en tu espalda, mientras que la otra la llevaba a tu nuca y así poder profundizar en el beso, introduciendo su lengua en tu boca y haciéndote gemir.
Con ambos brazos te abrazó mientras tu pasabas los tuyos por su cuello, y él subía sus manos por tú espalda debajo de tu playera.
Dejó su mano izquierda en tu espalda, y con la otra tiró todo lo que tenía encima del escritorio al piso, para después llevar esa misma mano a tu pierna izquierda para sujetarla y apretarla, haciendo que te recostaras en el escritorio y quedando encima tuyo, sin romper el beso.
Llevaste tus manos a su cabello desordenándolo, y después bajándolo para quitar su chaqueta y desabrochar su camisa.
Bucky te ayudó a remover la chaqueta y después comenzó a quitar tu playera, pero antes de poder hacerlo, alguien llamó a la puerta.
–¿Buck, estás ahí?–Escucharon a Steve del otro lado, pero no podían dejar de besarse.–¡Bucky!–Insistió intentando abrir la puerta.
Bucky soltó un gruñido y se separó de tus labios molesto, pero sin moverse de su posición.
–¡¿Qué quieres?!–Preguntó enfadado mientras besabas su cuello y Bucky acariciaba tu pierna, apoyando la mano izquierda tras de ti para sujetarse.
–Stark y Strange preguntan por ti. Tienes que volver a la fiesta, ya no puedo seguir entreteniéndolos.–Insistió desde el otro lado.
–¡¿Acaso no puedes tú hablar con ellos?!–Volvio a preguntar, molestándose cada vez más mientras tú te enderezabas al igual que él, aunque aún sentada en su escritorio, arreglando su camisa.
Bucky te quedó viendo una pequeña sonrisa mientras le ayudabas.
–¡James Buchanan Barnes! ¡Que te estoy diciendo que traigas tu trasero aquí ahora PORQUE YO NO PUEDO HACERME CARGO DE ESE TRABAJO!
–¡BIEN! ¡YA VOY! ¡AHORA VETE!–Le gritó de vuelta mientras tú reías.–Lo siento mucho, muñeca. Me encantaría poder quedarme aquí contigo, pero—. Te habló con suavidad, hasta que le interrumpiste.
–Lo sé... tienes trabajo que hacer.–Le dijiste con una sonrisa estirando su camisa, para después llevar tus manos a sus mejillas.–Ya podremos continuar en otra ocasión. Además, yo también tengo mucho trabajo que hacer. No son pocos los invitados que trajiste.
–Perdón por eso...–Acomodó un mechón de tu cabello tras tu oreja, después dejando su mano en tú mejilla.
Se acercó y dejó un beso tierno y suave en tus labios, para después bajarte del escritorio y recoger su chaqueta mientras tú estirabas tu ropa y ambos hacían el máximo esfuerzo posible para que nadie notara que se estaban prácticamente succionando el alma ahí dentro.
Ambos salieron por la puerta y se dirigieron al área donde estaba la fiesta, despidiéndose antes de que entraras a la cocina.
Bucky se topó a Steve a mitad de camino antes de salir al jardín donde estaban Strange y Stark esperando por él fuera.
–Hasta que apareciste.–Le dijo su amigo, frunciendo el ceño al ver el cuello del otro.
–No dejabas de insistir. ¿Qué? ¿Qué tengo?–Le preguntó al ver dónde estaba observando.
–Una gran marca morada que deberías de cubrir antes de salir.–Rió ligeramente mientras arreglaba el cuello de la camisa de Bucky para tapar la marca que le dejaste.
Antes de que Steve la cubriera, Bucky tomó su teléfono y la vio en el reflejo de la pantalla, haciendo que una sonrisa se formara en su rostro.
–Gracias, hermano.–Le dijo antes de salir a hablar con los otros dos.
–Sam me debe cincuenta dólares...–Se dijo riendo para sí mismo, entrando a la gran mansión para buscar a Sam.
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