—HELADOOOOOOOO— gritó Jimin corriendo hacia la puerta principal para poder alcanzar al señor de los helados.

—CORRE JUNGKOOK, QUE DESPUÉS JIMIN SE COGE EL MÁS SABROSO— dijo tae cogiendo de la mano al menor y arrastrándolo hacia la calle.

—No sé ni pa que corren si el de la plata soy yo— dijo Jin caminando con toda la calma del mundo.

Cuando llegó hacia los otros vió cómo Jimin y Taehyung se peleaban por el ron con pasas.

—¡La última vez lo compraste tú, ahora me toca a mí!—

—Eche ¡Pero si puedes comprar otro igualito!—

—¡Pero yo quiero ser el único con ese sabor!—

—¡Entonces jódete!—

—Se callan o si no no compró ni mierda— dijo Jin haciendo que ambos se callaran.

—¿A cuánto el helado?— preguntó Jungkook.

—A dos mil docientos pesos— respondió el vendedor.

Jin abrió sus ojos como platos y puso posición de indignado.

—¡¿QUÉ?! ESA VERGA VALÍA DOS MIL—

—Hyung sólo son docientos de m-—

—ME VALE POPO, ECHE, REBAJAME ESA VAINA—

—Señor es que mi jefe los puso así, yo no puedo hacer nada—

—PUES DILE A TU JEFE QUE SE META ESOS DOCIENTOS POR EL CULO— dijo Jin devolviéndose hacia la casa.

—...—

—...—

—...—

—¿Osea que no hay helado?—

Odio todo