La nueva chef (Mafia AU parte 2)

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Bueno... debido al gran éxito del capitulo de "La nueva chef", aquí les traigo otro. Espero lo disfruten y no sea algo mediocre jejeje 😁❤️
Además, los pensamientos de Bucky serán representados en negrita y cursiva mezcladas.

Desde el primer instante en que Bucky probó aquel postre, todos pudieron notar un gran cambio en él.

Ya no se le veía con el ceño fruncido siempre, en las reuniones no se le notaba tan tenso y enojado ya que siempre estaba comiendo algo hecho por ti, y así sucesivamente.

Y algo que Steve y Sam habían notado con el pasar del tiempo, es que Bucky había estado prefiriendo pasar tiempo en la cocina.

Un día, le vieron llegar a una reunión con un poco de harina en su traje, pero prefirieron no hacer ningún comentario al respecto ya que se le veía feliz.

Bucky y tú se habían comenzado a acercar bastante. Ya se tenían mucha confianza, y a pesar de que al principio tenías miedo de trabajar para él, ese temor se había evaporado y desvanecido con el pasar de los meses.

—————

Ya te dije, Sam. Te lo expliqué una y mil veces.Te escuchó decir.

Bucky iba caminando por el pasillo de su mansión, justo fuera de tu habitación que había preparado él mismo especialmente para ti y vivieras ahí.

La puerta estaba entreabierta y al oírte, se detuvo a escuchar.

¡Pero T/N a todos les gusta tu comida! No puedes dejar todo e irte sin más cuando estás teniendo más éxito que nunca, chica.Exclamó Sam desde donde estaba sentado en tu cama.

Bucky frunció el ceño al escuchar lo que Sam había dicho.

"¿Irse? ¿Cómo qué irse? ¿Por qué nadie me informó de esto? Mi muñeca no puede irse... quiero decir, puede, porque no es de mi propiedad ni somos nada, pero aún así..."

Sam, yo te dije que era algo temporal hasta que encontraran a otro chef, y Steve ya lo hizo. Me dijo que lo encontró hace dos semanas, y no quisiste decirme nada.Te cruzaste de brazos y dejaste de meter cosas en la maleta.

"¡¿Cómo que nuevo chef?! ¡Yo no quiero otro! Nadie puede cocinar como ella. Nadie sabe hacer las cosas que hace ella, y también cómo las hace".

¡Dios mio, mujer! ¡Aquí tienes trabajo asegurado! ¡¿Para qué te vas a ir?! Además, a Bucky le gusta mucho tu comida. ¿No querrás enojar al jefe de la mafia más grande, o si?

¡Yo te lo dejé bien claro, Samuel! ¡Te dije que era algo temporal que no duraría para siempre!

¡Por favor quédateee!Sam se acercó y se abrazó a ti, aún sentado en la cama y sin dejar que te movieras.

¡Ya suéltame, Samuel!Exclamaste poniendo tu mano en su cabeza para hacerlo hacia atrás, y con la otra mano intentabas soltar sus brazos.

–¿Cómo que te vas?–Bucky abrió la puerta y entró, su voz sonando algo triste.

Sam y tú se quedaron quietos en su lugar, tu mano aún en su rostro, intentando alejarlo, y él aferrándose aún más a ti.

Ambos compartieron una mirada, y se enderezaron, Sam poniéndose de pie junto a ti, mientras tú pasabas tus manos por tú ropa para lucir más presentable.

–T/N quiere irse. Dijo que iba a dejar de trabajar aquí y estoy intentando convencerla de que se quede.–Dijo rápidamente, como si fuese un niño al que le acababan de sacar toda la verdad.

Tu te volteaste ligeramente hacia él, viéndole molesta como si fueras la niña a la que acaban de delatar.

–Sí... me voy, tal y cómo te lo dije cuando me pediste que trabajara aquí porque era solo TEMPORALMENTE.

–No puedes irte.–Dijo Bucky con el ceño fruncido, sin dejar de verte.

