068. Taehyung

Cerró con cuidado la puerta con un pie debido a que tenía sus manos algo ocupadas, se quitó los zapatos con los pies manteniéndose en silencio conforme entraba en la casa del grupo y veía a Hoseok saliendo de la cocina.

—Parece que necesitas algo de ayuda —rió leve acercándose a él sacando el gran peluche y las flores de sus brazos recibiendo un gran agradecimiento de su parte—. ¿Son para Jiyoon?

—No, compré un ramo de rosas para ti, hyung —bromea empezando a subir las escaleras con el bailarín a su lado.

Suelta una carcajada al ver la expresión gélida que se instaló en el rostro del chico.

Aquel día Taehyung celebraría los 300 días desde que inició su relación con su compañera de grupo, aprovechó que la chica había sido invitada por sus amigas a una salida y salió como rayo a comprar una sorpresa para su novia. Además de la reservación en su restaurante favorito había conseguido para ella un ramo de rosas, un gran panda de peluche que ahora cargaba su compañero, una caja de bombones bajo su brazo y un pequeño pastel de su sabor favorito.

Al pasar junto a su habitación abrió la puerta en el camino notando a la bolita de pelos cafés saliendo de inmediato para correr junto a él, siguiendo hasta la habitación de Jiyoon.

— ¿Saldrán hoy? —pregunta poniendo al animalito sobre la cama, inclinándose ahora en suelo para juguetear con la mascota de la chica, siendo también un Pomerania de pelaje claro.

—Sí, reservé la azotea en su restaurante favorito. —El mayor asintió con una sonrisa al notar el entusiasmo del chico— Arreglaré un poco su habitación y luego pasaré a buscarla a casa de Gfriend, vendremos a alistarnos y saldremos.

Escucharon la llegada de otros de los chicos por lo que Hoseok se despidió de Tae para dejarlo ordenar la habitación. Olvidando los detalles que había comprado optó por sentarse en el suelo riendo cuando los dos perritos saltaban sobre su regazo exigiendo mimos de su parte, quedándose un rato jugando con los animalitos hasta que notó el tiempo pasando algo rápido, poniéndose de pie para colocar el panda en el centro de la cama junto a las flores, dejando el pastel en su escritorio al igual que la caja de bombones.

Tomó a Yeontan entre sus brazos para llevarlo a su habitación y que no hiciera desastre en la de Jiyoon, dejando a la perrita dentro de cuarto de su dueña.

Se fue con una sonrisa en su rostro sin saber que los bombones habían caído ya que estaban en el borde de la mesa.

[...]

—Insisto que no había necesidad de gastar dinero en una reservación, Tae —se quejó golpeando su hombro con sus manos ya que el chico se negaba a soltar el agarre de sus dedos—. Podíamos simplemente pedir comida y quedarnos en casa.

—Eso lo hacemos todos los días, jagi, cumplimos 300 días hoy —lloriquea manteniendo la mirada en la carretera.

Jiyoon dejó caer entonces su mirada sobre su novio, la forma en la que su entrecejo se fruncía debido a la concentración al pasar por una calle concurrida al igual que la punta de su lengua sobresalía, manejando con una sola mano aún sujetando la suya.

No entendía cómo se veía tan jodidamente atractivo haciendo algo tan cotidiano.

Soltó un suspiro al cerrar los ojos queriendo tan solo alargar ese pequeño momento por mucho tiempo más, sintiendo el pulgar del chico acariciando su muñeca segundos antes de atraer su mano para dejar un beso sobre el dorso de esta.

Escuchando música tranquila de fondo llegaron a la casa compartida del grupo, llegando temprano para darles suficiente tiempo de arreglarse para salir al restaurante.

—Llegó por quién lloraban —exclamó Jiyoon antes de notar a sus compañeros sentados en el sofá de la sala, frente al televisor donde parecían tener un torneo de Super Smash Bros.

— ¿Cómo están las chicas de Gfriend? —pregunta el líder siendo uno de los únicos sin control.

—Por cierto, Byeol está haciendo bastante escándalo en tu habitación —dijo Jimin sin dejarla siquiera responder su pregunta.

Dando una rápida explicación a Namjoon subió apresurada las escaleras para ir a sacar a la perrita de su encierro, trotaban ignorando los ladridos de Yeontan hasta llegar a su puerta notando como la bola de pelos salía a las carreras de la habitación al notar la oportunidad.

Se tambaleó cuando el animal corrió entre sus piernas haciéndola chillar cuando casi cayó al suelo, le confundía el hecho de que Byeol no hubiese saltado sobre sus piernas como siempre lo hacía que pasaba tiempo fuera de casa, esta la había ignorado por completo lo cual absolutamente nunca hacía.

—Bebé, ven aquí —la llamó poniéndose en cuclillas para que la perrita corriera de nuevo hacia ella—. Hey, hey, calma.

Trató de sostenerla con sus manos notando su respiración acelerada lo cual adjudicaría a la gran carrera que había pegado, sin embargo en el momento en que la sostuvo notó lo rápido que latía su pequeño corazoncito.

