🔹| 007
YoonGi caminó tranquilo por los pasillos hasta llegar a donde había estado hace algunos minutos: el patio trasero.
Notó como los amigos de JungKook permanecían en su misma mesa, conversando entusiasmados de lo que fuese estuviesen teniendo como conversación en esos momentos. Ese no era relevante para él, así que simplemente entró en el patio y comenzó a buscar por los alrededores como si de un sabueso se tratara, a la chica llamada HyunSuk.
No le haría nada, solo le dejaría unas cuantas cosas claras. Cosas que a su pensar, personas como ellas merecían saberlo por las malas.
Unos cuantos minutos pasaron y distinguió a aquella rubia teñida, junto a dos castañas, riendo entre ellas de lo más casual. YoonGi por su parte, sonrió malévolo y con pasos tranquilos, pero firmes, llegó hasta su mesa, atrayendo la atención de las tres féminas en la mesa. Dos de ellas con una expresión entre asombradas y confusas, mientras la otra, solo lo observaba con indiferencia. ¿A qué había ido él allí? Por Kim Sarah. Su mejor amiga.
— ¿Qué necesitas? — habló HyunSuk sin ningún tipo de interés en escuchar por más tiempo a Min. —. Tenemos cosas importantes de las que hablar, y tú solo estorbas.
YoonGi río en su cara al escucharla, obviamente no sabía con quién se metía.
— No te quitaré mucho de tu miserable tiempo. — declaró con sorna, sin dejar de observarla con desprecio. — Tú, HyunSuk, solo te pediré de buena manera que no vuelvas a dirigirte a Sarah de esa forma, y sobretodo quiero que te disculpes por ser tan poco adaptada para hacer un comentario como el que hiciste hoy. O, de lo contrario deberás aprender de una manera no muy agradable, que no puedes hacer sentir inferiores a los demás sólo por una discapacidad, ¿De acuerdo?
Ella bufó, ahogando una risa por lo estúpida que se le veía la situación. ¿La estaba amenazando? A ella nadie la amenazaba, mucho menos un tipo con tan mala fama como Min YoonGi, eso era lo que ella pensaba.
— ¿Me estás amenazando, tarado? — inquirió con burla, levantándose de su lugar para encarar a Min directamente a su cara. Ella no estaba para tolerar estupideces, y si no se iba de allí quien pagaría su molestia, terminaría siendo él.
— Te lo estoy anticipando, pequeña zorrita — soltó serio hacia ella. HyunSuk hizo el amago de cerrar su puño con fuerza, y estando dispuesta a estrellarlo contra su rostro, el más pálido la había detenido de manera rápida, dejándola completamente aturdida. —. No vuelvas a decirle algo como eso a Sarah, y espero y te disculpes pronto.
Soltó con brusquedad el puño de la fémina y comenzó a alejarse suyo, para regresar adentro ya que próximamente comenzaría su siguiente clase, y no diría algo más porque era suficiente. HyunSuk, no era alguien que ameritara su atención. Sin embargo, la irritable e irreconocible molesta voz de ella, lo hizo detener su paso con rapidez.
— ¿Me golpearás sólo por no hacer lo que quieres? — preguntó con burla, esperando una respuesta rápida de parte del contrario.
Este río, ahogando una risa por lo infantil y estúpida que esa chica estaba siendo. Se estaba metiendo en terreno peligroso, y parecía no darse cuenta de eso.
— No voy a los golpes — determinó enseguida. Ella frunció su ceño, curiosa porque siguiera hablando. —. Tengo una manera más sofisticada de arreglar las cosas, así que si no quieres conocerme como verdaderamente soy, te sugiero hacer lo que dije, HyunSuk.
En ningún momento giró a verla, y ahora tampoco lo haría. Juraba ver su expresión después de decir aquello, y eso era suficiente. Sonrió en grande cuando ella no le respondió, había logrado uno de sus objetivos.
Asustarla.
