Prólogo: Terminas enfermándote por no haberle obedecido a tu papá.

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Cuando llegaste por la tarde a tu casa, estabas completamente empapada por el temporal que había afuera. No llevaste paraguas, y cuando viste pasar un bus para que te llevara a casa, este no se detuvo y te echó todo el agua que había en el suelo al pasar por encima de ella.

Bucky aún no llegaba de las reuniones que tenía en SHIELD con Fury acerca de las misiones, así que simplemente te metiste a la ducha y te recostaste en tu cama después de eso. Ni si quiera te diste cuenta cuando te quedaste dormida.

(.....)

Horas más tarde, Bucky llegó y se dirigió al segundo piso a su habitación para cambiarse de ropa. Pasó por fuera de la tuya y te vio durmiendo, así que simplemente te dejó mientras preparaba la cena.

–¡T/N! ¡La comida está lista!–Te llamó mientras ponía los platos en la mesa, pensando que ya habrías despertado.

Al no recibir respuesta, volvió a llamarte pero tampoco venías. Así que subió las escaleras hasta tu habitación, y te encontró aún dormida.

Se acercó a ti, sentándose al borde de la cama, para luego moverte gentilmente para despertarte.–Muñeca, despierta. La cena está servida.–Te habló con suavidad.–Te llamé varias veces.

–Perd—Te ibas disculpando mientras te sentabas en la cama, cuando un estornudo seguido de una tos fea te interrumpieron.

Bucky prendió la luz de la mesita de noche, y cuando ésta te iluminó el rostro, vio que tenías la nariz roja y estabas pálida. Posó su mano derecha en tú frente, y pudo sentir de inmediato que tenías bastante temperatura.

–Pero muñeca estás hirviendo. ¿Llevaste el paraguas como te dije en la mañana?–Te preguntó sacando un termómetro del cajón de la cómoda junto a tu cama.

Negaste con la cabeza, mientras Bucky te ponía el termómetro en la boca. Una vez terminó, frunció el ceño al ver cuanta temperatura tenías.

–T/N cuantas veces te he dicho que lleves tu paraguas. ¿Ves lo que pasa cuando no me haces caso?–Te dijo molesto, levantándose para arroparte bien.

–Perdón... es que se me olvidó.–Te disculpaste con voz ronca comenzando a toser nuevamente.

–Estoy casi cien por ciento seguro que fue porque estabas distraída con tu teléfono. Las generaciones de hoy en día no pueden vivir sin esa cosa.–Habló con molestia, asegurándose de que la ventana estuviera bien cerrada, para luego dirigirse a ti.–Quédate aquí. Te voy a ir a preparar una sopa y mañana no vas a ir a la escuela.–

Cuando Bucky se fue, volviste a dormirte, por lo que al volver, tuvo que despertarte.

Te sentaste en la cama, poniendo la bandeja con tu comida en tus piernas, mientras Bucky se sentaba frente a ti con su propia bandeja para que así no comieras sola.

–La próxima vez que te diga algo,  debes hacerlo. Por algo te digo las cosas, no es porque quiera molestarte.–Te dijo seriamente, volviendo a posar su mano en tú frente.

Reíste ligeramente ante sus palabras, antes de que una pequeña tos volviera a interrumpirte.

–Gracias papá, eres el mejor.–Le dijiste con la voz ronca, comenzado a tomar tú sopa.

Bucky terminó llamando a Steve y le dijo que no podría asistir al entrenamiento de mañana, ni a las misiones que se venían para los siguientes días para así poder cuidar de ti.

Terminaron quedándose dormidos los dos en tu cama, porque así también Bucky podía cuidarte durante la noche y asegurarse de que estarías bien. Suerte que tiene el serum y no puede enfermarse.

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Aquí un pedido más, espero lo hayan disfrutado. Como siempre les digo, escríbanme con toda confianza sin miedo al éxito.

Un abrazo virtual gigante. Cambio y fuera.