El sueño de una princesa (parte final Realeza AU)

Word count: 1380

Habían pasado tres meses desde que Bucky pudo recibir la carta que Steve le envió.

Y desde que le había llegado, su estado de ánimo no era como el de todos los días. Se le veía más y triste, aunque intentaba estar bien para ti y sus hijos. Pero lo conocías mejor que nadie, y sabías qué es lo que pasaba por su cabeza.

Intentaba mantener su mente ocupada ayudando al padre Fury en la iglesia cuando podía, a sus hijos con sus tareas o las cosas que necesitaran, en su hogar, se ocupaba de los cultivos, y hacía cualquier cosa que pudiera encontrar.

—————

No tenías claro qué hora era cuando despertaste, pero aún estaba oscuro fuera y llovía de una manera salvaje. Pero Bucky no estaba a tu lado.

Te levantaste de la cama poniéndote tu bata, para luego tomar la vela que mantenías cerca de la puerta de su habitación y luego caminaste por el pequeño pasillo hacia la sala de estar, no sin antes ver a tus hijos por la puerta de su habitación.

Cuando llegaste a la sala de estar que estaba junto con la pequeña cocina y comedor, lo viste sentado en su silla mecedora junto a la chimenea con la vela a su lado en la pequeña mesita y la carta de Steve en sus manos.

–¿No puedes dormir?–Le preguntaste con una pequeña sonrisa, dejando la vela sobre la pequeña estantería de la chimenea.

Bucky levantó la vista hacia donde estabas, su expresión tensa cambiando a una más suave con una sonrisa en ella.

–Estás despierta, muñeca. ¿Todo bien?–Te preguntó mientras te acercabas a él y te sentaba en sus piernas, pasando su brazo izquierdo por tu cintura para sujetarte, mientras la otra la posaba sobre tus piernas con la carta aún en su mano.

–Yo venía a preguntarte lo mismo. Necesito que hables conmigo para así ayudarte, James.–Pasaste tu brazo derecho por sus hombros, mientras que con la otra mano quitabas unos mechones de su cabello amarrado en una media coleta desordenada que tenía en el rostro.

–No pasa nada, amor mio. Solo... es solo la misma preocupación de siempre que siento por Steve y Natasha. Me da miedo pensar que tal vez los descubrieron por ayudarnos a nosotros.

Los dos obtuvimos la vida que siempre deseamos, y pensar que ellos no pudieron vivir feliz...–La voz se le comenzó a quebrar mientras los ojos se le llenaban y agachaba la cabeza, dejando ir un pesado suspiro.

–Lo sé, cariño. Créeme que entiendo lo que sientes, porque también me preocupan. Pero esto te tiene muy mal, James.–Tomaste la carta con tu mano libre, dejándola en la mesita junto a él.

–No sé qué hacer, T/N... ¿qué pasa si... s-si tal vez...? No lo sé... ya no sé qué hacer...–Soltó un suspiro, dejando su frente pegada en tu hombro.

Abrazaste a Bucky, dejando que llorara en tus brazos mientras escuchaban la lluvia caer con fuerza fuera, entre relámpagos y truenos.

—————

Ya había pasado una semana entera desde aquella conversación que Bucky y tú tuvieron esa noche.

Bucky estaba sentado junto a la chimenea en el suelo dibujando con Grant y Eleanor, sujetando a su hijo de menos de un año Steven mientras tú terminabas de preparar la comida, escuchando la lluvia fuera la cual llevaba la semana entera sin parar.

En un momento, escucharon el ruido de una carreta fuera de su hogar.

Bucky levantó la vista y ambos se quedaron viendo fijamente pero con la preocupación evidente en sus rostros, una sensación de miedo recorriéndoles el cuerpo.

Hacía un tiempo atrás, el Rey Brock I había enviado a sus hombres a buscarte, pero el padre Fury había logrado despistarlos.

–¿Estás bien, papá?–Le preguntó su hijo mayor al verlos.

–Ve y escóndete con los niños.–Se levantó ignorando lo que su hijo le preguntó, con Steven en sus brazos y te lo entregó, mientras Eleanor tomaba tu mano y Grant te seguía.

–¡Papá!–Exclamó Grant mientras te los llevabas a su habitación.

–Shhh... papá ya viene.–Le susurraste mientras abrías una pequeña compuerta escondida en el suelo bajo una alfombra que daba paso a una pequeña habitación debajo.