YoonGi podía ser malo, pero lo hacía a su manera, y a HyunSuk no le convenía hacer algo como eso. Lo que le había dicho, no se comparaba a lo que él estaría dispuesto a hacer para que respetara a su compañera, o cualquier otra persona con alguna discapacidad.
HyunSuk debía aprender a respetar. Fuera por las buenas, o por las malas.
Sin más nada que decir, YoonGi continuó su camino hasta dentro de las instalaciones y seguir su día con la misma normalidad de siempre.
De lo que el pálido no tenía conocimiento, es que tres pares de ojos lo habían observado de manera expectante, y de manera disimulada para no ser pillados y apenas lo vieron escabullirse luego de su queja hacia HyunSuk, rumbo a los interiores de la universidad, se observaron de entre ellos, con su ceño fruncido. No hacia falta decir en voz alta lo que pasaba en su cabeza porque claramente era lo mismo, sino reponder de manera contundente al: ¿Podría ser posible una relación amorosa entre Min YoonGi y Sarah al ser tan delicado en cuanto a ella se trataba?
Esperaban que no. JungKook estaba emocionado por hablar con ella, y aunque pudiese negárselo a él mismo, ellos como sus amigos sabían que si esa afirmación llegaba a decirla, le dolería.
•🔹•
Sarah sentía como su corazón golpeaba con fuerzas dentro de su caja torácica al bajar del autobús junto a JungKook.
Había cedido a su petición, se sintió nerviosa al principio, pero luego la emoción le hizo pensar en aceptar, y así lo hizo. Muy sin embargo, en el camino hasta el café en donde habían bajado ahora, los nervios volvieron a hacerse presente.
En ese café, trabajaba su hermano en el horario matutino, y no perdería la oportunidad de reprenderla por estar fuera de clases. Y, mucho más, por estar con un chico, uno que a los ojos de su hermano y cualquier persona resultaría atractivo, aunque ella ese dato no lo supiese todavía.
— Vamos. — invitó JungKook volviendo a tomar su mano, y ella con algo de duda decidió ingresar con él adentro.
La campana de la entrada hizo su peculiar sonido, haciéndola reír un poco por lo suave que era para ella. JungKook notó aquello, y no tardó en ensanchar más su sonrisa, puesto que en el camino, estaba como kilo emocionado por salir con ella y la sonrisa nadie se la sacaba con facilidad del rostro.
Sarah ese lugar lo conocía a la perfección, había ido allí varias veces con su hermano y YoonGi. No obstante, tenía un lugar específico cerca de donde permanecía su hermano atendiendo sus clientes para que ambos pudieran conversar con el un poco durante el día, pero eso Jeon no lo sabía. Además, la calidez que emanaba aquel contacto de la piel de JungKook sobre la suya, no quería perderla con facilidad, así que se dejó guiar por él hasta donde tenía en mente.
Se acercaron juntos hasta una mesa libre, escogida por JungKook junto al ventanal de la cafetería, con la accesibilidad al exterior (al menos para él). Sarah se acomodó en un asiento que fué removido por JungKook para ella, por lo que le agradeció luego de dedicarle una linda sonrisa y soltarle la mano.
Pronto Jeon se acomodó a frente a ella, sin dejar de observarla. Sarah mantuvo la mirada en todo momento en su dirección, y aunque no fuese directamente a sus ojos, a JungKook le agradaba poder observarla. Y, quería que eso fuera por más tiempo, no solo por ese día.
Sin embargo, las manos de su compañera comenzaban a jugar de manera nerviosa en un abrir y cerrar de ojos, por lo que no pudo contenerse, y habló.
— ¿Te sientes bien? — cuestionó, un tanto asustado. Entendía que fuese todavía un desconocido para ella, pero YoonGi si no le había dado la oportunidad de estar con ella, es porque sabía que nunca le haría algo, ¿No?—. No quiero incomodarte, si te sientes presionada ahora que salimos de clases, podemos regresar y — pero no continuó porque lo había interrumpido, entre unos ademanes y un tierno puchero que se le hizo de lo más adorable.
