Prólogo: Bucky recuerda los momentos con su hija mientras la lleva al altar.
Los recuerdos serán escritos en letras cursivas.

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El gran día llegó. Bucky no podía creer lo rápido que había pasado el tiempo. Parecía que era ayer cuando te estaba cambiando los pañales, y ahora ya eras toda una mujer adulta, caminando tomada de su brazo hacia el altar donde tú futuro esposo, Peter Parker, te estaba esperando con una gran sonrisa.

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–¡¿Y qué se supone que haga yo con una bebé?!–Le preguntó Bucky medio gritando medio susurrando y desesperado a Steve, mientras sostenía a la bebé que dormía plácidamente en sus brazos, con un dedo de su brazo de metal en la boca.

Bucky, Steve, Sam y Nat, iban camino a la Torre en el Quinjet después de derribar una base de Hydra.

En una de las habitaciones, Bucky se encontró a una bebé de no más de tres meses, así que la tomó en sus brazos y salió corriendo de allí lo más rápido que pudo.

Al llegar al Quinjet, Nat te tomó en sus brazos, pero comenzaste a llorar al instante, luego siguió Sam, y después Steve, pero nadie conseguía calmarte. Hasta que llegaste a los brazos de Bucky, otra vez.

–Apenas lleguemos a la Torre llamaremos a servicios sociales para que se la lleven, pero de momento—Iba hablando Steve, cuando Bucky le interrumpió.

–¿Servicios sociales?, ¡¿ESTÁS HABLANDO ENSERIO?!–Le gritó provocando que te despertaras y comenzaras a llorar.–No, no, no, muñeca, lo siento... shh shh shh...–Ccomenzó a arrullarte Bucky mientras caminaba por el Quinjet contigo en sus brazos.

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Apesar de que no le hacía mucha gracia el hecho de que su muñequita se estuviese casando con el niño araña, sabía que serías muy feliz y que él cuidaría muy bien de ti, como tú de él. No por nada te enseñó a defenderte.

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–¡Muñeca vuelve aquí!–Te llamó Bucky mientras iba persiguiéndote por la casa para poder ponerte la ropa.–¡No estoy jugando T/N! ¡Sí no vienes ahora mismo no van a haber ciruelas para ti!–Te dijo, entrando a la sala de estar, donde te perdió de vista.

–Y ahora donde se metió...–Se dijo para sí mismo. Al mismo tiempo que escuchó un "jijiji" por detrás del sofá.–Vaya... parece que mi muñeca desapareció.–Comenzó a decir con una sonrisa mientras se sentaba en el sillón.–Bueno... entonces tendré que comerme yo solo el postre de ciruelas que Steve va a traer hoy para la cena...

–¡¡¡NOOO!!!–Gritaste saliendo por detrás del sofá.–¡Aquí estoy papá! ¡Yo también quiero!–Le dijiste subiéndote para sentarte en su regazo.

–¡Aquí estás! Supongo que podré compartir un poco de postre contigo... SOLO sí me dejas ponerte tú vestido.–Te dijo mostrándote la ropa en su mano.

–¡Okey!–Respondiste alegremente mientras levantabas los brazos para que te pusiera el vestido.

Luego, te abrazó muy fuerte y comenzó a darte besos por toda la cara, lo cual provocó que comenzaras a reír, y después empezó a hacerte cosquillas, lo cual hizo que rieras aún más. ¡Ya basta!–Exclamaste entre risas.

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Bucky se sentía orgulloso de ti, y del buen trabajo que hizo como padre. Y sabía que estarías bien en el futuro.

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Cuando comenzó a salir con Steve, tú eras ya una adolescente de 17 años, y tenía miedo de que no aceptaras su relación con su mejor amigo, pero sus miedos desaparecieron cuando una gran sonrisa apareció en tú rostro a la hora de decírtelo. De hecho, fue Steve quien lo convenció de que Peter era un buen muchacho para ti.

–¿E-entonces que crees?–Te preguntó completamente nervioso después de haberte confesado su relación con Steve.

–Creo... creo que es la mejor decisión que pudiste haber tomado.–Le respondiste con una gran sonrisa.

–¿E-enserio? ¿No estás molesta o enojada...?–Preguntó ya más aliviado.

–¿Y por qué debería estarlo? Desde pequeña siempre los vi compartir juntos, y creo que yo sabía desde mucho antes sobre sus sentimientos por el otro.–Le confesaste mientras te acercabas a él en el sofá, y ponías tú cabeza en su hombro, y el pasaba su brazo por tús hombros para abrazarte.

–Lo único que quiero es que seas feliz.–Le dijiste mientras tomabas su mano izquierda y jugabas con ella.

