Minhee estaba en su trabajo, arreglando a otros artistas de la Big Hit ya que sus chicos estaban indispuestos. El ambiente en la empresa era terrible, todos tenía la preocupación de no saber qué había pasado con ellos y es que ya iba una semana desde entonces, inclusive los padres comenzaban a pedir una respuesta de parte del personal.

Y el simple hecho de que su mayor habilidad era el de usar una brocha para aplicar base, le estaba molestando. Ella también quería ayudar a su hermana y a que los chicos pudieran volver a los escenarios. Cuando estaba terminando su trabajo del día, dispuesta a irse a casa recibió un mensaje de Hyon, avisándole que llevaría a los chicos a una feria.

En el momento que leyó eso se preocupó, ¿cómo se atrevía a sacarlos sabiendo que todo mundo los busca? Así que corrió hacia el lugar que le dijo. Al entrar a la feria, no supo por dónde comenzar, había muchos puestos ya sea de comida o de esos juegos de azar que tanto abundan en lugares así.

Caminaba entre la multitud buscando a esos siete niños, entrecerrando los ojos para poder encontrarles, estaba absorta buscando que cuando sintió que le agarraban la mano se sorprendió mucho que dio un pequeño salto.

—Ay, Hoseok, eres tú — dijo con una mano en el pecho para aliviar la conmoción.

—Perdón, no quise espantarte — apresuró a decirle, algo arrepentido de eso.

—No te preocupes, que bueno que te encuentro — regresó la vista hacia todos lados buscando a los otros y a su hermana mayor — ¿Y los demás?

—No lo sé — contestó jalándose la playera con sus dos manitas — llevo rato algo perdido

—Ah — le sonrió conmovido por verlo tan lindo, últimamente no dejaba de pensar en eso, en que todos eran adorables en esa pequeña forma — Ven, iremos a buscarlos

Le tendió la mano y él aceptó gustoso. Estuvieron caminando por las hileras de la feria, los ojos de Hoseok andaban traviesos, se comenzaba a extrañar que su perspectiva iba cambiando, como si volviese a ser un niño...

—Mira, probemos eso — le jaló llevándola hacia un puesto de tiro — ¿Quieres uno, Minhee? — Le preguntó señalando los peluches que habían de premio.

El señor que atendía los miró bastante curioso, puesto que ese niño de cerca de 5 años se miraba raro y hablaba muy fluido para su edad.

—Emm, no, Hoseok, gana algo que te guste a ti — le dijo, intentando parecer que le hablaba a un niño.

—Bien — tomó uno de los rifles que había y apuntó a los objetivos mientras Minhee se ocupaba de pagar.

Se concentró de inmediato, fijando su objetivo en los pequeños muñecos que debía derribar. Luego de tres tiros, lo logró. Ella se sorprendió de que lo hiciera, pensaba que no lo lograría puesto que era un niño en esos momentos. Reclamó su premio, un caballo de peluche que llevaba debajo de su brazo izquierdo e iba tomado de la mano de ella.

—Bien, hay que seguir buscando a los demás — no acabó de decir eso cuando él la jaló de nuevo para llevarla a donde había varios espejos distorsionadores.

—Me veo como yo — comentó.

Minhee se fijó en que tenía razón, el espejo lo hacía verse más alto, estirando su imagen. En el espejo que ella tenía enfrente, se miraba más pequeña y aquello le causó gracia, los papeles se invirtieron. Pero también le hizo recordar algo, verse de esa estatura le recordó su infancia y que no era la primera vez que se sentía así, impotente y algo inútil a lado de su hermana mayor.

—Hyon...— empezó a decir, Hoseok volteó a verla, parecía bastante perdida en sus pensamientos — Hyon siempre ha sido alguien que destaca, desde niñas toda la atención se fijó en ella, por su enfermedad y por su brillantez — él se quedó callado, escuchando aquello que Minhee pocas veces se atrevía a decir — Nuestro abuelo sentía preferencia por ella y varias veces me vi desplazada por ello, porque no tenía habilidades en la ciencia — alzó una comisura de sus labios, haciendo una sonrisa falsa — Le tenía mucha envidia a mi hermana y la sigo teniendo, porque me siento muy inútil

—Minhee — susurró

—No he cambiado en nada, a pesar de que me convencí que sí, que ahora era mejor porque tenía un trabajo y yo cuidaba de ella, eso no es cierto...

—No eres inútil — afirmó Hoseok, volteó a verlo — Haz cuidado muy bien de nosotros, haces un trabajo estupendo como maquillista y creo que eres brillante en lo que haces. No te compares con tu hermana, son diferentes y yo pienso que eres fantástica, así como tal cual — alzó su peluche de caballo, ella lo tomó algo dudosa — Toma, te regalo a J—hope — soltó una ligera risa por eso.

Por unos instantes, Minhee fue la niña pequeña y Hoseok el chico adulto que le hablaba.

—¡Hoseokkie! — Llamó Taehyung de repente, rompiendo el momento — Te he estado buscando durante un buen rato

—Oh, perdón — también le acompañaba Namjoon que iba de la mano a Jin.

—Chicos, es genial encontrarlos, ¿y Hyon? — todos se miraron, puesto que hicieron la travesura de escaparse.

—Emm, por ahí — contestó Taehyung.

Minhee rodó los ojos y mejor siguió su búsqueda, ahora con todos ellos, pero llevaba ahora en su brazo al pequeño J—hope. Cuando dieron con el carrusel en el que Jungkook daba vueltas con una cara de espanto, vieron a Jimin, Hyon y Suga que dormía en la carriola.

—Oye, Hyon, ¿por qué dejaste que todos se dispersaran a su gusto? — Le recriminó en cuanto la vio, sin embargo, la chica parecía perdida.

Jimin y Hyon estaban parados enfrente del otro, mirándose seriamente. Ella fue quien rompió el momento para ver a su hermana.

—Perdón por eso — masculló para luego irse de ahí.

—Espera, Hyon — intentó llamarle, pero no regresó, se fue corriendo, volteó a ver al niño pelirrojo — ¿Qué pasó?

Tampoco él contestó.

Minhee en ese momento no supo lo que había pasado, pero Jungkook y Yoongi sí, y no se iban a quedar callados.

¡Hola chicas! ah, hoy no quería publicar porque no tengo ganitas xD pero les debía el cap :'v bueno, espero les haya gustado, nos leemos luego :*