Atrapados*
Prólogo: Su hijo los descubre en medio de un acto pasional.
Word count: 873
Advertencia: Algo de smut y siendo descubiertos.
Cuando tu esposo Bucky despertó por la mañana y te buscó en la cama, no estabas ya que tenías que ir a trabajar. Lo cual le hizo soltar un gran y extraño gruñido. Había tenido un sueño bastante subido de tono, y te necesitaba. Y no sólo así para algo rápido, DE VERDAD te necesitaba. Para todo el día y toda la noche de ser posible.
No le quedó más opción que seguir con su día, frustrado y ansioso esperando a que llegaras del trabajo.
Llevó a su hijo Grant a la escuela, y luego volvió a casa. Trató de liberar algo de tensión, pero seguía ansioso. Así que se puso a limpiar y ordenar toda la casa para mantener su mente ocupada.
Horas más tarde, fue a recoger a su hijo de la escuela, y ya en casa le ayudó con sus tareas, preparó la cena, y después lo llevó a dormir ya que era su hora de acostarse.
Una hora más tarde, mientras estaba recostado en el sillón viendo al techo, escuchó las llaves abriendo la puerta, y ni si quiera supo como se levantó tan rápido, y te ganó abriendo la puerta de entrada.
–Hola cariño, ¿Cómo es—Le ibas saludando, cuando te tomó de la cintura y te metió en la casa, haciéndote botar tu bolso y llaves al suelo, para darte un beso que te quitó todo el aire de los pulmones.
Sin romper el beso, te tomó en sus brazos y te sentó en la mesa del comedor, mientras envolvías tus piernas en su cintura.
Estabas bastante confundida, sin decir que te tomó por sorpresa, pero simplemente le seguiste el juego.
Cuando se quedaron sin aire, se separaron respirando agitados y con el cabello desordenado, quedando a centímetros del rostro del otro.
–¿Está todo bien?–Le preguntaste riendo ligeramente, tomando su rostro con ambas de tus manos.
–L-lo siento.–Rió suavemente.–Es solo que he esperado por este momento durante todo el día.
–Ya veo... ¿Entonces qué estamos esperando?–Hablaste coqueta, antes de volver a besarle, más lento pero con pasión.
Bucky volvió a tomarte en sus brazos, y subió las escaleras contigo hasta su habitación. Una vez allí, cerró la puerta con el pie y te tiró a la cama para comenzar a desvestirte. Tu haciendo lo mismo con él.
No saben cuando, pero ya estaban ambos desnudos, y Bucky embistiéndote con fuerza y salvajidad, besando tú cuello y dejando marcas. Mientras tu arañabas su espalda con tus uñas.
Con la agitación y el calor del momento, no se dieron cuenta cuando la puerta de su habitación se abrió.
–¿Qué están haciendo?–Les preguntó su hijo, pasando sus pequeñas manos por sus ojos aún algo dormido.
Al escucharlo, Bucky se despegó rápidamente de ti, quedando a tu lado y tapándolos a ambos con las frazadas de la cama.
–Grant, hijo... ¿Qué haces aquí?–Le preguntó nervioso.
Al quedar frente a ti, se aseguró de taparte con su cuerpo, mientras recogías tu ropa del suelo junto a la cama.
–Es que quería saludar a mamá.–Dijo inocentemente, aún medio dormido con su oso de peluche en su mano.
Una vez vestida con tu ropa interior y una playera de Bucky, te levantaste de la cama y te acercaste a él.
–Hola pequeño, ¿Por qué mejor no vamos de vuelta a la cama?–Le preguntaste ocultando tu nerviosismo y vergüenza.
(.....)
Una vez lo volviste a dejar durmiendo en su cama, te fuiste a tu habitación, cerrando la puerta y poniéndole el seguro. Para encontrar a Bucky recostado en la cama viendo al techo.
Cuando entraste en la habitación, se sentó en la cama y te quedó viendo con preocupación.
–¿Y...? ¿Vio algo? ¿Te dijo algo?–Te preguntó preocupado, a la vez que te recostabas a su lado en la cama, él copiando tus movimientos.
–Por suerte no... solo estaba sonámbulo.–Le dijiste soltando un suspiro pasando tus manos por tú rostro.
–Que bien...–Soltó un suspiro de alivio, recostándose boca arriba viendo al techo.
–Esto no puede volver a pasar.
–Oh no, por supuesto que no muñeca. La idea no es traumarar a nuestro hijo.–Te dijo con una pequeña risita, antes de posicionarse sobre ti con una sonrisa traviesa.–Pero ahora que está dormido, ¿Tal vez podríamos continuar con lo nuestro?–Preguntó coqueto.
–¿Tú no aprendes verdad?–Reíste ligeramente, posando tus manos en sus hombros.
–Pero es que muñeca, ni si quiera llegaste al orgasmo.–Te dijo con inocencia.
Sus palabras te hicieron reír antes de volver a hablar.–Con el susto ni si quiera me había dado cuenta. Pero no estaría mal continuar con lo nuestro ahora que la puerta está bien cerrada.–Dijiste en sus labios, antes de volver a besarle con pasión y necesidad.
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Bueno, he aquí una petición que me hicieron. La verdad me pareció gracioso. Así que espero lo hayan disfrutado.
Quise hacerles un pequeño regalo hoy, así que les dejo estos dos últimos oneshots que he escrito. Espero los hayan disfrutado.
Como siempre, escríbanme por privado sus peticiones.
Un abrazo virtual, tomen agüita, cuídense mucho y nos leemos pronto.
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