U

¿Cómo se supones que pegas a una persona rota?

Un proverbio japones recitaba que a las cosas rotas no debían desecharse, se podían reparar y para ello tintaban la cola de colores brillantes para resaltar las fisuras, grietas y hendiduras para que otros pudieran verlo.

Encontraban honorable el llevar una cicatriz que demuestre que aquello que no pudo matarlos los hizo mas fuertes.

Ese día cuando Jungkook no pudo conseguir la beca para la universidad o aquella vez en la que no consiguió el trabajo, él se había roto.

Pero de ello nadie supo nada porque no hizo ruido al romperse, contrario a la vajilla cuando cae.

Porque nadie más que él pudo ver en sus ojos algo de inferioridad, algo de tristeza y otro poco de derrota.

Jungkook era fuerte, reforzó esas ideas cada que lo veía.

Jungkook conocía el proverbio, por eso se tintaba de color cada día para demostrar que, aunque hubiese tenido los mil y un fracasos en las fisuras pasadas era tan valioso y único como cualquier otra joya.

Esa vez cuando lo miraba reírse -después de derramar una lagrimitas despacitas de las que pudo darse cuenta- se hinchó otra vez la burbuja.

La vió al costado de su cabeza pero no se giró a observarla por completo, la admiró como estaba.

Estaba más redondita, más brillante y menos afónica, casi podía escucharla susurrar.

Era luminiscente, otro poco más. Y la sentía como un globito confortable. Lástima que esa también se esfumo diez segundos después, para cuando Jungkook se volvió para observarle.

Y Taehyung lo abrazó porque aunque Jungkook no hiciese ruido al romperse lo mejor era ser su cola para poder desfilar con él las heridas en batalla.

Porque aprendió que las personas rotas se pegaban con abrazos.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top