C U A T R O
Las muecas que Seung Min hacía mientras escuchaba música y leía cosas desconocidas en su celular, provocaban un zoológico en el estómago del mayor.
—Seung Min, ya déjalo—Dijo a modo de orden, quitándole un auricular.
—¿Por qué debería?—Preguntó con una pequeña mueca de diversión—¿Te pongo nervioso?—Cuestionó a modo de broma.
—Sí, lo haces—Ambos abrieron los ojos ante lo dicho por el más alto—Olvida lo que acabo de decir.
Haciendo oídos sordos, esas palabras se quedaron grabadas en la cabeza de Seung Min toda la semana.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top