Bucky construyó ese lugar él mismo con la ayuda de Pietro y el padre Fury en caso de que fuera necesario esconderse.

Mientras tanto, Bucky se aseguró de tener su daga en la parte de atrás del pantalón y teniendo su ballesta en mano cuando tocaron la puerta.

–¡Buck soy yo, Pietro!–Dijo desde fuera.

–¿Pietro?–Preguntó dejando la ballesta junto a la puerta y abriéndole.

Cuando la abrió por completo, vio a Pietro completamente mojado, y junto a él, Natasha con su hijo de casi cuatro años en sus brazos con una manta cubriendo su cabeza, a pesar de estar algo mojada. Y a Steve detrás, mojándose en la lluvia.

–¡Steve!–Exclamó con una gran sonrisa.

–¡¿STEVE?!–Te escucharon a ti decir desde el final del pasillo.–¡NATASHA!

–¡T/N!–Exclamó Nat dejando a su hijo James parado en el piso, corriendo para abrazarte.–¡No puede ser!

Ambas se abrazaron mientras aún tenías a tu bebé en brazos y los otros entraban, quitándose los zapatos para no ensuciar.

–¡Tío Steve!–Gritó Grant corriendo hacia él para tomarlo en sus brazos y abrazarlo, mientras que Eleanor corría como podía hacia Pietro.

Una vez Grant se alejó, Bucky y Steve se abrazaron con fuerza una vez cerró la puerta, sin importarle quedar mojado mientras Pietro presentaba a los pequeños Grant y James, quienes se convirtieron en amigos de inmediato y se fueron a jugar.

–¡No puedo creer que estén aquí!–Te alejaste de Nat y pusiste ambas manos en sus mejillas, ambas llorando se felicidad.

–No fue nada fácil, pero lo logramos.–Dijo Steve, acercándose a ti.–Es un gusto verla, su majestad.

–Eso ya fue hace mucho tiempo, ven aquí.–Te acercaste y lo abrazaste con fuerza cuidando de no lastimar a tu bebé, mientras Nat y Bucky hacían lo mismo.

–Así que éste es el pequeño Steve... mucho gusto.–Tomó su pequeña mano a modo de saludo.

–¿Y a mi ya nadie me saluda?–Se quejó el otro.–No me importa, al menos tengo a mi pequeña printsessa.

–También te extrañamos, Pietro.–Rió Bucky mientras tomaba unas mantas que habían encima de su silla mecedora para entregarle una a cada uno de los nuevos visitantes.–¿Dónde está Wanda, por cierto?

–Se encuentra ayudando a una pareja que también escaparon de la corona, pero ésta vez en Asgard. El príncipe Loki y su amante Mobius o algo así. Eso es todo lo que sé. Esa bruja ya ni se molesta en compartir las cosas.–Les dijo rodando los ojos a modo de broma, entregándole a Eleanor a Bucky para envolverse en la manta.

–James ven aquí.–Le dijo Nat a su hijo, ambos con sus mantas alrededor.–Ellos son mis amigos T/N y Bucky de los que tanto te hemos hablado.–Se agachó para quedar a su altura, hablándole con una sonrisa.

–¡Hola!–Les saludó con una pequeña sonrisa y gesturando con la mano.

–Hola pequeño. Me alegra mucho conocerte al fin.–También te agachaste para saludarle con una sonrisa.

–No sabes lo mucho que hemos esperado por esto.–Bucky tomó su mano, también con una sonrisa. Para después ponerse de pie junto a ti y dirigirse a los demás.–Imagino deben estar hambrientos y cansados por el largo viaje.

–¿Por casualidad no tendrás de esa cerveza que comentaste en tu carta y el postre de ciruelas que aprendiste a hacer?–Le preguntó Steve acercándose a él para pasar su brazo por sus hombros.

–Claro que hay, mientras preparo todo ustedes pónganse cómodos. Están en su casa.–Les dijo Bucky con una gran sonrisa, mientras tú llevabas a Nat a tu habitación para que se cambiara.

Había pasado muchísimo tiempo desde que habían estado todos reunidos, pero ahora que por fin habían vuelto a verse, las cosas se sentían tan normales. Un ambiente familiar tan cálido y amigable.

Algo con lo que Bucky y tú siempre habían soñado, y algo que creían jamás podrían conseguir.

Parecía simplemente el Sueño De Una Princesa que no se podría cumplir, pero que finalmente sí se logró.

Fin~

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top