Prólogo: Parte 2 del imagina #9

angel_editsucm
Word count: 1209
Advertencia: Smut, choking kink, un poco de posesividad, dirty talking (podría decirse?), fingering, menciones implícitas de masturbacion.

La misión terminó siendo un éxito total, pero tuviste que lidiar con las provocaciones de Bucky hasta que terminara, y las caras de disgusto de Sam al verlo coquetear contigo de una forma algo indecente. Aunque no le puedes culpar, sí es verdad que Bucky se le pasaba un poco la mano. Y también se le descontrolaban y comenzaba a tocarte sin descaro frente al pobre Sam.

Una vez ya en su departamento, Bucky colapsó en el sillón, sacándose los zapatos mientras tú te quitabas la chaqueta y los zapatos altos que llevabas puestos.

–Estoy agotado. La misión fue demasiado larga.–Soltó un pesado suspiro, cerrando los ojos.

–Ya... tranquilo anciano, ya va a ser hora de su siesta.–Le dijiste soltando una pequeña risita.

–Ja. Ja. Ja. Si, lo que digas, muñeca. Puedes burlarte todo lo que quieras.–Respondió rodando los ojos.

–Ya no te pongas gruñón.–Le dijiste con una sonrisa, acercándote a él para dejarle un beso en la mejilla y caminar hacia el baño.–Voy a tomar una ducha, ¿por qué no ordenas algo para comer mientras?

Bucky abrió los ojos con una maliciosa sonrisa adornándole el rostro.–Sí... no te preocupes...–

Esperó un par de minutos para asegurarse de que ya estarías bajo el agua, así que mientras caminaba hacia el baño, se quitaba la ropa en el camino.

Una vez allí, entró en la ducha contigo, abrazándote por la espalda para dejar besos en tus hombros y cuello, haciéndote dar un pequeño salto al estar tan distraída.

–James... me asustaste.–Reíste ligerament, a la vez que el soldado comenzaba a succionar y a morder ligeramente en tu piel.–¿Acaso estás—

–¿Marcándote para que todos sepan que eres mía? Si. Eso hago.–Habló con voz ronca en tu oído, besando la zona a la vez que su mano de metal viajaba por tu cuerpo hasta llegar a tu entrepierna, comenzando a acariciarte, haciéndote soltar un jadeo al sentir sus dedos en ti.–Sube la pierna.–

Hiciste lo que te pidió, subiendo la pierna derecha y apoyando tu pie en el borde de la bañera, dándole aún más acceso a sus dedos en ti, haciendo que soltaras suaves gemidos.

–Muy bien, muñeca... tan obediente para mi...–Susurró con voz ronca en tu oído, a la vez que refregaba su erección en tu trasero.–Quiero que te toques con dos dedos.–Te ordenó con el mismo tono de voz, haciendo que te mojaras aún más.

Sin poder formar una frase coherente, llevaste tu mano derecha a tu entrepierna, tocándote a ti misma, al mismo tiempo que Bucky sin sacar sus dedos de ti.

Después de unos minutos, sacó sus dedos de ti al igual que los tuyos, y te hizo apoyarte con tus manos en la pared de la ducha, tomándote de las caderas para atraer tu trasero hacia él, tomando su erección en sus manos para comenzar a masajearla y pasarla por tú trasero, haciéndote soltar un jadeo.

Se alinió con tu entrada, y poco a poco comenzó a empujar su miembro en ti, con su mano de metal en tu cadera apretando con fuerza, y la otra mano apoyada en tú espalda.

Una vez dentro completamente, respirabas agitada con los ojos cerrados, a la vez que él comenzaba a moverse lentamente dentro y fuera de ti, tomando tus caderas con ambas manos, para empezar aumentar la velocidad de sus embestidas, haciéndote soltar fuertes gemidos.

–Te dije que te iba a dar por atrás en la ducha, amor mío. ¿Recuerdas?–Habló con voz ronca, moviéndose aún más rápido y duro, haciendo que sus pieles hicieran un obsceno sonido.–¿Escuchas eso? Mmm... Música para mis oídos.