— ¡No, no! Claro que no. Es sólo que... Aquí...
No sabía cómo decirle. No quería incomodarlo por si justamente su hermano era quien debía atenderlos y causase un interrogatorio innecesario en Jeon JungKook.
— ¿Aquí qué? — sin poder esperarlo, se había puesto curioso por saber algo, pero también asustado de que se estuviera sintiendo incómoda. —. Dime, no hay problemas en que nos vaya...
— No claro que no lo hay joven, ¿cierto, pequeña Sarah?
La nombrada abrió sus ojos en demasía, y no tardó en encogerse en su lugar en busca de un mejor escondite. Jeon por su parte, elevó la mirada hacia el chico que había llegado hasta su mesa, encontrado allí a un Kim TaeHyung sonriente, lo conocía por todas las veces que había ido a ese lugar.
— ¿Disculpa? — inquirió JungKook claramente confundido, sin dejar de observarlo.
Sarah se sintió expuesta, y quiso salir corriendo cuanto antes de allí, hubiese sido una mejor idea quedarse en la cafetería, en donde su hermano no la vería.
— Soy Kim TaeHyung, al parecer ya me olvidaste — habló sin dejar de sonreír, tomándose el atrevimiento de sentarse al lado de Sarah, tomando por sorpresa e incomodidad a JungKook. Éste sabía que él tenía una hermana, pues le había hablado mucho de ella y ahora... —. Y, ella es mi linda y tierna hermana pequeña Jeon JungKook.
Sarah no evitó sonrojarse al instante. Sus mejillas ardían, y Tae sólo pudo reír por su aspecto tan tierno, al igual que JungKook.
Sin embargo, Jeon se ahogó con su propia saliva al caer en cuenta de aquellas palabras, haciendo que Sarah de tomara un segundo para procesar que aquellos dos chicos, se conocían. ¿Cómo es que ella no sabía eso todavía?
— ¿Y, por qué nunca me lo dijiste? — por el tono, y la dirección que estaba tomando JungKook, Sarah supuso que se refería a TaeHyung, y eso la tenía nerviosa.
¿Acaso su hermano...?
— Eso ahora no es lo importante — declaró el mayor, ganándose un mirada de indignación por parte de Sarah que sólo le hizo soltar una sonora carcajada. —. De acuerdo, si lo eres, pero lo importante aquí, es que tú, Jeon JungKook, estás con MI hermana, a SOLAS, y EN una cita.
— ¡No es una cita! — exclamó asustada Sarah de inmediato. Sentía como sus mejillas ardían, y eso causaba que su mayor no la tomara enserio en ese caso.
JungKook le hubiese gustado decir que sí, pero era muy pronto, tampoco quería espantarla y por sobre todo, esa salida era para conocerse más. Pero cuando cayó en cuenta de eso, no pudo evitar sentir una opresión en su pecho porque no era nada de lo que le gustaría.
Relamió sus labios inconcientemente, acto que no pasó por alto para TaeHyung.
— ¿Cuáles son tus intenciones con mi hermana pequeña, Jeon JungKook?
— ¡No digas cosas raras, Kim TaeHyung! — reprendió su hermana, vuelta un completo tómate.
Ella estaba conociendo a JungKook, y TaeHyung ya preguntaba en que parte de su relación estaban. ¿Cómo podía hacer algo como eso?
— Como hermano mayor, y como mi nombre que es Kim TaeHyung, debo saber quienes son tus pretendientes.
— Él no es mi pretendiente, déjalo Tae. — suplicó la menor, rezando en su interior porque JungKook no se molestara por lo tonto que podía ser su hermano. En cambio, Jeon en su interior estaba haciendo una guerra mental, porque el chico frente suyo, y al lado de Sarah, sabía su situación, pero nunca creyó que la misma chica de la que el hablaba como su hermana, terminara siendo la misma de la que él hablaba, ya que como no eran algo cercanos, preferían dejar en confidencialidad a la persona de la que hablaban. — JungKook, lo siento. Él es... Muy necio, demasiado diría yo.