El detonante de su pánico fue cuando a su querida Byeol empezó a faltarle el aire comenzando a temblar entre sus brazos.

— ¡Taehyung! —Gritó con temor hiperventilando ahora ella sin saber qué hacer para calmar a la perrita—. ¡Tae!

—Voy, voy, voy. ¿Qué sucede? —No se dio cuenta el momento en que no solo el nombrado había llegado a su lado junto a los chicos.

— ¡Está temblando! ¿Por qué está temblando? —empieza a llorar en pánico cuando el animal pasó ahora a brazos de Namjoon quien trataba de examinarla para ver si se ahogaba con algo.

Entre todo el caos fue Yoongi quien se puso de pie en el marco de la puerta que seguía abierta, notando entonces la causa del estado del animal, quedando sin palabras al inicio no sabiendo cómo anunciar aquello.

—Tenemos que llevarla al veterinario ya, de inmediato —habló llamando la atención de todos—. Hay una caja de chocolates vacía en el suelo, ella debió comerlos, es mucho para su tamaño.

Sin pensarlo dos veces el líder corrió escaleras abajo con Byeol entre sus brazos siendo seguido de cerca de Jiyoon quien había entrado en estado de shock sin siquiera pudiendo llorar.

Ambos corrieron al auto a la vez que Taehyung entraba en el asiento del piloto para conducir ya que el líder mantenía al perro entre sus brazos y Jiyoon totalmente indispuesta como para conducir.

Estaba listo para recibir una multa por exceso de velocidad pero necesitaba llegar lo más pronto posible a la clínica veterinaria.

—Byeol no puede morir —susurró la chica en el asiento trasero empezando a sollozar una vez que el auto aceleró al entrar en la calle—. Oppa...

—Jiyoon, necesito que te tranquilices. Tenemos que llevarla con el veterinario porque con su dificultad para respirar no podemos inducir el vomito —explica con calma tratando de alguna forma de influirle esta misma calma a la chica.

— ¿Siquiera de dónde sacó esos malditos chocolates?

Su pregunta exclamada le heló la sangre al conductor quien apretó sus manos en el volante a la vez que tragaba saliva con dificultad y aclaraba su garganta luego de boquear varias veces al no salir palabra alguna de su boca.

—Yo los dejé en tu habitación, era un regalo.

— ¿¡Por qué lo dejaste a su alcance!?

— ¡No lo hice!

— ¡Deténganse ustedes dos! —El grito del líder hizo reinar el silencio al notar cómo, cuadras antes de llegar a la clínica, el animal se encontraba inconsciente pero no quiso alterar a más nadie— Estamos en una situación un poco complicada aquí y ustedes dos no han hecho más que pelear como niños de guardería.

Nadie dijo más nada ya que antes de darse cuenta el vehículo había sido estacionado frente a la clínica y Namjoon, sin esperar a nadie, se había adentrado en esta con Byeol en sus brazos. Para cuando Jiyoon y Taehyung entraron tan solo pudieron ver a una chica bastante joven con una bata se llevaba a la perrita por una puerta, seguramente luego de que el mayor hubiese explicación la situación.

Giró soltando un suspiro al ver a la pareja sumamente preocupados, mordiendo su labio a la vez que abría sus brazos para recibir a la chica quien, en el momento en que su rostro tocó su pecho, rompió en llanto de nuevo.

—Vamos a sentarnos —dice manteniendo aún su brazo sobre sus hombros y poniendo su otra mano en la espalda del chico, guiándolos a ambos hacia uno de los sillones vacíos de la sala de espera.

Sin dejarlo sentarse una llamada entrante lo hizo disculparse y salir para subirse al auto dejándolos a ellos solos. Mientras menos estuvieran al público, menos atención llamarían, además de que había poca gente en esa clínica siendo a la que siempre iban y era "exclusiva". Sus altos costos la hacían exclusiva.

Olvidando, o quizás ignorando, el inicio de discusión que habían tenido minutos antes, ahí se encontraban sentados uno junto al otro en el sofá de cuero negro, Jiyoon con su rostro escondido en el costado de su pareja llenando su camiseta de lágrimas, mientras Tae sobaba con suavidad su espalda mientras siseaba, calmándola como si de un bebé se tratara.

—Lamento haber causado todo esto —susurró posando sus labios sobre su coronilla, sintiendo como esta negaba con la cabeza.

—Tú no pensabas que ella se los comería, no es tu culpa —asegura mientras se alejaba de él secando sus mejillas—. Yo lamento que vayamos a perder la reservación.

Ahora fue él quien negó con la cabeza encargándose de acunar su rostro en sus manos, dejando un beso sobre su frente olvidándose por el momento de las pocas personas que estaban ahí en la sala de espera.

—Bebé, la vida de Byeol vale mucho más que una reservación en un restaurante, es lo último de lo que tienes que preocuparte ahora.

El celular de Taehyung empezó a sonar haciendo que se separaran para ver que se trataba de Jimin, este contestó la llamada hablando con él en voz baja notando a la chica poniéndose de pie bajo la mirada preocupada de su pareja notándola caminar hasta la gran pecera en el otro lado de la sala.