–J-james...–Gemiste fuertemente, a la vez que Bucky con su mano izquierda, agarraba una buena porción de tu cabello, haciendo que pegaras tu espalda a su pecho, arqueándola en el proceso, haciendo que llegara más profundo y quedándose quieto por un momento, enterrado en lo más profundo de ti.

–¿Sientes qué tan profundo estoy dentro de ti, muñeca?–Te preguntó, llevando su mano izquierda a tu garganta para apretar suavemente, sabiendo lo mucho que te exitaba, haciéndote soltar un gran gemido.

Ni si quiera respondiste a su pregunta, tan intoxicada por la lujuria del momento.

–Te hice una pregunta y espero que la respondas. No me gusta tener que repetir las cosas dos veces, muñeca.–Susurró en tu oído, haciendo una ligera presión con su mano en tú garganta, para luego soltarte y dejar que volvieras a apoyar tus manos en la pared, posando ambas de las suyas en tus caderas.–¿Sientes. Qué. Tan. Profundo. Estoy. Dentro. De. Ti?–Con cada palabra, te daba una embestida cada una más fuerte que la anterior, haciéndote gemir con fuerza.

–¡S-si! ¡Sí Bucky puedo sentirlo!–Gemiste entre las fuertes embestidas y respiraciones.

–¿Y cómo se siente?–Preguntó embistiéndote con mucha más brutalidad, sabiendo lo mucho que te gusta.

–S-se siente bien... se siente muy bien...

En un rápido movimiento, salió de ti y te dio la vuelta, para tomarte en sus brazos y envolver tus piernas en su cintura, para luego de una sola embestida volver a quedar dentro de ti, tocando tu punto sensible en el proceso.

Sin esperar más, comenzó a moverse con ferocidad nuevamente, abrazándote a él y escondiendo tú rostro en su cuello. Mordiendo su hombro con fuerza para callar los obsenos sonidos que salían de tu boca.

–Déjame verte, muñeca. Quiero ver tu precioso rostro mientras te follo duro.–Te dijo apartando tu cara de él, dejando que pegaras la cabeza en la pared, sin dejar de embestirte.–Déjame oír como te hago sentir. No te guardes esos hermoso gemidos.–

Sus pieles comenzaron a chocar entre sí, volviendo a hacer ese sonido que tanto te avergonzaba que te calentara aún más, dejando que tus gemidos salieran ya sin realmente poder aguantarlos.

Pronto tus paredes empezaron a apretarle, haciéndole gemir fuertemente, sin dejar de moverse, pero ahora con mucha más fuerza, si es que es posible.

–Bucky voy a—

–Adelante muñeca. Sé que lo deseas tanto como yo...–Gimió en tu boca, sin besarse realmente, ambos con las bocas abiertas y gimiendo sin control.

Bucky escondió su rostro en tu cuello, a la vez que le abrazabas con fuerza, y ambos se corrían al mismo tiempo. Sus fluidos mezclados chorreando por sus muslos.

Poco a poco, Bucky fue embistiéndote con más lentitud, hasta el punto en que ninguno de los dos se movía. Para luego dejarte en el suelo y saliendo de dentro de ti, sujetándote para que no te resbalaras al tener las piernas tan temblorosas y débiles.

Ambos se acercaron para besarse dulcemente, posando tus manos en sus mejillas, mientras que las suyas seguían en tu cintura, sujetándote contra él.

Una vez se separaron, dejaron sus frentes juntas, recuperando el aire perdido.

–Estuviste increíble, muñeca...–Susurró con una gran sonrisa, alejándose solo un poco para verte a los ojos y posar su mano derecha en tu mejilla para acariciarla.–¿No te lastimé, verdad?

–Tranquilo, James. No lo hiciste.–Le aseguraste con una sonrisa, para luego volver a besarle.