–¿Disculpe? Claro que puedo. Le dejé bien claro a Sam que esto sería temporal, y ese tiempo ya pasó.–Le dijiste viéndole directamente a los ojos. Mientras que Sam estaba de pie en medio de los dos.

–Claro que no. Eres mi chef, no puedes irte así sin más. Nadie cocina como tú, nadie conoce el lugar como tú, y ciertamente nadie es como tú. Así que no puedes irte.–Te dijo cruzándose de brazos.

–Yo mejor me voy y los dejo hablar tranquilos.–Dijo Sam saliendo de la habitación.

–Señor Barnes... no puedo quedarme aquí para siempre. Créame que hay mejores chefs que yo ahí afuera. Chefs que pueden preparar mejores cosas, que cocinan mejor, o—

–Pero ninguno de ellos eres tu.–Se acercó a ti y tomó tu mano en la suya.–No quiero que te vayas, muñeca... no puedo dejar que eso pase.–

Bucky te veía directamente a los ojos, mientras tú le observabas confundida, tratando de descifrar lo que estaba sucediendo.

–Quédate aquí conmigo, por favor te lo pido. Quédate y te daré lo que me pidas. Cualquier cosa que desees, pero por favor, quédate. Yo no quiero a nadie más que a ti.–Puso su mano derecha en tu mejilla y la acarició con ternura.

Su mirada se desvió a tus labios por un milisegundo, para después volver a tus ojos nuevamente.

Soltaste un pequeño suspiro, y le ofreciste una sonrisa.

–Bien... me quedaré. Pero necesito un asistente, es mucho trabajo para mi sola.

–Lo que tu quieras.–Te dijo con una gran sonrisa, para después abrazarte con fuerza, escondiendo ligeramente su rostro en tú cuello.–Gracias, gracias, gracias...

Bucky se apartó de ti y dejó sus manos a cada lado de tu rostro en tus mejillas, acariciándolas y viéndote a los ojos, sin apartar su mirada.

Luego le dio un rápido vistazo a tus labios y de vuelta a tus ojos.

Ambos se comenzaron a inclinar lentamente, tus manos sobre las suyas y sus narices rozando la una con la otra.

Sus labios estaban a milímetros y ya rozaban. Se acercaron aún más al otro y—¡Señor Barnes! ¡Le he estado buscando por todos lados!–Dijo uno de sus hombres desde la puerta tras él.

Te apartaste rápidamente de Bucky, aclarando tu garganta mientras el otro soltaba un suspiro molesto y se volteaba hacia el hombre en la puerta.

–Qué. Es. Lo. Que. Quieres.–Le dijo con los dientes apretados y evidentemente molesto.

El otro pareció notar el enojo de su jefe, lo cual le hizo sentirse nervioso.

–L-lo siento, Señor. E-es solo que venía a informarle que el Señor Stark y el Señor Strange ya se encuentran aquí.–Le dijo con voz ligeramente temblorosa.

–Bien, diles que voy enseguida. Ahora largo de aquí.

–Sí señor.–Se fue lo más rápido que pudo, cerrando la puerta tras él.

Tu te habías quedado a una distancia de al menos un metro de Bucky, observando la escena mientras jugabas con tus manos.

Él se volteó hacia ti y se te acercó para tomar tus manos en las suyas y besarlas con delicadeza.

–Ahora debo irme, pero me alegra muchísimo que hayas aceptado quedarte. Y no te preocupes por tu asistente, te conseguiré lo mejor de lo mejor.–Te habló con una sonrisa, para luego inclinarse y dejarte un beso en la parte donde terminaba tu boca, y después te susurró al oído.–Pero aún no termino contigo... me gustaría que pudiéramos hablar con más calma y en privado, mi muñeca...–

Volvió a alejarse y te quedó viendo por un par de segundos a los ojos, y luego se marchó sin más. Dejándote completamente confundida y con las mejillas rojas como tomates, en medio de tu habitación. Preguntándote en qué te habías metido ahora.

¿Parte 3...?

En caso de ser así... ¿tienen sugerencias?

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