Suspiró mientras le explicaba a su amigo la situación y lo poco que sabía del estado de la perrita, todo sin dejar de ver a Jiyoon quien seguía con el dedo a los pececitos dentro de la caja de cristal, lucía como toda una niña.

[...]

Minutos más tarde seguía Taehyung sentado ahora junto a Namjoon quien había regresado del auto luego de llamar al mánager para explicarle la situación, ambos hablando mientras observaban a la chica concentrada viendo a los peces.

Fue entonces cuando salió la misma chica de antes que el líder se encargó de llamar la atención de Jiyoon quien de inmediato corrió hacia ellos.

— ¿Está ella bien? —preguntó sintiendo la mano de su novio sobre su hombro.

—Fue un caso típico de intoxicación por teobromina, teniendo en cuenta la cantidad de chocolate que consumió con respecto a que es una raza pequeña fue lo que desencadenó la reacción que tuvo —explica aligerando la situación notando la preocupación de la chica—. Cuando llegó logramos hacer que reaccionara y de inmediato optamos por inducirle el vómito para desintoxicarla, reaccionó bastante bien a todos los tratamientos y se encuentra estable.

Jiyoon soltó todo el aire que estaba reteniendo, sintiendo todo el peso bajando de sus hombros al escuchar aquello. Acto seguido la veterinaria permitió que dos de ellos entraran, anunciando Namjoon que esperaría en el auto, para ver a la "paciente" recostada en una camilla con una intravenosa para administrarle líquidos.

Soltando unas pequeñas lágrimas por el alivio se acercó a la camilla empezando a acariciar con suavidad la cabeza de Byeol notando como esta cerraba los ojos de forma calmada.

—Me alegra tanto que estés bien —susurra dejando un pequeño besito sobre su frente.

Notó por el rabillo del ojo a Taehyung tomando asiento en la silla junto a la cabilla, posando su mano sobre la cadera de la chica brindando pequeñas caricias sobre esta también recomponiéndose también por el susto que había pasado.

Por un momento se había imaginado que en lugar de Byeol hubiese sido Yeontan y que fuese él quien estuviera a punto de perder a su compañero de vida, estaría igual o peor que Jiyoon en ese momento. Probablemente no hubiesen podido calmar su llanto y hubiese sido una odisea detenerlo en la sala de espera para que no entrara junto al perrito.

—Lamento que tengamos que pasar nuestro día en una clínica —dice girando para verlo colocando su mano sobre su hombro—. Prometo que yo pagaré nuestra siguiente salida por el dinero de la reservación y...

—Lo digo de nuevo; olvídate del dinero, esto es más importante —aseguró apretando su mano en su cadera.

—Pero era un restaurante caro —se lamentó de nuevo viéndolo rodar los ojos.

—Si sigues quejándote voy a llevarte a uno el doble de caro y te compraré un auto, lo juro —asevera sacándole un chillido de indignación—. Así que yo que tú cuido mis palabras.

Soltando un gran suspiro negó con la cabeza a sabiendas que el chico no mentía ni un poco cuando la amenazaba de esta forma, ya llevaba 5 celulares cada vez que la amenazaba de esta forma, incluso tenía una PlayStation 5 en su habitación luego de comentar una sola vez que le gustaría jugar con esta.

Abriendo sus piernas y colocando sus dos manos en su cadera, atrajo a su novia hacia él para abrazarla por la cintura dejando su cabeza en su pecho relajándose al sentir el latido de su corazón contra su oreja.

—Estamos juntos así que es perfecto para mí —habló con la voz amortiguada por la camisa de Jiyoon, sin poder ver la pequeña sonrisa en los labios de la chica, sintiendo entonces su mano posarse sobre su cabeza dando delicadas caricias—. Prometo que cuando cumplamos un año juntos lo celebraremos de una mejor manera.

—Será mi turno reservar el restaurante —asegura sin sacar los dedos de su cabello conforme este alzaba su cabeza.

—Mi oferta del restaurante y el auto siguen en pie así que cállate —dice sacándole una carcajada a la chica.

Colocando sus manos a los costados de su rostro dio unas caricias en sus mejillas antes de inclinarse y posar sus labios sobre los suyos creando un casto y tierno beso por unos segundos, dejando su frente sobre la suya con los ojos cerrados.

Quizás no era la forma en la que pensaban pasar sus 300 días juntos; compartiendo pequeños besos en una clínica veterinaria, a un costado de la débil Byeol luego de que esta hubiese estado al borde de la muerte. No obstante estaba bien, como lo decía Taehyung: Estaban juntos y eso lo hacía perfecto.

Nuevo capítulo dedicado a la personita que comentó que quería actualización de este libro, espero que les haya gustado.

Les recuerdo que los pedidos están abiertos para cualquier temática que deseen, si quieren pueden escribirlo en los comentarios o más privado por mensaje directo su así lo quieren. Incluso pueden ser pedidos anónimos para que lo tengan en mente.

¡Hasta la próxima, mis bellezas!

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