–Gracias muñeca...–Susurró, para después dejar un tierno beso en tú cabeza.

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Al llegar al final del altar, no pudo evitar sentir un poco de tristeza de ver como su muñeca había crecido tan rápido, pero tenía la seguridad de que Peter y tú serían felices juntos.

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–¡¿Pero por qué tenía que ser con el niño araña?!–Te preguntó como por enésima vez Bucky.–¡¿Por qué no podías salir con Wanda que es de tú edad... o con Pietro?!–Te dijo, para luego quedarse callado unos segundos, y después volver a hablar.–Okey. No. Sólo Wanda, Pietro no.

–Bueno porque Peter me gusta, y soy feliz con él, papá... por favor.–Le dijiste caminando hacia él y tomándole las manos.–Cuando me contaste que Steve y tú estaban saliendo, tenías miedo de mi reacción y estabas nervioso porque creías que no lo aceptaría... Bueno, yo estoy igual. Prefiero ser honesta contigo sobre mis sentimientos hacia él, en lugar de esconderlo de ti.–Hablaste mirándole a los ojos.

–Tienes razón muñeca... tú siempre has sido honesta conmigo, y yo contigo.–Te dijo dándole un pequeño apretón a tús manos.–Okey, está bien... mientras seas feliz con él...–Terminó aceptando tú decisión, soltando un suspiro y dándote una sonrisa.

–¡Gracias!–Exclamaste abrazándolo muy fuerte, con la sonrisa más grande que jamás haya visto en ti.

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–Te amo muñeca.–Te dijo mientras te daba un tierno beso en la frente  y después en la mejilla.–Te ves hermosa.

–Gracias papá, yo también te amo.–Le respondiste abrazándolo muy fuerte.

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–¿Señor Barnes?–Dijo Peter entrando al gimnasio de la Torre donde Bucky estaba entrenando.–¿Puedo hablar algo con usted?

–Sí, claro. ¿Qué pasa niño?–Le preguntó Bucky, a pesar de que Peter ya tenía 25 años.

–B-bueno... hay algo muy importante que necesito preguntarle, y es respecto a T/N.–Habló mientras tomaba asiento junto a él en la banca del gimnasio.

–Okey, te escucho.

–Bien...–Soltó un suspiro.–Usted sabe que yo amo mucho a T/N. Hemos estado saliendo desde que teníamos diecinueve, y durante el tiempo que llevamos en la relación, decidimos irnos a vivir juntos.–Le iba diciendo Peter, mientras jugaba con sus manos.

–Y hemos hablado de esto antes, pero creíamos que aún no era el momento, pero considero que ahora sí lo es.–Le dijo un poco más nervioso.–Señor Barnes, quiero tomar el siguiente paso y pedirle a su hija que sea mi esposa, sí usted me lo permite.–Aseguró mostrándole el sencillo, pero hermoso anillo que había comprado para ti aquella misma mañana.

Bucky quedó mirando seriamente el anillo, y después a Peter, lo cual le hizo sentirse aún más nervioso. Pero al ver que una pequeña sonrisa aparecía en su rostro, se sintió más aliviado.

–Okey...–Respondió con una pequeña sonrisa.–Tienes mi permiso para casarte con mi hija, ahora solo falta que ella te dé el sí.

–Muchas gracias Señor Barnes, no sabe cuanto significa esto para mí.–Le dijo Peter con una gran sonrisa.

–Por supuesto niño. Solo recuerda, sí alguna vez le haces algo a mi T/N...–Le advirtió Bucky apuntándole con el dedo índice.

–No se preocupe Señor. Prefiero que me pase algo a mí antes que ella.–Le aseguró con una gran sonrisa.

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Después de abrazarte, Bucky se volteó y le habló a Peter apuntándole con el dedo índice de la mano derecha, mientras la izquierda sostenía tú mano.–Más te vale cuidar de ella niño araña, o sino, tendrás que vértelas conmigo, y con ellos.–Le advirtió apuntando hacia los asientos donde estaban Nat, Sam, Steve, Loki, Pietro y Wanda, quien era la única que le dirigió una tierna sonrisa y lo saludó con la mano, mientras los otros lo miraban seriamente.

–No se preocupe, Señor Barnes. Nos cuidaremos mutuamente.–Respondió Peter tomando tús manos en las suyas, mientras les sonreía a ambos.

–Así me gusta....–Les dijo con una sonrisa de papá orgulloso, para después dirigirse a tomar asiento junto a Steve.

–No puedo creer que ya se esté casando.–Le dijo Bucky a Steve, mientras él le tomaba la mano.

–Lo sé... crecen tan rápido.–Respondió con una sonrisa.