— ¿Cómo puedes decir eso? — se quejó Tae como niño pequeño. —. Yo sólo me preocupo por tí y de el chico al que le gustas.
JungKook apretó sus labios con fuerza, ahogándose en vergüenza.
Nunca había admitido que Sarah le gustaba, no. Si bien, le encantaba observarla y verla sonreír, querer acercarse a ella, ser cercano, nunca dijo algo como lo que Kim TaeHyung acababa de soltar. Pero, lo que no sabía como tomar, era que no le molestaba, y que él no era el único que decía eso suyo, pues sus amigos también se encargaban de repetírselo a diario en la universidad desde hacía unas pocas semanas cada vez que tenían la oportunidad.
Por otra parte, el corazón de la chica presente había comenzado a latir como loco, y no sabía si era porque había escuchado como exponían a su compañera hacia ella, o por lo nerviosa que podía llegar a ser en cuanto a esa situación debido a su última relación. Muy sin embargo, no podía evitar sentirse mal en el fondo por JungKook, y el como su hermano estaba lanzando sus cosas de una y si fuera con ella, no toleraría eso por mucho.
Además, no quería volver la comunicación con JungKook incómoda después de eso.
— N-Nosotros nos vamos. Vendremos en otro momento, y espero que para ese entonces, no estés tan desubicado como ahora, Tae.
JungKook no quería irse, y claramente ella tampoco, pero al parecer, Kim TaeHyung no perdería la oportunidad de saber que ocurría allí. Hacía mucho que su hermana no estaba con más nadie que YoonGi, porque después de HoSeok...
— Lamento los inconvenientes, una compañera vendrá por su orden — avisó culpable por su actitud. —. Lo de hace poco, olvidenlo.
Sin dejar la opción de hablar a su hermana, salió casi huyendo de allí para no regar más la situación.
— No, no hace falta — volvió a hablar ella, sabiendo que sólo la escucharía está vez Jeon, pues los pasos de su hermano fueron lo suficientemente altos como no escucharlos alejarse.
Se sentía muy avergonzada, tanto como para mantener contacto con Jeon ahora después de ese espectáculo.
— Sarah — habló JungKook después de unos segundos, al verle la intención a ella de no querer seguir allí luego de lo que dijo Tae. —, quédate tranquila. Él no lo hizo con la intención que crees.
— Lamento incomodarte, ese no era mi objetivo.
JungKook sonrió enternecido por el puchero casi inexistente que se asomaba en sus labios. — No me incómodas, al contrario, me gusta estar contigo.
El que aceptase aquello, lo hizo sentir más liviano de alguna manera, y le gustaba. No lo admitiría ahora, pero esa sensación le agradaba y quería seguir experimentandola.
— No te sientas incómoda. Yo haría un interrogatorio similar o peor si tuviera una hermana pequeña.
— Oh, Dios. — río nerviosa, no se esperó aquello.
Pero una curiosidad le recorrió el cuerpo. ¿Tendría Jeon JungKook una hermana?
— Hey, dame tu mano — Sarah tragó saliva ante su petición. Recordar lo cálido y único que había sido aquel tacto, la hizo sentir vulnerable. — Sarah.
Ella con algo de duda, llevó su mano hasta el centro de la mesa, siendo allí tomada por la de JungKook y aunque hubiese querido negarlo, sentirlo así, a ella le agradaba. Al igual que a él.
— Quiero conocerte.
Los nervios seguían azotándola. No sabía como manejar una situación así tan... Directo.
— ¿Uh?
— Quiero conocerte, Kim Sarah. Quiero que ambos nos conozcamos y seamos grandes amigos.
Ella se sintió conmovida al saber eso, y no pudo reprimir la sonrisa que poco a poco adornó sus labios.
— Yo también quiero conocerte, Jeon JungKook.
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